El miedo a la reacción de los demás puede afectar mí vida

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El miedo a la reacción de los demás puede afectar mí vida. Es notable que siempre habrá alguien, que se quiera propasar con el má débil, pero eso se da cuando la persona que hace de víctima, da el lugar para que la otra persona, siga con lo que hace.

No voy a negar, en mis tiempos de niño, fui victima de las bromas de otros niños, pero en ese tiempo no sabía lo que pasaba, solo sabía que el problema se venía sobre mí, sin que pueda evitar para que pase.

Al menos en ese tiempo, no sabía qué hacer y peor cuando mi hermano, que era el que me defendía, tuvo que ir a otra escuela. Un tiempo después, tuve que enfrentarme a un niño, que era muy fuerte, mas alto, pero como no tenía alternativa, ni mi hermano estaba para que me defienda, tuve que hacerle a los golpes.

Por increíble que parezca, este niño que siempre me molestaba, nunca mas lo hizo y nunca me enteré por qué, incluso, en el colegio también me pasó algo parecido. Sin embargo aun perdí la pelea y no porque no haya podido defenderme, si no, que por distracción me dieron en el ojo, que ya se imagina lo que pasa.El miedo a la reacción de los demás puede afectar mí vida

Ahora, como el que me inchó el ojo, era un joven que se la daba de peleador, boxeador, incluso le había pegado a la mayoría del curso, por eso todos lo respetaban, pero eso fue hasta que me inchó el ojo. Para ser honesto, en ese tiempo solo vi lo que pasó, pero nunca lo que dio como resultados, que solo me di cuenta, cuando había pasado algunos años.

El miedo a la reacción de los demás

El resultado de esta pelea, fue que es chico dejó de pegarle a los demás, lo peor, es que se sentía tan mal, el saber que el mas tonto se paró, o sea, yo. Cierto día, lo encontré en la cancha de futbol, sentado sobre una piedra, mirando para el infinito y él no era así, me acerqué y le hice conversa, ahí fue que me di cuenta que aunque me había pegado, él perdió la pelea, luego de conversar un poco, lo saqué de ese estado deprimido que estaba.

El efecto optimo que salió de ese ojo hichado, fue que nunca más, me buscaron para hacerme bromas, o reírse de mí, que hasta ese momento, no había entendido por qué, pero todo se dió porque supe pararme en el momento adecuado, que si no lo hago, hasta ahora hubiera sido presa fácil de los abusivos. Ahora, hay casos que no pueden reaccionar como lo hice, por el miedo a la reacción.

Esto quiere decir que tienen miedo a ser castigado, si es que dices algo o miras mal, que desde luego eso está en el inconsciente de cada persona. Por eso, toma atencíon a lo que se dice en este vídeo, para que entiendas lo que pasa.

Si te pasa algo, no te quedes callado y más si no sabes que hacer. Muchas veces, las personas tienen cierto recelo, de hablar ante los demás, en unas ocasiones es por vergüenza, en algunos casos por timidez o si no por miedo a una reacción de las personas.

El miedo a la vergüenza

La vergüenza, la timidez y el miedo son diferentes en todo sentido, porque esto depende mucho de las circunstancias, y de en qué posición está la persona, que ha padecido algún problema. Por lo general, la mayoría que se queda callado, son niños a mucho adolescentes.

Esto no quiere decir que en adultos no hay casos, en que han preferido quedarse callado, ante una situación de atentado personal, si lo hay, pero estos casos se ven más en adultos, que han sido victimas en su tiempo de niñez, puede ser maltrato infantil o bullying en la escuela.

Si lograron pasar a la etapa de adultos, debe ser porque alguien intervino, pero esta ayuda más es física, que emocional, porque el daño quedó. Todo niño que sufre los ataques de otros niños, es porque estos niños (los que atacan) fueron sometidos por los padres.

No necesariamente tiene que ser abusado, basta con que lo traten al grito o con dureza, sin darle la oportunidad, que pueda decir algo de lo que el piensa. Este niño crece con el temor de pararse recto y mirada al frente, lo peor que llega a pensar, es que está bien lo que ha pasado, sin mediar que los resultados de su comportamiento, no es lo que debería ser.

Muchos padres piensan que al tratarlos así, están consiguiendo respeto y es lo contrario, porque basta que alguien lo aconseje, pero de una forma, que no lo hacen los padres, ese niño si no se revela en ese momento, lo hará cuando se sienta grande y fuerte.

Cuando pasas a ser víctima

Cuando no sucede así, es que pasa a ser víctima de los patanes, que son sometidos también por sus padres, pero con la diferencia, que los empujan a que sean igual que ellos, es decir, es una cadena que se pasa de padres a hijos, hasta que alguien la rompa.

Si alguien se queda callado por vergüenza, en el mayor caso es por ataques físicos de tipo sexual, sea hombre o mujer. No hay que olvidar de aquellos, que si tienen el coraje de hablar, por el hecho que si hay comunicación con sus familiares, pero callan.

Ahora, ¿Por qué lo hacen? Es por temor o miedo, porque después del abuso, fueron amenazados de muerte y no para ellos si no, hacia su familia. . Por lo general, el que amenaza es un cobarde y son muy pocos, los que se atreven a cumplir y lo hace, cuando sabe que puede.

En estos casos, si el amenazante sabe que la familia, de la persona, no es de cuidado, o no son de los que pueden reclamar, se lanza a cualquier visita, pero basta que alguien se le pare al frente, aunque tenga miedo, pero sin dar a notar, el cobarde se retira.

No te quedes callado cuando te suceda algo, lo que sea, siempre ten la confianza de hablar, que nadie es tonto ni bruto al saber, que algo te está pasando y te vayan atacar también. Los padres aman a sus hijos y que no sepan, como demostrarlo, no es para que los dejen solos.

¿Por qué los niños no hablan cuando son atacados?

Por lo general, los niños son vulnerables porque carecen, en su mayoría, de conocimientos básicos, de cómo reconocer a una persona, que tiene malos instintos. Cuando son atacados se asustan tanto, porque en su cerebro, no hay palabras para ponerlas en orden, y comprender lo que ha pasado.

Esto es aparte del miedo, que sienten ante una amenaza, pero de igual, todo gira al rededor que los padres, no dejan que el niño coja confianza ante las palabras, de paso como el padre no lee, ellos tampoco lo hacen, a menos que lo obliguen, pero eso no sirve.

La lectura es un arma secreta cuando están en peligro, toda persona tiene palabras en su interior, cuando entró en su tiempo cuando leyó, cuando no tiene que decir, es porque no las tiene, así de simple. Nadie sabe el arma que tiene, hasta que lo prueba y yo lo hice hace un tiempo.

Hace uno 12 años, fui víctima de un secuestro que no se cumplió, ¿Por qué? Me acorralaron tres o cuatro tipos de buena estatura, pero no pudieron llevarme, soy bajo de estatura y ellos podían meterme en el vehículo, con mucha facilidad, pero no pudieron, ¿Por qué?

Una buena pregunta, que muchos no creen por eso les digo, que el arma perfecta es la lectura, que no sabe que la tiene, hasta que la necesita. Eso fue que utilicé y no grité, no lloré, no utilicé fuerza física, solo fue lo que tenía guardado en mi cerebro, palabras.

El poder de las palabras bien puestas

Las palabras tienen fuerza cuando las sabe utilizar, por esto, los padres deben dar ejemplo, leyendo pero con interés, sus hijos al ver, copian lo que hacen los padres y verán que sus hijos, llegan a tener una excelente capacidad y no callarán cuando deban hablar.

Por lo general, un niño que lee no es fácil, que caiga en cualquier juego malicioso, de alguien que tenga malas intenciones. Un niño que lee no tiene miedo y ve más allá, que una persona adulta que no lo hace. Tomen atención que leer no mata, ni engorda, te hace muy fuerte.

Ahora no está por demás, que de vez en cuando haga ejercicios de fuerza, pero, si sabe usar las palabras, puede que salga avante, ante cualquier pelafustán que al tener una vida amarga, quiere que alguien pague por lo que le hacen. En todo caso, el niño abusador, siempre hace como que él fuera el adulto, y repite lo mismo que le hacen a él.

Todo niño debe aprender a mirar a los ojos, no como señal de rebeldía, si no, como de confianza. Hay que notar que un niño que tiene problemas, no mira a los ojos, por el mismo miedo que siente, puesto que el trauma es así, que asocia las circunstancias de lo actual con lo que ya pasó, por eso, debe aprender a mirar a los ojos.

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