El exceso de confianza. Si señores, el exceso de confianza no trae nada bueno. El confiar en alguien es algo que en muchos de los casos se basa en un examen pasajero y creo, que casi todos pecamos en el mismo error al menos los que han tenido empresa con algunos trabajadores, me van a dar la razón en esto.
Hay dos formas de caer en el error de dar un exceso de confianza a un empleado. En primer lugar, cuando uno no aprende a delegar y el trabajo lo tiene hasta el cuello, quitándole el tiempo que debería pasarlo con su familia sólo por el hecho de tratar de ser responsable.
No han caído en cuenta que el hecho de querer llevar todo en soledad laboral, como el caso de un jefe o dueño de la empresa que en supuesto caso es sobresaliente, entonces ¿Qué pasa con la responsabilidad de ser jefe de familia?
Prácticamente la necesidad le obliga a tener un empleado siempre a su lado, aunque él haga de todo siempre termina enseñándole de todo y hasta ahí no es problema, el problema viene cuando el empleado se hace indispensable hasta para conversar cosas personales, el cual es uno de los peores errores que un empresario comete.
El problema en sí es porque el empleado, piensa que es su amigo y si no está preparado para recibir la dizque «Dignidad», se tomará atribuciones que el jefe no se las ha dado. En el primer momento que entre en cuenta lo que está pasando, el jefe tomará las medidas necesarias pero, se acaba de ganar un enemigo por el simple hecho de que el empleado se ha ofendido.
En segundo lugar, que es lo más típico digno de un mediocre es ser vago. Conozco más de uno que en su afán de ser muy meritorio de un premio a la vagancia, contrata empleados a los cuales les enseña de todo y no por muy bueno, lo hace para que el empleado lo haga todo por él pero esa estrategia es muy peligrosa, ya que terminan aprendiendo tan bien que hasta la forma de ser vago se les pega.
Los riesgos en este caso son diferentes a los del primer lugar, porque el empleado ha estudiado a su jefe y sabe de qué pata cojea, sabe tanto que hasta la hora de llegada, comida incluso la forma de pensar ya lo tiene calculado.
Ese tipo de empleados son los que hacen trabajos después de las horas de labor en el mismo lugar, claro que avisa al dueño pero, también hacen sus trabajos personales en las horas de trabajo y ocupan de todo hasta los materiales, sin avisarle. Estos son sólo dos de los múltiples problemas que se originan por el exceso de confianza.