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Hooponopono el poder de cambiar tu vida y la de tus hijos. El bienestar emocional y el comportamiento de nuestros hijos es una preocupación constante para los padres. Aunque no buscamos culpar a nadie, a veces es inevitable que existan factores que puedan influir en su desarrollo.
Sin embargo, lo bueno es que siempre hay soluciones. Por eso que en este artículo nos enfocaremos en cómo podemos ayudar a nuestros hijos con Ho’oponopono. Es importante reconocer que los problemas que puedan experimentar nuestros hijos, tienen su origen en diferentes circunstancias y entornos, pero todo comienza en el hogar.
Hooponopono el poder de un bebé
Desde que los bebés empiezan a explorar su entorno, conocen a sus padres y aprenden a confiar en ellos. No tienen otra opción debido a su temprana edad. A medida que crecen, van conociendo a sus guías, y también van descubriendo las debilidades de sus padres.
Es normal que los bebés lloren para comunicar sus necesidades, como hambre o la necesidad de ser limpiados o bañados. Sin embargo, a medida que los padres se encariñan con el bebé, pueden volverse sobreprotectores y acudir rápidamente a su llamado, incluso cuando no es necesario.
Esto puede generar problemas, ya que el bebé aprende que puede manipular la situación para obtener lo que quiere. Algunos podrían argumentar que un bebé no puede maquinar o planear sus acciones a tan corta edad. En cierto modo tienen razón.
Pero permíteme plantear otra pregunta: ¿Quién puede afirmar con certeza que estoy equivocado? ¿Es posible entrevistar o investigar a un bebé para descubrir cómo actúa y por qué? La respuesta es que, con los padres, eso es imposible.
En este punto, es donde Ho’oponopono puede ser una herramienta valiosa. Ho’oponopono es una práctica de reconciliación y perdón que se basa en la responsabilidad de nuestros pensamientos, emociones y acciones.
Hooponopono el poder de la sanación emocional
Al aplicar Ho’oponopono en la crianza de nuestros hijos, podemos trabajar en nuestra propia sanación emocional y liberarnos de cualquier carga o conflicto que podamos transmitirles.
Recuerda que, como padres, tenemos un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de nuestros hijos. Al aplicar las enseñanzas de Ho’oponopono, podemos cultivar una relación sólida y amorosa con ellos. Podemos brindarles las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de la vida de manera positiva.
La influencia de los padres en el comportamiento de los hijos es evidente y es lo que respalda mis afirmaciones. Una vez que el bebé establece un vínculo con sus padres, aprenderá que puede llamar su atención con un grito.
A medida que el niño crece, si los padres no son conscientes de esto, el niño comenzará a hacer lo que quiera. Sabe cómo manipular la situación. En la etapa escolar donde pueden surgir problemas de actitud tanto en el aula como con los compañeros.
Es probable que hayas escuchado sobre el acoso emocional conocido como bullying, donde niños y niñas atacan a otros. Es importante que esto no surge de los niños de manera espontánea, sino que lo aprenden de sus padres.
Si tu hijo o hija está teniendo problemas causando conflictos, sea contigo o en su entorno, es evidente que el problema radica en el hogar. El aprendizaje al que se someten los niños ocurre en una escala jerárquica.
¿Quién daña la crianza de los hijos?
Los primeros maestros de una mala crianza son los padres, seguidos por los tíos y tías, luego los hermanos y hermanas, los primos, y finalmente, los amigos. No es necesario que se les diga a los niños qué hacer para que se note que están mal educados, ya que no solo se trata de lo que hacen en presencia de los padres.
Los niños aprenden rápidamente a través de la observación y la imitación. Este tipo de enseñanza, no necesariamente intencionalmente mala, sino más bien por ignorancia, tiene un impacto significativo en la crianza de los hijos.
El ejemplo que los padres dan es crucial, ya que los niños aprenderán a gritar si ven a sus padres hacerlo. Sin embargo, es probable que no lo hagan en presencia de los padres por temor a un castigo.
Esto significa que el comportamiento problemático se manifiesta en otros contextos, como en la escuela, en la calle o en casa de otras personas. Es especialmente preocupante cuando los niños son abusados o maltratados.
En algunos casos, los padres pueden pensar que están haciendo bromas o divirtiéndose con sus hijos, sin darse cuenta de que en realidad están causando daño. Para los hijos, estas «bromas pesadas» pueden ser traumáticas, pero debido a su edad y vulnerabilidad, no pueden protestar y se ven obligados a guardar silencio.
Con el tiempo, estas experiencias acumuladas y reprimidas se convierten en una carga emocional para los niños. Incapaces de defenderse de sus padres, buscarán desquitarse con otras personas, descargando su ira, frustración o venganza en aquellos que perciben como más débiles.
Las reacciones inconscientes que hacen daño
Es importante tener en cuenta que estos padres no necesariamente son conscientes de que están causando daño, ya que su comportamiento se convierte en una reacción inconsciente.
Sin embargo, lo que se aprende con atención no se olvida fácilmente. A medida que los niños crecen, estas experiencias negativas se acumulan y pueden dar lugar a un mayor maltrato. Ya sea a través de bromas pesadas o enseñanzas equivocadas por parte de los padres.
Aunque es raro, siempre hay casos en los que un niño o una niña logran marcar la diferencia y buscar salir de ese entorno tóxico por sí mismos. Para abordar este problema y ayudar a su hijo, es necesario que como madre realices un examen de conciencia.
Reflexiona sobre tu propia actuación frente a tu hijo y analiza qué acciones tuyas podrían estar relacionadas con su actitud. Si tu padre era maltratador hacia tu madre, es posible que al principio el niño no te agrade e incluso pueda reclamar.
Sin embargo, estas emociones quedan guardadas en su interior y, al no poder expresarlas, su actitud podría cambiar hacia la rebeldía y la resistencia a seguir órdenes. Es fundamental que reconozcas tu papel en este proceso y estés dispuesta a trabajar en ti misma.
Ho’oponopono puede ser una herramienta poderosa para liberar memorias y patrones negativos, tanto en ti como en tus hijos. A través de la práctica del Ho’oponopono, puedes limpiar tu propia mente. A su vez, ayudar a tus hijos a liberarse de cargas emocionales y memorias equivocadas.
Hooponopono el poder de ayudar a tu hijo
Una vez que hayas realizado ese examen de conciencia y te des cuenta de que hay algo en ti que necesita cambiar, puedes comenzar a hacer cambios. Sin embargo, es importante enfocarte en ti misma como madre o padre, ya que todo comienza con los padres.
El primer paso para ayudar a tu hijo a eliminar las memorias equivocadas que arrastra. Es comenzar tu propia práctica de Ho’oponopono, enfocándote en ti misma. Debes comenzar a limpiar tus propias memorias y recuerdos del pasado, es decir, de tu propia vida.
A medida que comiences este proceso, notarás cambios en ti misma, y tu hijo también los percibirá. Al ver que ya no eres la misma persona de antes, porque tus memorias equivocadas se están eliminando, también verá cambios en su actitud.
Es en este momento que el cambio puede comenzar a manifestarse en tu hijo. Ya no estará expuesto a la energía negativa que proviene de ti como padre o madre. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto no es una regla absoluta. Cada persona debe tomar responsabilidad y acción para experimentar los resultados.
Recuerda que esto no es magia, sino un proceso que depende de cada individuo. El tiempo que tomará experimentar cambios puede variar, desde horas hasta días o semanas. Es importante ser responsable y aceptar lo que estás haciendo y lo que está sucediendo en el proceso.
Paso a paso se soluciona con Hooponopono
Cada persona tiene el poder de cambiar su vida. Cuando recuerdes o identifiques las memorias que han causado actitudes negativas en tu hijo, puedes comenzar a eliminarlas una por una. Para esto, te sugiero utilizar la poderosa frase de Ho’oponopono que proviene de la tradición hawaiana.
En este caso, la frase podría ser: «Lo siento, perdóname por lo que está en mí, que hace que mi hijo tenga una actitud negativa hacia todo, Te amo, gracias». Recuerda que debes adaptar la frase según tus propios problemas y desafíos.
Es importante utilizar tu sentido común y personalizar la frase de acuerdo a tu situación. Lo que fue un problema para ti puede no serlo para otras personas. Debes revisar tus propias experiencias y desafíos, ya que si no lo haces, es posible que las soluciones que busques sean sólo parciales.
Recuerda que todo se basa en la forma en que tú, como padre o madre, visualizas en tu mente inconsciente. Sea en forma de imágenes o películas mentales. Utiliza esta herramienta de Ho’oponopono para liberar y transformar esas memorias equivocadas. Crea un ambiente más armonioso y amoroso para ti y tu hijo.