Ho’oponopono y la Magia de Guardar Silencio para el Éxito

Ho’oponopono y la Magia de Guardar Silencio para el Éxito. Ayer, alguien me preguntó acerca de mi situación financiera, en referencia a un video que publiqué hace algunos años sobre el dinero y las estrategias para conseguirlo. En ese momento, me di cuenta de que mi ego, si es que aún queda algo de él, no debería influir en mi respuesta.

Quizás en un pasado hubiera respondido con orgullo, afirmándole que sí, que he tenido éxito en el aspecto financiero. Podría incluso haber mencionado una cifra exagerada para enfatizar mi prosperidad. Sin embargo, ahora entiendo que revelar estos detalles va en contra de los principios de Ho’oponopono, especialmente la humildad.

Ho’oponopono y la magia de no hablar ante los demás

Hablar de los logros económicos, de lo que he construido y ganado, no hace más que abrir la puerta para que el dinero fluya de la misma manera en que llegó: fugazmente y sin arraigo.

Lo peor es que a menudo no nos percatamos de ello hasta que es demasiado tarde. Por eso, he aprendido que todo lo que hacemos en nuestro propio beneficio no debe ser divulgado ni siquiera a la familia.

A veces, en esos momentos, surge la tentación del ego, aunque esto es algo común. En mi experiencia, he visto cómo al brindar ayuda a un familiar en apuros, simplemente se alienta la inercia, la falta de responsabilidad y la tendencia a depender de los demás. Esta forma de asistencia no es verdaderamente beneficiosa, ya que solo perpetúa la situación en lugar de promover un cambio positivo.

Al otorgar esta ayuda, se crea un patrón que la persona en cuestión utilizará como recurso cuando cometa errores o enfrenta dificultades. Esto indica que no ha aprendido de sus experiencias y que aún no comprende la importancia de tomar decisiones informadas y responsables en la vida.

La magia es reconocer que hace mal

Es crucial reconocer que, por el simple hecho de querer ayudar, a veces nos vemos atrapados en la dinámica de dar sin considerar las implicaciones a largo plazo. Es esencial encontrar un equilibrio entre la generosidad y la sabiduría financiera para asegurar que el dinero no solo llegue, sino que permanezca y se utilice con propósito.

El día siguiente todo cambió, pero no para bien, al menos no para mí. El cambio fue tan abrupto que parecía que el flujo del dinero se había detenido por completo. En ese momento, lo percibí como algo transitorio y cotidiano.

Sin embargo, al día siguiente, el mismo síntoma persistió sin que pudiera entender la razón. A pesar de la incertidumbre, me esforzaba por revertir esa tendencia a la baja en mi situación financiera.

Con el paso de los meses, volví a encontrarme con mi hermano en un momento crítico. No estaba seguro si había tomado en cuenta mis consejos. A pesar de ello, accedí a sus peticiones y, una vez más, la nueva fórmula para generar ingresos se desvaneció sin explicación aparente.

Fue entonces cuando comprendí el problema detrás de mis reveses compartir lo que estaba haciendo despertaba la envidia en quienes escuchaban algo que estaba fuera de sus esquemas mentales. Para mi hermano, profundamente arraigado en su religión, lo que estaba logrando no parecía posible, ya que consideraba que eso era obra de Dios y no del hombre.

Sea prudente con sus logros

Sin embargo, si ese era el caso, ¿Por qué no buscaba ayuda directamente de su dios? Esto me llevó a la conclusión de que nunca se debe revelar cuando uno encuentra algo que le beneficia de manera significativa.

Esta revelación es personal y no debería ser compartida, ni siquiera con los seres queridos, quienes, a pesar de sus intenciones de ayuda, pueden no comprender. A veces, las pruebas son evidentes, pero algo interno impide verlas con los ojos del corazón, en cambio, el ego puede cegar.

Reflexionando sobre esos momentos, recordé cómo mi hermano solía reaccionar con una sonrisa lenta y burlona, diciendo «¿en serio?» cada vez que compartía algo. Este gesto, aunque no era su intención, era suficiente para desbaratar lo que yo construía con tanta convicción.

Esto subraya la importancia de guardar silencio sobre los logros personales, especialmente para aquellos que no pueden resistirse a compartirlos. Presten atención a lo que se explica aquí, ya que para comprenderlo es esencial aplicar Ho’oponopono.

Si se da cuenta de que le resulta difícil mantener la boca cerrada, es probable que sea su ego el que esté actuando, incluso si no lo percibe de inmediato. Para superar esto y reducir el nivel de su ego, es crucial examinar cuándo se deja llevar y habla más de la cuenta.

No todos están listos para la enseñanza

Es importante sopesar si realmente necesita que esa persona se entere de lo que sabe o si busca la validación de ser una buena persona al ayudar a los demás. En ambas interrogantes, su persona está en el centro de la comunicación, lo que revela la influencia del ego en su comportamiento, y esto puede tener repercusiones en el futuro.

Recuerde que esto no se trata de envidia, sino del papel que juega su ego en las situaciones que surgen cuando abre la boca. Es por esta razón que aplicaremos la técnica de Ho’oponopono, basándonos en lo que creemos que podría estar sintiendo y motivando su comportamiento.

Por lo tanto, la afirmación poderosa sería: «Lo siento, perdóname por lo que hay en mí que me lleva a sentir la necesidad de expresar lo que sé sobre el dinero. Te amo, gracias». Repita esto tres veces y luego olvídese de que lo hizo.

Ho’oponopono y la magia debe olvidar para que funcione

Si siente nuevamente esa necesidad en el futuro, repita el proceso y después olvídese de nuevo. En el otro caso, la afirmación sería: «Lo siento, perdóname por lo que está en mí que me hace creer que debo demostrar que soy una buena persona al compartir lo que hago para ganar dinero.

Te amo, gracias». Repita esta afirmación tres veces y luego olvídese de que lo hizo. Recuerde que este proceso puede variar en su impacto, pero esto no es lo más importante. Siempre debe tener presente que su sentido común está en juego.

Es esta percepción única la que hace que la magia de Ho’oponopono funcione, ya que lo que usted ve no es igual a lo que yo veo. Sin más que agregar, espero que este entendimiento sobre los obstáculos para obtener dinero le sea de gran ayuda.

Ho’oponopono y la magia del perdón y olvido

La frase «perdonar es lo mismo que olvidar» es una afirmación que a menudo se escucha, pero en realidad no es del todo precisa. Perdonar implica liberar sentimientos de rencor, resentimiento o ira hacia alguien que nos ha hecho daño.

Es un proceso emocional que puede llevar tiempo y esfuerzo. Perdonar no necesariamente implica olvidar lo que sucedió, sino más bien aceptar lo ocurrido y renunciar a buscar venganza o retribución.

Olvidar implica perder la memoria o dejar de recordar algo por completo. En el contexto de una ofensa o un error cometido por alguien, olvidar podría significar dejar de recordar el incidente en sí mismo, como si nunca hubiera ocurrido.

Entonces, aunque el perdón puede llevar eventualmente a dejar de recordar con dolor lo que sucedió, no necesariamente implica olvidar por completo el incidente. Algunas personas pueden recordar lo que ocurrió, pero sin el mismo impacto emocional negativo una vez que han perdonado.

Además, en algunos casos, recordar el evento puede ser necesario para aprender de la experiencia y evitar futuros conflictos similares. Perdonar y olvidar son procesos diferentes. Perdonar es un acto consciente de liberación emocional y reconciliación interna, mientras que olvidar es el acto de perder la memoria o dejar de recordar algo por completo.

Si olvido puedo confiar de nuevo en la persona?

No necesariamente. El olvido y la confianza son aspectos distintos en las relaciones interpersonales. Olvidar un acto puede significar que ya no recuerdas conscientemente el incidente o que el impacto emocional negativo ha disminuido.

Sin embargo, el hecho de olvidar no cambia la realidad de lo que sucedió ni garantiza que la otra persona haya cambiado su comportamiento. La confianza se basa en la creencia de que una persona actuará de manera predecible y ética en el futuro.

Se construye a través de acciones consistentes, honestas y respetuosas a lo largo del tiempo. Incluso si perdonas y olvidas un acto pasado, reconstruir la confianza puede llevar tiempo y requerir evidencia de cambio genuino en la otra persona.

Por lo tanto, solo porque olvides un acto pasado no significa automáticamente que puedas confiar completamente en la persona nuevamente. La confianza es algo que se gana con el tiempo a través de acciones consistentes y demostraciones de integridad por parte de la otra persona.

Es posible que el perdón sea un paso hacia la reconstrucción de la confianza en una relación, pero no garantiza automáticamente que confiarás plenamente en esa persona nuevamente. Perdonar implica liberar sentimientos de resentimiento, ira o amargura hacia la persona que te ha lastimado.

Este proceso puede aliviar la carga emocional y permitirte abrirte a la posibilidad de reconstruir la relación. Después de perdonar, la reconstrucción de la confianza depende de varios factores, como la sinceridad y consistencia de la otra persona en sus acciones.

El tiempo y la evidencia

Su disposición para reparar el daño causado y su capacidad para mantener compromisos y promesas en el futuro. La confianza no se restablece de inmediato. Requiere tiempo y evidencia continua de que la persona está cambiando su comportamiento y actuando de manera ética y respetuosa.

Observar consistentemente estas señales positivas puede ayudarte a sentirte más seguro en volver a confiar en ella. Es importante establecer límites claros y practicar el autocuidado mientras se reconstruye la confianza.

No debes ignorar tus propias necesidades emocionales y estar dispuesto a protegerte si la persona no demuestra un cambio genuino o si vuelve a actuar de manera perjudicial. El perdón puede ser un paso crucial hacia la reconstrucción de la confianza en una relación. Pero es un proceso que requiere esfuerzo mutuo y tiempo para desarrollarse de manera significativa y sólida.

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