Indice de contenido
Estrechez en tiempos de vacas gordas. Para llegar a la libertad financiera hay pasos que hay que dar el cual son muy pocos que lo hacen, uno de ellos es la estrechez en tiempos de vacas gordas. Escribir sobre bonanza en la vida comercial de todo empresario es un tema que pocos tienen ese privilegio, ya que muchos han sido parte de una herencia o designación de un excelente puesto.
El caso es que no tienen idea lo que costó llegar al puesto al que han llegado por lo tanto significa disfrutar por el trabajo de otro. La estrechez en tiempos de vacas gordas es el claro ejemplo del ahorro, generalmente lo usual es que cuando hay dinero muchos se dan lujos, ya sea que compran vehículos para uso personal, casas, o simples objetos que en la realidad lo único para que sirven es para llenar más el ego del que lo compró.
El ahorro es para todo empresario lo que para un fisicoculturista su alimentación que si no la ejecuta como debe ser, simplemente su cuerpo no cogerá forma y peor músculos así entrené todos los días, lo que sí cogerá será un agotamiento extremo y nada más. Hay que aprovechar en los momentos en que hay ganancias.
Estrechez en tiempos de escases
Cuando usted ahorra mientras hay dinero no sentirá ningún esfuerzo al hacerlo y sólo en el tiempo, dará cuenta lo bien que le ha resultado el tomar la decisión porque lo que ha conseguido es fortalecer su poder económico.
En el momento en que usted quiera crecer, lo hará sin pena ni gloria porque simplemente lo hace y se va a sentir feliz de lo que ha logrado. La estrechez en tiempos de vacas gordas significa que no hará gastos insulsos.
En este caso es solo lo necesario para que la empresa pueda desarrollarse con normalidad. El ahorrar significa que usted capitaliza su empresa y el resultado de esto es que acelera el crecimiento normal que debería tener con una función normal.
Lo que para algunos significa 8 o 10 años de trabajo arduo, para usted significaría 5 o menos años, al menos yo lo he puesto en prueba y funciona. En tan sólo un año que usted ahorre el 10% de lo que gana en el día, verá lo que llega a tener al final del camino pero, este dinero es sólo para invertir y después cuando ya empiece a sobrar es que usted puede tomar el dinero y hacer lo que quiera.
He visto como empresas pequeñas y grandes se han caído por no tener la prevención del ahorro. Hubo un tiempo en que mucha gente trabajaba en las calles dedicadas al comercio, la gran mayoría ganaba muy bien puesto que no pagaban alquiler de local, energía eléctrica, ni nada que se le parezca.
Al menos pensé que ellos tenían mucho dinero guardado ya que se daban una vida de como que si lo tenían, es decir gastaban dinero en gustos absurdos y una que otras vanidades pero siempre les aconsejaba que debían estar preparados para cualquier inconveniente.
Hay que estar preparados
Un día llegó lo que muchos temían incluso yo que tenía invertido mucho dinero y hablo de mucho, ese día por orden superior desalojaron a todos de la vía pero fue con todas las de ley, algo que nadie estaba previsto para esa magnitud de ofensiva comercial.
El resultado de esa experiencia es que todos se quedaron sin trabajo pero. Pensé que mi dinero estaba a salvo porque supuse que ellos si tenían dinero cómo para empezar de nuevo, que ingenuo de mi parte el pensar de esa manera ya que los conocía hasta de sobra.
Al día siguiente, todos estaban cruzados de brazos ¿Por qué si se supone que tenían como trabajar? Pues la respuesta es que nadie tenía un centavo y hablo de más de 1000 personas, es decir, todos vivían el momento y nunca ahorraron nada para el posible cambio, creo que nadie sabía lo que significa la estrechez en tiempos de vacas gordas.
¿Qué se entiende por prevención financiera?
La prevención financiera es un concepto que se refiere a la práctica de anticiparse a posibles dificultades económicas mediante la gestión prudente y responsable de los recursos financieros. Esto implica no solo la capacidad de ahorrar dinero, sino también de planificar y organizar las finanzas personales de forma que se minimicen los riesgos asociados con imprevistos, como emergencias médicas, reparaciones inesperadas o pérdidas de empleo.
En otras palabras, es una forma de asegurarse de que, ante cualquier eventualidad, una persona o familia tenga un colchón económico que le permita afrontar esos momentos difíciles sin caer en deudas o situaciones de angustia financiera.
El concepto de prevención financiera abarca varias prácticas, como la creación de un fondo de emergencia, la elaboración de un presupuesto, la inversión a largo plazo, y la gestión adecuada de deudas.
La idea central es estar preparado para enfrentar cualquier contratiempo sin que este afecte significativamente el bienestar financiero. De este modo, la prevención financiera busca no solo la protección de los activos actuales, sino también la mejora de la estabilidad económica a futuro.
Una de las herramientas más comunes para la prevención financiera es el ahorro. Sin embargo, a pesar de su importancia y de las múltiples recomendaciones sobre su valor, muchas personas encuentran difícil ahorrar dinero de manera consistente. Existen varias razones por las cuales esto sucede, y explorarlas nos puede dar una mejor comprensión de por qué la prevención financiera resulta un desafío para muchos.
Primero, la naturaleza humana tiende a priorizar el placer inmediato sobre los beneficios a largo plazo. Esta tendencia se conoce como sesgo del presente, que es la inclinación a dar mayor importancia a las recompensas inmediatas que a las futuras.
El poder de la vanidad deja sin dinero
Esto significa que, en lugar de ahorrar, muchas personas optan por gastar dinero en bienes o experiencias que les proporcionan satisfacción instantánea. Por ejemplo, comprar ropa nueva, salir a cenar, o adquirir el último gadget pueden parecer más atractivos que guardar ese dinero para un momento en el futuro que aún no se ha materializado.
La gratificación diferida requiere disciplina y autocontrol, lo que no siempre es fácil de practicar. En segundo lugar, la falta de educación financiera juega un papel significativo en la dificultad para ahorrar.
Muchas personas no han recibido la formación adecuada sobre cómo gestionar sus finanzas personales, lo que incluye la importancia del ahorro. Esto puede llevar a decisiones financieras poco informadas, como el uso excesivo de tarjetas de crédito, la acumulación de deudas, y la falta de planificación para el futuro.
Sin una comprensión clara de conceptos como la tasa de interés, el poder del interés compuesto, o la importancia de un fondo de emergencia, es más probable que las personas vivan al día, gastando lo que tienen sin pensar en el mañana.
Otra razón importante es el costo de vida, que en muchos lugares ha aumentado de manera considerable en las últimas décadas. Los precios de bienes esenciales como la vivienda, la educación, la atención médica y los alimentos han subido a un ritmo más rápido que los salarios en muchos países.
Esto significa que, para muchas personas, gran parte de sus ingresos se destina a cubrir necesidades básicas, dejando poco margen para el ahorro. La falta de ingresos suficientes, unida al aumento del costo de vida, hace que ahorrar sea una tarea complicada.
El consumismo no deja ahorrar
Además, el contexto socioeconómico y cultural también influye en la capacidad de las personas para ahorrar. En algunas culturas, existe una presión social para demostrar éxito a través del consumo visible.
Esto puede llevar a lo que se conoce como consumo ostentoso, donde las personas sienten la necesidad de gastar en artículos de lujo, automóviles caros, o vacaciones lujosas para mostrar su estatus.
Esta presión social puede desincentivar el ahorro, ya que el dinero que podría haberse guardado se gasta en cosas que no son realmente necesarias, pero que brindan una sensación temporal de pertenencia o prestigio.
Otro factor que complica el ahorro es la falta de planificación y organización financiera. Muchas personas no llevan un control adecuado de sus ingresos y gastos, lo que les dificulta identificar áreas en las que podrían recortar gastos para poder ahorrar.
La ausencia de un presupuesto claro hace que sea fácil perder el control sobre las finanzas personales, y en consecuencia, gastar más de lo que se gana. La planificación financiera requiere tiempo y esfuerzo, y no todos están dispuestos o tienen el conocimiento necesario para hacerlo de manera efectiva.
El endeudamiento es también un obstáculo importante para el ahorro. En muchos casos, las deudas consumen una parte significativa de los ingresos mensuales, dejando poco o nada para ahorrar. Las tarjetas de crédito, préstamos personales, y deudas estudiantiles pueden convertirse en una carga difícil de manejar, especialmente si los intereses acumulados hacen que el monto adeudado crezca con el tiempo.
Las personas endeudadas a menudo se ven atrapadas en un ciclo en el que sus ingresos se destinan a pagar deudas en lugar de a la creación de ahorros. Las emergencias inesperadas, como problemas de salud, accidentes, o la pérdida de empleo, también pueden descarrilar los esfuerzos de ahorro.
Cuando no se tiene prevención
Aunque la prevención financiera busca precisamente anticiparse a este tipo de situaciones, la realidad es que muchas personas no cuentan con un fondo de emergencia adecuado. Esto significa que, cuando ocurre un imprevisto, se ven obligadas a utilizar sus ahorros o, peor aún, a endeudarse aún más para cubrir los costos.
Por último, es importante mencionar que el entorno económico general también puede influir en la capacidad de las personas para ahorrar. En tiempos de crisis económica, las tasas de desempleo aumentan, los salarios se estancan, y la incertidumbre financiera se eleva, lo que puede dificultar la creación de un colchón de ahorro.
La inflación también juega un papel importante, ya que reduce el poder adquisitivo del dinero y puede hacer que las personas sientan que ahorrar es menos valioso, ya que los ahorros pierden su valor con el tiempo.
En conclusión
Aunque la prevención financiera y el ahorro son prácticas fundamentales para asegurar la estabilidad económica a largo plazo, no siempre son fáciles de implementar debido a una combinación de factores personales, sociales y económicos. La tendencia humana a priorizar la gratificación inmediata, la falta de educación financiera, el alto costo de vida, las presiones sociales, la falta de planificación, el endeudamiento y las emergencias inesperadas son todos obstáculos que pueden dificultar el ahorro.
Superar estos desafíos requiere un cambio de mentalidad y la adopción de hábitos financieros saludables. Esto puede incluir la elaboración de un presupuesto, la creación de un fondo de emergencia, la reducción de deudas, y el aprendizaje continuo sobre cómo gestionar mejor el dinero. Al adoptar una estrategia de prevención financiera, es posible no solo mejorar la estabilidad económica, sino también reducir el estrés asociado con las preocupaciones financieras y construir un futuro más seguro y previsible.