De prisa es mejor que despacio y es comprobado

De prisa es mejor que despacio. Para algunos que piensan que ir de prisa es mejor que despacio es actuar a lo loco, la verdad que sólo un loco actuaría así pero este no es el caso. Todo en la vida tiene un proceso, pienso que nada en la vida se puede mover sin un movimiento sincronizado, el  problema es que hasta para que las cosas funcionen mal tiene que tener un proceso.

En esto no es que porque está mal no funciona, no señores y señoras todo funciona así con decir, que hasta para bostezar tiene un  proceso, entonces si usted no es eficiente o eficaz ¿Cómo podría hacer sus movimientos acelerados sin entorpecerse usted mismo? Incluso podría causar algún daño irreparable si no se da cuenta.

Ahora claro que también hay las personas que en sí aun sabiendo todo el proceso para la elaboración o realización de algún proyecto, no son eficientes ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla, no les interesa o no se han dado cuenta que ir de prisa es mejor que despacio, ¿Cuál sería las razones como para que alguien funcione así?De prisa es mejor que despacio y es comprobado

En otros artículos ya he explicado sobre los diferentes tipos de personas, por lo tanto lo voy a explicar de la forma más sencilla. Por lo general las personas que se mueven más de prisa son aquellas que son visuales, todo lo que aprenden o entienden es de acuerdo a lo que ven y como las imágenes que entran por sus ojos, tienen velocidad y esa es su frecuencia, sus movimientos también.

De prisa es mejor que despacio

Los procesos neurológicos de su mente es tan rápido que si no se mueve a la misma velocidad, la persona no entendería lo que le está pasando o si sus imágenes son muy veloces y la persona se mueve muy lento, tendría dolores de cabeza o estaría confundida sin saber qué hacer, prácticamente en los dos casos pasaría casi lo mismo.

Tengo una sobrina que tenía ese problema, sus imágenes mentales eran tan rápido que en momentos se quedaba con la vista perdida y terminaba con dolores de cabeza, eso era cuando ella lograba parar, el caso es que nadie sabía lo que le pasaba incluso la llevaron donde un Psiquiatra que le daba la culpa a todo sin conseguir dar con el punto.

Cuando le pregunté en que piensa cuando le viene el dolor ella simplemente me dijo «En nada» ¿Cómo es posible que una niña de apenas 12 años no piense en nada? Entonces le hice una prueba, el resultado de ello fue que le llegaban imágenes a tal velocidad que ella no podía procesarlas a la misma velocidad.

Es igual cuando el tráfico de una calle es normal por así decirlo pero de pronto a alguien se le ocurre cambiar todas las direcciones por lo tanto, por cierta calle en el que hay un cruce que antes pasaban 30 vehículos por hora, ahora están pasando 700 por lo tanto el que dirige el tránsito no puede controlar ¿Qué pasaría en esos momentos? Usted lo sabe, CAOS.

Todo ese problema de dolor de cabeza se le quitó con un simple ejercicio y ustedes ya están pensando cómo fue, felicitaciones a aquellos que si se dieron cuenta porque se podrían ahorrar miles de dólares en visitas al Psiquiatra.

Los procesos neurológicos

Ahora, las personas que no les interesa o no se han dado cuenta, su proceso es todo lo contrario. Aquellas personas son las kinestésicas y su proceso es más lento pero más seguro, es decir, antes de responder algo o decirlo primero revisan muy bien la información que tienen en su mente y así mismo con la información que ingresa, sea por cualquier medio que sea por lo tanto sus movimientos corporales funcionan igual.

En resumen, si usted quiere mejor resultado en cualquier proyecto que tenga y para que eso funcione muy bien y rápido busque una persona que sea visual, desde luego que tiene que tener conocimientos previos para que lo pueda hacer. Si se equivoca y tiene a una persona kinestésica y hace que ella se mueva más rápido, lo único que hará es que esa persona funcione mal porque él o ella no entenderá aunque sepa lo que es rápido, no lo hará porque esa no es su frecuencia. ¿Creen que deprisa es mejor que despacio?

¿Por qué es más fácil aprender a los visuales que a los auditivos?

La manera en que las personas procesan información y aprenden nuevas habilidades está profundamente influenciada por sus estilos de aprendizaje. Entre los estilos más comunes se encuentran el visual y el auditivo, cada uno con características específicas que determinan cómo se adquiere y retiene el conocimiento.

Sin embargo, parece ser que los aprendices visuales suelen encontrar más facilidad en muchos aspectos del aprendizaje en comparación con los auditivos. Esto no significa que un estilo sea intrínsecamente mejor que el otro, sino que la naturaleza de los estímulos y la forma en que el cerebro los interpreta pueden dar ventajas en determinados contextos.

El aprendizaje visual se basa en la interpretación de imágenes, gráficos, diagramas y textos. Este enfoque aprovecha la capacidad del cerebro humano para procesar información visual rápidamente y de manera eficiente.

Las imágenes suelen ser más fáciles de recordar porque el cerebro tiende a codificarlas como un todo, lo que facilita su recuperación más tarde. Además, el material visual ofrece una representación clara y tangible de los conceptos, lo que permite una comprensión inmediata y menos ambigüedad en la interpretación.

Por ejemplo, al estudiar un concepto científico complejo, un diagrama bien diseñado puede proporcionar una visión instantánea de las relaciones entre las partes, mientras que una explicación auditiva podría requerir más tiempo para ser procesada y entendida.

En contraste, los aprendices auditivos dependen de los sonidos, las palabras habladas y los ritmos. Aunque este estilo tiene sus propias fortalezas, como la capacidad de captar tonos y matices emocionales en la comunicación, el aprendizaje auditivo puede ser más desafiante en situaciones donde la información debe ser retenida a largo plazo.

Los procesos auditivos

Los sonidos son fugaces; a menos que se repitan o se refuercen, desaparecen rápidamente de la memoria de trabajo. Esto significa que los aprendices auditivos necesitan escuchar varias veces un mismo contenido para retenerlo con eficacia, lo que puede hacer que el proceso sea más lento en comparación con los visuales.

El entorno también juega un papel clave en estas diferencias. La mayoría de los sistemas educativos y materiales de aprendizaje están diseñados para favorecer a los visuales. Desde libros de texto llenos de diagramas hasta presentaciones que combinan texto e imágenes, el contenido educativo tiende a centrarse en la información visual.

Esto deja a los auditivos en una posición menos ventajosa, ya que deben adaptar su estilo a métodos que no siempre se alinean con sus fortalezas naturales. Cuando se habla de la capacidad de una persona para hacer cosas rápidamente, el estilo de aprendizaje es solo una parte de la ecuación.

Hay muchos otros factores en juego. Uno de los más importantes es la velocidad de procesamiento cognitivo, que se refiere a la rapidez con la que el cerebro puede interpretar y responder a la información.

Las personas con una velocidad de procesamiento alta tienden a aprender y realizar tareas más rápidamente porque pueden manejar la información de manera más eficiente. Esta capacidad tiene una base genética, pero también puede desarrollarse con el tiempo mediante la práctica constante y la exposición a nuevos desafíos.

La experiencia previa también influye en la rapidez con la que se realiza una tarea. Alguien que ha practicado repetidamente una habilidad específica será naturalmente más rápido que alguien que la realiza por primera vez.

La practica hace la habilidad

Esto se debe a que la práctica constante refuerza las conexiones neuronales relacionadas con esa habilidad, convirtiéndola en algo casi automático. Por ejemplo, un músico experimentado puede leer una partitura y tocarla al instante, mientras que un principiante necesitará mucho más tiempo para procesar y ejecutar la misma pieza.

La motivación y el interés personal son otros factores determinantes. Cuando alguien está genuinamente interesado en lo que está aprendiendo, es más probable que dedique tiempo y esfuerzo adicionales, lo que acelera el aprendizaje y mejora el rendimiento.

Este entusiasmo por el tema también puede aumentar la capacidad de concentración y reducir las distracciones, factores clave para trabajar más rápido y con mayor eficacia. La pregunta de si estas habilidades son naturales o aprendidas no tiene una respuesta sencilla, ya que ambas posibilidades están entrelazadas.

Algunas personas nacen con ciertas predisposiciones que les dan una ventaja en áreas específicas. Por ejemplo, aquellos con habilidades innatas para la música o el arte visual pueden encontrar más fácil desarrollar estas competencias desde una edad temprana.

Sin embargo, el entorno, la educación y la práctica también juegan un papel crucial en el desarrollo de estas capacidades. Alguien sin un talento natural excepcional puede superar a otros mediante el trabajo duro y la dedicación.

El aprendizaje rápido no es un privilegio reservado únicamente para unos pocos. Es algo que todos pueden mejorar con el enfoque adecuado. Por ejemplo, las técnicas de aprendizaje activo, como la repetición espaciada, la práctica deliberada y el uso de mapas mentales, pueden ayudar a cualquier persona a retener información más rápidamente, independientemente de su estilo de aprendizaje natural.

Aprenda como trabaja su mente

Además, identificar el propio estilo de aprendizaje y trabajar con él en lugar de contra él puede marcar una gran diferencia en la velocidad y efectividad del aprendizaje. Los aprendices auditivos, por ejemplo, pueden beneficiarse de estrategias específicas diseñadas para su estilo.

Escuchar grabaciones de clases, repetir en voz alta la información que desean recordar o participar en discusiones interactivas son maneras efectivas de optimizar su aprendizaje. Por otro lado, los aprendices visuales pueden reforzar sus fortalezas utilizando esquemas, gráficos y otros recursos visuales.

Finalmente, es importante recordar que el aprendizaje y el rendimiento no son competiciones. Cada persona tiene su propio ritmo y estilo, y lo que realmente importa es la consistencia y el progreso continuo.

Compararse con otros puede ser contraproducente, ya que lleva a centrarse en las diferencias en lugar de en las propias fortalezas y logros. En cambio, adoptar una mentalidad de crecimiento, en la que se valore el esfuerzo y la mejora constante, permite a las personas alcanzar su máximo potencial, independientemente de cómo se comparen con los demás.

En conclusión

Aunque los visuales pueden tener ciertas ventajas en el aprendizaje debido a la naturaleza persistente y clara de los estímulos visuales, esto no significa que otros estilos sean menos efectivos. Con las estrategias adecuadas, cualquier persona puede optimizar su aprendizaje y mejorar su rendimiento.

La rapidez con la que alguien aprende o realiza tareas es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y prácticos. Al enfocarse en sus propias fortalezas y trabajar en áreas que necesitan mejora, todos tienen la capacidad de alcanzar sus metas y superar desafíos, sin importar su estilo de aprendizaje o velocidad inicial.

Datos

2 comentarios en «De prisa es mejor que despacio y es comprobado»

  1. Hola, mi esposa a veces le da un dolor detrás del ojo hasta la nuca ( del ojo hacia atrás), que se viente una presión constante y no para, se siente como fuerte y luego se va, le dura como 4 días y viene convértigo. Qué puede ser…gracias.

    1. Para dar una respuesta esperada primero se debe saber que hay de por medio, no sé puede decir así a lo ciego al menos en este caso, no. Por lo general las migrañas (que sospecho) llega a eso y más, hay personas que se desmayan o pierden la noción del tiempo y espacio.

      Gracias por la visita.

      Roberto Sanahuano
      Máster en P.N.L.

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