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La verdad a medias. En el mundo siempre domina la verdad a medias y no porque no lo sepan lo que en verdad es, lo que pasa es que se crean intereses que solo le benefician a los que lo crearon. Es tan poderoso los intereses que terminan por convencer a los que saben que es una mentira que aunque no en todo pero termina siendo una verdad.
No es raro ver que en un grupo de personas casi todos tienen el mismo proceso de conversar, cada uno está convencido de lo que dice aunque ellos no sepan si es cierto o mentira, en esto es muy posible de que ellos asuman una veracidad porque posiblemente ya lo escucharon por varias ocasiones y en lugares diferentes.
Lamentablemente esto se origina por una escasa cultura y al no tenerla lo único que hacen para no quedar mal es recurrir a lo que supuestamente saben, porque piensan que por eso ellos inconscientemente quedarán como personas que saben algo más que los demás, el caso es que ninguno se toma la paciencia de investigar si es cierto lo que van a decir o simplemente es un dicho que alguien dijo en las mismas circunstancias.
La contradicción sin bases
Es frecuente que si de pronto usted dice algo delante de sus amigos y en el grupo, hay alguien que tiene cierta noción de lo que usted ha dicho. Lo que usted dice es en base de su investigación ya que tiende a ser un curioso en aras de la verdad, pero resulta que dicho amigo que tiene una cierta noción le contradice.
Este señor se sorprende por lo que usted ha dicho sin necesidad de llegar al escándalo pero no dice por qué él se sorprende, la pregunta que usted hace es, ¿Acaso no es así? Y pregunta porque lo comprobó que si funciona y más que todo lo dice delante de este señor. La respuesta a su pregunta es: «Usted puede preguntar a cualquier persona que haya hecho esto y todos le dirán lo mismo, ¡Qué no funciona!».
Aquí viene la verdad a medias, ¿Acaso no hay la posibilidad de que esté repitiendo lo que otros hacen y con seguridad porque también hacen lo que otros han hecho? Que en este caso es simplemente decir, sin siquiera buscar la información para saber que tan seguro es de lo que ha dicho. Esto señores es el peor error de una persona.
La falta de lectura
Esa es una razón de que el mundo está como está, nadie se preocupa de leer y los que lo hacen lo guardan, ¿Por qué? Pues porque siempre se topa con personas que van a contradecir sin tener pruebas, simplemente lo hacen porque se ha generado una especie de costumbre y mala por cierto.
Para que tengan una idea, un día llegaron dos personas a mi lugar de trabajo y el uno decía que para desarrollar masa muscular y en general es muy bueno la tensión dinámica, la otra persona que se le notaba que ha estado en gimnasios decía que no, que eso no funciona porque lo que da masa muscular es las pesas y con carga.
La otra persona estaba de acuerdo pero decía que podía haber otra forma como es la tensión dinámica, la contradicción se mantenía hasta que el que estaba a favor de las pesas pregunta, ¿Si es verdad entonces porque hay muchos gimnasios en los cuales el medio de entrenamiento es con pesas? ¿Por qué?
Incluso añadió, que los grandes gurús de las pesas lo afirman que sin pesas es imposible que el cuerpo desarrolle masa muscular. Ahora, lo que dice el que está a favor de las pesas se basa en lo que «Dicen» porque en ningún momento el afirma como verdadero lo que ha dicho. La otra persona dice «Qué raro porque me he puesto a investigar sobre la vida del señor que sacó este sistema y no tiene nada de duda».
Lo bueno de hablar con bases
Y continua «Además me he puesto a practicar los métodos y me doy cuenta de que sí funciona, he ganado más fuerza, algo de músculos porque no me dedico y lo más importante, que se trabaja varios músculos a la vez que es el mejor método de ganar volumen y con fuerza» después de lo que dijo el otro señor seguía insistiendo, «No y que (Aquí viene la prueba) le pueden preguntar a cualquiera que vaya a un gimnasio o un entrenador y le van a decir lo mismo.
Cómo se darán cuenta este señor no lo afirma porque está convencido sí no porque repite lo que todos dicen, en total es la verdad a medias. Según lo que he leído sobre el tema y he hecho algunos ejercicios le doy la razón al señor de la dinámica, porque es verdad que se gana fuerzas, se trabaja varios músculos al mismo tiempo y se siente que aquellos trabajan lo que no sucede con las pesas a menos que masacre a su cuerpo. La verdad a medias.
Las verdades basadas en «Dicen»
El fenómeno de basarse en el «dicen» es bastante común en la vida cotidiana, y aunque puede parecer una forma rápida de obtener información, rara vez representa una verdad absoluta.
Esto se debe a varios factores relacionados con la psicología humana, la forma en que circula la información y las dinámicas sociales. Uno de los motivos principales por los que las personas se basan en lo que «dicen» otros es la necesidad de pertenencia y validación social.
A menudo, los seres humanos buscan confirmar sus opiniones o decisiones con lo que creen que la mayoría de la gente piensa o siente, lo que les proporciona una sensación de seguridad.
Sin embargo, el «dicen» muchas veces carece de veracidad absoluta porque se basa en información no verificada o en rumores que han pasado por múltiples filtros personales, cada uno añadiendo o eliminando detalles según su perspectiva o intereses.
A medida que la información pasa de una persona a otra, se distorsiona, algo similar a lo que ocurre en el juego del «teléfono descompuesto», donde el mensaje original cambia gradualmente. Este fenómeno puede llevar a la propagación de datos incorrectos o malinterpretaciones.
Otro motivo es la confianza en la autoridad o en figuras influyentes. Cuando las personas creen que alguien con conocimiento o poder ha dicho algo, tienden a darlo por cierto sin cuestionarlo.
Sin embargo, esto no garantiza la precisión de la información. La credibilidad de una fuente puede ser subjetiva y no siempre está respaldada por hechos o investigaciones sólidas.
El «dicen» también tiene raíces en la tradición cultural. En muchas sociedades, las historias y creencias se transmiten de generación en generación, lo que puede llevar a que ciertos dichos o afirmaciones se acepten como verdades sin ser cuestionadas.
Solo son ideas sin base
A lo largo del tiempo, la gente puede adoptar estas ideas sin analizar si tienen una base sólida o si son simplemente producto de una costumbre o creencia compartida. Por otro lado, basarse en lo que «dicen» puede ser una forma de evitar la responsabilidad de investigar por cuenta propia.
Buscar información verificada, contrastar fuentes y pensar de manera crítica requiere tiempo y esfuerzo, mientras que aceptar lo que otros dicen es mucho más rápido y fácil. En una sociedad donde la inmediatez es valorada, las personas pueden optar por la vía más rápida, incluso si esto significa sacrificar la precisión.
Además, está el factor emocional. Las personas tienden a aceptar con mayor facilidad aquello que confirma sus creencias o les resulta emocionalmente conveniente. Si algo que «dicen» se ajusta a lo que ya piensan o les resulta satisfactorio, es probable que lo acepten sin cuestionarlo.
Esto puede llevar a la creación de burbujas de pensamiento en las que solo se busca y acepta información que refuerce las ideas preexistentes, y se ignoran o desestiman las opiniones o datos que puedan contradecirlas.
En resumen, las personas se basan en lo que «dicen» porque les proporciona una sensación de seguridad social, ahorra tiempo y esfuerzo, y puede alinearse emocionalmente con sus creencias.
Sin embargo, el «dicen» rara vez es una veracidad absoluta porque la información se distorsiona, no se verifica o simplemente responde a dinámicas sociales y emocionales más complejas. Para llegar a la verdad, es necesario investigar, contrastar fuentes y mantener una actitud crítica ante la información que recibimos.
Es un sentimiento profundo de pertenencia y aceptación dentro de un grupo o comunidad. Las personas, por naturaleza, buscan conectarse con los demás, y el sentido de seguridad social surge cuando se sienten respaldadas, comprendidas y valoradas por quienes les rodean.
Este tipo de seguridad no solo se refiere a la protección física, sino también a la certeza de que uno puede contar con apoyo emocional y social en momentos de necesidad. La seguridad social está estrechamente ligada al instinto humano de supervivencia.
A lo largo de la historia, pertenecer a un grupo ha sido vital para obtener protección y recursos. Hoy en día, esa necesidad se manifiesta a través de la búsqueda de aceptación en círculos familiares, laborales o sociales. Sentirse parte de algo más grande proporciona estabilidad emocional, reduce la ansiedad y refuerza la autoestima.
Sin embargo, la búsqueda de esta seguridad puede llevar a depender excesivamente de las opiniones y expectativas de los demás, lo que puede limitar el crecimiento individual. Aunque la seguridad social es reconfortante, encontrar un equilibrio entre pertenecer y mantener la autenticidad personal es clave para una vida plena y saludable.