Cómo ser agradable ante los demás

Cómo ser agradable ante los demás. La preocupación de las personas, cuando no son del agrado de aquellas que viven en su entorno, se convierte en el pan de cada día, por esto viene la pregunta, ¿Cómo ser agradable ante los demás?

Desde luego que no es cosa de decir «muévete acá» y ya está hecho, el ser agradable tiene un proceso en el que muchos renuncian, ¿Por qué? Por el hecho que hay que hacer preparativos o tener actitudes que para ellos es un poco ridículo.

El agradar no es cosa con que se nace aunque hay casos que de por si, una persona cae bien sin hacer ningún esfuerzo. Lamentablemente para algunas personas, se les hace un poco difícil ser bien recibido por los demás.

¿Cómo ser agradable?

Muchas personas tratan de ser agradables sin darse cuenta, que no tienen el don para ser bien recibidos. Esto no quiere decir que no se pueda porque si no se tiene, (lo que hace que alguien tenga encanto) puede tener la opción de aprender.

Para esto se necesita que sea muy humilde (no confundir con tonto ni pobre) porque antes que tener, debe ser una persona que quiera escuchar, ver y sentir con mucha tranquilidad y atención lo que se le pueda explicar.

Suponiendo que lo sea, entonces, una persona que es agradable de por sí es alguien, que sonríe con facilidad demostrando con los ojos que es natural su sonrisa. Cuando alguien aprendió que sonreír es bueno, lo hace con su boca.

Para que se entienda bien esto, sonreír con la boca es cuando lo hacen con el gesto de abrir enseñando sus dientes, queriendo dar a entender que les agrada. Ahora, sonreír con los ojos es cuando al abrir su boca, también cierra un poco los ojos.

Esta acción de los ojos es natural cuando algo de verdad le agradó, sin que tenga que llegar a ser vulgar. Ahora, para que esto se pueda cumplir como se debe, tiene que prepararse, ¿Qué se prepara? Lo primero es usted.

Para empezar, se debe estudiar a todas las personas que usted vea, que son agradables ante los demás, observe con mucha atención, se dará cuenta que estas personas hablan ante todos con tranquilidad sin temor y mirando a los ojos.

La actitud correcta

Para que alguien tenga esta actitud, es porque es un buen lector y por lo tanto, tiene en su cabeza las palabras que necesita para poder comunicarse, comportarse de la mejor forma sin dejar nada al azar.

Lamentablemente es aquí, en este paso que muchos renuncian, ¿Por qué? Por el hecho que no les gusta leer y por lo tanto, se limitan a imitar a los demás y es ahí cuando fracasan, porque piensan que tener ademanes es lo mismo que saber.

Cuando alguien imita a otra persona es una copia al carbón, ¿Acaso me van a decir que el acabado de una copia es igual al original? Por esta razón que las personas se dan cuenta que alguien al pretender ser, termina por ser todo lo contrario que cree que es.

Esto se conoce por ser una persona «pesada» que cae mal, que no sabe distinguir cuando alguien sonríe por cortesía antes que por sincera reciprocidad. Ahora, ¿Cómo me puedo dar cuenta cuando estoy cayendo mal?

Esto depende de la cantidad de peso que está soltando a la persona, porque si es demasiada, esa persona reaccionará igual cuando quiere rechazar algo que no quiere, lo botará si es que está muy apegado, sino es así, se lo hará entender con su mirada fría.

Con esto no quiere decir que le dirá «Me caes mal vete» no lo va hacer al menos si es alguien consciente, pero estará inquieta-o esperando en que momento se va. Por estas razones y que son de peso, debe aprender a comunicarse con mucha lectura.

Cómo ser agradable atendiendo a los demás?

He conocido gente muy agradable que place estar a su lado, pero también gente pesada que dan ganas de salir corriendo. Los agradables nunca alzan la voz cuando hablan, no son de aquellas que quieren o tratan de imponerse ante los demás sobre sus pensamientos o creencias.

Por lo general escuchan antes de hablar, educadas por todo y así estén bajo algún efecto de alcohol, ellos no cambian siguen siendo la misma persona. Ser agradable es muy fácil cuando se lo quiere ser, solo debe tomar atención a lo explicado.

Ahora, cada quien debe buscar la mejor forma para ser alguien agradable, tome en cuenta que dependiendo de la región, lo que agrada aquí, puede ser desagradable en otras partes del mundo, al menos en países latinos. ¿Cómo ser agradable ante los demás? Ya no es problema.

Por qué uno no es agradable?

La sensación de no ser agradable ante los demás puede tener múltiples causas, tanto internas como externas. Desde una perspectiva filosófica y psicológica, hay varias razones por las que alguien podría sentirse o ser percibido de esa manera.

Si una persona tiene una baja opinión de sí misma, es probable que proyecte esa inseguridad en sus interacciones. Esto puede llevar a comportamientos como la falta de confianza, ansiedad social, o una actitud defensiva, lo que puede hacer que otros la perciban como menos agradable.

Una persona muy autocrítica podría asumir que no es agradable, incluso si otros no lo ven de esa manera. Este pensamiento puede influir en su comportamiento, haciendo que actúe de forma más distante o insegura.

No ser agradable a veces se debe a una falta de habilidades sociales, como la capacidad de escuchar, empatizar, o comunicar de manera efectiva. Las personas que no dominan estas habilidades pueden tener dificultades para conectar con los demás.

El lenguaje corporal también juega un papel crucial. Si una persona tiene una postura cerrada, evita el contacto visual, o parece distante, esto puede ser interpretado por los demás como desagrado o desinterés.

A veces, la falta de agradabilidad proviene de un desajuste en valores, intereses, o perspectivas. Si una persona tiene creencias o intereses muy diferentes a los de su entorno, puede ser percibida como menos agradable simplemente porque no se ajusta a las expectativas sociales del grupo.

Algunas personalidades son naturalmente más extrovertidas y carismáticas, mientras que otras pueden ser más introvertidas o reservadas. Las personas más introvertidas a veces pueden ser percibidas como distantes o frías, aunque no lo sean.

Proyección y Percepción de los Demás

A veces, las personas proyectan sus propias inseguridades en los demás, viendo en ellos cualidades que realmente reflejan sus propios miedos o defectos. Esto puede llevar a una percepción errónea de no ser agradable.

En diferentes contextos sociales, se espera que las personas actúen de ciertas maneras para ser vistas como agradables. Si alguien no cumple con estas expectativas, puede ser percibido como menos agradable, aunque no sea intencional.

El entorno en el que una persona crece y se desarrolla también puede influir en cómo se comporta y cómo es percibida. Un entorno crítico o poco afectuoso puede hacer que alguien sea más cerrado o defensivo, lo que puede ser visto como menos agradable.

Las experiencias negativas o traumáticas también pueden afectar la manera en que una persona interactúa con los demás, llevándola a ser más reservada o a tener dificultades para confiar en otros.

Desde un punto de vista existencialista, ser agradable no siempre es la prioridad. Existir auténticamente, siendo fiel a uno mismo, puede a veces entrar en conflicto con las normas sociales de agradabilidad. En este caso, la incomodidad con los demás podría surgir cuando se elige la autenticidad sobre la conformidad.

En el budismo

Ahora, en el budismo, la búsqueda de aprobación externa es vista como una forma de apego que puede llevar al sufrimiento. Si uno se enfoca demasiado en ser agradable a los demás, puede perderse en el deseo de validación externa, lo que a menudo genera ansiedad y estrés.

El budismo sugiere que el verdadero bienestar proviene de la autocomprensión y la compasión, más que de la aprobación externa. La sensación de no ser agradable ante los demás puede ser un tema complejo, que involucra tanto la percepción interna como las dinámicas sociales.

Al tomar conciencia de las posibles causas y trabajar en ellas, ya sea a través del desarrollo personal, la mejora de habilidades sociales, o la autocomprensión, es posible cambiar esta percepción y mejorar las relaciones con los demás.

Para un estoico ser agradable

Desde la perspectiva del estoicismo, ser agradable ante los demás no es un fin en sí mismo, sino una consecuencia natural de vivir de acuerdo con la virtud y la razón. Los estoicos creían que la verdadera felicidad y satisfacción provienen de vivir en armonía con la naturaleza y la razón, lo que incluye interactuar con los demás de manera justa, respetuosa y considerada.

Para los estoicos, la virtud es el único bien verdadero. Las cuatro virtudes cardinales del estoicismo son la sabiduría, el coraje, la justicia y la templanza. Ser agradable a los demás puede ser visto como una manifestación de estas virtudes, especialmente la justicia y la templanza.

Tratar a los demás con equidad y respeto es una forma de ser agradable. Si actúas de manera justa, siendo honesto y respetuoso, es más probable que seas percibido como alguien agradable.

Mantener un equilibrio emocional y evitar los excesos, como la ira o la arrogancia, contribuye a ser una persona más agradable y confiable. Los estoicos enseñan que debemos enfocar nuestra atención en lo que está bajo nuestro control: nuestras propias acciones, pensamientos y actitudes.

Cómo los demás nos perciben no está completamente bajo nuestro control, por lo que no debemos obsesionarnos con ello. Si cultivas la moderación en tus emociones y reacciones, es probable que te comportes de manera más calmada y razonable, lo que a menudo es visto como agradable por los demás.

Los estoicos enfatizan que no debemos buscar la aprobación externa como un objetivo. No debemos comprometernos con lo que es virtuoso simplemente para agradar a los demás. En cambio, debemos actuar de acuerdo con nuestros principios y virtudes, sin preocuparnos demasiado por cómo los demás nos perciben.

Autenticidad Estoica

Ser auténtico y actuar conforme a tus principios, sin pretender agradar a todos, puede hacer que otros te respeten más, aunque no siempre te vean como «agradable» en un sentido superficial.

Este concepto estoico se refiere al sentido de pertenencia y conexión con los demás. Al reconocer que todos somos parte de la misma naturaleza humana, podemos desarrollar empatía y compasión, lo que facilita interacciones más agradables y humanas.

Comprender que los demás también tienen sus luchas internas y desafíos puede ayudarte a tratarlos con más amabilidad, lo que a su vez puede hacer que seas percibido como más agradable.

Los estoicos enseñan a aceptar la naturaleza imperfecta de la vida y de las personas. Al aceptar a los demás tal como son, sin juzgarlos ni intentar cambiarlos, es más probable que interactúes de manera pacífica y agradable.

Desarrollar tolerancia hacia las imperfecciones humanas te permitirá interactuar de manera más positiva y comprensiva, lo que contribuirá a ser visto como una persona agradable.

Practicar la autorreflexión diaria, como lo hacía Marco Aurelio, puede ayudarte a mantenerte enfocado en vivir de acuerdo con la virtud, lo que naturalmente te hará más agradable en tus interacciones.

Meditación sobre la muerte (Memento Mori)

Recordar la brevedad de la vida puede ayudarte a priorizar lo que realmente importa, como mantener relaciones armoniosas y tratar a los demás con respeto y dignidad. Desde la perspectiva estoica, ser agradable no se trata de complacer a los demás, sino de vivir de acuerdo con la razón y la virtud.

Al hacerlo, te convertirás en una persona naturalmente más respetuosa, justa y equilibrada, lo que probablemente llevará a que seas percibido como agradable por quienes te rodean.