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La motivación es un motivo en acción, por lo tanto, el resultado de la motivación es rotundamente éxito. En el mundo existe la mediocridad gracias a que muchas personas piensan que todo se mueve si hay presión.
Esto, lamentablemente para esa personas ya no funciona, ¿A qué se debe? Se debe a que hace muchos años que ya dejó de existir la esclavitud. Sin esclavitud dejó de existir el amo y por tal ya no se puede tratar a las personas como se lo hacía en esos tiempos.
Que por fuerza del castigo debían hacer lo que ellos querían incluso, debían pensar según lo que ordenaba el gran señor, es decir, no podían tener pensamientos propios y debido a eso no podían decidir por su cuenta.
Con el tiempo y en vista que estaba prohibido el tener personas sumidas bajo un yugo de una persona, se creó un sistema que según algunos investigadores era lo mejor que se podía hacer.
Pero, nadie se percató que lo único que estaban haciendo es disimular su ego de mandamás, que en este caso, ya que no podían seguir ordenando lo empezaron hacer por intermedio de recompensas o castigo.
La motivación bajo presión
Esto es que si tú haces esto y me das el resultado que espero, te doy lo que tengo reservado solo para las personas que hacen lo que digo, ahora, si no lo haces o lo que hagas no me convence, te vas.
Este sistema, según algunos especialistas era lo mejor y que las personas iban a producir sin pensarlo. Bueno, en esto no hay que dudar que hasta ese momento era lo único que se sabía o se aprendía, por lo tanto, lo que se sacaba como resultado era lo mejor.
Nadie sabía hasta ese momento lo que era el resultado de la motivación. Pienso que ninguna persona se tomó la molestia de investigar si se podía hacer algo diferente. En el mundo nadie sabía lo que podía significar el resultado de la motivación.
Es más, ni siquiera se conocía dicha palabra «Motivación» esto es igual cuando no se sabía lo que era el estrés, de esta forma las personas vivían según lo que ellos creían pero, alguien inventó esta palabra y ¿Ahora? El estrés está en todos lados.
La diferencia entre la una y la otra es que la palabra estrés, genera mucho dinero en beneficios de unos cuantos especialistas, en cambio, la palabra motivación no genera mayor cosa, ¿Por qué? Pues porque no es rentable.
No es rentable que las personas estén bien emocionalmente, igual como guerra y paz ¿Cual es rentable? En estos momentos, «Se ha descubierto» que la motivación es tan rentable que no es negocio para muchos especialistas.
En buena hora que ellos no pueden tomar decisiones por todos. Durante mucho tiempo se creyó que si se recompensaba a las personas por tener una excelente actitud, sea esto en el trabajo o en la vida, el resultado debería ser excelente.
La presión emocional
En la realidad no es así, si tú das recompensa por algo, la persona que acepta se ve obligado a tener presión emocional, por querer hacer las cosas de la mejor forma que pueda, pero hay una diferencia y es que al haber presión hay descontrol y así, nunca el resultado puede ser excelente.
Ahora, como se dieron cuenta que las cosas no estaban funcionando bien que se diga, se acordó en que se iba a recompensar pero esta vez nadie iba a saber cuál era la recompensa, el resultado de esto fue que mejoró notablemente.
Claro es notable ya que la forma anterior, lo que se consideraba bueno quedó en el piso. Esto no quedó ahí, porque cada vez que se tenía una labor o trabajo siempre se espera que los resultados sean cada vez mejor.
Por esto es que se ha ido más allá de lo que se podía ver, sin darse cuenta que la fórmula secreta la teníamos en nuestras narices, tan cerca que no la podíamos ver. ¿Se han dado cuenta que si dan un abrazo a alguien que está apagado, enseguida se activa?
Desde luego que se activa y su semblante cambia, pues esto es una motivación inconsciente. Esto es lo que recién se ha descubierto o que se han dado cuenta los expertos, que si motivan las cosas se mueven con mayor rapidez.
En este caso si tú sabes motivar puedes conseguir muchas cosas y motivar es sencillamente dar un motivo de por qué deben hacer algo, sin llegar a ponerte como principal razón, en este caso, debes dejar que la persona encuentre su motivo pero con tus palabras precisas, dotado de algo de afecto hacia el que te diriges, esto es algo como mágico porque el resultado de la motivación es el éxito.
La motivación inconsciente
La motivación es el impulso que nos lleva a actuar, pero gran parte de lo que nos mueve no es siempre evidente. Existen fuerzas que operan en el inconsciente, influyendo en nuestras decisiones, pensamientos y comportamientos sin que seamos plenamente conscientes de ellas.
En este artículo, exploraremos qué es la motivación inconsciente, cómo se manifiesta y cómo puede afectar nuestra vida diaria. La motivación inconsciente se refiere a aquellos impulsos que influyen en nuestras acciones sin que estemos conscientes de ellos.
Estas motivaciones se originan en el inconsciente, una parte de nuestra mente que no controlamos directamente, pero que tiene un fuerte impacto en nuestras decisiones y comportamientos.
Las motivaciones inconscientes pueden tener diferentes orígenes. A menudo, las primeras experiencias de la vida, como la forma en que fuimos criados o situaciones traumáticas, pueden influir en nuestra motivación sin que lo notemos.
Estas experiencias pueden crear patrones de comportamiento que siguen actuando en la vida adulta. Las creencias profundas, formadas a lo largo del tiempo, pueden dirigir nuestras acciones incluso si no somos conscientes de ellas.
Por ejemplo, alguien que creció en un ambiente en el que se desvalorizaba la creatividad podría evitar actividades creativas, sin darse cuenta de que está motivado por esas creencias limitantes.
Los miedos que no reconocemos conscientemente pueden motivarnos a evitar ciertas situaciones o a actuar de manera defensiva. Estos miedos inconscientes a menudo están enraizados en experiencias pasadas que el individuo ha reprimido.
Cómo se manifiesta la motivación inconsciente
Aunque la motivación inconsciente no es evidente, se puede manifestar de diversas maneras en nuestra vida diaria. A menudo actuamos de forma automática sin preguntarnos el porqué. Estos comportamientos pueden estar influenciados por motivaciones inconscientes, como responder siempre de una manera determinada ante ciertos estímulos.
Algunas decisiones que tomamos pueden parecer racionales en la superficie, pero estar dirigidas por deseos o miedos inconscientes. Por ejemplo, una persona podría rechazar una oferta de trabajo muy prometedora debido a un temor inconsciente al fracaso.
A través de los sueños y las fantasías, nuestras motivaciones inconscientes pueden manifestarse. Los sueños a menudo reflejan deseos, miedos o conflictos internos que no se expresan directamente en la vida consciente.
La motivación inconsciente puede tener un profundo impacto en nuestras decisiones, relaciones y bienestar general. Los conflictos no resueltos o las inseguridades inconscientes pueden influir en cómo nos relacionamos con los demás.
Una persona podría sabotear una relación por miedo inconsciente a la intimidad o al abandono. Nuestras creencias inconscientes sobre nosotros mismos y nuestras capacidades pueden limitar nuestro éxito.
Alguien con una motivación inconsciente basada en la autocrítica puede evitar situaciones que lo expongan al juicio de los demás, limitando su desarrollo. La represión de emociones o deseos inconscientes puede generar ansiedad, estrés o depresión.
Identificar y trabajar con estas motivaciones puede mejorar el bienestar mental y emocional. Identificar las motivaciones inconscientes no es tarea fácil, pero es posible a través de varias técnicas y enfoques.
Prestar atención a los patrones repetitivos en la vida, especialmente aquellos que parecen difíciles de cambiar, puede ayudar a identificar motivaciones ocultas. La terapia emocional y técnicas como la Programación Neurolingüística (PNL) pueden ser útiles para explorar las motivaciones inconscientes. Estos enfoques permiten que las personas exploren sus creencias profundas y comprendan cómo influyen en sus comportamientos.
Los sueños
Los sueños pueden ofrecer pistas sobre los deseos y temores inconscientes. Al analizarlos, es posible descubrir aspectos de la motivación que no son evidentes en la vida consciente.
Practicar la meditación y el mindfulness puede ayudar a crear conciencia sobre los pensamientos y sentimientos que surgen del inconsciente, permitiendo que las motivaciones ocultas se hagan más visibles.
La motivación inconsciente juega un papel crucial en nuestras vidas, influyendo en nuestras decisiones, relaciones y bienestar de maneras que no siempre podemos ver. Reconocer y trabajar con estas motivaciones ocultas puede llevarnos a una mayor comprensión de nosotros mismos y a una vida más equilibrada y consciente.
Aunque no es fácil acceder a estas motivaciones, hacerlo puede tener un impacto transformador en cómo vivimos y nos relacionamos con el mundo. Ahora la otra parte es que si la persona empieza a darse cuenta que debe ver solo lo que tiene en mano, se le hará mas fácil el estar motivado, al menos así lo hago en mi vida, dejé de ver lo que antes tenía o lo que no tengo.