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El progreso mediante el ahorro. Si todos supieran que el progreso mediante el ahorro es verdadero, es fijo que la economía mundial estaría regulada por las decisiones del mismo pueblo y no, como se lo hace en la actualidad, es decir, las grandes empresas deciden por todos lo que deberían comprar y cuando, prácticamente somos siervos y esclavos a la vez de sus decisiones.
Tengo entendido que la economía mundial se mueve y genera ganancias por el hecho de que todos compramos así no queramos, pero para que eso funcione nos crean una necesidad y por tal tenemos que suplirla porque sino es así, algo en nuestro interior se desestabiliza o nos crea un vacío.
Por lógica, nosotros no podemos estar con ese desnivel y peor con algo que sentimos que nos falta por lo tanto tenemos que llenar o nivelar para que nuestro interior (Ego) esté en paz. Todo estaría bien si el dinero no fuera un mal necesario, es decir, que todo se lo pueda adquirir a la antigua como se lo hacía con el intercambio o trueque. Claro que con el tiempo se empezó a utilizar el oro.
Lamentablemente este sistema no funciona desde que ha alguien se le ocurrió crear los papelitos en el cual decía que dicha persona tenía su respaldo en oro en algún lugar, por lo tanto ese papel tenía un valor de intercambio, a lo que con el tiempo se lo conoce como dinero y todo porque nadie quería andar cargando el oro para hacer pagos de alguna compra, debido al peso.
¿Cómo se va el dinero?
Desde hace algunas décadas atrás, nos bombardean con publicidad por lo que nos incitan a estar en onda o en moda (lo que prefieran ya que el efecto es el mismo) pero como el dinero que se gana y hablo de pueblo el cual es el que hace las mayores compras, tipo trabajo de hormiga o sea que cada quién hace su compra y eso multiplique por los millones de compradores ¿Cuánto es a nivel mundial?
El hacer compras no es problema, el problema es, ¿Dónde está el dinero para dicha compra? En vista que no alcanza lo que se gana, entonces se inventó el crédito ¡Oh sorpresa, qué buena que es la gente que nos ayudan para que le compremos! Pero, hay un pequeño problema, el crédito no es gratis por lo tanto el valor del bien que se compre pasa a un valor mayor y con esto se convierte en una deuda que para algunos es igual a ganancias.
Ahora cómo esto funciona así, siempre se está debiendo a alguien sea esta una empresa o persona cualquiera pero el caso es que el dinero sigue sin alcanzar el objetivo esperado, como es una libertad financiera. Por esta razón y no sé cuántas más es que la economía mundial funciona y cada vez es más alta.
Ahorrar puede parecer una tarea sencilla, pero a menudo se convierte en un desafío debido a diversos factores que afectan la gestión del dinero. Una de las razones más comunes por las cuales el dinero se escurre es la falta de un presupuesto claro.
Sin un plan financiero que detalle ingresos y gastos, es fácil perder la pista de a dónde va el dinero. Las compras impulsivas y los gastos no planificados pueden acumularse rápidamente, dificultando el ahorro.
El ahorro y las compras compulsivas
Las compras impulsivas son otro gran enemigo del ahorro. Las promociones y ofertas irresistibles pueden llevar a adquirir cosas innecesarias. Esto, sumado a la influencia de la publicidad, que constantemente nos incita a gastar, puede hacer que olvidemos nuestras metas de ahorro.
Además, los gastos recurrentes, como suscripciones a servicios de streaming, telefonía móvil o membresías, pueden absorber una parte considerable del ingreso. Aunque cada gasto individual puede parecer pequeño, su acumulación puede obstaculizar la capacidad de ahorrar.
Muchas personas no se dan cuenta de cuánto gastan en estos servicios hasta que revisan su estado financiero. Las deudas también juegan un papel crucial. El pago de intereses de tarjetas de crédito y préstamos puede consumir una parte significativa de los ingresos mensuales.
Esto no solo limita la cantidad de dinero disponible para ahorrar, sino que también genera un ciclo de estrés financiero que dificulta aún más la acumulación de ahorros. Otro factor a considerar son los gastos imprevistos.
Emergencias como reparaciones del hogar, gastos médicos o problemas del automóvil pueden surgir en cualquier momento y desbaratar incluso el plan de ahorro más sólido. La falta de un fondo de emergencia aumenta la presión financiera, ya que muchas personas recurren a créditos o préstamos para cubrir estas sorpresas.
Por último, las expectativas sociales pueden influir en los hábitos de gasto. La presión de mantener un cierto estilo de vida, como tener el último modelo de teléfono o salir a cenar con frecuencia, puede desviar el enfoque del ahorro. Muchas personas sienten la necesidad de mantener apariencias, lo que puede llevar a un gasto excesivo.
En resumen
El dinero se va debido a la falta de un presupuesto claro, las compras impulsivas, los gastos recurrentes, las deudas, los gastos imprevistos y las expectativas sociales. Para mejorar la capacidad de ahorro, es fundamental crear un plan financiero, reducir gastos innecesarios y establecer un fondo de emergencia para hacer frente a imprevistos. Reconocer estos factores puede ayudar a tomar decisiones más informadas y a construir un futuro financiero más sólido.
¿Para qué es el ahorro?
El progreso mediante el ahorro es factible porque entra en función una estabilidad emocional, es decir, que las personas dejarían de tener la necesidad de adquirir artículos sean estos lo que sean, siempre y cuando no sean importantes pero de verdad. El resultado de esto es que la gente empieza a practicar el ahorro.
Es raro lo que dicen los economistas porque si la gente deja de comprar para ahorrar, la economía caería por lo tanto habría pobreza, al menos yo no lo creo pero lo que si creo es que las grandes empresas regidas por los grandes millonarios, dejarían de tener grandes ganancias y el pobre tendría un mejor poder adquisitivo debido al ahorro.
Esto es simple, ¿Para qué voy a comprar algo ahora si lo puedo hacer después de un tiempo? Pero esto no es posible en la mente de los grandes porque usted tiene que deber a alguien y para eso, usted tiene que comprar ahora, aun así no tenga dinero porque para eso está el crédito y con esto el interés que deberá pagar. ¿Se dan cuenta como se regresa al mismo punto?
El progreso mediante el ahorro es posible porque usted ahorraría por cada dólar que le ingresa a su bolsillo por decir un 10%, por lo tanto de cada dólar usted separa 0.10 centavos que no es nada pero si esto lo hace continuo y durante todo un año, se dará cuenta de cuánto ha ahorrado.
Sin ahorro no hay inversión
Esto no queda ahí, porque se necesita que usted no toque un solo centavo de ese dinero durante el tiempo ya establecido. Cuando haya llegado el momento usted deberá invertir ese dinero en algo productivo, preferible en algo pequeño para que usted se vaya acostumbrando a su nueva modalidad de vida y más que todo al control emocional de no gastar dinero porque otros le dicen que lo haga.
En mi caso lo he puesto en práctica y funciona y mucho más si a eso le añade parte de las ganancias de su inversión al nuevo ahorro del nuevo año. Lo único que se deben cuidar es que muchas personas que ponen en práctica, pierden por un momento la sensatez y empiezan a gastar dinero, sin darse cuenta que ese dinero es solo para su beneficio personal pero a largo plazo y no para que lo despilfarre por un simple antojo.
En cierto modo el dinero es muy celoso que si no lo cuida se le va, con esto no quiero decir que lo agarre con fuerza, no, no es así porque usted lo puede soltar solo cuando sea necesario y sin pena. El progreso mediante el ahorro es muy eficiente pero debe hacerlo con responsabilidad y madurez.
¿El ahorro nace o se aprende?
El ahorro puede considerarse tanto una habilidad innata como un aprendizaje adquirido. Desde una perspectiva innata, algunas personas pueden tener una predisposición natural hacia el ahorro, siendo más disciplinadas y conscientes de la importancia de gestionar sus recursos desde una edad temprana.
Sin embargo, esta tendencia no es exclusiva; muchas personas desarrollan hábitos de ahorro positivos a lo largo de su vida. Por otro lado, el ahorro se puede aprender y cultivar a través de la educación y la experiencia.
Desde la infancia, la influencia de los padres y el entorno juega un papel crucial. Aquellos que crecen en hogares donde se fomenta la cultura del ahorro tienden a adoptar comportamientos financieros responsables.
La educación financiera formal también es fundamental; aprender a presupuestar, comprender el valor del dinero y establecer metas de ahorro son habilidades que se pueden enseñar.
Además, las experiencias de vida, como enfrentar dificultades económicas, pueden motivar a las personas a adoptar prácticas de ahorro más estrictas. La autodisciplina y la toma de decisiones conscientes son habilidades que se pueden desarrollar con el tiempo.
En conclusión, el ahorro no es solo un rasgo innato; también es una habilidad que se puede aprender y perfeccionar. La combinación de predisposición natural, educación y experiencias de vida determina en gran medida la capacidad de una persona para ahorrar de manera efectiva.