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La envidia en la familia y sus efectos negativos. Uno de los males que puede haber en familia, es la envidia. Antes de empezar es bueno saber, si ¿Ho’ oponopono podría ayudar en estos casos? Tomen en cuenta que al ser la familia, como que se hace duro creer que entre familiares, exista la envidia pero se da.
Ho’ oponopono si puede dar la ayuda pertinente, pero solo si ya escarmentó, lo que es vivir sin poder mantener la boca cerrada. ¿Qué es la envidia? Según algunos expertos en la legua española, es el sentimiento de tristeza o enojo, que experimenta la persona que no tiene o desearía tener, para sí sola algo que otra posee.
También se dice: «Deseo de hacer o tener lo que otra persona tiene», y para terminar: La envidia es un sentimiento o estado mental, en el cual existe dolor o desdicha por no tener lo que tiene el otro, sea esta tangibles e intangibles.
Como se darán cuenta, este mal se basa en el deseo de poseer lo que no tiene. Esto quiere decir que siempre se vio metida la persona, en un entorno en el que todo le daban, algo que por lo general, los culpables siempre son los padres. Hay casos en que los padres actúan así, porque ellos cuando fueron niños, no tuvieron esa clase de vida, en la que todo recibían.
Envidia en la familia actitud negativa
Pero hay un dato muy importante en esto, que ninguna actitud, nace de la misma persona puesto que esto siempre y en su totalidad, es aprendido. Esto quiere decir, que si el niño no tuvo una clase de vida, en la que todo le daban cuando ellos lo pedían, todo debería ser excelente persona, pero cuando no lo es, en especial cuando ya son adultos, que empiezan darse cuenta que ellos no tienen lo que otros tienen, es que desatan los demonios escondidos en su ser.
Esto no quiere decir que siempre se ve en adultos, lo que pasa es que en esa edad, la envidia cobra fuerza y peso. En cambio cuando son niños o adolescentes, pasa más como algo pasajero o como un simple pensar, porque no tienen su alma corrompida.
Para que esto sea entendido, he visto estos casos en familia que en apariencia, son excelentes entre ellos, pero cuando se trata de ser mejores, o tener lo que otro tiene, ahí se olvidaron que primero está la familia.
Hace muchos años, una amiga en la cual era de mi confianza, me conversaba todo lo que le pasaba y en un tiempo, pasó por necesidades terribles por la falta de dinero. Un día se dio cuenta que su comida en especial las tortas de cumpleaños, era requerida por todos, solo que lo hacía gratis.
Envidia en la familia no da oportunidad de crecimiento
En esos tiempos le dije que si se daba cuenta de eso, ¿Por qué no lo usa en su favor? Esto le intrigó a mi amiga y por tal me preguntó, ¿Cómo se hace eso? Fue ahí cuando le dije que su forma de preparación, es apetecida, por tal, ¿por qué mejor se dedica a la producción de las tortas? Eso le llamó la atención y con eso me fui.
Al mes de eso que la volví a ver, ella cambió en todo, ya tenía su dinero y tenía contratos con anticipación, incluso llegó al extremo que no se alcanzaba y por eso contrató ayudantes. Dos años después, ya No TENÍA negocio, al menos me sorprendí porque tenía buen negocio, pero ¿Qué pasó??
Pasó algo simple, una hermana había llegado de visita después de años que se había ido, al menos ella se fue cuando la hermana estaba pasando, por lo peor, o sea, que no se había enterado de su cambio al éxito, por eso cuando llegó, vio el cambio y empezó las preguntas, ¿Cómo, cuándo y por qué?
Desde luego que la hermana la del negocio, le contó todo, cómo empezó por qué lo hizo y hasta dónde ha llegado. Ahora, esta señora se había levantado de su asiento y miró todos los moldes, que tenía para la elaboración de las tortas, y según una ayudante, ella escupió sobre los moldes.
El poder de la envidia
Esto fue suficiente como para dañar todo lo que su hermana había hecho para su bien. Según su versión, desde ese día empezó a tener problemas de la forma más tonta. Cada día iba perdiendo clientela y en menos de un mes, ya estaba cruzada de brazos y lo peor, no sabía lo que pasaba, aunque la empleada le había dicho, que su hermana había escupido sobre sus moldes.
El caso es que se fue al caño sin tener culpa de nada. Ahora, con esto si se preguntan, ¿Por qué escupió su hermana en sus moldes?? Envidia. Solo fue envidia, porque presumo que tal vez a ella no le iba bien que se diga, de paso a su hermana la consideró inepta o perdedora, por eso cuando vio que está muy por encima, le dio tanto odio que por impulso hizo lo que hizo.
En algunas ocasiones, es un poco difícil salir de ese estado, en especial cuando no se sabe lo que está pasando, y si lo sabe, no sabe qué hacer. Lo peor de la envidia es cuando la que está envidiando, está tan cerca que nunca puede ver, quién es la persona que daña su estado emocional y energético.
Esto suele pasar cuando viven juntos y por más que quiera ver, no puede hacerlo, porque la familia que le envidia, es cariñosa, carismática y muy presta a escuchar lo que pasa en la casa. Para evitar esto, lo primero que se debe hacer, es cerrar la boca y nunca contar los planes que se tiene.
No abra la boca ante otras personas
Muchas veces uno mismo da el permiso para que esto pase, porque puede que usted inconscientemente, haga lo mismo aunque no exactamente igual, pero mira lo que otros hacen o tienen, por lo cual, es una especie de imán que atrae a su igual. Ya sabe que cada igual atrae a su igual.
Ahora, ¿Qué se puede hacer con Ho’ oponopono? Ya SABE QUE cada persona es la que genera las acciones en su contra. Por eso, con Ho’ oponopono puede hacer que su estado emocional, se ubique en el punto exacto para que no de el pretexto, para que los demás se fijen en lo que usted hace.
Por lo general esta clase de actitud de querer lo que otros tiene, sal de las experiencias que se vivió, porque como ya se mencionó, todo tuvo en la mano, cuando quería, por eso cuando le toca vivir su vida, se da cuenta que no puede obtener lo que quiere.
Hay casos en que al ser muy pequeños, le fueron negados cualquier presente, que si se lo dieron a otro hermano o hermana, creando así la envidia, solo que en este caso, es creado por los mismos padres, que al tener preferencia por un hijo habiendo otros, a formado la diferencia entre ellos.
Ho’ oponopono para la envidia
Puede que a uno u otro no le interese lo que le dan a su hermano, pero eso no quita que al crecer, se puede activar lo que creó como actitud. En todo caso, Ho’ oponopono está para ayudarnos a salir de ese entorno, y para eso, use la frase tradicional y poderosa como: «Lo siento, perdóname por lo que está en mí, que hace que mi familia me tenga envidia, te amo, gracias«.
También puede hacerlo directamente hacia la persona, que sepa o sospecha que le tiene envidia, que en este caso es su familia, sea el parentesco familiar que tenga. Como ejemplo sería: «Lo siento, perdóname por lo que está en mí, que hace que floripondio me tenga envidia, te amo, gracias«.
Debo reconocer que en mis tiempos, cuando era empresario, siempre tuve esta clase de problemas, puesto que siempre fui el hijo oveja negra y que para ellos, nunca podía crecer, pero sin embargo, hice todo y de todo para ganar dinero, y vaya que lo hice, pero así mismo, la envidia puede hacer que caigas y bien feo.
En lo que se refiere a Ho’ oponopono, hay palabras gatillo para esta ocasión, pero eso ya queda a criterio de cada uno, al menos en lo personal, prefiero la frase tradicional. Esto no dice que no funcione las palabras gatillo, lo que se dice es que todo depende de cada persona.
Cuando usar las palabras gatillos
Esto puede ser que si algunas palabras le llaman la atención, bueno, qué espera para emplearlas, ya que esto debe nacerle de sí el uso de ellas. En mis tiempos, la envidia llegaba de cualquier forma, pero todo es cuando uno habla y no sabe con quién lo hace.
Tenga por seguro, que la persona que más está a su lado, de esa es la que debe cuidarse. De esto doy fe, porque en muchos casos uno tiene amigos, que llegan a la confianza igual como si fuera su familia, pero cuando usted les cuenta su felicidad y si ellos no la tienen como usted lo dice, tenga por seguro que les chocará.
Al entrar en ese estado, lo que hacen es murmurar o decir, que es bueno lo que usted tiene, lo toca el hombro y se va. Desde ahí es que empiezan a mirarlo de lejos o están al tanto de lo que hace. Antes tenía esa costumbre de contar lo bien que me iba, justamente a un amigo.
Este le contaba a su mujer y eso era todo, al día siguiente, todo empezaba a salir mal. Por eso, desde ahora, ya no abro mi boca ni así me pregunten, y si digo algo, será, «Si me va bien, aunque lento pero bien». Esto no genera envidia, pero si dice, «Oye hermano estoy ganando 1200 dólares y que bien que me va, me voy comprar un vehículo», esto sí lo genera.