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El mismo fango de siempre es una forma de expresar lo que se siente cuando se trata de salir de algo en que se encuentra mal, por mucho que haga siempre cae en algo parecido o peor. Esto puede tener sus bases ya sea en creencias, merecimientos o por cuestiones de cadenas, posiblemente muchos no hayan escuchado o leído sobre el tema.
Las creencias interfieren mucho en el éxito de una persona ya que entra en función el poder de la mente, con la diferencia que es en contra. En este caso si usted piensa que no puede conseguir un mejor empleo, pues eso es lo que tendrá porque lo ha pedido ahora, ¿Cómo una persona puede pedir un mal empleo y no poder conseguir algo mejor?
Muchas veces esto se forma en la mente de una persona por circunstancias o experiencias vividas en tiempos lejanos, en los cuales nos enseñaron que las cosas funcionan de la forma en la que aprendimos y no cómo se supone que debe ser.
El mismo fango de siempre
Tener una creencia en la que nos dice que no podemos hacer, lo que otros hacen con facilidad, es perjudicial. El problema se transforma en algo letal cuando usted transmite sus creencias a los que le siguen, como en este caso a sus hijos.
Ahora seguimos con el merecimiento, generalmente esto funciona porque tiene su apoyo en la ya conocida creencia, el caso es que usted está convencido inconscientemente de que usted no merece tener un buen vehículo.
Como también puede ser una buena casa y se conforma con lo que usted cree que es para usted, por mucho que piense en salir de la situación en la que está, siempre estará presente el mismo fango de siempre, o sea, que se antepone la imagen mental de que no es para usted aunque diga que quiere salir de ahí.
Esto es inconsciente y usted no se da cuenta, es más, si alguien le encara lo que está pasando es seguro que se puede hasta molestar por lo que le dicen, porque no lo va a creer pero si cree que no es para usted un cambio de vida, por lo tanto siempre estará en dando vueltas en lo mismo, incluso puede llegar a convencerse de que la vida es así y nadie la puede cambiar.
Las cadenas, esto es algo que lo conocí hace unos cuatro años y justamente porque atendí a una ejecutiva de un banco, la cual me explicaba que toda la generación de su familia a trabajado para bancos pero nunca han pasado ese límite, las razones de que siempre han sido empleados bancarios pero nada más, es sencilla.
Las cadenas de vida
Cada padre le dice a su hijo «Tienes que ser un buen empleado» y eso es lo que hacen, ser un buen empleado porque no hay uno en más de cien años que haya llegado a gerente, en la actualidad ya nadie menciona que sean empleados al extremos que instalan negocios, pasa un tiempo y después ya están pidiendo empleo en un banco.
Detectar una cadena es fácil, si usted tiene una situación en la que no sabe por qué le está pasando y por más que intenta siempre cae en lo mismo, con mucha más razón si es económica, siéntese cómodamente y respire muy profundo una tres veces y después empiece a revisar la vida de toda su familia.
Hermanos, tíos, abuelos y si puede de sus bisabuelos, observe que hay de relación en lo que usted vive en este momento, porque sólo así usted se dará cuenta si arrastra una cadena, pero lo bueno de esto es que si se puede cortar sólo depende de usted, ¿Por qué depende de usted? Es simple, porque usted es el que se dio cuenta, así que póngase manos a la obra y ya no caiga en el mismo fango de siempre.
¿Por qué uno cae en el mismo sistema de problemas de vida?
La repetición de los mismos problemas en la vida es un fenómeno que muchos experimentan, y las razones detrás de esto pueden ser complejas y multifacéticas. Es un patrón que se manifiesta en diversas áreas como relaciones, trabajo, finanzas, salud y bienestar emocional.
Para entender por qué alguien puede caer una y otra vez en las mismas dificultades, es importante considerar tanto los factores internos como externos que influyen en este ciclo. Uno de los elementos más poderosos que pueden llevar a la repetición de problemas es el sistema de creencias.
Las creencias profundas que una persona tiene sobre sí misma, sobre los demás y sobre el mundo pueden actuar como una especie de «guía» que dirige sus acciones y decisiones, muchas veces de forma inconsciente.
Por ejemplo, si una persona cree que «no merece ser feliz» o que «todas las relaciones acaban mal», es probable que, sin darse cuenta, actúe de manera que esas creencias se conviertan en una realidad.
Esta creencia puede haber sido formada en la infancia, influenciada por la familia, la cultura o experiencias pasadas, y se convierte en un filtro a través del cual la persona percibe el mundo. Estas creencias limitantes no solo afectan la percepción, sino también el comportamiento.
La mente humana busca coherencia entre lo que cree y lo que experimenta. Esto significa que si alguien tiene la creencia de que no es digno de amor, es posible que se involucre en relaciones que refuercen esa idea, eligiendo parejas que no lo valoran o no lo respetan.
El mismo principio se aplica a otros aspectos de la vida, como el trabajo o la salud. Si una persona cree que «siempre fracasa en todo», es probable que evite tomar riesgos o se autosabotee en situaciones que podrían llevar al éxito.
Las creencias decisiones y acciones
Estas creencias son poderosas porque operan a un nivel inconsciente, por lo que la persona puede no estar completamente consciente de cómo están influyendo en sus decisiones y acciones. Otro factor importante a considerar es la falta de autoconciencia.
Muchas personas no se dan cuenta de los patrones que repiten una y otra vez en sus vidas. Esta falta de consciencia puede deberse a una serie de razones. En primer lugar, puede ser que simplemente nunca hayan aprendido a reflexionar sobre sus experiencias de una manera que les permita identificar estos patrones.
Vivimos en un mundo que a menudo valora la acción rápida sobre la reflexión profunda, y muchas personas están tan ocupadas que no se toman el tiempo para analizar por qué ciertas cosas siguen ocurriendo de la misma manera.
Sin una reflexión consciente, es fácil caer en el hábito de repetir comportamientos sin cuestionar por qué lo hacemos. Además, la falta de autoconciencia puede estar relacionada con el miedo a enfrentar ciertas verdades incómodas sobre uno mismo.
A veces, es más fácil culpar a las circunstancias externas o a otras personas por nuestros problemas que aceptar nuestra propia responsabilidad en ellos. Sin embargo, cuando evitamos mirar de cerca nuestras propias acciones y decisiones, renunciamos a la oportunidad de cambiar.
La autoexploración puede ser un proceso doloroso, ya que implica enfrentarse a aspectos de uno mismo que no son agradables, como inseguridades, miedos, o errores pasados. Pero sin este tipo de introspección, es difícil romper el ciclo de problemas recurrentes.
La zona de confort
Otro aspecto que puede llevar a la repetición de problemas es la comodidad en lo familiar. A pesar de que una situación problemática puede causar sufrimiento, si es algo que una persona ha experimentado durante mucho tiempo, puede sentirse extrañamente segura en esa situación.
Esta es una forma de lo que se llama la «zona de confort», donde lo conocido, aunque sea doloroso, es preferible a lo desconocido, que puede resultar aterrador. Esta tendencia a aferrarse a lo familiar se llama a veces «auto-sabotaje», ya que la persona, de forma consciente o inconsciente, crea situaciones que refuercen los patrones que ya conoce.
Por ejemplo, alguien que ha crecido en un entorno conflictivo puede sentirse atraído por relaciones igualmente conflictivas porque, en un nivel profundo, eso es lo que le resulta familiar y, por ende, seguro.
La programación temprana y las experiencias de la infancia también juegan un papel fundamental en la repetición de problemas. Desde una edad temprana, los seres humanos aprenden cómo funcionan las relaciones, cómo deberían comportarse y lo que deben esperar del mundo que los rodea.
Estas lecciones se graban profundamente en la psique y pueden influir en el comportamiento mucho después de haber olvidado conscientemente esas experiencias. Por ejemplo, si un niño crece en un hogar donde el amor es condicional o se basa en el rendimiento, puede pasar su vida adulta buscando validación y aprobación de maneras que no siempre son saludables.
Puede aceptar trabajos que no le gustan solo para ganar la aprobación de otros o permanecer en relaciones que no son satisfactorias porque cree que es lo que debe hacer para ser aceptado. Otro factor a considerar es el papel del inconsciente en la toma de decisiones.
En resumen
La razón por la que una persona puede caer en el mismo sistema de problemas de vida se basa en una combinación de creencias limitantes, falta de autoconciencia, comodidad en lo familiar, programación temprana, influencia social y emocional, y fuerzas inconscientes.
La repetición de problemas no es necesariamente una cuestión de falta de capacidad para cambiar, sino más bien una falta de comprensión de las fuerzas que están en juego. Al volverse más consciente de estos factores y trabajar activamente para cambiarlos, es posible romper el ciclo y crear una vida más satisfactoria y alineada con los verdaderos deseos y necesidades del individuo.
Hola,
Si veo por dónde viene mi fango, tego las 3.
Si es por creencias, veo que estoy en este estado no deseado, esto quiere decir que creo por inconsciencia que esto es bueno para mi, aunque quiera otra cosa.
Si es por merecimiento, podría decir conscientemente, me pregunto a mí mismo: Me merezco esto ? Conscientemente digo: No. Pero al mantenerme en este estado, veo que no es así.
Si es por cadena, para qué decir, ninguno de mis familiares fue exitosos, o por lo menos no me ensearon a serlo, no lo aprendí por inconsciencia ni conscientemente. Había uno que otro «tio rico» pero mas que ese apodo no me sirvió de nada porque nunca me enseñó nada ni yo pude aprender cómo se hizo «tio rico».
Cómo saber cual es la predominante o realmente si las 3 están actuando. ?
Hola, en tu caso tienes las dos primeras pero para lo que te conocí, ya es muy poco, en cambio con la tercera, tu solo te la adjudicas por estar fijándote en las penas, tristezas y de paso la envidia que sientes por los que si tienen, si no fuera así, no te estuvieras fijando en lo que no tienes. Ahora ¿Cómo saber cuál es la que predomina? Para eso hay que investigar de una en una hasta comprobar cuál es la que te hace sentir lo negativo y eso no se hace en una hora.
Gracias por el comentario
Roberto Sanahuano
Programador Neuro-Lungüista
Terapias cambios personales