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La verdad y la cortesía es parte de ti. Si todos salimos a caminar y para ello escogemos una calle que sea muy concurrida, nos vamos a dar cuenta de una cosa, bueno espero que sean conscientes y observen de una forma neutral, es decir, desde punto como si ustedes no supieran que tienen sentimientos escondidos, ya que todos tenemos algo guardado.
Lo que van hacer es mirar a la cara de todos los que se cruzan en nuestro camino sin dejar de lado su caminar, por lo tanto lo que se van a dar cuenta es que casi todos tienen el rostro marcado, tanto las mujeres como los hombres. ¿A qué se debe esto? Pues una de las razones es porque la mayoría se rige por el medio en el que viven.
Esto se interpreta de que la mayoría vive sumergida en las preocupaciones de los demás por lo tanto, si tu vecino está con su cara de mal humor pues tú también la pones así, en este caso no es porque te sientas mal sí no por quedar bien con los demás. Sin darte cuenta tú te has dejado contagiar por la energía destructiva del vecino, con mucha más razón si tienen una pequeña amistad.
La verdad y la cortesía
Ahora, la verdad y la cortesía es parte de ti por lo tanto no le veo sentido a tener que pasar por una tristeza. Admito que no es fácil lidiar con personas que se dejan llevar por los sentimientos de los demás, en este caso si no se tiene un tino especial uno termina siendo mal visto. Pienso que es necesario que uno actúe con la verdad.
Actuando con la verdad usted tiene todo el poder de ser cortés con los demás, cuando digo poder me refiero a que usted llega a tener la confiabilidad de que sus actos de cortesía son reales y no fingidos, como se acostumbran a la mayor parte del planeta. Muchos utilizan la cortesía como una obligación de una supuesta educación.
Ahora, la cortesía debe salir de su corazón porque solo así es que tiene poder. La educación le enseña como ser cortés pero nunca le dice que lo haga porque tiene que hacerlo, en este caso se supone que si usted lo es, su interlocutor o persona que hace el contacto debería de serlo de igual manera. Posiblemente eso fue en el tiempo de la chispa pero ahora no se practica esta modalidad.
Con esto la humanidad como que se ha hecho medio mecánica y si usted le sonríe el otro también lo hace, en esto está muy bien pero lo que no está bien es que lo haga sólo porque la etiqueta le ordena que debe hacerlo. Al menos yo no soy de los que sonríen a alguien así me caiga mal y que lo debo de hacer por el hecho de que él lo hace, señores-as eso se llama hipocresía.
La cortesía: ¿Es políticamente correcto?
La cortesía es un valor que, a lo largo de la historia, ha sido considerado un signo de educación y respeto hacia los demás. Sin embargo, en el contexto actual, la cortesía a menudo se debate en términos de su relación con la corrección política.
Algunas personas sostienen que ser cortés es un acto de consideración genuina, mientras que otros argumentan que la cortesía se ha convertido en una forma de cumplimiento social, un medio para evitar conflictos.
La cortesía puede definirse como el conjunto de comportamientos y actitudes que muestran respeto y consideración hacia los demás. Se manifiesta en el uso de palabras amables, en el respeto por el espacio personal y en la atención a las normas sociales que rigen las interacciones humanas.
La cortesía, en su forma más pura, no debería ser vista como un mero formalismo, sino como un reflejo de empatía y comprensión hacia los sentimientos y necesidades de los demás.
Sin embargo, la percepción de la cortesía ha evolucionado con el tiempo. En la actualidad, muchos consideran que la cortesía está intrínsecamente relacionada con el concepto de corrección política. Esta relación plantea la pregunta: ¿Ser cortés es simplemente un acto de politeness o refleja un verdadero respeto hacia los demás?
La verdad y la cortesía y corrección política
La corrección política se refiere a la práctica de evitar el lenguaje o las acciones que puedan ofender a ciertos grupos de personas, especialmente en temas relacionados con raza, género, religión y orientación sexual.
En este contexto, la cortesía puede ser vista como una herramienta para promover la inclusión y el respeto. Sin embargo, también se ha criticado por ser un medio que silencia la expresión individual en nombre de evitar la ofensa.
Desde esta perspectiva, la cortesía puede considerarse un acto de respeto. Al ser cortés, las personas muestran consideración por la diversidad de experiencias y sentimientos de los demás. Por ejemplo, en un entorno laboral, ser cortés al utilizar un lenguaje inclusivo puede contribuir a crear un ambiente más acogedor para todos los empleados.
Por otro lado, la crítica a la cortesía como corrección política sugiere que a veces puede ser vista como un mero formalismo. Algunos argumentan que en ocasiones se trata más de cumplir con las expectativas sociales que de un respeto genuino hacia los demás.
Esta visión puede llevar a la percepción de que la cortesía es superficial y carece de autenticidad. En algunos casos, la cortesía puede servir como un medio para evitar conflictos. Por ejemplo, evitar un debate abierto sobre un tema controvertido puede considerarse una forma de cortesía, pero también puede llevar a la supresión de opiniones genuinas y a un malentendido. La línea entre ser cortés y ser honesto a veces puede ser difusa.
La cuestión de si la cortesía es un rasgo innato o aprendido es otra área de debate. Hay quienes sostienen que ciertas predisposiciones hacia la cortesía pueden ser innatas, mientras que otros creen que se desarrolla a través de la educación y la socialización.
Cortesía innata aprendida
Desde una perspectiva biológica, algunos argumentan que los humanos tienen una predisposición natural hacia la empatía y el comportamiento prosocial. La capacidad de ponerse en el lugar de otro y actuar con consideración puede ser vista como parte de nuestra naturaleza humana.
Sin embargo, esta capacidad innata puede variar entre individuos. En términos de socialización, la cortesía se enseña desde una edad temprana. Los padres y cuidadores juegan un papel fundamental en modelar comportamientos corteses.
A través de ejemplos y enseñanzas explícitas, los niños aprenden a decir «por favor» y «gracias», a respetar a los demás y a seguir las normas sociales. La cortesía también varía significativamente entre diferentes culturas y contextos.
Lo que puede considerarse cortés en una cultura puede no serlo en otra. Por ejemplo, en algunas culturas, la comunicación indirecta es valorada, mientras que en otras, la comunicación directa es preferida.
Este contexto cultural refuerza la idea de que la cortesía es, en gran medida, un comportamiento aprendido. Independientemente de su origen, la cortesía desempeña un papel crucial en la vida cotidiana y en las relaciones interpersonales.
Fomenta un ambiente de respeto y colaboración, lo que puede facilitar la comunicación y la resolución de conflictos. Además, ser cortés puede contribuir al bienestar emocional de las personas.
Actos simples de cortesía, como un saludo amable o un agradecimiento, pueden tener un impacto positivo en el estado de ánimo y la autoestima tanto del que da como del que recibe.
Desafíos de la cortesía en el mundo actual
A pesar de sus beneficios, la cortesía enfrenta varios desafíos en el mundo contemporáneo. La tecnología y las redes sociales han cambiado la forma en que nos comunicamos, a menudo permitiendo interacciones más superficiales.
En muchos casos, la cortesía se ha vuelto menos prevalente en la comunicación en línea, donde el anonimato puede llevar a comportamientos groseros o desconsiderados. En las redes sociales, la inmediatez de la comunicación a menudo conduce a la falta de reflexión.
Las personas pueden expresar opiniones sin considerar el impacto que pueden tener en los demás. Este fenómeno puede desdibujar la línea entre la libertad de expresión y la falta de respeto.
En un mundo cada vez más polarizado, donde las opiniones divergentes se encuentran con frecuencia, la cortesía puede convertirse en un desafío. Discutir temas controvertidos de manera cortés y respetuosa puede ser difícil, pero es esencial para mantener un diálogo constructivo.
Conclusión
La cortesía es un valor importante que fomenta el respeto y la consideración hacia los demás. Su relación con la corrección política es compleja y depende de cómo se interprete y se aplique en diferentes contextos.
Aunque algunos pueden argumentar que ser cortés es un formalismo, el respeto genuino hacia los demás puede ser un motivador poderoso detrás de la cortesía. La cuestión de si la cortesía es innata o aprendida también es fundamental para entender su naturaleza.
Si bien puede haber predisposiciones biológicas hacia la empatía, la educación y el entorno cultural juegan un papel crucial en el desarrollo de comportamientos corteses. En última instancia, la cortesía no solo beneficia a quienes la reciben, sino que también enriquece la vida de quienes la practican.
En un mundo donde la comunicación se ha vuelto más desafiante, la cortesía sigue siendo una herramienta valiosa para promover la comprensión y el respeto mutuo. Ahora en tiempos de polarización y conflicto, practicar la cortesía puede ser un paso hacia un diálogo más constructivo y significativo.
Limpia tu corazón
Que quede bien claro que no digo que no se deba estar sonreído, al contrario. Lo que digo es que la verdad y la cortesía es parte de ti y esto va con todos, es decir, todos debemos limpiar nuestro corazón pero para ello, primero debemos limpiar nuestro cerebro de tantos recuerdos tristes que hace que cojamos una actitud de simpleza para con la vida, por tal los que pagan las consecuencias son los que nos rodean.
Esto es contagioso así mismo cuando vemos llorar a alguien nos produce algo de tristeza, de igual forma si vemos sonreír a alguien, también nosotros sonreímos aunque no sepamos de que pero lo hacemos. Ahora si esto es así entonces la verdad y la cortesía también debería de serlo, por lo tanto si yo voy con la verdad tiendo a ser cortés es decir, no finjo ante nadie y todos lo haríamos.
Ahora, ¿Dónde está el truco aquí? Pues que si yo lo hago todos lo harán y así cómo lo digo yo, también mi vecino lo dirá y así sucesivamente por lo tanto, todos llegamos a pensar que no vale la pena andar con actitudes fingidas y lo que se haría es perdonar a los que nos han ofendido.
Pero de verdad, (a menos que necesite de un profesional para que le limpie sus archivos mentales) porque solo así se pensará que lo mejor está por venir o que ya está en mí o en ti, ya que se toma como lo que es en verdad y eso es que la verdad y la cortesía es parte de ti.