El fruto de su trabajo

El fruto de su trabajo. Satisfacción completa al ver el fruto de su trabajo que va apareciendo día a día. Por petición de algunos clientes-pacientes entré en este proyecto de escribir en un blog, pero no sabía cómo lo iba a hacer, haciendo pruebas en unos y otros hasta que me decidí por instalar mi propio blog.

Al comienzo parece todo fácil porque cuando usted instala un blog gratis es así. En cambio, cuando instala un blog  profesional es otro el cantar y créame que si no tiene la información adecuada todo se transforma en un relajo, (experiencia) en muchas ocasiones he pasado por sustos por no saber qué hacer o se entiende mal.

Hasta los problemas se encuentran de esa forma, por eso hay que tomar buen camino. Lo peor que le puede pasar es dejar que le domine el miedo y peor si la ignorancia es su amo. Me ha tocado resolver problemas sin avisar a mis padres al menos cuando era niño.El fruto de su trabajo

Ya que los golpes no son alimentos, tenga en cuenta que la educación de antes se basaba en «Aprendes o hay palo» aunque no pasé por tanto pero igual.  Cuando uno se acostumbra o aprende a resolver y lleva la tranquilidad como amiga, todo se hace fácil.

El fruto de su trabajo

El fruto de su trabajo tiene un proceso que tiene que ser así porque si lo interrumpe algo sale mal. Hace dos días estaba instalando un programa esencial para seguir con mi proyecto de mi blog, todo iba bien bonito hasta que di clic en instalar y ¡Oh sorpresa!  Me equivoqué de códigos y lo que es peor, no sabía cuál de ellos era.

Si hubiera sido en algo que lo tuviera en las manos no había problema, pero el caso es que tenía que ver con un cpanel que no es mío, porque es de la empresa que me alquila el host, ¿Qué, si me asusté? Claro que sí, sólo de pensar que había dañado algo en otro lugar.

El problema vino porque en el tutorial no estaba un paso que según ellos, lo que hicieron era suficiente. En realidad no les puedo culpar porque a ellos si les funcionó, posiblemente porque el sistema operativo de la empresa que les presta el servicio funcione de otra forma.

En cambio a mí me marcaba error, me pasé muchas horas buscando la falla, quitando unos archivos y poniendo otros, pero nada que ver. ¿Difícil? Nada que ver con difícil, todo mi problema era por dejarme llevar del tutorial, no fijaba mi vista en el anuncio del error.

Este anuncio decía «¿Qué tiene que ver esos archivos si ni siquiera los nombran?» y con eso me cerraba pero mi afán es resolver lo que hice mal, entonces cambié y abrí mi mente al anuncio.

Empecé por cambiar archivos claro que haciendo copias de respaldo por si acaso y hoy en la mañana di clic en instalar y ¡Bravo…lo hice y sin preguntar a nadie! Tomando en cuenta que no sé nada de códigos es un logro, ¿Tienen idea lo feliz que me sentí por ver el fruto de mi trabajo?

Muy bien se siente, sólo es cuestión de buscar la respuesta o salida a un problema porque todo tiene solución, y cuando lo logren sabrán lo que se siente ver el fruto de su trabajo.

¿Por qué ante un problema se cierra y no ve la solución?

Cuando una persona se enfrenta a un problema, no es raro que experimente una sensación de bloqueo, un estado mental en el que parece imposible encontrar una solución. Este fenómeno ocurre más a menudo de lo que uno podría pensar, y no discrimina entre personas.

Ya sea alguien con mucha experiencia enfrentando desafíos o alguien que apenas está aprendiendo a lidiar con las adversidades, todos en algún momento hemos experimentado la sensación de estar atrapados en un callejón sin salida mental.

Uno de los principales motivos por los que una persona se cierra ante un problema es el miedo. El miedo al fracaso, al juicio de los demás, o incluso a las posibles consecuencias de una decisión equivocada puede paralizar a cualquiera.

Cuando el miedo toma el control, el cerebro tiende a enfocarse en el problema en lugar de en las soluciones. Este enfoque negativo puede generar una respuesta de “lucha o huida”, un mecanismo de supervivencia que, en lugar de ser útil en situaciones cotidianas, puede nublar el juicio y hacer que sea más difícil ver las opciones disponibles.

Otro factor que contribuye a esta parálisis es el estrés. Cuando una persona se siente abrumada por una situación, es común que su mente se llene de pensamientos negativos y ansiosos, lo que a su vez bloquea la capacidad de pensar con claridad.

El estrés consume gran parte de la energía mental, dejando poco espacio para la creatividad y la resolución de problemas. En lugar de explorar alternativas, la persona se queda atrapada en un ciclo de preocupación, donde lo único que ve es el problema, agrandándolo aún más en su mente.

Las personas perfeccionistas

El perfeccionismo también juega un papel importante en este fenómeno. Las personas que tienden a ser perfeccionistas pueden sentirse incapaces de actuar si no están seguras de que su elección será la correcta.

Este miedo a equivocarse puede ser tan paralizante que, en lugar de tomar decisiones, la persona opta por no hacer nada. A menudo, las personas perfeccionistas se encuentran atrapadas en un análisis interminable de las posibles opciones, lo que les impide avanzar hacia una solución.

Además, muchas veces el problema puede sentirse más grande de lo que realmente es porque se le da demasiada importancia. A menudo, la mente humana tiene una tendencia a dramatizar las situaciones, haciéndolas parecer insuperables.

Esta percepción exagerada puede llevar a la persona a sentirse impotente y, por lo tanto, incapaz de tomar medidas para resolver el problema. En lugar de ver el problema como una serie de pasos pequeños y manejables, la persona lo ve como un muro insuperable.

Entonces, ¿Cómo se puede salir de ese encierro mental en el que uno mismo entra sin pedir permiso? La buena noticia es que hay varias estrategias que pueden ayudar a romper este ciclo y abrir la mente a nuevas posibilidades.

Una de las primeras cosas que se puede hacer es practicar la autocompasión. En lugar de juzgarse a uno mismo por sentirse bloqueado, es útil aceptar que es una respuesta humana normal ante el estrés y la incertidumbre.

Practicar la autocompasión implica tratarse con la misma amabilidad que se le ofrecería a un amigo en una situación similar. Esto puede reducir significativamente el nivel de estrés y permitir que la mente se relaje lo suficiente como para empezar a ver las soluciones que antes parecían invisibles.

Cambio de perspectiva

Otra estrategia efectiva es cambiar de perspectiva. A menudo, cuando estamos atrapados en un problema, tendemos a mirarlo desde el mismo ángulo una y otra vez, esperando ver algo nuevo. Pero cambiar la perspectiva puede proporcionar una nueva visión de la situación.

Esto puede implicar algo tan simple como hablar con alguien de confianza para obtener una opinión externa, ya que a menudo los demás pueden ver soluciones que nosotros no vemos debido a nuestra cercanía con el problema.

También puede ser útil escribir el problema en un papel y luego intentar verlo desde diferentes puntos de vista, como si fueras otra persona enfrentando el mismo desafío. La práctica de la meditación o la atención plena (mindfulness) puede ser otra herramienta poderosa para salir del bloqueo mental.

Estas prácticas ayudan a reducir el estrés y permiten a la mente calmarse, lo que puede abrir espacio para la creatividad y la resolución de problemas. La meditación no solo ayuda a reducir los niveles de ansiedad, sino que también mejora la claridad mental, permitiendo que uno vea el problema de una manera más objetiva y menos emocional.

El enfoque en el presente es otra técnica que puede ser de gran ayuda. Cuando una persona está atrapada en un problema, a menudo se enfoca demasiado en el futuro, preocupándose por lo que podría suceder, o en el pasado, lamentando decisiones que ya se tomaron.

En lugar de eso, concentrarse en lo que se puede hacer en este momento puede ser mucho más efectivo. Preguntarse “¿qué puedo hacer ahora?” puede ser un cambio simple pero poderoso que libera la mente del ciclo de preocupación y la lleva a la acción.

Aprende a romper el problema

También es esencial aprender a romper el problema en partes más pequeñas. En lugar de ver el problema como un todo abrumador, se puede dividir en pasos más manejables. Al abordar un pequeño aspecto del problema a la vez, se reduce la sensación de estar abrumado y se crea un sentido de progreso que puede motivar a continuar.

Este enfoque no solo facilita el manejo del problema, sino que también ayuda a construir la confianza en uno mismo. Otra técnica útil es la visualización positiva. En lugar de centrarse en los aspectos negativos del problema, imaginar cómo sería la situación ideal puede ayudar a desbloquear la mente.

Esta técnica no solo mejora el estado de ánimo, sino que también puede ayudar a encontrar soluciones creativas al cambiar el enfoque de lo que está mal a lo que podría estar bien. Por último, es importante recordar que salir de un bloqueo mental lleva tiempo y práctica.

No siempre es posible encontrar la solución de inmediato, y eso está bien. La clave es no rendirse y seguir intentando nuevas estrategias hasta encontrar la que funcione. Cada pequeño paso hacia adelante cuenta y, con el tiempo, esos pequeños pasos pueden llevar a una solución que al principio parecía imposible.

En resumen

Cuando una persona se cierra ante un problema, a menudo es debido a una combinación de miedo, estrés, perfeccionismo y una perspectiva limitada. Para salir de ese estado, es fundamental ser amable consigo mismo, cambiar de perspectiva, practicar la meditación, enfocarse en el presente, dividir el problema en partes más pequeñas y utilizar la visualización positiva.

Estas estrategias pueden ayudar a liberar la mente y abrir el camino hacia la solución que tanto se busca. La mente humana es poderosa, y con las herramientas adecuadas, es posible transformar un bloqueo en una oportunidad para crecer y aprender.

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