Hooponopono y la Envidia cómo Afecta y Cómo eliminar del ser. La envidia no surge de la nada, sino que se va desarrollando a través de los ejemplos de vida que recibimos de nuestros padres, tíos, tías, hermanos, parientes y, en última instancia, nuestros amigos.
Desde una edad muy temprana. Este sentimiento puede estar latente en nosotros, esperando a que algo o alguien sea el detonante que lo active. La envidia no tiene un manual de instrucciones ni una dirección específica. Perjudica tanto a quien la experimenta como a aquellos que son objeto de su mal.
En muchos casos, ni siquiera nos damos cuenta de que alguien nos envidia. Excepto por los resultados que podemos notar en nuestro estado de ánimo o en lo material. En algunos casos, la envidia puede llevar a que las personas se enfermen, siendo los ojos de quien envidia un factor determinante.
Hooponopono y la envidia saludable
No existe tal cosa como «envidia saludable». La envidia es como el robo, sin importar si se trata de una aguja o de un camión. Robo es robo, y de la misma manera, envidia es envidia, sin importar cómo se le quiera ver.
Afortunadamente, existen formas de protegernos de este sentimiento, ya sea mediante métodos tradicionales o herramientas de cambio. Todo depende de la persona que se haya dado cuenta de lo que está sucediendo.
En este caso, Ho’oponopono puede ayudarnos a liberarnos de cualquier mal que nuestro inconsciente esté creando. Incluso si no somos conscientes de que lo estamos haciendo, ya que solo sabemos que nos emocionamos al ver, escuchar o sentir algo.
La envidia es un arma poderosa. Puede actuar como un bumerang, dañando tanto a los demás como a uno mismo. El daño causado es igual de perjudicial. Para aquellos que parecen dar vueltas en la vida sin poder alcanzar sus anhelos. Es una clara señal de que algo está actuando como una barrera impidiéndoles lograrlo.
En muchos casos, somos nosotros mismos los culpables de este hecho, aunque a menudo no nos damos cuenta. ¿Saben a qué me refiero? Me refiero a la envidia, un sentimiento que se hace evidente aunque tratemos de negarlo, ya que siempre nos acompaña como una sombra.
Hay casos en los que una persona puede no tener idea de que es envidiosa, ya que según ella, solo aprecia lo que tiene otra persona, sin considerarlo como algo negativo.
La Envidia y su relación con la Actitud y la Infancia
Es cierto que la envidia puede surgir en algunas situaciones. Lo que realmente causa daño es la forma en que se expresa. Se dice comúnmente que no es lo que entra por la boca lo que hace daño, sino lo que sale de ella, ya que proviene del corazón.
Para comprender mejor este fenómeno, recurrimos a los expertos en la red, quienes afirman que la envidia es un sentimiento de tristeza o enojo experimentado por una persona que no tiene algo que desea y que otra persona posee.
Es importante tener en cuenta que el sentimiento de envidia no define a una persona en su totalidad, ya que es el resultado de experiencias pasadas, especialmente durante la infancia.
En muchos casos, los padres juegan un papel fundamental en la generación de estos sentimientos en sus hijos, cometiendo errores imperdonables frente a ellos. Esto puede manifestarse en el hecho de que los padres se fijen en lo que otros tienen. Lo comentan frente a sus hijos e incluso lleguen a mostrar signos de afectación emocional.
Estos gestos y actitudes tienen un impacto directo en el inconsciente del niño, y generalmente se aprenden a lo largo de la vida, desde la etapa de bebés hasta la adolescencia, cuando se forma gran parte de su identidad como adultos.
Es crucial prestar especial atención a la infancia, y si en algún momento se percibe que un hijo muestra signos de deseo por tener lo que posee su compañero de escuela, esto indica la necesidad de cambiar la actitud como padre o madre.
Hooponopono y la envidia cómo identificarla
Si bien puede resultar difícil cambiar de actitud, si se reconoce que lo que se está haciendo está mal, es posible confiar en Ho’oponopono para eliminar las memorias y creencias que generan dicha actitud.
Al practicar Ho’oponopono, es importante aprender a identificar cuándo se trata de envidia y cuándo es simplemente el anhelo de tener algo que otro posee. La envidia siempre se centra en la persona que tiene el bien material. La posesión, el dinero o incluso la forma de ser, y no tanto en lo que posee.
Por ejemplo, en ocasiones he mencionado una pareja que tiene ingresos muy bueno. Sin importar el día, fácilmente supera los mil dólares. Sin embargo, existen otras personas que tienen un negocio similar pero no han logrado el mismo nivel de éxito.
¿Cuál es la diferencia?
Personalmente los conozco y sé que la diferencia radica en que no envidian a quienes tienen éxito. Ellos siempre anhelan lograrlo por sí mismos. Es cierto que cuando las personas se fijan en un automóvil que tiene su vecino, su atención se centra en el vehículo en sí y no tanto en la persona que lo posee.
Sin embargo, si sienten envidia, pueden decir cosas como «Mira lo que el vecino se ha comprado, ese automóvil». Con esta frase, ya están expresando su actitud negativa hacia la persona que lo tiene, ya que su enfoque está en la persona y no en lo que ellos mismos no tienen.
Es importante tener en cuenta que si te enfocas en lo que deseas, tu mente se prepara para ello. No percibe obstáculos en tu misión de obtener lo que consideras que es tuyo.
Ahora bien, ¿esto causa daño a la persona que ha sido objeto de envidia? No lo sabrá a menos que conozca a las personas que sienten envidia hacia ella, ya que se crea una especie de barrera que rebota hacia el emisor.
A veces, solo se necesita tener una vida en paz y seguridad para que la envidia no llegue a afectarnos. Por supuesto, esto es válido siempre y cuando no haya movimientos extraños por parte de las personas envidiosas.
Es importante destacar que muchas personas no desean sentir envidia, ya que saben que no está bien. Para lidiar con estos sentimientos, aplican Ho’oponopono, basado en los recuerdos relacionados con experiencias vividas.
Hooponopono y la envidia por la tristeza
Ya sea en la familia o en su propia vida, que estén relacionados con el temor a la carencia o a deseos no cumplidos. Esto ocurre cuando los padres prometen algo y nunca lo cumplen.
Cuando un padre promete algo, a los hijos, comienzan hacer visualizaciones e imaginaciones sobre cómo será cuando lo tengan. Se ilusionan y son felices mientras lo tienen en su mente. Sin embargo, cuando llega el día y no sucede algo importante para que se cumpla lo que anhelan, se produce un cortocircuito en la mente infantil.
Esto provoca que el niño o niña sienta desaliento, tristeza e incertidumbre, y en algunos casos, nunca será comprendido por sus padres, quienes pueden considerarlo una tontería.
Para los hijos, es un mundo que ha sido afectado por la falta de comprensión. Es fundamental comprender todo esto para poder eliminar la envidia de nuestro ser. Esto se aplica tanto para la persona que siente envidia como para la persona que es objeto de envidia. Los dos están involucrados en este proceso.
La frase de Ho’oponopono para la persona que siente envidia puede ser: «Lo siento, perdóname por lo que está en mí, que me hace sentir mal cuando otra persona tiene algo, porque siento que no lo tendré. Te amo, gracias». De esta forma, se busca comprender al inconsciente que estos sentimientos están dentro de uno mismo y deben ser liberados.
La Envidia y su Relación con la Experiencia Personal
En la parte en la que se menciona que «debe ser borrado», no es necesario hacer esa mención explícita. Al decir «lo que está en mí» se da por sentado que abarca todo aquello que origina ese sentimiento.
En el caso de la persona que es objeto de envidia, la frase de Ho’oponopono podría ser: «Lo siento, perdóname por lo que está en mí, que hace que las personas me envidien sin darles motivo. Te amo, gracias».
En mi caso personal, siempre he sido el punto de envidia, sin darme cuenta de ello. Cualquier cosa que tuviera y que me ayudara a salir adelante, parecía desmoronarse sin razón aparente.
Esto puede ser un arma de doble filo, ya que desde una edad muy temprana mis padres tenían una preferencia por mi hermano mayor. Todo lo que había era para él, y a mí me daban lo que ya no querían.
Debo aclarar que nunca fui una persona ingenua, ya que era consciente de esa preferencia y eso generaba envidia hacia mi hermano. En mi ignorancia, pensaba que eso no estaba bien.
Los padres y la envidia
Los padres suelen ser los causantes de esta situación, ya que lo experimenté de primera mano. Siempre sentía que alguien estaba por encima de mí, y en mi caso era mi hermano. Con el tiempo aprendí que eso no era factible, ya que cuando trabajara, podría comprarme lo que quisiera.
A los siete años me gané mis primeros cincuenta centavos y estaba feliz. A pesar de haber enfrentado siete quiebras comerciales, aquí estoy, avanzando. Siempre me he preguntado: ¿Por qué me envidian?
Y la respuesta radica en la misma razón por la cual yo envidiaba. Como mencioné anteriormente, eso regresó a mí con fuerza. Aunque no soy una persona envidiosa, sufrí las consecuencias y lo convertí en algo en contra de mí mismo.
Otra razón por la cual alguien puede ser objeto de envidia es cuando se habla de más frente a las personas equivocadas. Esto no significa que debas mantener silencio en todo momento.
Pero debes tener cuidado en lo que dices para no generar envidia en los demás. Cuando haces creer que lo que haces es fácil y cualquiera puede lograrlo, cuando en realidad ellos no lo hacen. Ahí es cuando nace la envidia.