Fumar cigarrillos no mata

Fumar cigarrillos no mata aseguran algunas personas que ya tienen más de 40 años de ser fumadores, el punto es, ¿En realidad el fumar cigarrillos no mata? Al menos de lo que va en años de mi vida he visto a mucha gente enferma por el consumo excesivo de cigarrillos.

Ahora de que mata, si lo hace, solo que lo hace de una forma muy discreta pero antes de llegar a ese punto primero hace que la persona que aprende a fumar, sienta que debe hacerlo porque en el compuesto del cigarrillo lleva la nicotina y utilizan un precursor como vehículo para que la función de la misma sea más rápido.

Fumar cigarrillos
Fumar cigarrillos no mata

Fumar cigarrillos el peor error

El componente que contiene aparte de la nicotina es el amoniaco ocasionando mucho daño, pero como es un químico muy fuerte en algunos casos lo combinan con cumarina. La verdad que en mis tiempos de empresario usaba el amoniaco como un acelerante y en una ocasión casi hasta me muero con los gases que despiden en el proceso que hacía.

Para que se entienda mejor esto, en la fabricación de cigarrillos aparte del compuesto original, lleva la nicotina y esta por su contenido no se puede aumentar la dosis porque ya hubo algunas quejas por la misma razón pero, como el negocio del cigarrillo es vender a más gente que sea posible, hacen que el mismo sea necesario para la vida del fumador.

Ahora, ¿De qué forma lo hacen? Bueno esto es bien complejo porque la nicotina produce síntomas de adicción aunque no lo sea en la realidad, el problema está en que todos lo creen porque el daño de la nicotina va derecho al cerebro, que es donde registra dicho síntoma, terminando por convencer a todos que es así.

Ahora como hay campañas para dejar de fumar, las empresas hacen lo posible para que dicho negocio siga siendo el negocio del siglo y para ello, utilizan el amoniaco que hace que la dosis de nicotina se multiplique llegando primero al pulmón y después al cerebro.

En este caso la cantidad que llega al cerebro para causar la dependencia disimulada y que se termina por creer que si, es superior pero no porque haya aumentado la dosis sino que es aumentada por efecto del químico de nombre amoniaco, esto se lo conoce como «Estímulo de impacto».

Problemas de fumar cigarrillos

Con esto, ¿Aún piensa que el fumar cigarrillos no mata? Sí lo hace pero lentamente tanto que si la persona está predispuesta el ataque es más rápido, en cambio, cuando alguien no lo es puede pasar años de años incluso envejecer sin tener ningún síntoma pero, si por alguna razón el fumar afectó a algún órgano pues esa persona cae y es bien difícil que se levante. Fumar cigarrillos no mata ¿Lo creen?

El fumar cigarrillos genera varios problemas, además de la adicción a la nicotina, afectando no solo la salud del fumador, sino también de quienes lo rodean. A continuación, algunos de los principales problemas asociados al consumo de cigarrillos.

El tabaco afecta gravemente los pulmones, provocando una serie de enfermedades respiratorias. El fumar es la causa principal de esta enfermedad, que incluye bronquitis crónica y enfisema, donde el daño a los pulmones es progresivo y permanente.

Más del 85% de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con el tabaquismo. Los químicos en los cigarrillos pueden dañar el ADN de las células pulmonares, lo que lleva a mutaciones cancerígenas.

Los fumadores son más propensos a padecer infecciones como la neumonía y la bronquitis, debido a la disminución de la capacidad de los pulmones para limpiar toxinas. El consumo de cigarrillos afecta gravemente el sistema cardiovascular.

El fumar incrementa la presión arterial y causa el endurecimiento de las arterias (aterosclerosis), lo que aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. La obstrucción de las arterias debido a los efectos del tabaco puede cortar el flujo de sangre al cerebro, provocando un derrame cerebral. El daño a los vasos sanguíneos en las extremidades puede causar dolor crónico y dificultar la circulación, lo que puede llevar a amputaciones en casos graves.

Creador de Cáncer de varios tipos

Además del cáncer de pulmón, el tabaco está relacionado con muchos otros tipos de cáncer, entre ellos. Los químicos del cigarrillo afectan las células de las vías respiratorias y digestivas, provocando mutaciones que derivan en cáncer.

Los productos químicos del tabaco se filtran a la orina, donde pueden dañar las células de la vejiga, incrementando el riesgo de cáncer. El tabaco también contribuye a la aparición de este tipo de cáncer de páncreas, que tiene una tasa de mortalidad elevada.

El tabaco afecta la salud reproductiva tanto en hombres como en mujeres. Fumar reduce la fertilidad en ambos sexos. En las mujeres, puede causar desequilibrios hormonales y afectar los óvulos. En los hombres, reduce la calidad del esperma, afectando la movilidad y el conteo espermático.

Los hombres fumadores tienen un mayor riesgo de sufrir disfunción eréctil debido al daño que el tabaco causa en los vasos sanguíneos, lo que afecta el flujo de sangre hacia el pene. En mujeres embarazadas, fumar puede causar problemas graves como bajo peso al nacer, parto prematuro, muerte fetal y defectos congénitos.

Problemas en la piel y envejecimiento prematuro

El tabaco afecta la apariencia física y acelera el envejecimiento. El fumar disminuye la cantidad de oxígeno que llega a la piel, lo que provoca una apariencia más envejecida, con arrugas prematuras y una piel opaca.

Fumar afecta la capacidad del cuerpo para curar heridas debido a la reducción en el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno. El humo de segunda mano también es muy peligroso para quienes están cerca del fumador.

El humo de segunda mano puede causar o empeorar enfermedades respiratorias, especialmente en niños, como el asma y las infecciones de las vías respiratorias. Las personas que viven o trabajan con fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, a pesar de no fumar.

Los niños expuestos al humo de segunda mano tienen un mayor riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS), infecciones del oído, y problemas respiratorios crónicos. Además de la adicción, el fumar cigarrillos tiene un impacto destructivo en casi todos los sistemas del cuerpo y puede acortar significativamente la esperanza de vida. La presencia de un fumador en el hogar puede afectar a la familia de múltiples maneras, tanto en términos de salud como en el bienestar emocional y social.

Impacto en la salud de los familiares

El humo de segunda mano, también conocido como humo pasivo, contiene las mismas sustancias tóxicas que el fumador inhala. Las personas que conviven con un fumador están expuestas a estos productos químicos dañinos, lo que puede generar serios problemas de salud, especialmente en niños y personas vulnerables:

Problemas respiratorios en niños: Los niños que viven en hogares con fumadores tienen un mayor riesgo de sufrir problemas respiratorios como bronquitis, neumonía y asma. Además, el humo de segunda mano puede empeorar las condiciones existentes, lo que puede llevar a hospitalizaciones más frecuentes.

Infecciones frecuentes: Los bebés y niños pequeños que inhalan humo de segunda mano, son más propensos a sufrir infecciones en los oídos, resfriados y otras afecciones respiratorias. También se ha relacionado con el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS).

Riesgo de cáncer en fumadores pasivos: El humo de segunda mano aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en adultos que no fuman, así como de otros tipos de cáncer. Los familiares adultos, especialmente aquellos con afecciones preexistentes como problemas cardíacos o respiratorios, pueden ver agravada su salud al inhalar el humo de segunda mano, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades como enfermedad coronaria y derrame cerebral.

Además de los efectos físicos, el tabaquismo también puede afectar la dinámica familiar y las emociones de sus miembros. Los familiares, especialmente los niños, pueden sentirse ansiosos o preocupados por la salud del fumador.

Ver a un ser querido poniendo en riesgo su salud puede generar miedo constante de que desarrollen una enfermedad grave o que tengan una muerte prematura. Las discusiones sobre el tabaquismo en casa pueden generar tensiones entre el fumador y otros miembros de la familia.

Malos resultados

Los no fumadores pueden sentirse frustrados por la incapacidad del fumador de dejar el hábito, lo que puede afectar la convivencia y el bienestar emocional del hogar. Los niños que crecen en hogares donde uno o ambos padres fuman tienen una mayor probabilidad de imitar ese comportamiento más adelante en la vida.

El tabaquismo en el hogar puede normalizar el consumo de cigarrillos, enviando un mensaje peligroso sobre la aceptabilidad del hábito. El consumo regular de cigarrillos es un gasto significativo, que puede impactar las finanzas familiares:

El costo de fumar puede sumar una cantidad considerable de dinero a lo largo del tiempo. En lugar de destinar ese dinero a necesidades familiares, el presupuesto del hogar puede verse reducido por la compra regular de cigarrillos.

Tanto el fumador como los miembros de la familia expuestos al humo de segunda mano pueden enfrentar altos costos médicos, ya que las enfermedades relacionadas con el tabaquismo requieren atención médica frecuente, medicación, e incluso hospitalización.

El tabaquismo en casa también puede tener implicaciones sociales, afectando la interacción de la familia con otras personas. Algunos amigos o familiares pueden evitar visitar el hogar de un fumador debido al olor a humo y a los riesgos para la salud.

Esto puede aislar socialmente a la familia y limitar las oportunidades de interacción social. Hoy en día, el tabaquismo tiene una fuerte estigmatización en muchas sociedades. Los hijos de fumadores pueden sentir vergüenza o incomodidad por el hábito de sus padres, lo que puede afectar su autoestima y sus relaciones sociales.

El fumar en casa también aumenta el riesgo de accidentes graves. Los cigarrillos son una causa común de incendios domésticos. Si un cigarrillo encendido se deja sin supervisión o no se apaga correctamente, puede provocar un incendio que ponga en peligro la vida.

Conclusión

Vivir con un fumador en casa tiene impactos negativos significativos para toda la familia. Desde los efectos en la salud hasta las tensiones emocionales y los riesgos financieros, el tabaquismo crea un ambiente perjudicial para los no fumadores, especialmente los más vulnerables como los niños. La exposición constante al humo de segunda mano y los riesgos asociados con el tabaquismo ponen en peligro no solo al fumador, sino también a sus seres queridos.

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