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De un giro a su vida. Cuando uno es adolescente la vida la ve de una manera en la que todo es diversión, aun a pesar de que le pasa cualquier imprevisto sigue con la idea de que la vida es cómo la ve, jamás la ve con los ojos de su interior, es decir, no entra su sentimiento sensato de lo que hace, sólo se deja llevar por el brillo y el color de las cosas que están en su alrededor.
Lamentablemente la mente reacciona a emociones que su cerebro detecta por lo tanto ahí es que se queda, hasta que su cerebro deja de sentir lo que siente entonces su mente busca otro tipo de emociones, que a usted le haga sentir cualquier tipo de sentimientos. A eso se debe que hay personas que se la pasan buscando inconscientemente modos de diversión.
Dicha diversión por lo general no es del tipo de aprendizaje creativo, siempre es del que le hace perder el tiempo aunque para ellos y en el momento no es así. Es fácil de darse cuenta que en este caso si usted va a una invitación por decir a un balneario, en el cual no es para leer un libro o aprender algo de dicho viaje, siempre es para divertirse con bebida, baile y trasnochar, ¿Creen que se puede aprender algo de dicha diversión?

Lo que hace el estrés
En el supuesto caso que la persona esté estresada aunque el estrés es porque la persona así mismo lo quiere, pero en el supuesto que no sea voluntaria, bien y está muy bien que se distraiga por un rato pero, ¿En esto es necesario tener que maltratar su cuerpo de esa manera? Bien y está bien que lo haga pero, ¿Tiene que hacerlo de la misma forma cómo lo hizo la vez pasada?
Por si acaso no estoy en contra de bailar y de vez en cuando tomarse una que otra copa pero, que lo haga continuamente y de la misma forma es lo que no enseña. De un giro a su vida porque recuerde que usted no tiene la vida comprada, ni la tiene reservada para después, la tiene para el ahora o sea para este presente y dependiendo de lo que haga en este presente será lo que haga en el próximo presente.
El futuro no existe y jamás lo va alcanzar, el pasado ya se fue y lo único que queda es el presente el cual lo vive toda la vida. De un giro a su vida porque si sigue haciendo lo que ha hecho y no le ha enseñado nada, no ha cambiado nada su vida a más de hacer lo mismo de siempre como un círculo vicioso, sin dejar de lado que el resultado de lo que hace no cambia, ¿Entonces por qué sigue haciendo lo que no le funciona?
El necio es mediocre
A eso le llamo ser necio y mediocre porque se dejan llevar de la fantasía y de los supuestos amigos-as, que teniendo la misma frecuencia lo único que hacen es hacer lo que ya saben hacer, es decir, NADA. Fuera increíble que de cada borrachera y de bailar hasta el cansancio me quedara algo que me pueda servir para el bien, lo cual no sucede así.
De un giro a su vida si al menos se ha dado cuenta de que lo que está escrito aquí tiene algo de razón. Para que usted lo quiera hacer, debe sentir que su vida sigue de la misma forma como lo ha venido haciendo desde hace mucho tiempo, y por más que quiere que cambie no lo hace, entonces ¿Es el momento de un cambio? Claro que sí.
Nada es imposible cuando se quiere aunque para usted sea una vida aburrida pero, deja de ser aburrida cuando entra en la frecuencia y por cada acierto que usted tenga, se va a sentir muy contento y feliz de que hace algo que antes pensó que no servía.
Con el tiempo usted mismo sin que se lo digan va a ver la diferencia entre lo que hacía antes y lo que hace ahora, por el hecho de tener la valentía y el coraje de tomar la decisión de cambiar. Con esto no lo piense mucho y de un giro a su vida.
¿Cómo saber cuándo hacer un cambio de vida?
El cambio es una constante en la vida; sin embargo, saber cuándo y cómo hacer un cambio significativo puede ser un desafío. Muchas personas se encuentran en situaciones insatisfactorias, ya sea en sus relaciones, carreras o estilos de vida, pero a menudo dudan en tomar la iniciativa para cambiar.
Este ensayo explora cómo identificar el momento adecuado para hacer un cambio de vida y reflexiona sobre si es preferible realizarlo antes o después de enfrentar problemas significativos.
El cambio puede ser una respuesta a un desencadenante, un deseo interno o una necesidad de adaptación a nuevas circunstancias. Sin embargo, es importante reconocer que no todos los cambios son negativos.
Algunos pueden ser liberadores, proporcionando un sentido de renovación y propósito. Por lo tanto, es esencial evaluar por qué se está considerando un cambio y cuáles son los factores que lo motivan.
Reconociendo señales internas y externas
A menudo, las señales de que es hora de un cambio se manifiestan a través de sensaciones internas o situaciones externas. Algunas señales comunes incluyen:
Incomodidad emocional: Sentimientos de ansiedad, tristeza o frustración que persisten en la vida diaria.
Estancamiento: Una sensación de que la vida no está avanzando, que las metas no se están cumpliendo o que se ha perdido la pasión.
Cambios en las circunstancias: Eventos significativos, como la pérdida de un empleo, la muerte de un ser querido o el final de una relación, que pueden motivar a replantearse la vida.
La clave está en prestar atención a estas señales y evaluar su impacto en la vida diaria.
Reflexionando sobre el cambio
Antes de hacer un cambio, es vital reflexionar sobre la situación actual. Hacer un inventario de los aspectos de la vida que generan insatisfacción o dolor puede proporcionar claridad. Algunas preguntas, ¿Qué aspectos de mi vida me hacen sentir infeliz? ¿Qué cambios he considerado en el pasado y por qué no los he implementado? ¿Cómo afectaría un cambio a mi vida a corto y largo plazo?
La visualización puede ser una herramienta poderosa para determinar si un cambio es necesario. Imaginar cómo sería la vida después de un cambio puede proporcionar una perspectiva valiosa. Preguntas como “¿Cómo me sentiría si realizara este cambio?” o “¿Qué oportunidades podría abrirme?” pueden ayudar a clarificar la necesidad de un cambio.
Es común que las personas tomen decisiones de cambio después de enfrentar problemas significativos. Sin embargo, la pregunta que surge es si es más beneficioso hacer cambios antes o después de haber enfrentado tales problemas.
Hacer un cambio antes de que los problemas se conviertan en crisis puede ser una estrategia proactiva. Hacer cambios antes de que los problemas se intensifiquen puede prevenir crisis emocionales o situaciones insostenibles.
Por ejemplo, cambiar de trabajo antes de llegar a un punto de agotamiento puede ayudar a mantener la salud mental. Si se hacen cambios antes de que surjan problemas, se puede aumentar el bienestar general y la satisfacción con la vida. Esto puede incluir decisiones como mejorar la salud, establecer límites en las relaciones o buscar nuevas oportunidades.
Cambiar después de los problemas
Por otro lado, hay quienes argumentan que los problemas pueden ser catalizadores poderosos para el cambio. Enfrentar una crisis puede proporcionar la motivación necesaria para realizar cambios significativos.
La presión de una situación difícil puede inspirar acciones que de otro modo no se habrían tomado. Las dificultades pueden ofrecer una perspectiva clara sobre lo que no está funcionando. Experimentar el dolor puede hacer que una persona reconozca de manera más aguda la necesidad de un cambio.
Independientemente de si se decide cambiar antes o después de enfrentar problemas, la preparación es clave para implementar un cambio exitoso. Recopilar información sobre las áreas que se desean cambiar es crucial.
Ya sea investigar nuevas carreras, terapias, o estilos de vida, estar bien informado ayuda a tomar decisiones más fundamentadas. Hacer cambios significativos a menudo requiere apoyo.
Hablar con amigos, familiares o profesionales puede ofrecer perspectivas valiosas y ayuda emocional. Un sistema de apoyo puede proporcionar la motivación y la responsabilidad necesarias para seguir adelante.
Establecer metas claras y alcanzables facilita el proceso de cambio. En lugar de intentar hacer un cambio drástico de inmediato, dividir el objetivo en pasos más pequeños puede ser más manejable. Esto permite una transición gradual, lo que puede reducir la ansiedad y el miedo al cambio.
Conclusión: La sabiduría en el cambio
Saber cuándo hacer un cambio de vida es una habilidad que requiere autoconocimiento y reflexión. Las señales internas y externas pueden indicar la necesidad de un cambio, y es vital evaluar la situación actual antes de tomar decisiones.
La cuestión de si hacer un cambio antes o después de enfrentar problemas depende de las circunstancias individuales. Cambiar antes puede ser una forma de prevenir crisis, mientras que cambiar después puede proporcionar una motivación intensa.
Lo importante es reconocer que el cambio es un proceso y que cada persona debe encontrar su propio camino. Con la preparación adecuada, el apoyo y una visión clara del futuro, cualquier cambio puede convertirse en una oportunidad para el crecimiento y la renovación. En última instancia, el cambio puede ser un camino hacia una vida más plena y satisfactoria, independientemente de cuándo se decida emprenderlo.
Hola admin soy un ecuatoriano y me gustaria saber en que te basas para tener un criterio tan formado y acertado, es muy buena esta pagina. Mi papa me mando por correo un texto tuyo llamado DECLARACIÓN DE FUERZA FÍSICA
y luego busque todo en google pero de verdad gracias por tus sabias palabras.
Saludos Jorge, te agradezco que visites este blog y espero que te sirva. Tu pregunta, ¿En qué me baso? Pues si has visitado todo incluso la pagina de «Saber más…» te puedes dar una idea de dónde saco mis conclusiones. Tengo en mi haber el leer más de 300 libros y eso cuando llevaba cuenta, ahora no sé cuantos son en total ya que leo todos los días incluso cuando entro en el cuarto de meditación. Ahora no puedo decir que eso es todo ya que soy Programador Neuro-lingüista y lo ejerzo casi oficialmente, es decir, todo el criterio y conclusiones más la atención y solución de los problemas de las personas que atiendo y libros es que me dan a escribir lo que escribo. Algo muy importante, si yo lo hago, todos lo pueden hacer sólo es cuestión de que se decidan.
Gracias.
PD: También soy ecuatoriano.