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Cómo ser celoso. Ponga mucha atención en este vídeo, ya que no es enseñar cómo ser celoso pero sí, prevenirlo por si acaso está cerca de tomar ese camino. La vía más rápida para ser celoso es (por supuesto que desde mi punto), ser desconfiado de uno mismo, claro que hay otros caminos pero creo que la desconfianza, al menos para mí es uno de los primeros.
Si tú desconfías de lo que haces, estás dando paso a desconfiar de lo que está más cerca de ti, que en este caso es tu mujer, pareja, esposa o lo que sea. Para esto hay una razón viable y esa es que posiblemente, tú tienes miedo de lo que hagas, que en este caso podría ser que también eres proclive a ser canalla.
Ya saben a qué me refiero con canalla, sí, eso mismo que están pensando o sea, ser traidor con los sentimientos de su tan linda pareja, que es muy posible que a ti te tenga en los más lindos cielos, Desde luego que esto va también para la mujer porque también traiciona.
Cómo ser celoso
Claro que no hay que dejar de lado que también hay mujeres, que caen en el mismo problema de los celos. Pienso que una mujer es más peligrosa, porque siempre se la considera como sexo débil pero de débil ni soñarlo.
Por lo tanto, no se puede diferenciar entre el hombre y la mujer, porque tienen las mismas capacidades. Si tú sientes que hay una parte de ti que te hace sentir incómodo, en lo que respecta a la confianza de tu pareja, primero has un examen de conciencia.
En dicho examen revisa dentro de tu mente, si tienes algún recuerdo que hace que desconfíes de ti mismo, algo que te recuerde como ejemplo, de lo que harías es un claro ejemplo de ser «Hombre», muchos consideran que ser hombre, es aquel que se acuesta con más mujeres y con mucha razón, si queda como que no ha pasado nada, victoria.
Revisa si en alguna ocasión viste algún ejemplo de parte de tu padre, tíos o amigos de que esa actitud es buena. Ahora si después de revisar no encuentra algo, debe ser porque tu mente está limpia y pura, sólo entonces puedes hablar con tu pareja y pongan todas las cosas sobre la mesa, digan lo que esperan de parte y parte.
Cuando hayan aclarado todo, verán que no van a sentir ningún tipo de celos porque entra la confianza. Pienso que el hombre es más celoso que las mujeres, por ser el que se supone es el fuerte, dominante y por tener el ego bien grande, en cambio, la mujer si no le dan motivo, no pasa algo que alarme porque es más centrada.
¿Hay solución para el celoso?
Recuerden que no soy dueño de la verdad, solo expongo lo que veo y más basado en mi aprendizaje cómo profesional, que de paso como persona sí y si he tenido esos problemas, pero eso fue hace tiempo, ahora si preguntan ¿Si hay solución a los celos?
Claro que sí y más rápido de lo que se imaginan. No hay nada más feo como ser celoso. Ahora la otra cara de la medalla es que los celos también se pueden crear, porque el celo no nace con la persona, sea mujer u hombre, ¿Cómo se crea un celo?
Pues la forma más rápida es cuando uno de los dos da pasos en falso, aunque diga que no está haciendo algo malo, pero hay una parte que muchas personas no entienden, esto es que se debe respetar el espacio de su pareja, esto es que lo que está al rededor de la otra persona solo es de su pareja y nadie mas.
Para esto basta que conteste un mensaje, ya está dando paso a la infidelidad o por lo menos abre una puerta que aunque uno no lo quiera, la otra persona que envió el mensaje al verse correspondido, entenderá que hay un interés del que le ha respondido, por eso, si ama a su pareja, respételo y todo irá bien.
¿Qué debe pasar para que una persona empiece a ser celoso?
Los celos no son una emoción que surge de manera espontánea o innata; más bien, se desarrollan a partir de experiencias, inseguridades y percepciones que una persona va adquiriendo a lo largo de su vida.
Si bien algunos factores biológicos o psicológicos pueden predisponer a una persona a sentir celos, en su mayoría esta emoción es creada por las circunstancias en las que una persona se encuentra, las creencias que tiene sobre las relaciones y su propia autoestima.
Los celos son una respuesta emocional a lo que se percibe como una amenaza a algo valioso, ya sea una relación, una posición social, o incluso una creencia o posesión. La emoción de los celos puede tener sus raíces en la inseguridad, la baja autoestima o la desconfianza, y en muchos casos, son aprendidos a través de interacciones sociales o experiencias pasadas.
En primer lugar, los celos suelen surgir cuando una persona siente que algo o alguien está poniendo en peligro una relación que considera importante. Esto puede ser especialmente notorio en el contexto de relaciones amorosas, donde los celos son comúnmente experimentados cuando uno de los miembros siente que su pareja podría interesarse por otra persona o que la atención que se recibe no es exclusiva.
En este contexto, los celos son una reacción ante la percepción de que se está perdiendo algo valioso. A menudo, estas emociones se derivan de una sensación de posesividad, el deseo de asegurar que alguien o algo permanezca bajo el control o atención exclusiva de la persona.
Los celos está en todo
Sin embargo, los celos no siempre se limitan a las relaciones amorosas. También pueden surgir en otros aspectos de la vida, como en la amistad, el trabajo o la familia. Por ejemplo, una persona puede sentirse celosa de la atención o el éxito de un amigo o colega, lo que indica que los celos están relacionados con una comparación constante entre lo que uno tiene y lo que otro posee o experimenta.
De hecho, los celos también están estrechamente vinculados a la competencia, ya que la comparación constante con los demás puede hacer que una persona se sienta inferior o desvalorizada. Los celos a menudo están ligados a la inseguridad personal.
Una persona con baja autoestima puede sentir que no es lo suficientemente buena para una pareja o que no es capaz de lograr lo que otras personas han alcanzado. Este tipo de inseguridad, cuando se lleva al extremo, puede dar paso a los celos.
La idea de que alguien más puede estar “mejor” o ser más valioso puede hacer que la persona con baja autoestima vea la relación o el entorno social como una competencia en lugar de una cooperación o un espacio de crecimiento.
En este sentido, los celos nacen como un mecanismo para proteger lo que se siente amenazado, como el amor propio o el sentido de pertenencia. Por otro lado, el ambiente en el que una persona se cría también puede tener un impacto significativo en el desarrollo de los celos.
En una familia donde predominan las comparaciones entre hermanos, donde uno es constantemente elogiado y el otro ignorado, o donde el afecto se percibe como algo limitado y competitivo, es más probable que una persona desarrolle una tendencia a los celos.
Si desde temprana edad una persona se ve en un entorno donde el amor y la atención deben ganarse constantemente, puede empezar a asociar la amenaza de perder el afecto con la aparición de los celos.
El contexto social en el que se desenvuelve una persona también juega un papel importante en la creación de los celos. Las normas sociales y culturales influyen profundamente en cómo se perciben las relaciones y el valor de las personas dentro de un grupo.
En muchas culturas, especialmente aquellas que valoran la exclusividad en las relaciones amorosas, los celos son vistos como una señal de amor o de devoción. En estos casos, los celos pueden ser una forma de demostrar que se valora profundamente una relación, aunque también pueden convertirse en un obstáculo para la confianza y la comunicación.
Las expectativas sociales pueden empujar a una persona a sentir celos si considera que su pareja, amigo o colega está “compitiendo” por atención o éxito, sin importar si esas expectativas son realistas o saludables.
Además, el contexto de experiencias pasadas también desempeña un papel crucial en la aparición de los celos. Si una persona ha sido traicionada en el pasado o ha vivido una situación de abandono o engaño, puede desarrollar una tendencia a los celos como forma de protección. Este tipo de experiencias pueden crear un patrón de desconfianza, en el que la persona anticipa que la misma situación dolorosa se repetirá.
Los celos y el control
Los celos, en este caso, actúan como una forma de control, como si la persona pudiera evitar el dolor anticipando la amenaza antes de que ocurra. Ahora, los celos también pueden nacer de la percepción distorsionada de la realidad.
A menudo, las personas que sienten celos tienden a interpretar mal las situaciones, ver amenazas donde no las hay, o darle demasiada importancia a hechos triviales. Este tipo de distorsión cognitiva puede hacer que una persona vea comportamientos inocentes como señales de infidelidad o traición, lo que intensifica la sensación de celos.
Aquí, la emoción no está necesariamente relacionada con la realidad objetiva, sino con la forma en que la persona interpreta y percibe las interacciones. Es importante destacar que, aunque los celos pueden ser una respuesta natural ante la amenaza de perder algo valioso, su existencia no siempre es saludable.
Los celos excesivos o incontrolados pueden generar tensiones innecesarias en las relaciones, llevar a la desconfianza, y en última instancia, a la ruptura de la relación. Además, cuando una persona no sabe manejar sus celos de manera adecuada, puede terminar actuando de manera controladora, manipuladora o agresiva, lo cual no solo es dañino para la otra persona, sino también para la persona que siente los celos. El primer paso para evitar que los celos controlen nuestras vidas es reconocer su origen.
En conclusión
Cuando una persona se da cuenta de que los celos están basados en inseguridades, comparaciones o experiencias pasadas dolorosas, puede comenzar a trabajar en mejorar su autoestima, comunicarse de manera más abierta con los demás y desarrollar la confianza en las relaciones.
También es fundamental aprender a gestionar las expectativas y entender que no todo lo que ocurre en una relación es una amenaza. Los celos no nacen de manera inherente en una persona, sino que son el resultado de una combinación de factores internos y externos, como inseguridades personales, experiencias pasadas, comparaciones sociales y la percepción de amenaza.
Aunque los celos pueden ser una respuesta emocional natural, si no se gestionan adecuadamente pueden tener consecuencias negativas en las relaciones y en la salud emocional. Al reconocer las raíces de los celos y trabajar en la confianza, la comunicación y el amor propio, una persona puede aprender a manejar esta emoción de manera saludable y evitar que controle su vida y sus relaciones.