Indice de contenido
- 1 Cuando la vulgaridad y el morbo vende
- 1.1 Los resultados de los programas de entretenimientos
- 1.2 ¿Por qué la curiosidad y lo vulgar en el entretenimiento?
- 1.3 Consecuencias de este tipo de entretenimiento
- 1.4 Cuando la vulgaridad vende: Las recompensas inmediatas
- 1.5 Impacto en el comportamiento y Compras impulsivas
- 1.6 ¿Cómo contrarrestar las recompensas inmediatas?
Cuando la vulgaridad vende. En los tiempos en que leer un buen libro era sinónimo de cultura la televisión estaba en un punto que solo los que podían comprar lo podían tener, en esos momentos nadie se preocupaba sobre lo que era la vulgaridad porque eso solo lo hacían los incultos y gente común, es decir, los callejeros que no querían aprender.
Todo estuviera bien con la cultura si es que no aparecen gente que por su afán de ganar dinero, no les importa corromper las mentes de gente que siempre ha visto lo valioso que es aprender. Lamentablemente la mente atiende a las emociones sean estas buenas o malas y por lo general la morbosidad, la tragedia, el llanto, curiosidad y todo lo que sea alteración emocional es más fuerte que una sonrisa.
Cuando la vulgaridad y el morbo vende
De ahí que nace la vulgaridad puesto que de eso es que se compone todas las alteraciones emocionales porque, nadie lo expresa como debería ser sí no que tergiversan todo a la conveniencia de los dueños de los medios de comunicación.
Cuando nace la vulgaridad es que se hizo la luz para los medios y es de esa forma que han hecho mucho dinero. Ahora, ¿De qué forma entraron con ese sistema en las personas? Al comienzo fue por simple casualidad ya que lo normal que siempre ha sido es dar las noticias de lo que sucede en el mundo, esto fue observado por alguien que a esa hora se disparaba la audiencia, esto causó la pregunta, ¿Por qué a esa hora?
La respuesta no la podían encontrar porque pensaban que se trataba de hora y no era sí, se trataba que anunciaban las noticias más impactantes y eso era que la gente se interesaba por curiosidad, pues de ahí y con unos que otros ajustes es que sale la vulgaridad puesto que esto es lo que produce en las personas así tengan cultura.
No es porque el culto busque, lo que pasa es que lo van metiendo en la mente de las personas poco a poco. Según tengo entendido los programas de supuesta diversión familiar fue implantado lentamente por seis meses aunque nadie lo quería ver, pero esto se fue imponiendo a raíz de que la gente empezó a sentir costumbre y se adaptó.
Los resultados de los programas de entretenimientos
El resultado de esto es que son pocos las personas que visitan un museo, pasean en un parque con el fin de intercambiar ideas, leer un buen libro sea en casa o en un parque como una sana diversión, ¿Por qué ahora no y antes si? Pues antes no había la vulgaridad que les llamaba la atención y si no era así, ahora sí.
Cuando la vulgaridad vende es fácil convencer a las personas que hacer o que comprar porque en si esa es la idea, mientras más audiencia más costoso es la publicidad por ese medio por los programas que tienen. Cada vez las personas se convierten en zombis porque dejan de aprender, no hay programas educativos en los canales de televisión.
Hace mucho tiempo que dejaron de pasar programas científicos, documentales incluso programas económicos que lo único que te indican es lo mal que está la vida y no como resolver los problemas, esto es claro porque no les conviene que tú aprendas a vivir bien sin ayuda, no hay ganancia así de simple porque cuando la vulgaridad vende es un éxito.
¿Por qué la curiosidad y lo vulgar en el entretenimiento?
El ser humano tiene una inclinación natural por explorar lo desconocido y lo prohibido. Esto se remonta a instintos básicos de supervivencia, donde lo nuevo o desconocido podía significar peligro o oportunidad.
Contenidos que desafían las normas sociales o que están cargados de sensacionalismo tienden a captar la atención porque alimentan ese deseo de descubrir «qué pasará» o «cómo terminará la historia».
La televisión y otros medios han aprendido a aprovechar el morbo, que es la mezcla de fascinación y repulsión por lo que se considera inapropiado o escandaloso. El contenido morboso genera emociones intensas (ya sean positivas o negativas), y esto incrementa la participación del espectador.
Los programas de reality shows, talk shows o noticias sensacionalistas a menudo presentan contenido «vulgar» o de bajo valor intelectual, pero que es visualmente impactante o emocionalmente fuerte, porque estas emociones garantizan más audiencia.
El contenido vulgar y de fácil consumo apela a las recompensas instantáneas que buscan las personas: entretenimiento rápido, risas o asombro sin mayor profundidad. Los programas que apuestan por lo burdo ofrecen este tipo de gratificación inmediata.
Vivimos en un mundo saturado de información. Para captar la atención en medio de tanta oferta, los medios recurren a contenidos llamativos que despierten reacciones fuertes, aunque carezcan de calidad.
Algunos sectores de la población encuentran en estos programas una representación de su realidad, lo que facilita la identificación. Aunque esto no signifique que el contenido sea valioso, se convierte en algo que las personas disfrutan y consumen de forma regular.
Consecuencias de este tipo de entretenimiento
La exposición constante a contenidos vulgares puede llevar a una pérdida de sensibilidad ante ciertos temas importantes. Las personas se acostumbran a lo escandaloso, y lo que antes podía ser impactante o inaceptable se vuelve «normal».
Este tipo de entretenimiento fomenta una cultura de gratificación instantánea que no contribuye al crecimiento personal ni intelectual del espectador, limitando la capacidad de análisis y reflexión crítica.
Al inundar los medios de comunicación con contenidos de baja calidad, se pierde la oportunidad de educar o inspirar a las audiencias. La cultura se empobrece y se genera una sociedad menos crítica y más complaciente.
Existen alternativas que fomentan la creatividad, el aprendizaje y el desarrollo personal, pero a menudo son menos promovidas porque no generan el mismo nivel de rentabilidad.
Los medios de comunicación deberían replantearse su papel en la formación de la cultura y los valores de la sociedad. Si bien el entretenimiento tiene un valor, también deberían equilibrarlo con contenido que inspire, eduque y construya.
Las audiencias tienen el poder de elegir lo que consumen. Es fundamental que los espectadores sean más críticos y conscientes de los efectos que el contenido que ven tiene sobre ellos.
Cuando la vulgaridad vende: Las recompensas inmediatas
Las recompensas inmediatas son estímulos o gratificaciones que se obtienen de forma rápida después de realizar una acción, y están relacionadas con la sensación de satisfacción instantánea.
Son un fenómeno emocionales que influye en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, desde cómo tomamos decisiones hasta qué tipo de entretenimiento consumimos. Las recompensas inmediatas ofrecen una sensación de placer o alivio de manera casi instantánea.
Al realizar una acción, como ver un programa de televisión, jugar un videojuego o comer comida rápida, recibimos una gratificación rápida sin tener que esperar mucho. Generalmente, las recompensas inmediatas requieren menos esfuerzo o tiempo en comparación con recompensas más a largo plazo.
Esto las hace más atractivas para las personas que buscan una gratificación rápida y sencilla. Estas recompensas suelen proporcionar una satisfacción que es intensa pero de corta duración.
El placer se siente en el momento, pero puede desaparecer rápidamente, lo que lleva a un ciclo de búsqueda constante de nuevas recompensas rápidas. Las personas que buscan recompensas inmediatas suelen no pensar en las consecuencias a largo plazo.
Por ejemplo, ver programas de entretenimiento superficial puede ser agradable en el momento, pero no aporta ningún beneficio a largo plazo, como el desarrollo intelectual o emocional.
Ver programas de televisión o videos en redes sociales que no requieren mucha reflexión ofrece diversión y entretenimiento rápidos. No necesitas pensar demasiado, y el contenido está diseñado para atraparte con emociones intensas, pero de corta duración.
Comer algo dulce o muy sabroso proporciona una recompensa inmediata en términos de placer gustativo, aunque a largo plazo puede no ser saludable. Las notificaciones, «me gusta» y comentarios en redes sociales son pequeños refuerzos que generan dopamina en el cerebro, creando una sensación de satisfacción rápida.
Impacto en el comportamiento y Compras impulsivas
Comprar algo de forma impulsiva también ofrece una recompensa inmediata, ya que proporciona una sensación de gratificación por haber adquirido algo nuevo, aunque esta sensación también sea pasajera.
Las recompensas inmediatas pueden generar hábitos difíciles de romper. Cada vez que recibimos una gratificación rápida, nuestro cerebro libera dopamina, lo que nos motiva a repetir esa acción.
Esto puede llevar a una dependencia hacia estímulos de gratificación rápida, como el uso excesivo de redes sociales, el consumo de contenido superficial o la comida poco saludable.
Las recompensas inmediatas nos distraen de alcanzar objetivos a largo plazo que requieren más esfuerzo y paciencia. Por ejemplo, en lugar de leer un libro que podría aportar conocimiento o crecimiento personal, una persona podría preferir ver videos rápidos y entretenidos que no requieren tanto esfuerzo intelectual.
Optar constantemente por recompensas inmediatas puede erosionar el autocontrol. Las personas pueden acostumbrarse a satisfacer sus necesidades o deseos de forma instantánea y, como resultado, les cuesta más esperar o trabajar por recompensas a largo plazo que son más valiosas, pero requieren tiempo y esfuerzo.
Los medios de comunicación y el entretenimiento, especialmente en la televisión o plataformas como YouTube o TikTok, aprovechan esta inclinación hacia las recompensas inmediatas. Contenidos breves, llamativos y sensacionalistas capturan la atención de los espectadores porque proporcionan esa gratificación instantánea.
Esto explica por qué los programas vulgares o morbosos tienen tanto éxito: requieren poca inversión mental y brindan una recompensa rápida en forma de risa, sorpresa o asombro.
¿Cómo contrarrestar las recompensas inmediatas?
Practicar la postergación de gratificaciones para enfocarse en metas a largo plazo puede ayudar a evitar la trampa de las recompensas inmediatas. Ser más crítico con el contenido que consumimos y elegir programas, libros o actividades que ofrezcan recompensas más profundas y duraderas, como crecimiento personal, conocimiento o habilidades nuevas.
No se trata de evitar por completo las recompensas inmediatas, sino de encontrar un equilibrio entre gratificaciones instantáneas y aquellas que requieren más tiempo y esfuerzo pero que aportan un valor real a largo plazo.