Lo malo de ofrecer ayuda peor cuando alguien no ha pedido

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Lo malo de ofrecer ayuda es que uno termina mal visto, ¿Cómo es posible que lo miren mal? Pues eso es poco porque aparte de ser mal visto, uno es criticado, y hasta hipócritamente humillado, claro que la mayor parte no lo hacen de frente porque siempre utilizan la cortina del disimulo, digno de bajeza.

Resulta que mucha gente está lleno de problemas aunque algunos no lo admitan pero, son los primeros en vivir amargando a los demás contando sus tristezas, ahora, ¿Qué hace que una persona esté quejándose ante los demás? Bueno cuando llegan hasta ese momento es porque ya no encuentran de dónde agarrarse.

Lo malo de ofrecer ayudaPor tanto, inconscientemente conversan para que los demás escuchen y en algunos casos para que se sumen a su dolor, otros tratan de ver otro punto de vista, en cambio los pocos que en realidad si buscan ayuda, esperan que les den la fórmula mágica, pues piensan que tienen el derecho de pedir sin dar nada a cambio.

Hasta ahí todo parece de lo más normal claro que para los mediocres y sufridores, ahora, ¿Qué pasa cuando alguien del grupo es nuevo, y no ha estado al tanto de la clase de conversa? La verdad se sorprende de escuchar una sarta de tonterías, que muchas veces son sencillas de resolver.

Entonces como él tiene los conocimientos necesarios para ayudar a los que tienen los problemas, se ofrece voluntariamente para ayudar a los demás sin darse cuenta que eso cayó como bomba, pues se supone que todos son iguales y que nadie puede caer en el error de querer ser más ante ellos.

Entonces ahí viene lo malo de ofrecer ayuda, le ponen atención más porque les ha sorprendido su actitud, claro que han estado acostumbrados a sólo sufrir y ser secundados por todos, pero nunca alguien dijo «Yo sé lo que hay que hacer» el caso es que lo escuchan para después darle la contraria, porque en ese momento todos son expertos.

Después de ese intercambio de contradicciones todos se alejan y en el primer momento que tengan, al menos el más envidioso aunque no aprendió nada se da el lujo de criticarlo y humillarlo ante los demás, lo peor es que nunca lo dicen cuando está presente.

En total, la persona que quiso ayudar no fue tomada en serio, mejor diría en burla y todo porque pensaron que el bondadoso quiso ponerse por encima de los demás, cuando nunca sucede así, eso es lo malo de ofrecer ayuda y peor si usted les da una cátedra de algo que ellos ni siquiera se imaginan que existe.

Hoy recibí una observación de la misma naturaleza pero la diferencia, es que vino de un buen amigo, lo conozco desde hace 35 años y lo respeto mucho. Él me dice que trato de imponerme en mi ofrecimiento y eso causa rechazo.

Bueno puede tener razón pero en este caso, el que sufre el problema no está en posición de escoger, por otro lado tengo razón en lo que digo. Hace más de un año entendí que a la gente no le gusta que le digan qué hacer, lo que le gusta es sufrir, que le tengan lástima y pena por lo tanto uno pierde el tiempo y paciencia, eso es lo malo de ofrecer ayuda.

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