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El gran y temido pie izquierdo. Todavía existe en el mundo gente que cree en la mala suerte, otros atribuyen que su día será de acuerdo a cómo se levanten, incluso creen que su día fue de acuerdo a qué pie puso primero en el momento en que se levantó en la mañana.
Para aquellas personas que viven su vida, a merced de lo que el gran y temido pie izquierdo produzca, en el momento en que haga su aparición, les comunico que todo es una creación de lo que le dijeron, en muchos casos ni siquiera lo han comprobado.
Cada vez que alguien tiene un día medio raro (claro que no es la mayoría) tienen la mala costumbre de atribuirle a su lado de la suerte, sin saber que todo lo que le pasa es porque así lo deciden. Pienso que si tienen que haber escuchado del trébol de cuatro hojas.
En mi caso he sabido que aquel que encuentra un trébol de cuatro hojas, su vida cambia a buena suerte. Lo que se entiende que de ahí para adelante siempre y cuando guardes con celo, tu vida cambiará para excelente, al menos es un decir.
El punto en el trébol es que he encontrado de cuatro hojas, creo que unas veinte veces y lo más ridículo es que no había una sola sí no, como una especie de sembrío y en la calle, según esto no le veo que sea muy raro encontrar y de igual mi vida siguió como siempre.
El gran y temido pie izquierdo
Sé que esto es cuestión de creencias y por la cual, uno es el que las crea por esto como no creía en el trébol, no sucedió nada raro. Aunque hay una gran verdad, Tú puedes dar un poder a una cosa mientras estés convencido que es así, tú decides.
Ahora, toda persona así como puede dar poder a una cosa, también puede darse el mismo poder o quién sabe, si con más fuerza por ser la misma persona que la porta. El dar un poder requiere una gran responsabilidad y eso tiene un precio.
Lo que podría pasar si le das un poder ya sea a un trébol, tu pie izquierdo o la ramita de mariajuana, es que el día que el trébol se haga polvo, se pierda o se caiga, ¿Qué harás con tu vida? Tendrías que ponerte en la gran aventura de encontrar un reemplazo.
En el caso de la ramita de mariajuana, debes saber que tú no la posees aunque en los primeros días si, pero siempre se termina poseído y cuando suceda esto, ¿Qué harás? Hay el riesgo que la cambies pero será con algo más fuerte y peor.
Ahora le toca a tu pie, el gran y temido pie izquierdo que en mayor caso, tiene la culpa que las cosas no vayan bien, esto no lo puedo negar pero tampoco afirmar, al menos un mi caso he comprobado que lo malo de mi vida, no ha sido por mi pie izquierdo.
Esto es que no niego ni afirmo qué pie pongo primero en el piso al levantarme, aunque si afirmo que un día al enterarme de esto, me puse a investigar y me di cuenta que poner el pie, sea este el izquierdo o derecho depende mucho de que lado es que te levantas.
¿Si no es el gran y temido pie izquierdo, qué es?
Esto quiere decir que no hay nada de raro cual de los dos pongas primero en el piso, hasta ahí llegó el poder de mi pie izquierdo. Este tipo de razonamiento sencillo lo puedes aplicar en todo. Tu pie no tiene nada que ver con el destino de tu vida porque tú lo llevas.
Buena pregunta, por esto la respuesta va para todos. Lo que define lo que depara tu destino o lo que pueda pasar en tu vida, depende estrictamente de ti el que sea un excelente o pésimo día. Todo gira en tu entorno y a la energía que le pongas.
Para que esto sea como te digo, debes tener un aura limpio o por lo menos no tener preocupaciones, ¿Tienes cosas pendientes que no has podido resolver? ¿Tienes algunos recuerdos que siempre se presentan por alguna razón? Estas son las principales razones que impiden.
El impedimento es para que tú no puedas tener una relación de vida en paz, que todo te salga bien en el cual en el momento en que aparece un problema, lo que hay es una opción u oportunidad que será algo fácil de resolver, es decir, el problema deja de existir.
Con esto pienso que te has convencido, que solo tú puedes decidir qué hacer con tu vida, tu pie puede quedar en paz ya que el que lo usa eres tú y nadie más. Empieza el día con un pensamiento o imagen mental, de algo que te guste y así saltarás de la cama para un nuevo y excelente día.
La creencia en la suerte y el destino
La creencia en la suerte como un factor que influye en el destino de una persona es común en muchas culturas y puede tener un impacto significativo en cómo las personas interpretan sus experiencias.
Ahora, la suerte, en términos generales, se refiere a la creencia de que ciertos eventos ocurren de manera fortuita, ya sea de manera favorable o desfavorable. Para muchas personas, la suerte puede parecer una fuerza externa que influye en sus vidas, ya sea por medio de acontecimientos aleatorios o situaciones inesperadas.
Cuando una persona atribuye sus éxitos o fracasos a la suerte, esto puede influir en cómo ve su capacidad para controlar su destino. Las personas que creen que su suerte es la causa principal de sus experiencias a menudo pueden adoptar una mentalidad de «externo», es decir, que factores fuera de su control (como la suerte) determinan su vida.
La creencia de levantarse con el «pie izquierdo» es un ejemplo de cómo las supersticiones refuerzan la idea de que pequeños detalles o coincidencias pueden influir en el destino. Estas creencias a menudo tienen un fuerte componente cultural y emocional, proporcionando una explicación simplificada para eventos que parecen estar fuera del control de una persona.
Las creencias sobre la suerte, ya sea buena o mala, pueden influir en cómo las personas se comportan. Si alguien cree que tiene «mala suerte», puede actuar de manera que esa creencia se haga realidad, lo que se conoce como una profecía autocumplida.
Del mismo modo, las personas que creen que tienen «buena suerte» pueden actuar con más confianza, lo que les lleva a obtener mejores resultados. Aquellos que se consideran afortunados pueden estar más dispuestos a correr riesgos o aprovechar oportunidades, mientras que los que se consideran desafortunados pueden evitar tomar riesgos o adoptar una actitud pesimista.
El papel del azar y la estadística
En muchas situaciones, lo que se percibe como «suerte» puede ser simplemente el resultado de la probabilidad y el azar. Por ejemplo, ganar un sorteo o evitar un accidente puede atribuirse a la suerte, pero son eventos aleatorios que se explican mejor mediante leyes de probabilidad.
A veces, las personas tienden a ver patrones donde no los hay, lo que se conoce como sesgo de retrospectiva. Esto puede llevarlas a pensar que ciertos eventos fueron «destinados» a ocurrir o que la suerte jugó un papel, cuando en realidad los eventos fueron aleatorios o el resultado de factores no percibidos.
Desde una perspectiva filosófica, la relación entre suerte y destino depende de cómo una persona vea el control sobre su vida. Los deterministas creen que el destino de una persona está predeterminado por factores fuera de su control (incluida la suerte), mientras que los que creen en el libre albedrío sostienen que las personas tienen la capacidad de tomar decisiones que influyen en su propio destino.
Para algunos, la suerte es una manera de dar sentido a su vida, organizando eventos en una narrativa coherente. Esto les permite interpretar las coincidencias y los resultados inesperados como algo que tenía que suceder, moldeando así su percepción de destino.
Si bien la suerte puede influir en ciertos aspectos de la vida, como estar en el lugar correcto en el momento adecuado, muchas personas también reconocen que el esfuerzo y la perseverancia juegan un papel crucial en el éxito.
El dicho popular «La suerte es cuando la preparación se encuentra con la oportunidad» refleja esta idea, sugiriendo que, aunque la suerte puede influir, es más probable que favorezca a quienes se preparan para aprovecharla.
Supersticiones y el control percibido
Muchas personas encuentran consuelo en la idea de que la suerte o las supersticiones pueden influir en el destino, ya que les da una sensación de control en situaciones impredecibles. Estas creencias pueden servir como mecanismos de afrontamiento para lidiar con la incertidumbre y el azar.
Las creencias sobre la suerte pueden crear un ciclo de retroalimentación. Si alguien experimenta una serie de éxitos, puede creer que tiene «buena suerte», lo que refuerza su confianza y aumenta las posibilidades de éxito futuro. Por el contrario, una racha de fracasos puede llevar a una creencia de «mala suerte», disminuyendo la motivación y las oportunidades de éxito.
La suerte puede ser vista como una combinación de percepción, azar y cómo las personas interpretan sus experiencias. Aunque algunos aspectos de la vida pueden parecer controlados por la suerte, muchas veces es el esfuerzo personal, la preparación y la actitud frente a las oportunidades lo que realmente moldea el destino.