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El poder de la recomendación. No hay duda que el poder de la recomendación es totalmente insuperable, claro que también tiene su parte negativa y eso es que no digan nada o lo peor es que digan todo lo contrario, sólo por el hecho de que no les pareció bien.
Dicen los expertos que la recomendación más poderosa es la que se hace de boca a boca, y que es más barata. Pienso que todo se basa en una conversación, es decir, si usted compró un artículo por decir un televisor que aunque le pareció caro, se ha dado cuenta de los beneficios del servicio que presta.
Por lo tanto, piensa que ha hecho una excelente compra y quiere que todos lo sepan (parte de su ego) entonces, busca la mínima oportunidad para comunicarles a sus amigos. Desde luego que lo que va a decir sobrepasa los esquemas de lo que en verdad es.
En todo caso, su versión de lo que está pasando es con una versión de 2.0, por lo tanto, los que escucharon se ponen a pensar «¿Será cierto tanta maravilla?» y la curiosidad que sumado en algo a envidia, hace que quiera tener lo que su amigo ha contado.
Sin querer se ha creado una publicidad muy poderosa basado en el poder de la recomendación, que aunque no lo digan «Te recomiendo» ya lo han hecho en el momento que dice, que lo que ha comprado es lo mejor, entonces se originó lo que se llama el boca a boca.
El poder de la recomendación
La comunicación efectiva es tan poderosa que si no la sabe manejar perdería muchas oportunidades. Hace algunas semanas, hubo un comentario en Twitter sobre los códigos HTML 5 y cómo yo no sabía de qué se trataba, hice una broma.
El resultado de eso, fue que salieron por ahí defensores de los códigos que incluso, me comunicaban sobre las cualidades sobresalientes y que es, tecnología muy por encima del 2.0 sin dejar de lado, que es mucho más fácil de usar.
Cómo en mi caso, siempre utilizo Dreamweaver pero no sabía que había una nueva versión, ahora la comunicación se centró en lo bueno del producto, hasta que me llegó la curiosidad, ¿Acaso me quedé quieto con eso? Nooo claro que no.
Entonces empecé a buscar de qué se trataba, hasta que me convencí del poder de la recomendación, que en este caso no fue de boca a boca. El medio utilizado en este caso fue de palabras a palabras ya que fue por intermedio de Twitter.
Por lo tanto, no tuve más remedio que comprar y comprobar si lo que dicen es cierto. Lo malo es que no la puedo pasar a mi otra computadora, porque es para 64 bit pero me conformo con trabajar con mi lap top.
De que si funciona la recomendación, claro que sí, lo único malo en esto es que si usted hace tonterías y por muy pequeña que sea, la recomendación negativa va a ser demoledora. Aprovechen el poder de la recomendación.
¿Qué hace que alguien quiera recomendar algo?
La decisión de recomendar un producto o servicio no es algo que todas las personas tomen de la misma manera. Mientras que algunos consumidores experimentan sus compras de manera privada, disfrutando de los beneficios para sí mismos sin sentir la necesidad de compartir sus opiniones, otros parecen tener una inclinación natural a hablar de sus experiencias y hacer recomendaciones a quienes los rodean.
Esta diferencia en el comportamiento es algo que ha intrigado a los expertos en marketing, psicología y comportamiento del consumidor durante años, ya que entender qué motiva a una persona a recomendar algo puede tener un impacto significativo en la estrategia de promoción de las marcas.
La recomendación de productos o servicios es una forma de comunicación interpersonal que tiene un peso considerable en el mundo de los negocios. Se ha comprobado que el boca a boca es una de las formas más efectivas de marketing, ya que los consumidores tienden a confiar más en las opiniones de amigos, familiares o incluso de conocidos que en la publicidad tradicional.
Pero, ¿Qué lleva a una persona a compartir sus experiencias con otros? ¿Es simplemente el deseo de ayudar, o hay motivos más profundos detrás de esta acción? Para comprender mejor este fenómeno, es útil explorar las motivaciones que pueden llevar a una persona a recomendar un producto o servicio.
Una de las razones más comunes es la satisfacción personal. Cuando alguien tiene una experiencia positiva con una compra, ya sea un producto que superó sus expectativas o un servicio que le brindó un valor excepcional, puede sentir un impulso natural de compartir esa experiencia con otros. En estos casos, la recomendación no es tanto un acto de autopromoción como una expresión genuina de satisfacción.
La motivación de la empatía
La persona que recomienda quiere que otros también disfruten de lo que ella considera una gran experiencia, y es un acto que puede estar motivado por la empatía y el deseo de compartir algo bueno.
Otra motivación clave detrás de la recomendación es el sentido de comunidad y pertenencia. Compartir experiencias y opiniones sobre productos o servicios es una forma de conectar con otras personas y de fortalecer los lazos sociales.
En este sentido, recomendar algo no es solo un acto de generosidad, sino también una forma de interactuar con los demás, de iniciar conversaciones y de establecer un terreno común. Cuando una persona recomienda un restaurante, un libro, una película o incluso una aplicación, no solo está compartiendo información, sino que también está creando una oportunidad para la interacción social y el intercambio de ideas.
Sin embargo, no todas las recomendaciones están motivadas únicamente por la satisfacción personal o el deseo de conectar con los demás. Hay casos en los que la recomendación puede tener un componente de autopromoción.
Las personas a menudo se sienten bien al ser percibidas como expertos en ciertos temas o como personas informadas que tienen algo valioso que aportar. Al recomendar algo que consideran bueno, pueden estar buscando validar su propio juicio o su capacidad para identificar calidad, y esto puede darles un sentido de orgullo o satisfacción.
Esta necesidad de ser reconocido como alguien con buen gusto o con un criterio confiable puede ser una motivación poderosa para muchas personas. Además, existe el fenómeno del altruismo. Algunas personas recomiendan productos o servicios porque realmente quieren ayudar a los demás.
La diferencia en las recomendaciones
Esto es especialmente cierto en situaciones en las que la recomendación puede hacer una diferencia significativa en la vida de otra persona, como sugerir un médico competente, un abogado confiable o un recurso que puede resolver un problema.
En estos casos, la motivación para recomendar no tiene que ver con obtener un reconocimiento, sino con el deseo de hacer el bien y contribuir al bienestar de otros. En el ámbito del marketing y las redes sociales, la recomendación de productos ha evolucionado significativamente, y cada vez más personas se ven impulsadas a compartir sus opiniones debido a incentivos externos.
Las marcas han desarrollado programas de recomendación y marketing de influencia que recompensan a las personas por hablar bien de sus productos. Este tipo de incentivos puede incluir descuentos, recompensas monetarias o incluso productos gratuitos, lo que añade otra capa de complejidad al comportamiento de recomendación.
En estos casos, la motivación puede estar impulsada no solo por la satisfacción personal o el deseo de ayudar, sino también por el beneficio económico. Sin embargo, es importante distinguir entre recomendaciones auténticas y aquellas que están motivadas por incentivos externos.
Las recomendaciones genuinas tienden a tener un mayor impacto porque son percibidas como más confiables. Los consumidores son cada vez más conscientes de las tácticas de marketing y pueden ser escépticos cuando sospechan que una recomendación está motivada por intereses personales más que por una experiencia real.
Otro factor que influye en la tendencia a recomendar es la personalidad del individuo. Algunas personas son naturalmente más extrovertidas y disfrutan compartiendo sus opiniones y experiencias, mientras que otras son más reservadas y prefieren mantener sus descubrimientos para sí mismas.
Las personas que tienen una alta necesidad de estimulación social y que disfrutan siendo el centro de atención pueden ser más propensas a hacer recomendaciones como una forma de iniciar interacciones sociales y de hacerse notar.
Por otro lado, algunas personas pueden ser reacias a recomendar algo por temor a que su recomendación no cumpla con las expectativas de la otra persona. En estos casos, la preocupación por el juicio de los demás o el miedo a ser responsables de una mala experiencia puede inhibir la recomendación.
Estas personas pueden preferir no arriesgarse a que su reputación se vea afectada si el producto o servicio no resulta ser tan bueno como lo esperaban. La psicología detrás de las recomendaciones también está influenciada por el concepto de reciprocidad.
Cuando alguien recibe una recomendación que resulta ser útil, puede sentirse en deuda con la persona que la hizo, lo que aumenta la probabilidad de que ellos mismos hagan recomendaciones en el futuro como una forma de devolver el favor.
Este ciclo de reciprocidad puede ser un motor poderoso para el boca a boca, ya que crea un entorno en el que compartir experiencias se convierte en una norma social. No podemos ignorar el papel que juegan las emociones en la decisión de recomendar.
Las experiencias que generan emociones fuertes, ya sean positivas o negativas, son más propensas a ser compartidas. Una experiencia excepcionalmente buena puede motivar a alguien a recomendar un producto porque desea compartir esa emoción positiva con los demás, mientras que una experiencia extremadamente negativa puede motivar a alguien a advertir a otros para que eviten el mismo error.
En ambos casos, la intensidad de la emoción es un factor clave que impulsa la acción. También es relevante considerar el impacto de la identidad personal en la recomendación.
En conclusión
Las personas pueden ver la recomendación de ciertos productos o servicios como una extensión de su identidad. Por ejemplo, alguien que se considera a sí mismo un experto en tecnología puede sentirse impulsado a recomendar dispositivos electrónicos innovadores, ya que hacerlo refuerza su autoimagen como una persona conocedora y actualizada en ese campo.
En este sentido, la recomendación no es solo una expresión de satisfacción o altruismo, sino también una afirmación de quién es la persona y cómo quiere ser percibida por los demás. La decisión de recomendar un producto o servicio está influenciada por una combinación de factores que incluyen la satisfacción personal, el deseo de ayudar, la necesidad de interacción social, el interés por el reconocimiento y, en algunos casos, los incentivos externos.
La personalidad, las emociones y la identidad personal también juegan un papel crucial en este proceso. Si bien algunas personas recomiendan productos simplemente para hacerse notar, en muchos casos la motivación es más compleja y está profundamente arraigada en el deseo de conectar con los demás, compartir experiencias y contribuir al bienestar de quienes las rodean. El acto de recomendar es una expresión de la naturaleza humana, reflejando tanto nuestras necesidades individuales como nuestro deseo de interactuar y ser parte de una comunidad.