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Cómo se hace un buen empleado es un tema que interesa sólo a los que quieran tener una empresa o negocio, con buen desarrollo. Tal vez para mucha gente que esté en la posición de tener empleados o, que los quiera tener por una posible razón de ser un empresario, piensen que un empleado es como cualquier cosa.
Pensar así dista mucho de la realidad ya que un empleado no lo es por el hecho de que le paga, es un empleado por el hecho de que él eligió serlo claro que dejando de lado que el que contrata es el que dispone.
Un empleado es igual como sembrar una semilla a la cual si no la cuida, con el tiempo se morirá y no sabrá por qué. Cuidar no significa que el empresario tendrá por obligación, dejar pasar cualquier anomalía que cometa dicho empleado.
Cómo se hace un empleado
Incluso que suceda por cualquier razón, es más hasta eso se puede evitar con una buena entrevista, desde luego que eso es algo que lo puede hacer si es que tiene los conocimientos básicos para hacerlo.
Pero en supuesto caso de que los tuviera y por cualquier razón llegara a pasar, ahí es el momento en que el empresario debe en lo posible darle todas las garantías a su empleado para poder resolver el problema.
Una razón básica para que el empleado llegue a ser un buen empleado es por intermedio del respeto. Si usted tiene respeto por sus trabajadores, ellos también lo tendrán por usted, sea justo en su paga y más que todo puntual.
No mire más arriba de su nariz cuando hable frente a ellos, esa actitud de ser superior no es buena consejera porque lo único que consigue, es que usted caiga mal ante ellos y así se gana antipatía.
Por experiencia propia, es preferible que los empleados sientan que usted es el empresario pero no lo diga usted, por salud mental usted debe ser uno más de los trabajadores porque desde ya, está presente que usted es el dueño pero sin presionar se ha ganado el aprecio de los empleados.
Cuando ellos vean que su jefe mayor es igual se van a dar cuenta que usted es el jefe y cuando lo digan ya habrá ganado terreno. Como le dije, si usted cuida a su empleado él le devolverá con intereses lo que usted hace por ellos.
La gente que si trabaja y cree en el desarrollo
Claro que hay excepciones pero eso se evita teniendo verdaderos trabajadores y no vagos, que esperan que el otro haga el trabajo mientras ellos «Descansan». La entrevista es clave principal para evitar cualquier males de una empresa.
Cuando fui empresario tuve una serie de contratiempos y más por desconocer lo que se debía hacer, claro que en ese tiempo pensaba que todo era cuestión de coger gente y ordenar, si pasaba algo simplemente los despedía sin pena ni gloria.
Ahora ese sistema funcionaba depurando a la empresa pero, siempre tenía que estar contratando gente por poco tiempo y eso no es negocio. Se pierde más de lo que se gana despidiendo empleados, las grandes empresas cuidan a sus empleados porque saben que ganan más pagándole bien.
El pensar es porque saben que su trabajo es cualificado y siempre estará dispuesto a hacer todo por la empresa. Lo único que hay que hacer es adaptarse a la idea y el resto cae por inercia. Hay muchas ventajas si entiende como se hace un buen empleado.
¿Qué define ser buen empleado?
Ser un buen empleado no solo implica cumplir con las tareas asignadas, sino también desempeñarse con un nivel de compromiso, responsabilidad y ética que refleje la calidad del trabajo y el impacto positivo en el entorno laboral.
Un buen empleado es aquel que va más allá de lo mínimo requerido, que tiene una actitud proactiva, una disposición para aprender y mejorar, y que contribuye al bienestar general de la empresa. La cualidad más destacada de un buen empleado es la capacidad de asumir sus responsabilidades, ejecutar sus funciones de manera eficiente, y colaborar con los demás de forma armónica.
El buen desempeño no se limita solo a la competencia técnica, sino que también involucra habilidades interpersonales, capacidad de trabajo en equipo, respeto por los valores de la organización y la actitud frente a los desafíos.
La flexibilidad para adaptarse a cambios, la disposición para asumir nuevas tareas y la comunicación efectiva con compañeros y superiores son esenciales para mantener un ambiente de trabajo productivo y positivo.
Además, un buen empleado también es capaz de reconocer sus errores y aprender de ellos, demostrando madurez y disposición para el crecimiento personal y profesional. En cuanto a la responsabilidad del empresario, se puede decir que tiene un papel crucial en el desarrollo de sus empleados, aunque no es el único responsable de que un trabajador sea «bueno» en lo que hace.
El empresario, como líder y guía de la empresa, tiene la responsabilidad de proporcionar las herramientas, la formación y el entorno adecuado para que los empleados puedan desempeñarse de manera efectiva. Esto incluye ofrecer oportunidades de capacitación, crear un ambiente laboral saludable y establecer expectativas claras sobre el rendimiento y los valores de la empresa.
Cómo se hace la motivación en los empleados
Además, los empresarios deben proporcionar un sistema de retroalimentación constante que permita a los empleados conocer sus fortalezas y áreas de mejora. Sin embargo, el deseo de mejorar y la motivación para ser un buen empleado deben surgir también desde el individuo.
Si bien el entorno laboral y el liderazgo del empresario son factores clave, es responsabilidad del empleado asumir un compromiso con su propio desarrollo. Por ejemplo, un empresario puede ofrecer cursos de capacitación y proporcionar una estructura de apoyo, pero si el empleado no tiene interés en aprender o en mejorar, el potencial de ese empleado estará limitado.
La responsabilidad última de ser un buen empleado recae en el individuo, quien debe estar dispuesto a aprender nuevas habilidades, aceptar la retroalimentación constructiva y adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado laboral.
Por otro lado, un buen empresario no solo busca empleados competentes en lo técnico, sino que también fomenta un entorno de respeto, apoyo y crecimiento personal. Un buen líder reconoce que la relación entre empleador y empleado debe ser mutuamente beneficiosa.
El éxito de una empresa no solo depende de la eficiencia de sus procesos y la calidad de sus productos, sino también del bienestar de sus empleados y de cómo estos se sienten valorados dentro de la organización.
En ese sentido, un empresario que proporciona un entorno que favorezca el desarrollo personal y profesional de los empleados está, indirectamente, contribuyendo a que sus trabajadores se conviertan en mejores empleados.
Los valores de ser buen empleado
El empresario también tiene la responsabilidad de establecer una cultura organizacional que valore la honestidad, la integridad, la cooperación y el respeto. Esta cultura se refleja en el comportamiento de los empleados, que, al sentirse parte de un equipo que valora estos principios, tienden a adoptar una actitud proactiva y comprometida con los objetivos de la empresa.
El liderazgo empresarial tiene un impacto directo en la moral de los empleados y, por ende, en su desempeño. Es cierto que, aunque los empresarios pueden ofrecer formación y establecer un entorno favorable para el trabajo, la motivación interna y la ética de trabajo del empleado son factores determinantes.
Un empleado que se dedica a mejorar continuamente, que busca superarse a sí mismo y que tiene una actitud positiva frente a los desafíos es un activo invaluable para cualquier empresa. Estos empleados no solo cumplen con su trabajo, sino que lo hacen de manera excelente, demostrando innovación, creatividad y dedicación.
Por otro lado, un buen empleado es también aquel que sabe manejar la presión, trabajar bajo plazos ajustados y mantener la calidad de su trabajo sin sacrificar el bienestar personal. Ser un buen empleado implica un equilibrio entre la productividad y el cuidado de la salud mental y emocional.
Un buen entorno laboral, donde se valoren tanto los logros profesionales como el bienestar personal de los empleados, es fundamental para que los trabajadores puedan dar lo mejor de sí mismos. Los empresarios que se preocupan por este equilibrio y fomentan políticas que promuevan el cuidado del empleado están contribuyendo a tener un equipo más eficiente y comprometido.
En resumen
La responsabilidad del empresario no termina con ofrecer un entorno adecuado, sino que debe ir más allá al brindar herramientas para que los empleados puedan superar sus propias limitaciones. Esto incluye la creación de programas de desarrollo profesional, la posibilidad de asumir nuevos retos dentro de la empresa y la oportunidad de ser reconocidos por su esfuerzo y dedicación.
Si bien los empleados son responsables de su propio aprendizaje y crecimiento, el apoyo continuo de un empresario puede marcar la diferencia entre un empleado que se estanca y uno que se supera.
Ser un buen empleado no es una tarea fácil, pero es el resultado de una combinación de factores: la motivación interna, las habilidades técnicas, la capacidad de adaptarse a las necesidades de la empresa, la disposición para aprender y mejorar, y el compromiso con los valores de la organización.
El empresario tiene una responsabilidad clave en proporcionar las herramientas, el entorno y el apoyo necesario, pero la actitud del empleado juega un papel fundamental. El éxito de una empresa depende de la colaboración efectiva entre ambos: un empresario que fomente un entorno adecuado y unos empleados que, a su vez, se esfuercen por ser cada vez mejores. Ambos deben ser responsables de su parte en este proceso continuo de desarrollo.
No es raro toparse con un jefe que no sea el mejor, pero ¿acaso somos nosotros buenos empleados? Aquí les dejo un buen artículo con los puntos claves que todo trabajador eficiente debe tener
Muy bueno lo que escribes Debora pero hay que anotar que ningún empleado sabe las reglas de cada empresa, entonces es ahí que el empresario o jefe es el encargado de educar a su empleado en qué, cómo y por qué debe hacerlo claro que para que esto funcione, se necesita dar buen trato al empleado y sólo los buenos responderán con tus claves que son excelentes.
Gracias por la visita.