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El estrés es causante del sobrepeso. Por si alguien se pregunta, ¿Qué tiene que ver ho oponopono con el sobre peso? Pues tiene todo que ver puesto que, el estrés es el que causa la ansiedad, el miedo o todo lo que su mente necesite, para que haga que esa persona engorde aunque sea solo con agua, al menos eso fue lo que escuché de parte de una señora, que el especialista le había dicho, que su mal no tiene remedio, puesto que sube de peso aunque tome solo agua.
Algo por demás tonto y sin sentido, ya que si elimina la causa, se elimina el estrés y con eso, la ansiedad. Cuanto se ha dicho del sobrepeso y no han avanzado mayor cosa. Según se conoce, hay investigaciones para tratar de controlar el sobrepeso, pero hasta ahora, las cosas siguen igual, claro que hay ciertas excepciones.
Pero así mismo hay casos en los que los especialistas, no dan pie con bola o para los que necesitan mejor explicación, no tienen idea en dónde buscar la solución. Muchas fórmulas secretas y no tanto, se encuentran en el mercado, incluso, especialistas que ofrecen dar un golpe fuerte al sobrepeso.
El caso es que casi nadie hace lo que debería hacer, en unos casos, es porque no saben y en otros porque no es rentable. Así como lo han escuchado, no les es rentable, que una persona cambie su estado en pocos meses o semanas, a que lo tenga en estado perenne, ya que así, hay más dinero.
El estrés causa problemas
Ya saben, todo es cuestión de dinero y mientras haya quien lo dé, no importa. Hay países en los cuales el índice de sobrepeso es alarmante, en EE.UU. parece tener el más alto del mundo, a menos que alguien lo haya degradado vergonzosamente a un segundo lugar.
O peor, que haya desaparecido de la lista de los más gordos, pero es imposible puesto que es el gran consumidor de comida chatarra, que en sí no es el problema principal, pero es un impulsador por la publicidad que tiene.
En todo caso, lo que vamos a tocar en este vídeo, es el sobrepeso. Ahora, ¿Por qué las personas suben tanto de peso? Hay muchas versiones sobre el asunto, entre ellas está el vicio de comer demasiado, comer a horas no establecidas, falta de ejercicios, mal funcionamiento en las glándulas y hasta un posible, mala función de los intestinos.
Todo esto sin tomar en cuenta que la causa es el estrés, porque todos tienen problemas emocionales, salvo la que es gruesa por defecto, son alegres pero no suben de lo que deben estar en el peso. De lo que conozco, sé de un caso en el que un especialista, ¿En qué? La verdad no sé, pero si sé que era un experto en bajar de peso.
El caso es que la paciente, era esposa de un coronel del ejército y siempre le reclamaba, por su peso, no voy a negar si era gorda, pero bonita y muy elegante, pero de nada vale cuando la vanidad empujada por el ego está presente y peor en un hombre irascible. La desesperación de ella, de no perder el amor de su esposo, hizo que ella vaya a toda clase de sortilegios, incluidos los especialistas, la meta era bajar de peso, pero nada le resultaba.
El estrés no ha cambiado aún con el tiempo
Al menos en esos tiempos, yo tenía tal vez 15 años ahora la cosa sigue igual, porque se sigue con los mismo procedimientos y más, cuando ahora, ofrecen la panacea de una operación conocida como el «Bypass».
Como nada le resultaba, ella buscaba y buscaba, hasta que encontró a uno súper especial, el cual, le mandó una dieta especial para ella, junto con fármacos, la paciente nunca dudaba y hacía todo lo que le pedían que haga, el resultado fue, que ella estuvo con diarrea mucho tiempo, ¿Las razones?
Pues el médico decía, que su gordura era ocasionada por obstrucciones de los intestinos, por lo tanto, tenía que evitar que suceda, el caso es que si bajó de peso, pero era porque estaba bien deshidratada con tanta diarrea, pero para ese especialista, el fin justifica los medios, algo que le fue muy mal.
Después de unos meses, un día la señora amaneció muerta, ¿Las causas? Pérdida de electrolitos, estaba tan débil que no pudo pedir ayuda a su esposo. El daño no quedó ahí, porque sus hijos se rebelaron contra el padre y esa familia quedó destruida, tanto, que los hijos desafiaron al padre por ser el que la empujaba a que su madre haga lo que sea, incluso hasta llevarla a la muerte, un hijo le cayó a golpes.
Ahora, ¿Qué pasó con el especialista? Pues nada, porque según supe, alegaba que ella no quería vivir, en pocas palabras se abandonó. Todo se podía evitar si primero se atendía, el estado mental de ella.
Ho’oponopono y el sobrepeso
Una persona tiende a comer más de la cuenta, por que entra en ansiedad, que desde luego es porque llega a sentir miedo, por lo que podría pasar y al no saber qué, entra en ansiedad, pero la muerte de la señora, fue por culpa del especialista y eso no hay que dar vueltas.
Ahora, ¿Cómo entra Ho’oponopono en el sobrepeso? Esto lo hace cuando la persona sienta que le da por comer, justo cuando está preocupada, deprimida, ansiosa o simplemente no tiene qué hacer.
Tomen en cuenta que por cada síntoma, es un razón para comer, que no quiere decir que tenga un orden, porque hasta cuando quiere hacer algo y no sabe, por dónde empezar, ya está en ansiedad, ¿Cómo saberlo? Porque tiende a mover las piernas a un ritmo, como que cierra y abre.
Hay casos en que se saben coger un mechón de pelo, y se lo pasa jugando con el, suelen morderse las uñas o tienen manos inquietas. El punto es que Ho’oponopono debe ser usado justo en ese momento, ¿Cómo lo hace?
Esto va dependiendo de lo que sienta, si es ansiedad, entonces repite por 3 veces, «Lo siento, perdóname por lo que está en mí, que hace que sienta ansiedad, gracias, te amo». recuerde que puede ser otro síntoma, que si es así, solo cambia la parte de la ansiedad.
El estrés en las personas que se engordan de la nada
El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. En muchos casos, esta respuesta puede ser útil para afrontar retos o evitar peligros. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico o excesivo, puede desencadenar una serie de efectos negativos en el cuerpo, incluyendo el aumento de peso.
Muchas personas reportan que, a pesar de no haber cambiado sus hábitos alimenticios o de ejercicio, empiezan a ganar peso repentinamente. Esto puede estar relacionado directamente con cómo el cuerpo responde al estrés.
Cuando experimentamos estrés, nuestro cuerpo activa una serie de reacciones hormonales que nos preparan para enfrentar la amenaza percibida. Una de estas respuestas es la liberación de cortisol, conocido como la hormona del estrés.
El cortisol tiene múltiples funciones en el cuerpo, pero una de las más notorias es su capacidad para aumentar los niveles de glucosa en sangre y proporcionar energía rápida para los músculos. Esto es parte del mecanismo de «lucha o huida», una reacción que fue crucial para la supervivencia de nuestros antepasados.
Sin embargo, en el contexto moderno, el estrés ya no proviene de amenazas físicas inmediatas como un depredador, sino de factores más sutiles y persistentes, como problemas financieros, preocupaciones laborales, relaciones interpersonales o incluso la sobrecarga de información que recibimos a diario.
Como resultado, el cuerpo sigue liberando cortisol de forma continua, lo que lleva a un aumento prolongado de los niveles de glucosa en sangre y una mayor predisposición al almacenamiento de grasa, especialmente en la zona abdominal. Esto se traduce en un aumento de peso que parece «aparecer de la nada».
Además del cortisol, el estrés también puede afectar el metabolismo de las personas. Algunas personas, cuando están estresadas, tienden a comer en exceso como una forma de buscar consuelo emocional.
Los patrones alimenticios que engordan
Otros pueden desarrollar hábitos alimenticios desordenados, como comer más alimentos ricos en azúcares y grasas que proporcionan una sensación temporal de bienestar debido a la liberación de dopamina, la hormona del placer.
Estos patrones alimenticios pueden contribuir al aumento de peso, especialmente si se vuelven crónicos. En este contexto, las herramientas de relajación y paz interior pueden jugar un papel crucial en la reducción del estrés y, en consecuencia, ayudar a prevenir el aumento de peso relacionado con el estrés.
Aunque prácticas como Ho’oponopono son efectivas para muchas personas, hay una variedad de métodos adicionales que pueden ser igual de beneficiosos. Una herramienta poderosa para reducir el estrés es la meditación.
A través de la meditación, las personas pueden entrenar su mente para enfocarse en el momento presente y liberarse de pensamientos estresantes que desencadenan la liberación de cortisol. Incluso unos pocos minutos de meditación diaria pueden marcar una gran diferencia en la forma en que el cuerpo y la mente responden al estrés.
Al calmar la mente, se reduce la activación del sistema nervioso simpático, lo que a su vez disminuye la producción de cortisol. Esto puede ayudar no solo a reducir el estrés, sino también a equilibrar el metabolismo y reducir el impulso de comer en exceso.
Otro método útil es la práctica de la respiración profunda. Cuando las personas están estresadas, tienden a respirar de manera superficial, lo que puede aumentar la sensación de ansiedad y tensión.
La respiración profunda y controlada activa el sistema nervioso parasimpático, que es responsable de la respuesta de «descanso y digestión». Esto puede ayudar a reducir los niveles de cortisol y, por ende, facilitar la pérdida de peso al calmar el cuerpo.
Las respiraciones profundas
Una técnica simple es inhalar profundamente por la nariz durante cuatro segundos, mantener la respiración durante cuatro segundos y exhalar lentamente por la boca durante otros cuatro segundos. Esta práctica puede repetirse varias veces al día para ayudar a reducir el estrés acumulado.
El yoga es otra herramienta que combina la meditación, la respiración y el ejercicio físico suave. Se ha demostrado que la práctica regular de yoga no solo reduce el estrés, sino que también mejora la flexibilidad, la fuerza y el bienestar general.
Además, ciertas posturas de yoga pueden estimular el sistema digestivo, mejorar el metabolismo y ayudar en el proceso de pérdida de peso. Al calmar la mente y reducir el estrés, el yoga también puede ayudar a reducir los antojos emocionales y promover una relación más saludable con la comida.
Además, es importante considerar el papel del sueño en la gestión del estrés. Muchas personas subestiman el impacto del sueño en la salud emocional y física. La falta de sueño puede aumentar los niveles de cortisol y hacer que sea más difícil controlar el apetito, ya que la privación del sueño está vinculada a la desregulación de las hormonas que controlan el hambre, como la Grelina y la leptina.
Por lo tanto, asegurarse de dormir al menos 7-8 horas por noche puede ser un factor clave para reducir el estrés y evitar el aumento de peso. Por último, prácticas simples como caminar al aire libre, escuchar música relajante o pasar tiempo en la naturaleza pueden ser increíblemente efectivas para reducir los niveles de estrés. Estas actividades no solo proporcionan un descanso mental, sino que también pueden influir en el equilibrio hormonal, lo que contribuye a una mayor sensación de paz y bienestar.
En resumen
El estrés puede tener un impacto significativo en el aumento de peso debido a la liberación continua de cortisol y sus efectos en el metabolismo y los hábitos alimenticios. Sin embargo, hay muchas herramientas disponibles para reducir el estrés y promover la paz interior, más allá de Ho’oponopono.
La meditación, la respiración profunda, el yoga, un buen sueño y actividades relajantes son enfoques efectivos para reducir el estrés y, en consecuencia, ayudar a gestionar el peso. Al implementar estas prácticas de forma regular, es posible no solo reducir el estrés, sino también mejorar la salud física y emocional en general.