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El abandono cercano en el hogar. Hablar sobre el abandono cercano en el hogar es algo poco comentado en la vida, ya que estamos en un mundo que nos regimos por una especie de costumbres o hábitos, de que «Las cosas se hacen así» por lo tanto todos asumen que todos lo hacen porque no hay otra forma, eso es un fatal error.
Error en el cual yo también caí por pensar que las cosas son así, además uno llega a pensar que con tal de que a la familia no les falte nada en la casa, supuestamente todo debe estar bien, tome en cuenta que no escribo «Tiene» como ya sabemos que el «Tiene» es una obligación, por lo tanto eso no es lo que estamos haciendo, sino dar de nuestro sentimiento.
Esa actitud en la que crecimos nos enseña que no tiene por qué haber problemas si todo está en su forma y fondo, pero en la realidad no es así. A pesar de tener experiencia como Programador Neuro-lingüista no me había dado cuenta, que a pesar de que usted esté en casa también no lo está, ahora ¿Cómo es posible que no esté estando ahí?
El abandono cercano
Hay muchos casos de personas entre hombres y mujeres, en la que actúan con los hijos de una forma fría aunque en su interior piensen que es normal, eso se debe que cuando fueron unos bebés no recibieron el abrazo que ellos en su inocencia pedían a sus padres, claro que con la otra ingenua excusa de no hacerlo para no mal criarlos.
Los bebés piden a gritos los brazos de sus padres por sentir que están solos, es decir, necesitan sentir la protección que sentían en el vientre de su madre, que a pesar de que estuvieron en obscuridad durante los nueve meses, siempre sintieron la luz que su madre veía, lo que sucede contrariamente si usted lo somete a obscuridad.
El tenerlo en un lugar carente de luz durante un tiempo el bebé quedará ciego de por vida, por la sencilla razón que él necesita los rayos lumínicos para que su sentido de la vista se desarrolle.
La importancia que tiene el hacerle sentir al bebé, que usted como padre está cerca dándole su calor de amor y aprecio no tiene precio. Ahora a eso es que se llama el abandono cercano en el hogar porque estando en el, no hace sentir su presencia, sólo es de imagen y materialmente pero no de sentir.
El resultado de ello es que sus hijos aunque puedan amarlo y quererlo, no lo demuestran, siempre se mantendrán alejados porque eso fue lo que usted les hizo sentir. En pocas palabras, usted fue un excelente maestro para ellos que sin necesidad de hablarles, por carecer supuestamente de entendimiento por la edad, les enseño a ser retirados pero nunca se van a olvidar de que usted es el padre, por ser el que llevaba el dinero.
Observe a sus hijos
Hay que olvidarse que existe la palabra «Malcriar» y en vez de eso, lo que hay que hacer es aprender a observar a sus hijos y saber, cuándo la actuación de ellos es la idónea como para ser reconocidos con amor.
En cambio cuando no es así, buscar la forma de hablarles para que ellos en razón de su ser, sientan que lo que hace el padre es por su aprecio y amor que siente hacia los hijos, y no por un desquite o demostración de un ser supremo que castiga al hechor de una falta.
Parece que fuera medio complicado y no tener fundamento pero me he dado cuenta con mis hijos, ellos actúan conmigo de una forma que a pesar de estar presentes en mi medio, siento que no lo están.
Tiempo atrás yo les reclamaba el por qué de su actitud pero la respuesta que ellos me daban era ¿Pero qué pasa, si no hacemos nada malo? Siempre era la misma respuesta, ahora tomen en cuenta que en esos tiempos tenía una empresa de fabricación de interiores, en la cual se trabajaba 17 horas diarias con mucho personal a mi cargo.
Eso fue todos los días, entonces a pesar de que mis hijos están conscientes de eso, ellos no han entendido de que «No tenía tiempo» para mimos. Entonces llegó el tiempo que me cansé de reclamar.
Ahora con estudios y experiencias entendí que mis hijos me dan lo que yo les enseñé a sentir. Es triste no sentir un abrazo de un hijo pero, viene el plan «B» eso es que ahora que tengo a mi nieta hago lo que nunca hice con mis hijos.
¿Qué hace que un padre abandone a sus hijos?
El abandono de un padre hacia sus hijos es un tema profundamente doloroso y complejo que puede tener un impacto duradero en la vida de los niños. Las razones detrás de esta decisión pueden ser variadas y a menudo se entrelazan con múltiples factores personales, sociales, emocionales y económicos.
No se trata de una decisión simple, y en la mayoría de los casos, el abandono no ocurre de la noche a la mañana, sino que es el resultado de un cúmulo de circunstancias que llevan a un padre a alejarse de sus responsabilidades y vínculos familiares.
Uno de los factores más comunes que pueden llevar a un padre a abandonar a sus hijos es la falta de preparación emocional para asumir la paternidad. Algunos hombres, especialmente aquellos que se convierten en padres a una edad temprana, pueden sentirse abrumados por las responsabilidades que implica criar a un niño.
El temor a no ser lo suficientemente bueno, a no poder proveer adecuadamente, o a perder su libertad e independencia, puede llevarlos a tomar la decisión de alejarse. En algunos casos, la paternidad no fue planeada, lo que puede intensificar estos sentimientos de inseguridad y falta de preparación, haciendo que el hombre elija huir en lugar de enfrentar la situación.
Las dificultades económicas también pueden jugar un papel importante en el abandono. La presión de proveer económicamente para una familia puede ser abrumadora, especialmente si el padre se encuentra en una situación de desempleo o precariedad laboral.
La falta de recursos para satisfacer las necesidades básicas de sus hijos puede llevar a un sentimiento de desesperanza y fracaso. Algunos padres, sintiéndose incapaces de cumplir con sus responsabilidades financieras, optan por marcharse, creyendo que su ausencia podría ser menos dañina que su presencia en medio de la pobreza.
El abandono y el daño emocional
Aunque esta percepción es errónea, ya que el abandono suele causar un daño emocional mucho mayor, es una realidad que muchos enfrentan debido a la angustia financiera. Otro factor que influye en el abandono es el entorno familiar y las relaciones conflictivas.
Si la relación entre los padres es inestable o está llena de conflictos, un padre puede optar por alejarse para evitar el dolor y el estrés que dicha situación genera. En algunos casos, las separaciones o divorcios pueden llevar a uno de los padres, a menudo al padre, a distanciarse no solo de la pareja sino también de los hijos.
A veces, tras una separación, los padres pueden sentirse excluidos de la vida de sus hijos, especialmente si la custodia ha sido otorgada en su mayoría a la madre, lo que puede llevar al padre a sentirse innecesario o no deseado en la vida de los niños.
La influencia de patrones familiares es otra razón significativa. Si un hombre creció en un hogar donde su propio padre fue ausente, puede carecer de un modelo positivo de paternidad. Esto no significa que esté condenado a repetir los mismos errores, pero la falta de un referente positivo puede dificultar su capacidad para asumir el rol de padre.
La ausencia de una figura paterna durante su propia infancia puede hacer que no vea el valor de su presencia en la vida de sus hijos, repitiendo así un ciclo generacional de abandono. El abuso de sustancias, como el alcohol y las drogas, también puede ser un factor determinante en el abandono de los hijos.
La adicción puede llevar a comportamientos irresponsables y a la incapacidad de cumplir con las responsabilidades familiares. Un padre que lucha contra una adicción puede priorizar su necesidad de satisfacer su dependencia sobre el bienestar de sus hijos.
La inmadurez emocional
Esto no solo deteriora su capacidad de cuidar a sus hijos, sino que también puede generar conflictos dentro del hogar, haciendo que la situación sea insostenible y llevando al padre a alejarse. La inmadurez emocional es otro factor que puede contribuir al abandono.
Algunos hombres simplemente no tienen la capacidad emocional para enfrentar los desafíos que conlleva la paternidad. Pueden sentir que están perdiendo su identidad o su libertad y, en lugar de adaptarse a su nuevo rol, deciden alejarse para evitar responsabilidades que no están dispuestos a asumir.
En estos casos, la paternidad se percibe como una carga que limita su vida personal, lo que puede llevarlos a optar por un camino más fácil, que es el de la huida. La influencia de la sociedad también puede tener un papel en esta problemática.
En algunas culturas o contextos sociales, la idea de que el hombre es quien debe proveer, pero no necesariamente involucrarse emocionalmente en la crianza, sigue siendo prevalente. Esta visión puede hacer que algunos padres vean su papel como secundario, especialmente si sienten que no están cumpliendo con el rol de proveedor.
Esto puede llevarlos a pensar que su ausencia no tendrá un gran impacto en la vida de sus hijos, subestimando el daño emocional que su alejamiento puede causar. Finalmente, hay casos en los que un padre abandona debido a problemas de salud mental.
La depresión, la ansiedad, y otros trastornos pueden llevar a una persona a sentirse incapaz de cuidar de sí misma, mucho menos de sus hijos. La percepción de ser una carga para la familia o el temor de causar más daño al estar presente puede llevarlos a alejarse. En estas situaciones, el abandono no siempre es un acto de desprecio, sino una manifestación de la lucha interna que enfrenta la persona.
En conclusión
El abandono de un padre hacia sus hijos no es un acto que deba juzgarse a la ligera, ya que es el resultado de una serie de factores complejos que pueden variar de una persona a otra. Desde la inmadurez emocional y la falta de preparación hasta los problemas económicos, los conflictos familiares, la influencia de patrones generacionales, y las luchas con la salud mental o la adicción, cada caso tiene sus propias particularidades.
Sin embargo, es importante reconocer que el impacto en los hijos es devastador, dejándolos con sentimientos de abandono, baja autoestima, y problemas emocionales que pueden durar toda la vida. Abordar esta problemática requiere empatía, apoyo, y comprensión para romper los ciclos de abandono y fomentar relaciones familiares más saludables.