La perfección es un problema

La perfección es un problema. En todo el mundo se ve que hay lamentaciones derivadas por la mediocridad. La perfección es un problema para todas las personas que han tenido la buena guía muy posiblemente de sus padres, ahora ¿Por qué es un problema el querer ser perfecto o por lo menos intentar? Solo digo que sí lo es y por una buena razón.

Lamentablemente para muchos que han crecido en un ambiente de comodidad o de pobreza  creyeron que la vida es cómo se les presentó, recibiéndola sin protestar y que no hay más que hacer, otros han crecido junto a personas que nunca tuvieron la idea de que hay algo mejor de lo que ellos han visto, por lo que algunos se conforman con lo que tienen pero otros aunque siempre se lamentan no buscan la forma de mejorar.

La mayoría de las personas y que es a nivel mundial entran en un mundo de poquedad que incluso creen que tal cosa debe existir incluso en la capacidad personal. ¿Qué pasa cuando alguien por ahí sale que lo que él hace sea hombre o mujer es muy bueno incluso rayando de perfecto? Pues es un verdadero problema.

La perfección es un problema
La perfección es un problema

La perfección un problema

El problema va directo para todos, muchos creen que solo es del que cae mal y no es así. Esto es igual a una guerra, ¿Creen que hay ganador y perdedor? No señores-as, no existe un ganador porque todos pierden o ¿Acaso los soldados no tienen familias? ¿Los que mueren no tienen vida aunque es prestada pero igual es la vida de ellos?

Igual funciona en esto de cuando de pronto aparece alguien que hace muy bien las cosas, las personas que se acostumbraron a ver el mundo con los lentes que ellos tienen, les va a chocar al extremo de dudar de la capacidad de cada quién pero esto no queda ahí, de pronto viene la envidia y con eso se ha creado los enemigos silenciosos.

Lamentablemente hay personas que les gusta hacer bien las cosas y más porque sus padres les aconsejaron y les estuvieron jodiendo la vida, para que siempre se acostumbren a hacer bien o mejor no las hagan porque para mal hecho mejor que lo haga otro, pero esta forma de ser molesta a más de uno.

Las razones de la molestia es porque ellos o tuvieron todo listo o nunca pensaron que se puede hacer mejor y aquí no importa de si tiene dinero o no, recuerden que también hay herederos que se especializaron en pocos meses, de cómo desaparecer la fortuna que el padre hizo en muchos años.

Razonamiento propio

La perfección es un problema porque lo que se hace es porque sale de si de ser bueno en lo que hace y cuando se llega a esta parte de la actitud es mejor parar o cambiar de estrategia, no me refiero a que se tenga que ser diferente en el sentido de empezar hacer mal las cosas, lo que digo es que así mismo como se es muy inteligente en resolver o hacer bien todo.

También se debe ser inteligente en no ofender a nadie con la capacidad propia, ¿De qué forma? Lo he pensado y me doy cuenta porque lo he puesto en práctica que de vez en cuando hay que poner de manifiesto que uno también se equivoca o, que muy posiblemente puede haber personas mejores que uno.

Las razones para ponerse en ese plano es para no parecer inalcanzable, de esa forma se desvía los malos pensamientos de los demás y automáticamente también se desvía las envidias, que es lo que más daño hace a los que tienen muy buena intención. Al fin y al cabo todos somos humanos y tenemos nuestros momentos brillantes.

Y así mismo también podemos tener los momentos de torpeza aunque, para los envidiosos eso no sea así porque cuando le ponen el ojo a un incauto que lo único que quiso era quedar bien y nada más, siempre para ellos será una piedra en su zapato. Por esto y algunas razones no señaladas aquí es mejor desviar la atención, porque como ya se sabe que la perfección es un problema.

¿El perfeccionista nace o se crea?

El perfeccionismo es un rasgo de personalidad que ha generado debate sobre si se nace con él o si se desarrolla a lo largo de la vida. Aunque algunas personas pueden tener una predisposición a ser perfeccionistas, diversos factores ambientales y emocionales juegan un papel crucial en la formación de este rasgo.

A continuación, se exploran las posibles raíces del perfeccionismo y su relación con la autoestima. En términos de predisposición, ciertos estudios sugieren que los rasgos de personalidad, incluido el perfeccionismo, pueden estar influenciados por factores genéticos.

Algunas personas pueden heredar una tendencia a ser más críticas consigo mismas y a establecer estándares elevados. Sin embargo, esto no implica que el perfeccionismo sea una condición inmutable; la interacción con el entorno y las experiencias vividas son determinantes clave.

La crianza es uno de los factores más influyentes en el desarrollo del perfeccionismo. Los padres que establecen expectativas muy altas o que critican desproporcionadamente los errores pueden inculcar en sus hijos la necesidad de ser perfectos.

Esta presión puede llevar a los niños a asociar su valor personal con el logro, lo que puede fomentar un ciclo de autoexigencia que persiste en la edad adulta. Además, el tipo de elogios que reciben durante la infancia también influye; si los niños son elogiados solo por sus logros en lugar de su esfuerzo o cualidades personales, pueden desarrollar la idea de que su valor depende de su rendimiento.

El perfeccionismo también está relacionado con la autoestima. Las personas perfeccionistas a menudo tienen una autoestima frágil, ya que su autovaloración está ligada a su capacidad para cumplir con estándares inalcanzables.

¿La perfección puede ser una virtud?

La perfección puede considerarse una virtud cuando se refleja en dedicación, disciplina y esfuerzo por alcanzar altos estándares. En campos como el arte, la ciencia o el deporte, la búsqueda de la perfección impulsa logros significativos y resultados sobresalientes.

Esta actitud motiva a las personas a desarrollar habilidades, superar obstáculos y dar lo mejor de sí mismas. Sin embargo, esta virtud tiene límites. Cuando la búsqueda de la perfección se convierte en obsesión, puede generar ansiedad, estrés y agotamiento.

En su forma extrema, el perfeccionismo lleva a la procrastinación y al miedo a equivocarse, impidiendo tomar decisiones o asumir riesgos. En estos casos, la perfección deja de ser una virtud y se transforma en una trampa emocional.

El verdadero valor de la perfección está en encontrar equilibrio: aspirar a mejorar sin exigir un ideal imposible. La virtud no radica en ser perfecto, sino en aceptar que los errores son parte del aprendizaje.

Así, la perfección puede ser una virtud siempre que se entienda como un camino hacia la excelencia, no como un fin absoluto. Disfrutar del proceso y aprender de los tropiezos es lo que realmente conduce al crecimiento y a la satisfacción personal.

La autoestima y el fallo en la perfección

Este vínculo puede crear un ciclo dañino: cuanto más se esfuerzan por alcanzar la perfección y más fallan en el intento, menor es su autoestima, lo que a su vez alimenta la necesidad de ser aún más perfectos.

Esto puede dar lugar a sentimientos de ansiedad, depresión y agotamiento. Por otro lado, existe el concepto de «perfeccionismo adaptativo» y «perfeccionismo maladaptativo». El primero se refiere a establecer metas altas y trabajar diligentemente para alcanzarlas, mientras que el segundo implica una autoexigencia excesiva que puede resultar en estrés y descontento.

El perfeccionismo maladaptativo es problemático porque puede llevar a la procrastinación, la parálisis por análisis y el miedo al fracaso, lo que afecta la salud mental y el bienestar general.

La influencia de la sociedad y la cultura también es un factor importante en el desarrollo del perfeccionismo. Vivimos en un mundo que a menudo valora el éxito y la perfección, especialmente en áreas como el trabajo, la educación y las redes sociales.

La constante exposición a imágenes de éxito idealizado puede llevar a las personas a sentir que nunca son lo suficientemente buenas, intensificando la presión para ser perfectas. Para abordar el perfeccionismo, es fundamental que las personas reconozcan la diferencia entre tener estándares altos y ser excesivamente autocríticos.

Fomentar una mentalidad de crecimiento puede ayudar a las personas a ver los errores como oportunidades de aprendizaje en lugar de fracasos. También es esencial desarrollar una autoestima basada en la aceptación personal y la autocompasión, lo que permite a las personas valorarse a sí mismas independientemente de sus logros.

En conclusión

El perfeccionismo puede ser tanto un rasgo innato como el resultado de experiencias y entornos específicos. Aunque la genética puede influir en la predisposición hacia el perfeccionismo, factores como la crianza, la cultura y la autoestima juegan un papel crucial en su desarrollo.

Es fundamental reconocer y abordar los aspectos negativos del perfeccionismo para fomentar una vida más equilibrada y satisfactoria. En última instancia, el camino hacia la aceptación de uno mismo y la superación de la necesidad de ser perfecto puede llevar a una mayor felicidad y bienestar personal.

3 comentarios en «La perfección es un problema»

  1. Annia Katherine Spencer

    Debo admitir que es un artículo interesante y me causa mucha curiosidad que hayas puesto a Michael Jackson como portada de tu escrito, y si alguien raya en todo sentido con ‘la perfección’ es él, claramente sin perjudicar a los demás, sabes? Me identifico con él, y no me limito a la mediocridad o a ‘aspectos’ que queden en algo efímero y absurdo…

    Estoy a favor de la perfección claramente, pero un exceso sería perjudicial.

    1. Buenas noches Annia (Primera vez que veo ese nombre aparte de ser lindo es intrigante) Bueno la verdad que hay que ser el mejor porque sí no el diablo te lleva en peso. La verdad que soy fanático de Michael Jackson y quién más que él para poner de ejemplo (Lo seguí desde que tengo uso de razón 10 años o sea 40)soy de las personas que si hago algo lo hago con gusto aunque minutos antes no haya querido, esa es la diferencia con el mediocre, lo poco que hace lo hace a medias y cuando hace algo que no ha querido lo hace mal pero, la escusa es «Pero si yo no lo quería hacer, ¿Por qué me obligaron?» ahora si tiendes a ser una persona que te gusta hacer bien las cosas simplemente eres así y ahí no existe el exceso, el exceso viene cuando tu personalidad no va con lo que haces por tal cada cosa que hagas será una obligación. Si me dices que no es así entonces ¿Desde cuándo se convierte en exceso? ¿Acaso alguien puede decir cual es el límite para que se convierta en eso? Pienso que mientras hagas lo que te gusta no existe el trabajo, ni el exceso sí no tú mundo.

      Solo es mi punto y nada más, un saludo linda.

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