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Drogadicción es uno de los temas de cómo ir perdiendo el miedo al éxito, ya que el éxito entra en todo al menos desde que nace, ¿Acaso no me van a decir que un bebé no tiene tanto poder cómo para poner tontos a los adultos? En especial a los abuelos.
Las razones de por qué un joven, niño o adulto entra en la drogadicción son muchas. Una de ellas es por falta de aprecio claro que para que funcione así, la víctima está en un estado alterado de estima, es decir, está deprimido.
Cómo tal busca un refugio donde sentirse apreciado. En esos momentos es que entran los «Buenos muchachos» o sea los dizque amigos y cómo tal son tan compresivos, que les ponen el hombro para que el niño, joven o adulto se desahogue de sus pesares.
Drogadicción lo negativo
Hay otra razón y esa es la curiosidad, en este caso si no está preparado como para racionalizar sus acciones, mejor no se meta porque es fácil entrar pero salir es el problema y una de las razones, es porque nunca admiten que lo que hacen es malo.
Piensan que ellos lo controlan. Cuando alguien llega al extremo de pensar que tiene el control, ese es el preciso momento de que ya está atrapado por el vicio de las drogas. Cuando me gradué cómo Máster en P.N.L. En la primera semana tuve mi primer cliente-paciente y para el colmo de los casos me tocó un drogadicto.
De esos que se perdían por semanas y cuando daban señal de vida ya estaba desnudo, botado en el bordillo de una calle totalmente perdido y la que siempre iba en su ayuda era una tía, ya que su mamá sufría del corazón no querían que viera semejante espectáculo.
Todo drogadicto es mentiroso profesional y muy efectivo, al menos por mi falta de experiencia de ese entonces, no supe leer su comunicación no verbal que es la que en verdad habla y no la que se hace con la boca, al menos en este tipo de trabajo se emplea mucho, combinada con las micro expresiones que es mucho más efectivo.
El caso es que en la primera consulta que se esperaba que de un excelente resultado, no sucedió así, él volvió al vicio en unos días y cómo siempre se perdió. Ahora, ¿Qué fue lo que pasó? Pues que él me mintió en la respuesta a una pregunta que le hice, y cómo resultado fue que no le hizo efecto el programa implantado en su mente.
Forma de la adicción
De la misma forma que llegaba él se iba, cómo niño bueno. Ahora, el Doctor (vendedor minorista) lo conocía y quería hacer una buena venta, prendía un cigarrillo de marihuana con coca y eso expele un olor característico, que al llegar al sentido del olfato cual sabueso experto de la víctima, lo pone zombi.
Pues esa era la respuesta idónea que debía hacerme cuando le pregunté ¿Qué es lo que te llama a consumir la droga aun sabiendo que haces mal a tu familia y a ti mismo? Cómo ya pueden imaginarse la respuesta fue muy diferente.
Cuando regresaron a mi consulta, la tía, la esposa muy joven y bonita por cierto y una niña de 2 años, le lloraban para que diga que es lo que hace que él consuma la droga. Una cosa es contarles cómo lo encontraban botado y otra es ser testigo de una acción, es muy impresionante ver a un amigo y peor un familiar botado como basura en la calle.
El caso es que el señor de unos 28 años se conmovió y hasta yo, que me empezó a contar cómo entró y por qué lo hace y todo radicaba en el olor que una chica le introducía en su mente.
Lo hacía con palabras como «Siente el olor, es rico, es suave, es lo más lindo que hay, siéntelo y huele ¿Verdad que es muy rico?» lo que ella hizo fue un programa auditivo, kinestésico y visual al mismo tiempo que es muy poderoso.
En buena hora que mi debut fue muy bueno porque hace mucho tiempo que ya no consume, aunque su vida dio un vuelco gigante porque antes era músico ahora se dedica a otra cosa pero eso ya es otra historia. Ahora, no a la drogadicción.
¿Qué hace que una persona caiga en el vicio?
El consumo de drogas es un tema complejo que ha afectado a la humanidad durante siglos. Para entender por qué una persona cae en el vicio de las drogas, es esencial considerar que no hay una única razón, sino una combinación de factores que pueden llevar a alguien a este camino.
Cada individuo es único, con su propio trasfondo, experiencias, y vulnerabilidades. Sin embargo, ciertos factores comunes pueden influir en la decisión de una persona de comenzar a consumir drogas y, eventualmente, caer en la adicción.
Uno de los principales factores que contribuyen al inicio del consumo de drogas es el entorno social. La influencia de amigos, familiares, y la comunidad juega un papel significativo. En muchos casos, las personas se ven expuestas a las drogas por primera vez a través de amigos o conocidos que ya consumen.
La presión social, el deseo de encajar en un grupo, o simplemente la curiosidad pueden llevar a alguien a probar sustancias adictivas. Especialmente durante la adolescencia, una etapa en la que la búsqueda de identidad y pertenencia es crucial, la presión de los compañeros puede ser muy fuerte.
El miedo a ser rechazado o a no ser aceptado puede ser tan poderoso que muchas personas optan por probar drogas, incluso si inicialmente no tienen interés en ellas. Otro factor importante es el entorno familiar.
Las personas que crecen en hogares donde hay problemas como violencia, abuso, negligencia, o falta de apoyo emocional, son más propensas a recurrir a las drogas como una forma de escapar de la realidad.
El alivio temporal de la droga
Las drogas pueden convertirse en un refugio temporal para quienes buscan alivio de un entorno doloroso o estresante. Además, los antecedentes familiares de abuso de sustancias pueden aumentar significativamente el riesgo de que una persona también caiga en el vicio.
Los hijos de padres que consumen drogas a menudo tienen una mayor predisposición a desarrollar conductas similares, ya sea debido a factores genéticos o al aprendizaje de conductas observadas en el hogar.
El estrés y la salud mental son factores que no pueden ser ignorados al analizar por qué alguien cae en el vicio de las drogas. Muchas personas recurren a las sustancias para lidiar con el estrés, la ansiedad, la depresión, o incluso el aburrimiento.
Las drogas pueden proporcionar una sensación temporal de alivio o euforia que les permite olvidar sus problemas, aunque sea por un breve periodo de tiempo. Sin embargo, este alivio es solo temporal y, con el tiempo, la necesidad de continuar experimentando esa sensación de escape puede llevar al uso regular y, eventualmente, a la adicción.
El uso de drogas como un mecanismo de afrontamiento es particularmente común en personas que carecen de habilidades para manejar el estrés o que no tienen acceso a un sistema de apoyo que les ayude a enfrentar sus problemas.
Otro elemento clave en el desarrollo de una adicción es la predisposición biológica. Algunas personas tienen una mayor vulnerabilidad genética a la adicción. Los estudios han demostrado que ciertos factores genéticos pueden influir en la forma en que el cerebro responde a las drogas, aumentando el riesgo de desarrollar dependencia.
Drogadicción y la personalidad
Esto significa que para algunas personas, la predisposición a la adicción está en sus genes, lo que las hace más propensas a volverse adictas después de probar una droga, incluso si solo la consumen unas pocas veces.
Además, la estructura cerebral también juega un papel en la adicción. El cerebro tiene un sistema de recompensa que se activa cuando experimentamos placer, y las drogas tienen la capacidad de estimular este sistema de manera intensa, lo que puede llevar a un uso compulsivo.
No se puede pasar por alto el factor de la disponibilidad y el acceso a las drogas. En comunidades donde las drogas son fácilmente accesibles y su uso está normalizado, hay una mayor probabilidad de que las personas las consuman.
La facilidad de acceso puede disminuir la percepción del riesgo asociado con el consumo de drogas, lo que hace que más personas estén dispuestas a experimentar. Además, en algunas culturas, ciertas drogas son aceptadas o incluso celebradas como parte de rituales sociales, lo que puede influir en la percepción de su seguridad y fomentar su uso.
Otro motivo por el cual las personas pueden caer en el vicio es la búsqueda de nuevas experiencias o sensaciones. Las drogas tienen la capacidad de alterar la percepción, aumentar el placer y proporcionar experiencias únicas que pueden ser atractivas para aquellos que buscan aventuras o escapar de la rutina.
Para algunas personas, el uso de drogas puede ser una forma de explorar nuevas fronteras de la mente y el cuerpo, sin considerar las consecuencias a largo plazo. Esta búsqueda de placer inmediato puede ser particularmente peligrosa, ya que las drogas suelen ofrecer una satisfacción rápida, pero a costa de la salud física y mental.
El impacto de los traumas
Es importante también considerar el impacto de los traumas. Muchas personas que han experimentado eventos traumáticos, como la pérdida de un ser querido, abuso físico o emocional, o experiencias de guerra, son más propensas a recurrir a las drogas como un mecanismo de autoprotección.
Las sustancias pueden ayudarles a adormecer el dolor emocional y proporcionar una sensación temporal de alivio frente a sus recuerdos dolorosos. Desafortunadamente, este alivio es solo momentáneo y, con el tiempo, puede llevar a una dependencia severa, ya que la persona siente que no puede enfrentar sus traumas sin la ayuda de las drogas.
Finalmente, aunque existen múltiples factores que pueden influir en el desarrollo de una adicción, es importante destacar que no todas las personas expuestas a estos factores necesariamente caen en el vicio.
La resiliencia personal, el acceso a apoyo emocional, y las oportunidades para un desarrollo positivo pueden hacer una gran diferencia. En muchos casos, la intervención temprana, el apoyo de seres queridos y la disponibilidad de recursos de salud mental pueden ayudar a las personas a evitar el camino de la adicción o a salir de él si ya han caído en ese ciclo.
Las razones por las que una persona puede caer en el vicio de las drogas son variadas y complejas. Desde influencias sociales y familiares hasta factores biológicos y emocionales, cada individuo enfrenta una combinación única de circunstancias que pueden llevarle al consumo de sustancias.
Comprender estos factores no solo nos ayuda a abordar el problema de manera más efectiva, sino que también nos recuerda que detrás de cada adicción hay una persona con una historia que merece ser escuchada y comprendida.