Cómo elegir un empleado que sea eficaz y responsable

Cómo elegir un empleado. En un artículo anterior ya mencioné lo que es un negocio y un trabajo, pues bien, ahora les voy a explicar cómo elegir un empleado y me refiero exclusivamente a los más cercanos, por lo tanto hay que tener mucho cuidado cuando se lo hace.

Primeramente tiene que tener en cuenta que un empleado es un empleado y nada más. A un empleado se le paga su sueldo, jornal o como lo quieran llamar, en todo caso ya depende  como queden de acuerdo con el pago. Mire fijamente a los ojos cuando diga el valor de pago, pero siempre de la forma por lo más natural que lo pueda hacer.

El valor de pago depende si no hay regulación con los sueldos, en todo caso nunca titubee. Hay una regla de oro y esa es «No amigos ni familiares» aunque parezca contradictorio de pensar, que los amigos y los familiares son los mejores empleados, eso es mentira.Cómo elegir un empleado

Cómo elegir un empleado

El tener familiares en los negocios o trabajos sólo funciona, si son ellos los que invierten dinero por lo demás es casi imposible. En el mundo hay pocas familias que integran los negocios o trabajos de manera muy efectiva, para eso, ellos cumplen con algo básico.

Lo básico es que hay respeto y si hay respeto se tiene todo, incluida la disciplina y organización. En cambio, los amigos y familiares piensan que porque hay la relación pueden hacer lo que les viene en gana, empezando por llegar tarde.

Sin dejar de lado, que se toman la libertad de decidir si hacen o no lo que se les encomendó. Esa clase de actitud es mala consejera para cualquier empresa  que se quiera abrir paso en el mundo de los negocios. Ahora si de todas maneras usted quiere contratar a un amigo, tiene sus advertencias. Un empleado es un empleado, no lo olvide.

Recuerde que en el primer momento que pisa su local de trabajo, y va a recibir dinero por su labor, desde ese momento dejó de ser su amigo, hijo-a, sobrino-a o cualquiera que sea su parentesco familiar o rango de amistad. Cuando usted contrata, lo hace a un empleado y nada más.

Es un poco incomodo el trato para un empleado siendo su amigo o familia, pero alguien lo tiene que hacer, por lo tanto siéntase feliz, que sean ellos los que trabajan. Lo mejor de esto es que sea usted y no ellos los que dan las ordenes y si hace las cosas como deben ser, los días de éxitos llegarán sin demora, sabiendo cómo elegir un empleado.

¿Qué garantía hay que el amigo sea un buen empleado?

La decisión de contratar a un amigo o integrar a un miembro de la familia como empleado en una empresa es compleja y está llena de matices. Aunque puede parecer que elegir a alguien cercano ofrece ciertas garantías de confianza y lealtad, no siempre asegura que esa persona será un buen empleado.

Por el contrario, en algunos casos, las relaciones personales pueden complicar el ambiente laboral, afectar la objetividad y generar conflictos difíciles de resolver. Por ello, es importante reflexionar sobre las implicaciones de estas decisiones, las posibles garantías de éxito y los mecanismos que podrían ayudar a prever si un amigo o familiar será un buen empleado.

Contratar a un amigo puede parecer una opción cómoda, especialmente si existe una relación de confianza previa. Muchas personas asumen que alguien cercano a ellas trabajará con el mismo nivel de compromiso y lealtad que muestran en la relación personal.

Sin embargo, la amistad no siempre es un indicador de profesionalismo o habilidades laborales. Un buen amigo no necesariamente se traduce en un buen empleado, ya que los requisitos para ser un amigo confiable y los que se necesitan para desempeñarse bien en un entorno laboral son diferentes.

Una de las primeras preguntas que debemos hacernos es: ¿Qué garantía hay de que un amigo sea un buen empleado? La respuesta honesta es que no hay garantías absolutas. La relación previa puede proporcionar pistas sobre la ética laboral y los valores de la persona, pero no asegura que tenga las competencias necesarias para el puesto. Un amigo puede ser una persona confiable en su vida personal, pero eso no significa que tenga las habilidades técnicas, la capacidad para manejar la presión o la disciplina que requiere el trabajo.

Cómo elegir el amigo empleado

Además, al contratar a un amigo, existe el riesgo de que ambas partes asuman que la relación personal les otorgará privilegios o excepciones en el ámbito laboral, lo que puede generar conflictos de expectativas. Para evaluar si un amigo podría ser un buen empleado, es fundamental analizar objetivamente sus habilidades, experiencia y disposición para asumir responsabilidades.

Esto implica tratarlo como cualquier otro candidato al puesto, aplicando procesos de selección formales que incluyan entrevistas, revisión de antecedentes laborales y, si es posible, una prueba de sus habilidades. Aunque la tentación de saltarse estos pasos puede ser fuerte debido a la relación personal, hacerlo puede llevar a malas decisiones que afecten tanto el negocio como la amistad.

Por otro lado, integrar a un miembro de la familia como empleado en la empresa tiene desafíos similares. Muchas veces se asume que un familiar será leal a la organización y trabajará con dedicación debido al vínculo emocional con el propietario o la dirección de la empresa.

Sin embargo, esta suposición puede ser peligrosa. La lealtad familiar no siempre se traduce en un buen desempeño laboral, y la proximidad emocional puede complicar la dinámica profesional. Además, los familiares pueden sentir que tienen derecho a ciertos privilegios o a una posición dentro de la empresa simplemente por su relación con el propietario, lo que puede generar tensiones con otros empleados y afectar la moral del equipo.

Para determinar si un familiar puede ser un buen empleado, es crucial evaluar su capacidad y adecuación para el puesto de manera objetiva. La relación familiar no debe ser el único criterio para contratar a alguien; al contrario, se debe asegurar que el candidato tenga las habilidades y la actitud necesarias para contribuir al éxito de la empresa.

El amigo y las políticas de trabajo

Establecer reglas claras desde el principio, como expectativas de desempeño, políticas de trabajo y límites entre la relación familiar y profesional, puede ayudar a prevenir conflictos y garantizar que todos entiendan su rol dentro de la organización.

Otra cuestión importante es cómo prever si un amigo o familiar será un buen empleado. Aunque no existe una fórmula infalible, hay ciertos indicadores que pueden ayudar a tomar una decisión informada. Primero, se debe observar cómo la persona ha manejado responsabilidades en el pasado. ¿Es alguien que cumple con sus compromisos? ¿Ha demostrado ser fiable y capaz de trabajar en equipo?

Segundo, es útil considerar la relación actual con esa persona. Si la amistad o relación familiar ha sido marcada por conflictos, falta de comunicación o expectativas desiguales, es probable que esas dinámicas se trasladen al entorno laboral.

Además, se debe tener en cuenta cómo esa persona podría encajar en la cultura organizacional de la empresa. Un amigo o familiar puede ser alguien con quien te llevas bien a nivel personal, pero eso no garantiza que comparta los valores, la visión o la forma de trabajar que se espera en la empresa.

Realizar una evaluación honesta de la compatibilidad entre la persona y la cultura laboral puede ayudar a reducir el riesgo de problemas futuros. Si se decide contratar a un amigo o familiar, es fundamental establecer límites y mantener la profesionalidad desde el principio.

Esto incluye definir claramente las expectativas, responsabilidades y estándares de desempeño, al igual que lo harías con cualquier otro empleado. También es útil comunicar a todo el equipo las razones detrás de la contratación, para evitar la percepción de favoritismo o trato especial. Ser transparente y justo con todos los empleados puede minimizar tensiones y promover un ambiente de trabajo equitativo.

En conclusión

Es importante reflexionar sobre el concepto de «gana/gana» en estas situaciones. Aunque en teoría, el gana/gana implica que ambas partes se beneficien de la relación laboral, en la práctica puede ser más complicado de lograr cuando se trata de amigos o familiares.

Si la relación laboral no funciona como se esperaba, puede ser difícil tomar decisiones objetivas, como despedir a la persona o reasignarla a otro rol. Esto puede generar resentimientos que afecten tanto la relación personal como la dinámica de la empresa.

Contratar a un amigo o familiar como empleado puede ser una decisión delicada que requiere una evaluación cuidadosa y objetiva. Aunque la relación personal puede ofrecer ciertas ventajas, como confianza y lealtad, no asegura que la persona será un buen empleado.

La clave está en tratar a los amigos y familiares con el mismo rigor y profesionalismo que a cualquier otro candidato, asegurándose de que tienen las habilidades, la actitud y la compatibilidad necesarias para el puesto. Establecer límites claros, mantener la transparencia y priorizar los intereses de la empresa sobre las relaciones personales puede ayudar a minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades de éxito. En última instancia, la decisión debe basarse en lo que sea mejor para la organización, sin comprometer la profesionalidad ni la equidad en el lugar de trabajo.

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2 comentarios en «Cómo elegir un empleado que sea eficaz y responsable»

  1. curso de gestion de personal

    Muy buen aporte. La selección del personal es una tarea en la cual la dirección de recursos humanos de las diferentes empresas tiene prohibido fallar para poder alcanzar el éxito. Por este motivo, contar con personas altamente capacitadas que aplicando diferentes técnicas puedan armar una plantilla competitiva será fundamental.

    1. Últimamente las técnicas para selección han mejorado tremendamente pero hay un dato curioso, muchos profesionales se fijan mucho en las técnicas y no confían en su sentido común, recuerde que es fácil eludir al detector de mentiras que en la actualidad ya está caduco en algunos países por lo tanto, qué difícil es eludir a las técnicas que enseñan en la clasificación de personal hecho por el departamento de recursos humanos. Es difícil que alguien le pueda mentir a un programador neuro-lingüista al menos al que es de campo ya que muchos profesionales se guían mucho de las técnicas y no de su capacidad de deducción. Esta es una razón de por qué no hay programadores como hay los médicos, es decir, solo con aptitud se puede tener la actitud de analizar aun futuro empleado y a veces solo conversando.

      Un placer intercambiar puntos de vista.

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