La puntualidad es muy importante

La puntualidad es muy importante. La mejor forma de ir perdiendo el miedo al éxito es siendo puntual, por eso la puntualidad es muy importante en especial para alguien que desee ganar puntos en su vida. Para muchos no es de gran cosa llegar a la hora que se les dice o cumplir con algún compromiso que se haya pactado en alguna circunstancia.

Lamentablemente se ha creado el modismo de ser impuntuales por el simple hecho, de que nadie es guardián para abrir o cerrar puertas o lo que es lo mismo, llegar a la hora exacta y pasar a ser un alocado, por lo tanto, a nadie le gusta pasar vergüenza.

Ha llegado el caso en reuniones en las que la gente empieza a llegar, como siempre, llegan los que nunca les gusta pasar la dichosa vergüenza de que lo vean que ha llegado antes que otros, por eso cuando ven que alguien ha llegado lo primero que hacen es criticarlo por desesperado o alocado, incluso les dicen frases como «Oye… ¿Qué…no tienes nada que hacer? Que has llegado tan temprano».

La puntualidad es muy buena
La puntualidad es muy importante

¿Qué es la puntualidad?

La puntualidad es muy importante porque en ello va la responsabilidad y más que todo el respeto hacia los demás, en esto es que muchos discrepan porque para ellos no tiene nada que ver con el respeto y en eso tienen toda la razón pero, en el medio en el que ellos viven. En esto tiene mucho que ver como fue que fueron criados en sus casas.

Esta actitud ha llegado a ser tan de este pueblo que hasta lo han bautizado a la irresponsabilidad y falta de respeto como «La hora ecuatoriana» eso significa que puede ser 10 minutos, media, una hora o quién sabe cuánto más de tiempo que para ellos sea lo razonable, pienso que esto tiene mucho que ver con la falta de aprecio.

El aprecio es muy importante para toda persona y si ella no tuvo o no sintió lo que es ser apreciado, es muy  posible que piense o sienta que otra persona no puede sentirlo, por lo tanto no se molesta en dar algo de si para que la otra persona se sienta muy bien, esto es por una simple razón, no es importante para él o ella peor va a ser para la otra persona.

Cuando sabes lo que haces

Tuve una de las que llamo equivocaciones y otros y en este caso la mayoría le dicen experiencias. Me invitaron a una reunión en la cual me encomendaron un acto que en realidad, para mí no era de importancia (cuanta ignorancia) el caso es que en esa reunión debían intervenir como unas ochenta personas para que eso funcione.

Admito que fue la primera y única vez que recibí una lección de responsabilidad y que con esa me he quedado hasta ahora y la cumplo a rajatabla. En la reunión que empezaba a las cuatro de la tarde, y en la cual llegué por primera vez antes de hora, claro que fue por razones ajenas a mí pero el caso es que llegué.

Faltaba como diez minutos para empezar y las personas que tenían que estar no llegaban ni a la mitad, para esto el director de la reunión que era la primera vez que estaba a cargo aunque todos lo conocían pero solo como una persona natural, nunca como dirigente, todos pensaban que él era igual que los demás, o sea, como el común del pueblo que se acostumbra a ser mediocre y más por afición que por que les gusta.

Faltando un minuto para empezar se oye por lo altoparlantes de la institución, «Falta un minuto para empezar y desde ya les doy la bienvenida» pero todos sorprendidos porque ¿Les doy la bienvenida? Pero si faltaban los principales que se necesitaba para que la reunión sea un éxito, claro que a nuestra forma.

El resultado de cuando no eres puntual

No solo faltaba las personas necesarias si no que todavía no habían llegado ciertos invitados y de los cuales uno de ellos era una autoridad muy especial, nosotros muy confiados que por eso no se iba a empezar, al menos por respeto a esa persona, ¿Cómo que respeto? Ya va a saber por qué.

El dirigente dio el comienzo de la reunión exactamente a las cuatro de la tarde ni un minuto menos ni más, todos asustados corriendo por ahí y por allá buscando nuestros lugares pero, ¿Cómo se iba empezar si faltaba personal? No hay problema, porque el dirigente empezó a dar órdenes y clasificó gente y empezamos con los que estábamos y seguimos con éxito.

Las personas que faltaban incluido el invitado llegaron más de media hora tarde y con un reclamo por la falta de respeto a la autoridad, por empezar sin ellos. El director pacientemente escuchó las quejas y después él les dijo «Si hablan de respeto pues señores y en especial usted señor que fue invitado, no han respetado a las personas que vinieron a este evento y peor a mí que soy la autoridad, ya que se dio una hora señalada y por tal se empezó a la misma hora, ¿Dónde está la falta de respeto si fueron ustedes lo que no cumplieron?

Con esto nadie dijo nada pero pensando que las cosas iban a quedar así cómo estaban, en especial con las personas que tenían que apoyar en el evento pero no fue así, porque no se les permitió ingresar al evento por su falta de seriedad, quedando así un precedente para todos incluidas autoridades porque en la actualidad cuando se hace un evento de ese tipo, todos están antes de la hora y yo aprendí que la puntualidad es muy importante.

El tiempo: Su importancia en la vida y cómo aprovecharlo

El tiempo es, sin duda, uno de los bienes más valiosos que tenemos. A diferencia de otros recursos como el dinero o la energía, el tiempo es completamente irrecuperable. Una vez que se ha utilizado, no se puede regresar, lo que lo convierte en un bien extremadamente limitado y, por tanto, muy preciado.

Cada persona tiene una cantidad limitada de tiempo, lo que implica que debemos ser conscientes de cómo lo empleamos. A nivel biológico, la vida humana tiene una duración promedio, y si bien desconocemos exactamente cuánto tiempo viviremos, lo que sí sabemos es que cada día que pasa es una oportunidad única.

La manera en que elegimos invertir ese tiempo define quiénes somos y qué logramos. La gestión del tiempo es una habilidad clave para alcanzar cualquier meta. Las personas exitosas no solo trabajan duro, sino que también saben priorizar y gestionar su tiempo de manera eficiente.

Planificar el día, establecer objetivos realistas y evitar distracciones son maneras efectivas de aprovechar mejor el tiempo y alcanzar resultados concretos. La eficiencia en el uso del tiempo no solo incrementa la productividad, sino que también reduce el estrés al evitar la acumulación de tareas.

Saber gestionar el tiempo también impacta directamente la calidad de vida. Si no balanceamos adecuadamente el tiempo entre el trabajo, las relaciones personales, el descanso y las actividades que disfrutamos, es fácil caer en un estado de agotamiento.

Saber cuándo descansar y disfrutar del tiempo libre es crucial para mantener una salud física y emocional equilibrada. El famoso dicho «el tiempo es oro» cobra sentido cuando nos damos cuenta de que el descanso es tan valioso como el trabajo.

Vivir en el presente

La importancia de vivir en el presente ha sido resaltada por múltiples filosofías y corrientes espirituales. Al vivir en el presente, dejamos de preocuparnos tanto por el pasado o el futuro y comenzamos a apreciar el aquí y ahora.

Esto nos permite disfrutar más de la vida, ser más conscientes de nuestras acciones y tomar decisiones más acertadas. El tiempo presente es lo único que realmente poseemos, ya que ni el pasado ni el futuro están a nuestro alcance.

El tiempo que dedicamos a nuestros seres queridos es uno de los regalos más valiosos que podemos darles. En una época en la que la tecnología y las obligaciones diarias suelen distraernos, reservar tiempo para nuestras relaciones fortalece los lazos emocionales y nos permite disfrutar de momentos significativos.

A menudo, no valoramos estas interacciones hasta que es demasiado tarde. A medida que el tiempo pasa, somos testigos de nuestro propio crecimiento personal. Cada experiencia, éxito o fracaso nos enseña algo valioso.

Reflexionar sobre el uso de nuestro tiempo en retrospectiva nos permite identificar patrones, corregir errores y tomar mejores decisiones en el futuro. El tiempo es el testigo silencioso de nuestra evolución.

Cada día es una nueva oportunidad para aprender, crecer, y acercarnos a nuestras metas. A veces, la rutina nos hace olvidar lo afortunados que somos de tener tiempo a nuestra disposición.

Aprovecharlo de manera consciente puede marcar la diferencia entre una vida plena o una llena de arrepentimientos. Es esencial no esperar «el momento perfecto» para actuar, ya que muchas veces el presente es el mejor momento para comenzar.

En resumen

El tiempo, no es solo una medida que usamos para organizar nuestras actividades diarias, sino el marco mismo en el que se desarrolla toda nuestra existencia. Apreciarlo, administrarlo y disfrutarlo sabiamente es clave para una vida significativa y equilibrada.

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