La persona creativa lleva el arte en su alma

La persona creativa más que verdadera es fantástica, no es tan sencillo llegar a ser una persona creativa, porque tienen que cumplir algunos requisitos, el primero es que tiene que ser una persona con motivación.

La motivación en sí y según mi punto el cual es muy personal y nada tiene que ver con teoría o concepto alguno, es simplemente un motivo con acción. El cual se lo puede definir como una razón de movimiento que hace el impulso, hacia lo que quiere conseguir, por lo tanto la persona creativa con motivación alcanza metas insospechadas, llegando a elaborar los exquisitos proyectos.

Hay que tener en cuenta un aspecto principal en lo que representa ser creativo, eso es que se sale de lo común. Pueden haber muchos pero muchos profesionales o no serlo, ya sea en cualquier rama y podrían ser muy buenos, pero llegar a ser un maestro, eso ya es otra cosa.La persona creativa

La persona creativa lleva el arte en su alma

Hay pintores en todas partes del mundo pero un verdadero pintor, con la capacidad creativa como el maestro Salvador Dalí, es bien difícil y creo que todavía no hay alguien que ocupe su puesto. El segundo requisito de una persona que quiera llegar a ser creativa, es preguntar, siempre la persona creativa pregunta ¿Qué es? ¿Cómo es? ¿Para qué? Prácticamente, el ser preguntón le da la pauta para aprender muchas cosas, siempre y cuando sea del interés propio. Son contados los casos de personas que hayan nacido con el don de ser creativas.

Un dichoso creativamente genio de la música fue Mozart, en eso no hay vuelta que dar, pero en eso son casos que se dan cada 100 años, que con poco y nada el arte les sale hasta por los poros. El tercer requisito para ser la persona creativa, es adaptarse, adaptarse al medio en que se encuentra.

El ser creativo es como el agua, que se adapta por donde tenga que pasar. Jamás pone de barrera a ningún obstáculo, más bien lo envuelve y sigue su camino sin molestarse siquiera que él esté ahí. El creativo saca partido de las fallas y las mejora excelentemente bien.

El cuarto y creo que no hay más según mi punto, es ser muy inteligente, si no hay inteligencia es bien difícil captar el medio en que se encuentra. Y más que todo el ser inteligente no es aquel que resuelve cálculos matemáticos de genios, sino es aquel que tiene la capacidad de resolver cualquier problema, sea el que fuera, porque en eso no hay distinción y si no puede, consulta o pregunta a otra persona que si lo sabe. ¿Se dieron cuenta como regresamos al segundo requisito? Es simple llegar a ser la persona creativa, sólo debe querer ser.

¿De donde parte la creatividad?

La creatividad es un concepto que ha intrigado a filósofos, científicos, artistas y educadores a lo largo de la historia. ¿De dónde surge esta habilidad que permite a las personas generar ideas originales, resolver problemas de formas únicas y expresar pensamientos o sentimientos de maneras innovadoras? ¿Es algo innato, o se puede cultivar a través de la experiencia y el aprendizaje?

La creatividad puede surgir de múltiples fuentes. Para algunas personas, parece brotar de manera espontánea, mientras que otras encuentran inspiración en la observación del mundo, en el aprendizaje y en la experimentación.

Esta habilidad se nutre tanto de factores internos —como la personalidad y el temperamento— como de factores externos —como el entorno y la cultura. En términos de neurociencia, la creatividad no tiene un origen único en el cerebro; en cambio, es el resultado de la interacción de varias regiones y redes cerebrales.

Por ejemplo, se ha demostrado que la «red de modo predeterminado», activa cuando la mente está en reposo, juega un papel en la generación de ideas, mientras que la «red de control ejecutivo» ayuda a evaluar y refinar esas ideas.

El cerebro utiliza estas conexiones para balancear lo espontáneo con lo controlado, de forma que la creatividad pueda fluir sin perder un sentido de dirección. Además, la creatividad se ve influenciada por el contexto emocional de una persona.

La emoción positiva tiende a expandir la percepción y el pensamiento, permitiendo que las ideas fluyan libremente. Las emociones más complejas, como la tristeza o la nostalgia, también pueden ser una fuente poderosa de creatividad, ya que invitan a la reflexión profunda y a una percepción única de la realidad.

¿Es la creatividad algo innato?

Hay un debate constante sobre si la creatividad es un talento natural o una habilidad que se puede desarrollar. Algunos estudios sugieren que ciertos rasgos que influyen en la creatividad, como la curiosidad, la apertura a nuevas experiencias y la tolerancia a la ambigüedad, pueden estar en parte determinados genéticamente.

Sin embargo, estos rasgos son solo predisposiciones y no determinan la capacidad creativa de una persona. Incluso cuando una persona tiene un potencial creativo, este puede no manifestarse sin un ambiente adecuado y experiencias que lo alimenten.

De hecho, muchos de los grandes creadores y artistas han tenido que trabajar arduamente para perfeccionar sus habilidades y para encontrar su estilo personal. Esto sugiere que aunque algunas personas pueden tener una disposición natural hacia la creatividad, esta capacidad necesita ser estimulada y cultivada.

En el desarrollo infantil, por ejemplo, la creatividad suele manifestarse de manera natural a través del juego. Los niños son exploradores natos, y en sus juegos construyen mundos imaginarios y aprenden a relacionarse con el mundo de una manera creativa.

Sin embargo, a medida que crecen y el sistema educativo enfatiza más la conformidad y el rendimiento académico, es común que este instinto creativo se vea relegado o incluso reprimido. Esto sugiere que la creatividad es un rasgo presente desde los primeros años, pero que el entorno y la educación pueden influir profundamente en su desarrollo o en su limitación.

¿Se puede aprender la creatividad?

La creatividad no solo es innata; también se puede aprender y desarrollar. De hecho, muchos estudios han mostrado que existen prácticas y ejercicios que pueden ayudar a estimular la creatividad.

Observar el entorno y ver los detalles que normalmente se pasan por alto puede ser una excelente forma de estimular la creatividad. A menudo, las ideas creativas surgen cuando uno observa algo desde una perspectiva distinta o descubre patrones que los demás no ven.

Hacer preguntas y buscar respuestas es fundamental para desarrollar el pensamiento creativo. Las personas creativas suelen ser muy curiosas y están dispuestas a explorar lo desconocido. Esta búsqueda de conocimiento puede llevar a descubrimientos y conexiones inesperadas.

La creatividad requiere de una mente abierta a ideas y experiencias nuevas. Viajar, aprender cosas nuevas y exponerse a diversas perspectivas son formas de expandir la mente y de inspirarse en lo desconocido.

La creatividad se fortalece en un ambiente donde se permite el error y se valora el proceso tanto como el resultado. Esto se observa en las empresas que valoran la innovación y permiten que sus empleados experimenten, aprendan de sus errores y exploren ideas sin miedo al fracaso.

La creatividad es, en gran medida, el resultado de pensar de manera divergente, es decir, de generar múltiples soluciones para un solo problema. Al entrenar la mente para pensar en términos de opciones y posibilidades, uno aprende a ser más flexible y a explorar caminos alternativos.

Estas prácticas muestran que la creatividad no es solo un «don», sino una habilidad que se puede desarrollar y mejorar. Para las personas que no se sienten naturalmente creativas, el proceso de aprendizaje y la práctica pueden ser un camino efectivo hacia una mayor capacidad de innovación y originalidad.

La creatividad en la vida personal y profesional

La creatividad no solo se limita a actividades artísticas; es una herramienta poderosa en la vida cotidiana. En la vida personal, ser creativo puede ayudarnos a resolver problemas, a enfrentar desafíos emocionales y a ver las situaciones desde distintas perspectivas.

Ahora, en el ámbito profesional, la creatividad es valorada por su capacidad de aportar soluciones innovadoras y de mejorar procesos. En el trabajo, la creatividad no se limita a diseñadores, artistas o escritores.

Ingenieros, científicos, maestros y empresarios también dependen de su capacidad creativa para resolver problemas y para mejorar sus áreas de especialización. Además, en un mundo cada vez más complejo, la capacidad de pensar de manera creativa y adaptativa es fundamental para enfrentar los retos y cambios constantes.

La creatividad también está vinculada al autoconocimiento. A menudo, las personas encuentran que su capacidad creativa florece cuando exploran y expresan sus pensamientos, emociones y experiencias de vida. Este proceso de autodescubrimiento ayuda a entender mejor quiénes somos y qué es lo que realmente queremos expresar.

La introspección y el autoconocimiento nos permiten acceder a nuestras experiencias y emociones, que son fuentes ricas para la creatividad. Es frecuente que grandes obras de arte, literatura o música nazcan de momentos de reflexión profunda, en los cuales el creador explora temas personales y los convierte en algo universal. De esta manera, la creatividad no solo es una herramienta para crear algo nuevo, sino una forma de conectarnos con nosotros mismos y de expresar lo que somos.

Factores que limitan la creatividad

Así como hay prácticas que la fomentan, también existen factores que limitan la creatividad. Muchas personas tienen ideas creativas, pero temen expresarlas por miedo a ser juzgadas. Esta autolimitación es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo de la creatividad.

Cuando una persona se siente limitada por reglas estrictas o bajo una presión constante, es difícil que pueda pensar de manera libre y creativa. Un ambiente flexible y abierto suele ser más propicio para el surgimiento de ideas innovadoras.

La creatividad requiere de tiempo y espacio para desarrollarse. Cuando una persona está siempre ocupada o en una rutina rígida, es poco probable que encuentre momentos para la reflexión y la exploración creativa.

Un entorno aburrido o repetitivo puede desmotivar a las personas e impedir que exploren su creatividad. La exposición a experiencias nuevas, a ideas diferentes y a estímulos variados es esencial para inspirarse.

Conclusión

La creatividad es una capacidad compleja y multifacética que surge de la interacción entre nuestras predisposiciones naturales y el ambiente en el que nos desarrollamos. Si bien algunas personas pueden tener una inclinación natural hacia la creatividad, esta habilidad puede y debe ser cultivada a través del aprendizaje, la práctica y la experiencia.

Al igual que cualquier otra habilidad, la creatividad se fortalece cuando le dedicamos tiempo y esfuerzo. La creatividad es fundamental en todos los aspectos de la vida. En el ámbito personal, nos ayuda a ver nuestras experiencias desde perspectivas diferentes, a encontrar soluciones a problemas y a expresar nuestros pensamientos y emociones de manera única.

En el ámbito profesional, la creatividad es clave para la innovación y el crecimiento. Aprender a desarrollar y a valorar esta capacidad puede abrirnos un mundo de posibilidades, enriquecer nuestra vida y permitirnos conectar más profundamente con nosotros mismos y con los demás.

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