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El resentimiento personal. Es muy difícil que alguien se dé cuenta de si tiene un resentimiento personal, aunque puede que admita que no se lleva con tal o cual persona. Es muy raro que alguien admita esa clase de emociones, que en el fondo son negativas. En todo caso, cada quien puede tener una opinión sobre este tema, ahora en mi caso, solo doy el mío.
Por tal razón y dado el caso es que no me rijo a las teorías, porque el ser humano es un universo y cada uno, tiene el suyo que se adapta a su conveniencia. Por lo tanto, desde mi punto de vista, el resentimiento personal es el triste sentir, de algo que aconteció y que no pudo tomar acción a su favor, con la diferencia, que es más profundo que un sentimiento común. Justamente eso es lo que hace daño cuando pasa mucho tiempo así.
Ahora, creo que todos hemos sentido el resentimiento personal, en algún momento de nuestras vidas. En un momento dije que no tenía como costumbre, regirme a los conceptos o teorías pre establecidas, por considerarlas algo mecánicas y que una o dos personas, no son los dueños absolutos de la verdad. Puesto que cada quién puede tener su versión, pero eso no quiere decir que sea acertado.
En todo caso, el resentido tiende a sufrir minutos de soledad e impotencia. Por lo general, esa actitud no dura mucho tiempo, pero no se olvida fácilmente y con mucha razón si se trata de humillación. Hay casos de personas, que no se han olvidado un resentimiento durante muchos años, que si no se dan cuenta, eso es lo que crea una actitud, que puede ocasionar serios problema emocionales.
El resentimiento personal
Ahora, cuando por circunstancias inesperadas, el agresor emocional desaparece, por lo tanto, el resentimiento que en apariencia queda olvidado, aparece en el momento que el agresor regresa al lugar, ¿Por qué pasa esto?
Pues es porque la persona en sí, ha guardado la ofensa porque creyó que ya no era necesario, al menos cuando se fue, pero cuando regresó, todo se activa en señal de defensa, pero también aparece el resentimiento que tiene en su mente.
Mientras esté viendo al agresor o alguien le recuerde su nombre, siempre tendrá la acción en sus ojos, por lo tanto, mientras más tiempo pase, más grande será el resentimiento. Hay casos en el que el ofendido llega a tomar acción agresiva, por el hecho de no seguir sintiendo lo mismo por más tiempo.
Esto puede llegar a mayores, si es que el ofendido no ha tenido tiempo de prepararse, para enfrentar al que le hizo daño, hay casos de personas que se auto eliminan, solo porque no soportan, el tener que seguir soportando la vergüenza o dolor emocional.
Hay personas que no tienen delicadeza para hablar, y sueltan lo que tienen en su interior, claro está que tiene una razón válida, pero no se dan cuenta, que no es lo que dicen, sino, cómo lo dicen. Todo ser humano tiene su lado sensible, así sea el más fuerte del mundo, pero esa persona fuerte sea hombre o mujer, puede enternecerse por un gesto de nobleza.
La magnitud del resentimiento, depende del grado de educación que tenga el ofendido, puesto que si es una persona culta, lo sabrá resolver en su interior o por lo menos, lo entenderá de la mejor manera.
Si no hay cultura mas resentido
Ahora, lo que no sucede con el que no lo es (educado) siempre tendrá su ego mancillado por delante, que justamente es lo que da las escenas de violencia, por el hecho que ellos no pueden quedarse con el honor mancillado.
Como también con una leve sonrisa de un niño, y con mucha razón de alguien a quién aprecia. Usted puede insultar a alguien, sin necesidad de decirles las peores groserías, que resultan más fuertes que un golpe de puño, en las partes más nobles del ser.
Si usted utiliza palabras apropiadas, y le dice lo que quiere decirle, en este caso, el que recibe las palabras quedará en posición inestable. Ahora, como no puede responder agresivamente, se quedará callado o tomará las cosas con calma, ya que usted no lo agredió ni de palabra ni de obra, y como ya saben, que para una pelea se necesitan de dos energúmenos, usted no fue el primero y él tampoco, a menos que sea un cavernícola, pero es muy raro en estos tiempos.
Antes de decirle algo a una persona, por favor no sea hiriente, mal intencionado, burlón y mucho peor, hacerle sentir que no es digno de algo, eso resiente a cualquier persona por mucho que sea culto y educado, ahora piense si esa persona puede ser rencorosa, ¿Qué podría resultar como producto de su acción? Y todo por el resentimiento personal.
Ahora, si lo quiero ver del lado bueno, si alguien me ofende, me doy cuenta que no tengo idea de lo que debo hacer, lo que quiere decir que, me falta mucho por aprender, en especial, cultura general, ya que eso me da para entender mi posición, o simplemente me ayudaría a poder enfrentar una acción así, de la mejor forma.
¿Por qué se crea el resentimiento en las personas?
El resentimiento es una emoción que surge cuando una persona siente que ha sido tratada injustamente o ha experimentado un daño emocional. Esta sensación puede venir de un evento en particular o de una acumulación de pequeñas ofensas a lo largo del tiempo.
El resentimiento no solo está ligado al dolor de la experiencia inicial, sino también al sentimiento persistente de amargura y falta de cierre. Es como una herida que no ha sanado, donde la persona sigue rumiando sobre lo que ocurrió, alimentando la sensación de injusticia y manteniendo vivo el malestar.
Una de las razones por las que el resentimiento se crea es la percepción de que uno ha sido víctima de una ofensa y que, de alguna manera, no se ha hecho justicia. Esto puede ocurrir en relaciones personales, en el trabajo, o en cualquier situación donde las expectativas de respeto y reconocimiento no se cumplen.
Cuando una persona siente que sus sentimientos o su dignidad no han sido respetados, puede aferrarse a esa experiencia negativa. Esta emoción se fortalece cuando la persona siente que no tiene el poder o los medios para defenderse o cambiar la situación, llevándola a internalizar el dolor y transformarlo en resentimiento.
Otro factor que contribuye al desarrollo del resentimiento es la incapacidad de expresar las emociones de forma saludable. Muchas personas, por diversas razones, no expresan su enojo, frustración o tristeza en el momento en que ocurre la ofensa.
Puede ser por miedo al conflicto, por intentar mantener la paz, o simplemente por no saber cómo comunicar sus sentimientos. Esta represión emocional puede provocar que esos sentimientos no expresados se acumulen, transformándose en resentimiento.
Los recuerdos refuerzan el dolor
La persona puede seguir repitiendo mentalmente la situación en su mente, reviviendo el dolor una y otra vez, lo que refuerza y agrava el resentimiento con el tiempo. El resentimiento también se relaciona con la percepción que una persona tiene de sí misma y de los demás.
Si alguien tiene una tendencia a pensar que el mundo es injusto o que siempre es tratado mal, es más probable que interprete las acciones de los demás como ofensas personales. En este sentido, el resentimiento puede estar ligado a creencias profundas sobre la vida y las personas, como la idea de que uno siempre recibe menos de lo que merece.
Esta mentalidad puede hacer que una persona sea más sensible a las ofensas y, por lo tanto, más propensa a desarrollar resentimiento. Ahora bien, ¿es posible que una persona tranquila no reaccione ante una ofensa? La respuesta es sí, aunque no es necesariamente fácil ni común.
Las personas que han desarrollado una gran estabilidad emocional y control sobre sus reacciones pueden ser capaces de no tomar las ofensas de manera personal. Esto no significa que no sientan el dolor o el malestar inicial, sino que tienen la capacidad de procesar esos sentimientos de una manera que no les afecte a largo plazo.
En lugar de quedarse atrapadas en la ofensa, son capaces de dejar ir el malestar y seguir adelante. Una persona tranquila, en este contexto, suele tener una fuerte inteligencia emocional, lo que le permite entender sus emociones y las de los demás, además de manejar esas emociones de forma constructiva. Estas personas suelen tener un alto grado de autocontrol, empatía y una perspectiva que les permite ver las situaciones de una manera más amplia y menos centrada en sí mismas.
El poder del perdón
Por ejemplo, pueden interpretar una ofensa como un reflejo de los problemas o frustraciones del otro, en lugar de tomarla como un ataque personal. Esto les permite no reaccionar con resentimiento, sino con comprensión o simplemente con indiferencia.
Otra clave para evitar el resentimiento es el perdón, no necesariamente hacia la otra persona, sino como un acto de liberación personal. Perdonar no significa justificar el mal comportamiento, sino dejar de aferrarse a la carga emocional que conlleva la ofensa.
Las personas que practican el perdón pueden liberar el dolor que los ata a la experiencia negativa, lo que les permite seguir adelante sin resentimiento. Esto no siempre es fácil, especialmente en situaciones de gran injusticia, pero es una herramienta poderosa para mantener la paz interior.
Además, la práctica de la atención plena o mindfulness puede ayudar a las personas a desarrollar una actitud más tranquila y resiliente ante las ofensas. Al ser conscientes del momento presente y aceptar las emociones sin juzgarlas, es posible reducir la tendencia a quedarse atrapado en pensamientos rumiantes que alimentan el resentimiento.
Esta práctica enseña a observar los pensamientos y emociones sin identificarse con ellos, lo que puede ayudar a desactivar la reacción emocional negativa antes de que se convierta en resentimiento.
En resumen
El resentimiento se crea a partir de la percepción de injusticia y de la incapacidad de procesar el dolor de manera saludable. Aunque algunas personas pueden ser más propensas a sentir resentimiento debido a su personalidad o experiencias de vida, es posible cultivar una actitud más tranquila y resiliente que permita enfrentar las ofensas sin desarrollar resentimiento. La clave está en la autoconciencia, el perdón y la capacidad de dejar ir el dolor para vivir de una manera más libre y equilibrada.
Hola yo acabó de leer todo el historial Y me gustó tengo una duda desde hace muchos años una chica que estaba enamorada de mi así como yo de ella pareciera que está Resentida conmigo todavía resulta que ella queria estar conmigo pero cómo se ve que no se Animó a decírmelo decidió darme celos con otra persona. Eso no funcionó lo único que ella logró con ésa actitud fue que yo tomará distancia de ella. Cuando tomé distancia de ella. Ella parece que me había comenzado a guardar rencor porqué unos meses después nos vimos pero la noté así como muy Enojada Conmigo. Le escribí varios mensajes un tiempo después pero solamente leyó mis mensajes y no me respondio. Ya pasaron tres Años casi cuatro y todavía la notó así como enojada conmigo siempre reacciona agresiva conmigo. No me deja ni acercarme. El 16 de febrero quise enviarle unas flores a su trabajo y reaccionó con una furia. Impresionante término ocultando sus publicaciones del face de la rabia que se agarró cada vez que le pregunté porqué motivo está Enojada y no me responde.
Hola, esto es claro que ninguna mujer soporta que la hagan de menos, ya que lo toman como si la hubieran escupido en la cara. Esto se da porque la mujer se ubica en un puesto de que son ellas las que deben ser buscadas, pero como no pasa o ni siquiera se han fijado en ella, es que se arriesgan a ser ellas las que se acercan pensando que el hombre no podrá resistirse (creen que el hombre nunca pude decir no), ahora como no sucede eso, les da una vergüenza de los mil demonios y eso es lo que hace que ellas se sientan humilladas. Al menos una mujer despechada es muy peligrosa que es preferible que tengas un problema con un hombre malo que con una mujer que se sienta humillada. Lo mejor que puedes hacer es ignorarla de lleno, ya que así ella entenderá que ya no tiene poder sobre ti y terminará bien alejándose o termina por olvidar el asunto. No te acerques si quieres evitar problemas futuros.
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Roberto Sanahuano
Programador Neuro-Lingüista
Terapias cambios personales