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Guarde un As en su manga. Pienso que si han visto películas de vaqueros por lo menos una vez en su vida, en la mayoría de ellas siempre se ha visto a los dichosos vaqueros en los llamados salones, más conocidos como bares, dentro de ellos lo que se ve y lo que más hacen es jugar al Póker del cual el juego en sí no es importante sino lo que hacían algunos para poder ganar, aún a cuestas de su vida.
Me refiero al truco de guardar siempre un As dentro de su manga. Pienso que el sol devastador de la época era lo que hacía a las personas usar camisas con mangas largas y de ahí, que lo utilizaban como refugio de dicha carta conocida como «As» punto central para poder ganar al Póker.
Ahora, ¿Qué tiene que ver un «As» con el desarrollo personal? Pues nada, porque no me refiero a una carta de juego sino lo que representa la misma. Desde muy niño me di cuenta de que todos tenemos una especie de programa para actuar, claro que ahora ya sé que sí, pero en esos momentos no lo sabía pero si sabía que no todos se mueven por las mismas razones.
Los miedos en el ser
Siempre he tenido la capacidad de observación y por tal siempre he pensado más rápido que otros incluso adelantado. En esos momentos vi con ojos internos que así mismo como se mueven también tenían algo que los detenía, lo que ahora conozco como miedos o traumas y los que identifico como temores leves lo que hace que pare a raya ante una acción.
Con esto no digo que cuando para lo hace porque tiene miedo, no, no es así porque cuando tiene miedo simplemente ni lo piensa en hacer cualquier movimiento para que después tenga que parar. Un «As» en sí son pequeños defectos o acciones que hace por el resultado de cualquier estímulo, al menos lo he clasificado así.
Cuando alguien guarda un «As» es igual a tener un arma secreta pero solo para defenderse, no acepto que alguien lo utilice para atacar porque eso sería cobardía, ¿Por qué? Pues porque usted no sabe las reacciones de la persona ni siquiera sabe si su estado emocional sea tan fuerte como para enfrentar de buena gana algo que él o ella lo sepa pero es personal.
Solo como ejemplo; en mi barrio hay una persona que le encanta aunque ahora a cambiado pero si que era demasiado molestoso, al extremo de que las personas se incomodaban, incluso a mí me cogió de pato un tiempo pero solo fue hasta que empecé a buscar «Ases» de su persona, en el momento que me dio la oportunidad se los lancé pero en defensa propia delante de los demás, fue santo remedio hasta que empezó a respetarme.
Sea observador
Cómo se dieron cuenta, esto sirve como defensa pero si lo usa como ataque puede hacer mucho daño. Claro que para esto hay una vacuna pero para que le funcione necesita tener mucho conocimiento de autoestima, más para que sepa como se lo usa. No todo es malo ya que en el artículo anterior expliqué que si hay un dios también hay un demonio y así mismo cuando hay un día hay una noche.
De esta manera si conoce un «As» para defenderse, ¿Por qué no puede conocer muchos «Ases» para enamorar más a su pareja? Claro que mientras esté a su lado o tenga la oportunidad de acercarse a distancia de un codo.
Mucha gente se especializa en cómo ser más fuerte, cómo llegar bien alto, cómo hacer más dinero incluso buscan cómo hacer las armas más mortíferas pero, ¿Alguien se especializa en cómo hacer crecer más el amor?
Cómo ejemplo de un «As» para el amor; usted es una persona muy responsable con su hogar incluso, se preocupa que no «Falte nada en la casa» y hasta ahí no hay ningún problema pero, ¿Acaso se ha dado cuenta que su esposa, mujer, amante, compañera o amiga (solo son títulos) mira con buenos ojos a una flor? ¿O posiblemente mira con gusto a unos bombones?
Aprenda a utilizar lo que sabe
En este caso su «As» sería que usted lo puede utilizar en momentos precisos por decir después de que ella enojada porque usted no le da la importancia que se merece, posiblemente piense que ya no es atractiva como se veía en años anteriores.
Punto uno, nunca trate de obligar a pensar que no es así porque lo único que va a encontrar será resistencia. Punto dos, quédese callado y busque la manera de salir sin que ella note que quiere alejarse, es decir, un pretexto bueno.
Cuando salga busque la florería y compre una flor, no un ramo, de ser posible póngala en un estuche muy bonito y junto a una caja de bombones regrese a la casa, busque a su compañera sentimental y se le acerca por atrás luego le dice «Aun esta flor siendo tan linda y hermosa, no se compara con la belleza que tu posees.
Aunque han pasado los años, sigues siendo mucho más deliciosa que estos maravillosos bombones. Eso pienso de ti mi hermosa y dulce mujer» es increíble que hasta yo mismo me creo lo que escribo, esto sería un arma contra la monotonía y el desamor. Los «Ases» son herramientas que si sabe utilizar son excelentes, por eso guarde un «As» en su manga.
El efecto sorpresa: ¿efecto negativo o bueno?
El efecto sorpresa es una experiencia emocional que se desencadena cuando algo inesperado ocurre, rompiendo nuestras expectativas o rutinas. Este fenómeno puede ser positivo o negativo, dependiendo del contexto y de la respuesta emocional del individuo ante la situación.
En muchas ocasiones, el efecto sorpresa puede desencadenar reacciones que van desde la alegría y la emoción hasta el miedo y la ansiedad. Este artículo examinará cómo y por qué el efecto sorpresa puede tener efectos negativos, así como las implicaciones que puede tener en nuestras vidas cotidianas.
La sorpresa es una emoción básica que forma parte de nuestra respuesta evolutiva ante lo desconocido. En su forma más simple, el efecto sorpresa se refiere a la capacidad de una persona para reaccionar ante un evento inesperado.
Esta reacción puede variar según el contexto y las experiencias previas del individuo. Las sorpresas pueden ser agradables, como una celebración inesperada o un regalo, o desagradables, como una noticia inesperada o un accidente.
En la psicología, la sorpresa se considera una emoción neutral, ya que por sí sola no es positiva ni negativa. Sin embargo, las emociones que la acompañan, como la felicidad, la tristeza, el miedo o la ira, pueden influir en cómo percibimos el evento. Por lo tanto, el impacto del efecto sorpresa en nuestras vidas puede variar significativamente.
Uno de los efectos negativos más comunes del efecto sorpresa es el aumento del estrés y la ansiedad. Cuando nos enfrentamos a un evento inesperado que percibimos como una amenaza, nuestro cuerpo activa la respuesta de “lucha o huida”.
Esta reacción puede provocar un aumento de la frecuencia cardíaca, tensión muscular y liberación de hormonas del estrés, lo que a su vez puede llevar a la fatiga emocional y física.
Desconfianza y escepticismo
En el caso de eventos sorpresivos negativos, como una enfermedad repentina o la pérdida de un empleo, estas reacciones pueden ser particularmente intensas, afectando nuestro bienestar general y la calidad de nuestras relaciones.
El efecto sorpresa también puede llevar a la desconfianza y al escepticismo, especialmente si se experimenta con frecuencia. Si una persona ha sido sorprendida negativamente en múltiples ocasiones, puede desarrollar una actitud defensiva hacia los demás y hacia situaciones nuevas.
Este escepticismo puede afectar negativamente las relaciones interpersonales y la disposición a participar en nuevas experiencias. Por ejemplo, alguien que ha sido traicionado por amigos o familiares puede volverse cauteloso ante nuevas amistades, temiendo que la sorpresa resulte en otro desencanto.
Esta actitud puede generar un ciclo de aislamiento y desconfianza que impide la formación de relaciones saludables. La sorpresa también puede interferir en nuestra capacidad para tomar decisiones informadas.
Cuando nos enfrentamos a un evento inesperado, especialmente uno negativo, nuestras emociones pueden nublar nuestro juicio y afectar nuestra capacidad para analizar la situación de manera objetiva. En estos momentos de confusión y ansiedad, podemos tomar decisiones impulsivas que pueden tener consecuencias a largo plazo.
Por ejemplo, en el contexto laboral, una sorpresa negativa como un despido inesperado puede llevar a una reacción impulsiva, como renunciar a otro empleo sin tener una alternativa viable. Estas decisiones pueden surgir de la emoción intensa del momento, lo que puede resultar en arrepentimientos futuros.
Manejo del efecto sorpresa
Aunque el efecto sorpresa puede tener connotaciones negativas, también es posible manejarlo de manera que se minimicen sus efectos adversos. Aceptar que la vida está llena de sorpresas puede ayudar a construir resiliencia emocional. Practicar la aceptación y aprender a lidiar con la incertidumbre puede reducir la ansiedad ante lo inesperado.
Después de experimentar una sorpresa, tómese un tiempo para reflexionar sobre la situación. Pregúntese qué aprendió y cómo puede prepararse para futuros eventos inesperados.
Construir una red de apoyo sólida puede ayudar a mitigar el impacto emocional de las sorpresas negativas. Tener amigos y familiares en quienes confiar puede proporcionar una sensación de seguridad y estabilidad.
El efecto sorpresa es una parte intrínseca de la experiencia humana, y aunque puede ser agradable en algunos contextos, sus efectos negativos no deben subestimarse. Desde el aumento del estrés y la ansiedad hasta la desconfianza y la interferencia en la toma de decisiones, es fundamental reconocer cómo estas sorpresas pueden impactar nuestra vida cotidiana. Al desarrollar habilidades para manejar el efecto sorpresa, podemos aprender a enfrentarlo de manera más efectiva, permitiéndonos navegar por los altibajos de la vida con mayor resiliencia y confianza.