Confesiones de un soñador. Quién creería que las confesiones de un soñador nos pueden ayudar a como ir perdiendo el miedo al éxito, ¿De qué forma? La verdad la única que conozco es a no hacer lo que un soñador hace al construir castillos en el aire.
Hay veces que por la falta de experiencia se comete una serie de torpezas que después nos hace pasar un poco de vergüenza. Hay días como que la vida se confabula en contra de uno y por lo tanto, por alguna razón alguien se cruza en el camino como simple transeúnte.
Pero ¡Oh sorpresa! Es muy simpática por no decir linda y como cualquier caminante sigue su camino. El soñador piensa «Linda y de ataque ¿Quién será el afortunado?» y no ha pasado nada.
Pasan los días y de pronto vuelve a pasar por ahí mismo y de nuevo, el soñador mira con nostalgia algo que ni siquiera estaría al alcance de decir ¡Hola! Suspira y sigue con su vida, no sin antes hacerse una pregunta de ¿Por qué no alcanzar lo que para otros es tan fácil?….. ¿Y?
De pronto se hace habitual que pase por el mismo camino y el soñador se acostumbra, al extremo que se pone hacer cálculos sobre lo que sí y lo que no pero, no se olvida de unos pequeños detalles que en un futuro pueden salir con sorpresas.
De un momento a otro de tanto pasar y pasar y de hacerse muchos sueños creativos de ¿Cómo sería? Llega un momento en que se acostumbra y se hace a la realidad de que es algo inalcanzable y mucho más por los pequeños detalles.
Ah pero sin dejar de lado de que sigue siendo linda, por lo tanto cada vez que la ve pasar la seguirá viendo igual. Hay un dato raro en esto, cuando una persona se pone en estado de soñador todo lo ve muy bonito.
El hecho de ver así hace que todo le parezca bien aunque de pronto, las sorpresas sean algo de un posible freno, pero como dirían en mi barrio ¡Qué c……..! Entonces en este caso no hay problema a lo que venga.
Uno nunca deja de aprender y por lo tanto, aquel que tenga capacidad e inteligencia que entienda. Cierto día cruzan una que otra palabra y algo sin importancia, porque se retira sin ningún afán de nada.
Pasa el tiempo y de pronto en un lugar insospechado y peor, sin ningún pensamiento de que algún día iba a ver un pequeño acercamiento, aparece ocasionando que el soñador que en esos momentos (ya había dejado de construir sus pequeños castillos) se sorprenda.
Pero no por eso dejar de funcionar como un ser. El mismo hecho de tener ese pequeño acercamiento, hace despertar un pequeño sentimiento de querer seguir en contacto con ella, la cual causante inconsciente de ese sentir, da un consentimiento de que si lo habrá. ¿Creen ustedes que aun así era factible de que el soñador siga en su construcción?
Después de algunas expectativas llegan a ponerse en contacto pero sin nada de por medio, algo que siempre debe de ponerse en claro. El caso es que cuando uno es soñador y pienso que a más de uno le habrá pasado, no tiene en mente llegar a algo porque sólo es cuestión de algunos detalles, que no tienen que ver con lo personal.
Entonces ¿Cuál es la diferencia? Pues pensando con cabeza fría, me doy cuenta que siempre hay algo que hace la diferencia, entre que pase como un simple servicio a que se transforme en algo personal, y todo se basa en que quién da el primer paso.
A veces es cuestión de un pretexto o de algo simple que uno no le da importancia, pero que causa que haya cierto cambio en el cual el único perdedor es el soñador. Qué ironía de la vida, ¿Acaso alguien es partícipe de las confesiones de un soñador?