La ancianidad mental

La ancianidad mental no es para todos. Hace algunos años un amigo me dijo que tenía miedo llegar a ser un viejo pendejo, porque sus amigos ya se habían muerto al menos los que fueron contemporáneos. La edad de él en esos tiempos era (Ya falleció) de 7o años y desde los 45 años ya era jubilado, claro porque él lo decidió así.

Este señor tenía miedo llegar a sentir que ya estaba viejo y por eso empezó a practicar un deporte pero demasiado tarde, puesto que sus ligamentos, tendones incluso los músculos se habían recogido o perdido su elasticidad natural. Tengo entendido que los músculos no envejecen como la piel, es como que demora más tiempo o simplemente no sabe como hacerlo.

El caso es que este amigo quería ser como los demás que practicábamos el deporte a full pero su cuerpo no le daba y más porque el no ponía de su parte, al menos así no se llega a ninguna parte. La vejez de una persona empieza con la ancianidad mental, ¿De qué forma? Pues empieza cuando él o ella piensa que empezó a envejecer y no hace nada por evitarlo.

La ancianidad mental
La mente no reacciona como debe

La ancianidad parte de su mente

Desde luego que no se puede evitar ver que su piel ya no es como cuando tenía 20 años y peor si está pasando por depresiones emocionales pero, la vejez es diferente cuando usted piensa y ve que es parte de la vida, al menos de un cuerpo que hace con lo básico para mantenerse bien y eso es tomar agua, ir al baño para el m, c, b incluso el comer y dormir.

Uno de los síntomas y que pienso que causa más daño es el pensar que ya no es útil para nadie y con mucha razón cuando se jubila. La ancianidad mental hace que usted  o cualquier persona y en especial la que está en un punto de desventaja emocional se vea como rechazado por la sociedad y eso hace que cada vez se deprime más.

Llegando incluso a la tristeza y por ende a una «Muerte natural» que en realidad es una desconexión entre la mente, el cerebro y el cuerpo llegando a la muerte. Una forma sencilla de explicar. Cuando la persona que está en ese estado se deprime y su mente aprende que ya no tiene para qué estar dónde está, por lo tanto y en vista que no tiene más que hacer se convence de que ya es hora de descansar, de esta forma la mente hace que el cerebro vaya desconectando todas sus partes de una en una.

El proceso de hacer cambios

Este proceso no lo hace de golpe porque no es una simple máquina, es tan perfecta que lo hace despacio, ¿Se han dado cuenta lo que hace su computadora para apagarse? Se apaga punto por punto, unas lo harán en tiempo récord basados claro en su velocidad tanto del procesador como de su RAM otras posiblemente se demoren mucho pero hacen el mismo proceso.

Ahora en las personas  pues es el mismo proceso. Hace años conocí a un joven que murió de esa forma, bueno he conocido algunos casos pero este me emocionó cuando me enteré que amaneció muerto claro que en apariencia porque la hora de muerte legal fue como 8 horas antes de que le encuentren en su cama.

El caso de este joven fue muy triste, fue una persona que para poderse mover tenía que usar unos aparatos mecánicos de la cintura para abajo, usaba pañales desechables y todo su aseo tenía que hacerlo otra persona ya que él no podía. La causa de su muerte fue que se enamoró de una chica y con engaños se llegó hasta el matrimonio, unión que apenas duró como cuatro meses.

La separación que fue con el consentimiento de él fue lo que determinó la decisión de hacer lo que hizo, el último día que lo vieron vivo el sonreía y todos le preguntaban que era lo que le pasaba, pero él decía que estaba contento porque va a ser feliz pero nadie entendió que la felicidad para él era irse y como no podía prefirió irse de este mundo, así de sencillo.

Los ancianos prematuros

Un joven muy inteligente y pensante muy maduro para su edad, pienso que debido a su vida como le tocó vivirla. Así es lo que hace una persona que se ha dejado llevar por la ancianidad mental. Muchas personas cuando llegan a una edad ya no hacen deportes y me refiero a un régimen deportivo y no a lo que hacen casi todos, como ir a jugar pelota los fines de semana, eso no es hacer deportes, esto es maltratar a su corazón.

Cuando la persona pierde la elasticidad es un candidato a ser un anciano prematuro, es triste ver como una persona de apenas 60, 65 o 70 años ya caminan (Como decía mi amigo) como viejo pendejo incluso, conozco personas de 35, 40 o tal vez 45 años que caminan así bajo el pretexto de que trabajan por lo tanto están cansados.

Mi mamá tiene 72 años y tengo que cogerla de la mano porque me deja atrás cuando camina conmigo. No pierden nada con hacer algo de ejercicios y más de elasticidad y sí no espere no más que lo alcance la ancianidad mental.

¿Qué hace que un hombre no quiera ejercitarse?

La actividad física es esencial para mantener una buena salud física y mental. Sin embargo, muchas personas, incluidos los hombres, pueden experimentar resistencia o falta de motivación para ejercitarse.

Las razones detrás de esta falta de interés pueden ser complejas y multifacéticas, abarcando desde factores emocionales hasta experiencias de vida pasadas. En este artículo, exploraremos algunas de las causas más comunes que pueden llevar a un hombre a evitar el ejercicio, prestando especial atención a las posibles decepciones y cómo estas pueden influir en su motivación.

Uno de los factores más significativos que pueden impedir que un hombre se ejercite es la falta de motivación intrínseca. La motivación intrínseca se refiere al deseo interno de realizar una actividad por el placer o la satisfacción que se obtiene de ella, en lugar de hacerlo por razones externas como la presión social o la búsqueda de recompensas.

Sin una razón personal significativa para hacer ejercicio, muchos hombres pueden sentir que no vale la pena el esfuerzo. Por ejemplo, si un hombre no ha desarrollado un interés por el deporte o la actividad física desde joven, es posible que no vea el ejercicio como una parte integral de su vida.

Esta falta de interés puede llevar a la inactividad, creando un ciclo difícil de romper. Las influencias sociales y culturales también juegan un papel crucial en la motivación para ejercitarse.

En algunas culturas, puede haber menos énfasis en la importancia del ejercicio físico, lo que lleva a una falta de participación en actividades deportivas. Además, las presiones sociales pueden hacer que algunos hombres se sientan incómodos al ejercitarse en ciertos entornos, como gimnasios donde perciben un juicio o competencia.

Influencias sociales y culturales

La imagen corporal también puede ser un factor importante. Algunos hombres pueden sentirse inseguros sobre su apariencia física y, como resultado, evitar el ejercicio por miedo al juicio de los demás. Este tipo de inseguridad puede ser exacerbada por la exposición a estándares de belleza poco realistas en los medios de comunicación.

Las decepciones pasadas pueden tener un impacto significativo en la motivación para hacer ejercicio. Por ejemplo, un hombre que haya tenido experiencias negativas en actividades deportivas o de acondicionamiento físico puede desarrollar una aversión hacia el ejercicio.

Esto podría incluir haber sido víctima de burlas en el pasado por su desempeño, sufrir lesiones durante el ejercicio o no haber logrado los resultados deseados, lo que lleva a la frustración.

Además, aquellos que han intentado seguir rutinas de ejercicio en el pasado y no han visto resultados positivos pueden perder la fe en sus capacidades para tener éxito. Esta desilusión puede llevar a una mentalidad de «para qué intentar» y, en última instancia, a la inactividad.

Los problemas emocionales, como la ansiedad o la depresión, pueden influir significativamente en la motivación para ejercitarse. El ejercicio se ha demostrado como un potente antidepresivo, pero cuando una persona se siente abrumada por problemas emocionales, la idea de hacer ejercicio puede parecer abrumadora y poco atractiva.

El estrés puede llevar a que algunas personas busquen actividades más sedentarias, como ver televisión o navegar en Internet, en lugar de salir a hacer ejercicio.

La falta de energía y la apatía asociadas con la depresión pueden crear una barrera adicional para la actividad física. En lugar de ver el ejercicio como una forma de liberar endorfinas y mejorar su estado de ánimo, pueden verlo como una tarea adicional que les resulta difícil de afrontar.

Falta de tiempo y prioridades

La vida moderna puede ser extremadamente exigente. Muchos hombres se enfrentan a responsabilidades laborales, familiares y sociales que les dejan poco tiempo para cuidarse. Esta falta de tiempo se convierte en una excusa común para no ejercitarse.

En lugar de hacer del ejercicio una prioridad, pueden ponerlo en la parte inferior de su lista de tareas. La gestión del tiempo es esencial para encontrar espacio para la actividad física.

A menudo, las personas que logran mantenerse activas han encontrado formas de integrar el ejercicio en su rutina diaria, ya sea a través de actividades familiares, caminatas cortas durante el almuerzo o entrenamientos breves pero efectivos.

Sin embargo, si un hombre siente que no tiene el tiempo necesario para hacer ejercicio de manera adecuada, puede optar por no hacerlo en absoluto. El acceso a instalaciones adecuadas también puede ser un obstáculo.

En algunas comunidades, la falta de gimnasios, parques o espacios para hacer ejercicio puede dificultar que un hombre se mantenga activo. Además, los costos asociados con la membresía de un gimnasio o la compra de equipo de ejercicio pueden ser una barrera, especialmente si la persona ya enfrenta dificultades económicas.

La percepción de que se necesita un equipo costoso o una membresía de gimnasio para hacer ejercicio puede llevar a la inactividad. Sin embargo, el ejercicio no tiene que ser costoso; existen muchas formas de mantenerse activo que requieren poco o ningún equipo.

Finalmente, la autoeficacia, o la creencia en la propia capacidad para realizar tareas específicas, juega un papel importante en la motivación para ejercitarse. Si un hombre no cree que pueda tener éxito en un programa de ejercicios, es menos probable que intente comenzar. Esto puede estar relacionado con experiencias pasadas de fracaso o con una autoimagen negativa.

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