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La adicción al sexo tiene solución y es tan cierto como que mañana saldrá el sol, ¿Alguien lo puede impedir? Lo que no hay que negar es que todas las adicciones son totalmente negativas para la humanidad, pero hay algunas más complejas que otras, a pesar de las dificultades y la lucha interior que conlleva.
Se entiende que un alcohólico puede dejar el alcohol o un adicto al juego alejarse de el pero sin embargo una bulímica no puede dejar de comer, ni tampoco un adicto al sexo prescindir del mismo por completo pero si se puede hacer que aprenda a reconocer en dónde está su problema.

En el momento en que ya se sabe cuál es el problema de la adicción al sexo se puede encontrar la solución, técnicamente sí se puede pero sería como transitar de un extremo al otro del problema cuando la persona está convencida de que él no tiene solución o lo peor que podría pasar es, pensar que lo que hace es para él como algo normal.
¿Qué es la adicción?
Una adicción, en términos generales, es un patrón de comportamiento compulsivo donde una persona siente una necesidad persistente de realizar una acción o consumir una sustancia, a pesar de las consecuencias negativas que esto le pueda traer.
Existen dos tipos principales de adicciones:
Adicciones químicas o sustancias: Se refieren a la dependencia de sustancias como drogas, alcohol, tabaco, o medicamentos. Estas sustancias afectan el cerebro, creando una necesidad física y psicológica de consumo.
Adicciones conductuales: No implican una sustancia externa, sino comportamientos que generan dependencia, como el juego, la comida, las compras, el uso de internet o las relaciones sexuales.
Las adicciones surgen por diferentes factores, que pueden ser biológicos, emocionales o sociales, y normalmente siguen un ciclo de ansiedad o deseo por consumir la sustancia o realizar la actividad. Gratificación inmediata tras el acto, lo que refuerza el comportamiento. Consecuencias negativas físicas, mentales, o sociales, que a menudo son ignoradas. Repetición del ciclo, ya que la gratificación temporal refuerza el comportamiento compulsivo.
Ansiedad o deseo
Este es el punto de partida de la adicción. La persona siente una inquietud o un deseo intenso de realizar la conducta adictiva o consumir la sustancia. Este deseo no es simplemente una preferencia, sino una necesidad urgente que invade el pensamiento.
La ansiedad asociada con las adicciones surge porque el cuerpo o la mente están condicionados a buscar una satisfacción inmediata. En muchos casos, esto puede estar relacionado con la búsqueda de alivio de tensiones emocionales, traumas, o una simple evasión de la realidad. La mente se aferra a la idea de que solo a través de la conducta adictiva encontrará alivio.
Con el tiempo, la persona puede empezar a experimentar síntomas de abstinencia si no satisface el deseo. Estos síntomas pueden ser físicos (temblores, sudoración, etc.) o emocionales (ansiedad, irritabilidad). La necesidad de satisfacer este deseo se convierte en el centro de la vida de la persona.
Gratificación inmediata
Una de las características más poderosas de una adicción es la recompensa inmediata que sigue al comportamiento o consumo. Cuando una persona satisface su deseo, experimenta una sensación de alivio o placer, lo que refuerza la necesidad de repetir la conducta.
Este alivio es generalmente temporal, y puede ser tanto físico como emocional. Por ejemplo, alguien adicto al juego experimenta un «subidón» cuando apuesta, o una persona con adicción al sexo puede sentir alivio momentáneo después de un encuentro sexual.
Esta recompensa activa sistemas en el cerebro, como el de dopamina, que están asociados con el placer y la recompensa, intensificando aún más el deseo de continuar con el comportamiento.
Sin embargo, esta sensación de bienestar dura poco, lo que lleva a la persona a repetir la conducta de manera compulsiva, para volver a experimentar esa gratificación.
Consecuencias negativas
Aunque el comportamiento adictivo proporciona una gratificación temporal, a largo plazo tiene consecuencias negativas. Estas pueden aparecer en varias áreas:
- Físicas: Las adicciones pueden dañar el cuerpo de manera directa o indirecta. En el caso de adicciones químicas, los efectos nocivos son obvios (daño a órganos, deterioro físico). En las adicciones conductuales, el estrés y el agotamiento pueden afectar la salud.
- Mentales: La constante búsqueda de satisfacción y el ciclo repetitivo del deseo y la gratificación afectan profundamente el estado emocional. La persona puede volverse cada vez más ansiosa, deprimida o irritable. Incluso puede haber una pérdida de control sobre los pensamientos, lo que hace que la persona se sienta atrapada en la adicción.
- Sociales: Las relaciones con amigos, familiares, compañeros de trabajo y otros seres queridos pueden verse gravemente afectadas. La persona adicta puede aislarse o incluso causar daño a otros (emocional o financiero) mientras busca alimentar su adicción.
A pesar de estas consecuencias negativas, la adicción sigue dominando la vida de la persona porque el impulso hacia la gratificación inmediata es más fuerte que las preocupaciones a largo plazo. Aquí es donde se ve el ciclo adictivo.
Repetición del ciclo
La naturaleza de una adicción es cíclica. Después de experimentar las consecuencias negativas, en lugar de detenerse, la persona vuelve a sentir el deseo o ansiedad, lo que reinicia el ciclo. Esta repetición puede llevar al individuo a caer en un ciclo autodestructivo cada vez más profundo.
Este ciclo no solo es difícil de romper, sino que, con el tiempo, la persona puede necesitar mayores dosis o más intensidad en la conducta para obtener la misma gratificación, lo que empeora la situación.
Por ejemplo, una persona adicta al sexo puede buscar comportamientos más arriesgados o intensos para experimentar la misma sensación de satisfacción, o alguien con una adicción al juego puede apostar sumas de dinero cada vez más grandes.
Así se construye la dinámica de la adicción en general. Es un proceso que se refuerza a sí mismo y puede atrapar a la persona en un ciclo del que es difícil escapar.
Reconocer la adicción al sexo
Para esto no se necesita de algún manual inventado por personas que al encontrar algo en su camino, por el cual no tenían idea de lo que estaba pasando y para no quedar mal, crean o inventan una enfermedad y lo etiquetan con nombre raros para impresionar.
Lo raro en esto es que se esmeran en calificar la gravedad pero no dan una solución sin tener que recurrir a las drogas las cuales ellos mismos dan el paso para la venta. El trastorno de la hipersexualidad, es el nombre que le han dado en un manual de trastornos mentales, algo que es casi imposible de aceptar que sea un trastorno porque lo que tiene la persona es una actitud equivocada y que la aprendió por una causa.
Es verdad que este mal se convierte en obsesivo compulsivo para quienes lo padecen, ya que son incapaces de controlar sus pensamientos ni sus actos repetitivos, pero eso se convierte en un mal por el tiempo que pasa y nadie logra dar con las razones que detonan tal actitud.
Qué síntomas tiene la adicción al sexo
Una de las causas que han identificado para este mal es para algunos la soledad, esto es difícil de aceptar puesto que en el mundo hay mucha gente que tienen casi todo en la vida incluso una familia excelente pero, son adictos al sexo, Como ejemplo está el famoso jugador de golf Tiger Woods o Charlie Sheen que para nada están en soledad.
Esto es claro, las causas que detonan tiene que estar en qué fue lo que les pasó en su juventud o niñez y que con el pasar del tiempo se le fue generando en una actitud, que si nadie hace escándalo nunca se hubiera sabido. La actitud es tan fuerte que el adicto carece de control sobre sus actos a pesar de que su conducta le acarree sentimientos negativos.
El adicto, conforme pasa el tiempo y al darse cuenta de que requiere de mayores estímulos para saciar su creciente necesidad, como sucede con las adicciones, por esto es que la calma lograda sólo es momentánea porque inmediatamente regresa el vacío que su experiencia vivida le ocasionó el problema.
Esto le genera un círculo vicioso con la diferencia que cada vez es más fuerte, que para muchos es bien difícil de salir pero si tiene salida y en muchos casos está tan cerca que nadie la ve. Los adictos al sexo son grandes consumidores de pornografía en todas sus variantes, recurren compulsivamente a la masturbación.
¿Se puede salir de la adicción al sexo?
Desde luego que sí, pero para que esto suceda la persona debe aceptar que tiene un problema y que es grave, cuando lo haya hecho el resto es fácil. La adicción al sexo no es una enfermedad, es una actitud creada por la persona por una o varias malas experiencias vividas en otros momentos de su vida.
Claro que esto no se forma de un día para otro, esto tiene su tiempo de formación y a veces muchos años aunque en ciertos momentos se puede originar de una estación a otra, esto por lo general es porque ya ha estado con algo anterior y lo que le pasó en este momento es lo que detona la acción destructiva personal o hacia otros.
Lo que se hace es conversar con la persona que ya ha aceptado que necesita ayuda, esta abrirá el contenido que tiene su cerebro y solo así se podrá saber en qué parte empezó su mal y enseguida se hace el cambio de vida, quitándole todo lo malo o se lo cambia como cambiar su historia de vida, esto es todo aunque parezca un cuento pero es real, ya lo he hecho y funciona por siempre. La adicción al sexo tiene solución y rápida.