Hooponopono y Manto de luz de enemigos a aliados el poder

Hooponopono y Manto de luz de enemigos a aliados el poder. La expresión «manto de luz» se emplea para protegernos de intenciones maliciosas que pueden surgir fuera de nuestro entorno. A veces, por recuerdos del pasado, nuestra mente inconsciente puede activarse y causar daño.

Pero, ¿en qué consiste este daño? Básicamente, se traduce en actitudes que generan conflictos tanto con los demás como con uno mismo. Aquí es donde entra en juego Ho’oponopono, utilizando esta expresión como una herramienta efectiva para ayudar a quienes están pasando por dificultades.

Esta herramienta es útil tanto para situaciones que provienen del exterior como para aquellas que surgen desde nuestro propio interior. Sin embargo, es crucial comprender lo que está ocurriendo o al menos ser conscientes de lo que se está sintiendo. Por ejemplo, si se trata de una situación personal, la herramienta resulta aún más efectiva.Hooponopono y Manto de luz de enemigos a aliados el poder

 

Hooponopono y manto de luz

Permíteme compartir una experiencia personal para ilustrar cómo se aplica Ho’oponopono con la expresión gatillo, manto de luz. En cierto momento, noté que alguien del barrio me observaba como si tuviera algún resentimiento o creyera que le había causado algún problema. Al principio, no le di mucha importancia, pero con el tiempo esto se volvió molesto.

El problema se complicó al involucrar a terceras personas, situación que al inicio no consideré seria. Sin embargo, se tornó grave, y por ende, tuve que investigar la raíz del conflicto.

En situaciones como esta, pocos toman medidas para evitarlo debido al temor de enredarse en complicaciones. En cambio, prefieren difundir testimonios falsos basados en lo que aparentemente sucedió.

Por eso, es importante establecer confianza con alguien que haya recibido información sobre el malentendido. Esto se hace con el fin de verificar la situación. Es fundamental comprender que, mientras más tiempo pase, más daño se puede ocasionar.

Una vez identificada la causa y a la persona responsable, se comprende que hay malicia detrás de sus acciones. En mi caso, esta fue la ruta que seguí, ya que no se puede aplicar Ho’oponopono sin tener claridad.

Hooponopono y manto de luz cómo entender

Una vez que identifiqué a la persona y entendí sus motivos, me resultó sencillo emplear la expresión «gatillo, manto de luz». Cabe mencionar que este tipo de malentendidos suelen ocurrir, como en mi caso, y pueden generar tensiones con más de una persona.

Opté por concentrarme en esa persona. Repetí «manto de luz, manto de luz, manto de luz» en mi mente. Luego, dejé de darle vueltas al problema y me sumergí en mi trabajo como si nada hubiese ocurrido.

Después de unos días, me di cuenta de que los resultados no fueron tan buenos como esperaba. Me asaltó la duda de si lo había hecho correctamente. Descubrí que el problema no solo dependía de la persona que lo inició, sino también de aquellos que estuvieron presentes y no intervinieron a mi favor.

Había algo en mi interior que no estaba en equilibrio. Por lo tanto, para lograr el máximo efecto, repetí la poderosa frase para liberar lo que me impedía avanzar. Es crucial recordar que en la mayoría de los casos, estas memorias son activadas por anclajes especiales, que pueden ser imágenes o sonidos.

Ya sea lo que vimos o escuchamos, estos actúan como detonantes que desencadenan comportamientos ocultos. En mi caso, el temor a que ocurriera algo más grave fue el catalizador.

Manto de luz y la frase poderosa

Utilicé la frase: «Lo siento, perdóname por lo que hay en mí que provoca temor a consecuencias mayores por lo sucedido y por los comentarios negativos. Te amo, gracias». La empleé en dos ocasiones, cuando sentí que ya no albergaba esa desconfianza.

Con el tiempo, dejé de sentirlo y volví a usar la expresión gatillo manto de luz. Esta vez, lo hice exactamente igual que la primera. Repetí este proceso unas tres veces, diciendo «manto de luz» tres veces seguidas, para luego continuar con mis actividades cotidianas.

Cuando volví a sentir inquietud, lo repetí nuevamente, lo hice en tres ocasiones. La tercera vez fue cuando salí a la calle para realizar una tarea. Mientras caminaba, noté que la persona venía en mi dirección.

Mi defensa se activó de inmediato y repetí «manto de luz, manto de luz». Continué caminando. Para mi sorpresa, esa persona se acercó y me hizo una pregunta trivial. Respondí afirmativamente y seguí mi camino.

Al día siguiente, parecía como si nunca hubiera dicho nada. Además, desde entonces, ha sido muy amable y respetuosa. No comprendo del todo lo que ocurre en nuestro mundo interno al aplicar esta herramienta de Ho’oponopono, pero los cambios en nuestro entorno son asombrosos.

El objetivo de Hooponopono

Es importante recordar que no estamos cambiando a los demás, sino a nosotros mismos, porque los cambios son para nuestro beneficio. Creo que queda claro cómo funciona esta expresión gatillo, manto de luz en Ho’oponopono.

Para aclarar, presento otro ejemplo. Un día, mientras actuaba como juez de natación, surgió una situación en la que prefería no involucrarme. Sin embargo, como formaba parte del equipo, me vi obligado a enfrentar un conflicto en el cual mi voto era crucial para sancionar a otro juez.

Esta sanción era necesaria, principalmente para sentar un precedente y evitar futuros incidentes similares. Sabía que tomar esta decisión podría generar problemas con aquellos que apoyaban al señor en cuestión.

Por eso, opté por apegarme estrictamente a los estatutos de la institución. Me aseguré de confirmar si mi voto para la sanción era conforme a la ley. Pregunté: «¿Qué establecen los artículos de la ley? ¿Es apropiado que yo vote?» La respuesta fue clara y contundente: la ley indicaba que había cometido un error imperdonable.

Siguiendo este dictamen, voté a favor de la sanción, basándome en los estatutos de la institución. Esto garantizaba que mi voto no fuera una cuestión de preferencia personal, sino un acto de cumplimiento legal.

Muchas veces las decisiones propias pueden crear resentimientos de segundas o terceras personas, pero eso no importa. Lo que hace Ho’oponopono es tener libertad como para poder tomas las decisiones que son necesarias para un mejor vivir.

Los comentarios negativos

Como resultado, este señor fue sancionado con la expulsión. Pensé que todo había terminado, pero no fue así. Los comentarios negativos empezaron a circular: desleal, falso amigo, enemigo número uno, entre otros.

Por supuesto, esto no se decía frente a mí, sino en círculos selectos. Como es natural, siempre hay personas dispuestas a llevar y traer mensajes, los conocidos como chismosos o sapos. A través de ellos, obtuve información sobre lo que se decía en mi contra, aunque de manera indirecta.

Lo que ocurría era que estaban construyendo una imagen negativa de mí, una que en realidad no existía. Querían que el grupo que había sancionado al individuo me percibiera como alguien desleal. Pero esto no se detuvo ahí.

La esposa del señor en cuestión me confrontó, diciéndome que no era un verdadero amigo. ¿Cuándo ellos lo eran? Lo que esta señora no mencionó es que estaba muy consciente de quiénes eran sus verdaderos amigos.

La realidad es que nunca existió una relación que pudiera justificar tal afirmación. Viendo que los comentarios negativos se acumulaban y que se avecinaba un problema, decidí tomar medidas.

Aplicando la frase gatillo Manto de luz

Esto sucedió hace aproximadamente 15 años, si no más, cuando tenía un conocimiento limitado sobre Ho’oponopono. Sin embargo, estaba familiarizado con las palabras gatillo, las cuales fueron lo primero que aprendí.

Me situé al borde de la piscina, observé al grupo que hablaba mal de mí y comencé a repetir en mi mente: manto de luz, manto de luz, manto de luz». Lo repetí varias veces. Luego, mencioné estas palabras desde cierta distancia.

Después de unos días, uno de los que participaba en las conversaciones negativas se me acercó para expresar su apoyo. Reconocieron que mi decisión de sancionar al amigo de ellos fue acertada. Repetí las palabras gatillo tres veces y continué con mis tareas.

Al regresar a casa, reflexioné sobre lo que me había dicho este amigo. Este nuevo enfoque me hizo recordar lo sucedido, pero volví a repetir «manto de luz» tres veces y seguí con mis actividades en la piscina. Al día siguiente, todo parecía estar de regreso a la normalidad, lo cual me tranquilizó por completo.

Cuando salí del centro deportivo, me encontré con el grupo reunido y caminé junto a ellos sin ninguna preocupación, como si nada hubiera sucedido. Esto confirmó la potencia de Ho’oponopono, incluso cuando más personas estaban involucradas en mi contra. En estos casos, la clave es mantener la paz interior.

A veces en ciertos casos, una ayuda que puede acelerar los cambios de vida, puede ser un poco de meditación. Eso en el caso que no puedas encontrar paz absoluta. En mi caso uso no solo la meditación, sino, las respiraciones que hacen un conjunto poderoso.

En conclusión:

La palabra o frase gatillo Manto de Luz es una herramienta que si la sabes usar o aplicar para el bien de tu vida, no solo te dará el camino para resolver lo que te está molestando en tu desarrollo emocional. No solo en lo emocional te ayuda si no en el convivir con los demás en tu entorno.

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