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Las reglas rígidas de la vida. Dicen que las reglas rígidas de la vida son para hacer que la persona aprenda ser una persona de bien, bueno eso es lo que pensaba hace mucho tiempo ya que mi papá era de esas personas, no voy a negar que su método conmigo funcionó pero, ¿Quién quita que uno aprende más por miedo que por reconocimiento?
En cierto modo debo admitir que si no tengo miedo en ese momento posiblemente ahora no estaría escribiendo este artículo. Por mucho tiempo este sistema funcionó y de qué manera porque gracias a eso han salido grandes hombres en la historia. Ahora casualmente todavía se ve por ahí a uno que otro que piensa que el sistema sigue activo.
La educación rígida
Tratan de educar a sus hijos a la patada, lo que se traduce que ellos quieren aplicar el sistema que aplicaron con ellos, tomen en cuenta que el sistema tiene un proceso el cual es por medio de la educación, la cual se basa en las reglas rígidas de la vida y otra es la que cree la persona que es la adecuada, o sea a lo vulgarmente fuerte.
Este plan lo veo de manos de un profesional que piensa que porque su padre que fue un campesino inculto, criado a la patada y que lo trató de lo más cruel el cual con esa enseñanza este señor profesional ha quedado traumado, quiere hacer lo mismo con su hijo en plena era de las computadoras con tecnología de punta, con la cual se puede acceder a la información de todo tipo.
El resultado es que su hijo a pesar de que es muy inteligente tiene unas calificaciones dignas de la peor clase de estudiantes, ¿Creen que es producto de la educación escolar? No señores-as eso es el producto de la mala educación que él como padre está aplicando con su hijo, por lo tanto ¿A quién creen que le tira la culpa? Al colegio y a quien más.
Estoy de acuerdo con las reglas rígidas de la vida porque en mayor parte si es necesario pero, no siempre se puede actuar siempre apegados a la ley ya que son sus hijos el que está en juego, por lo tanto su nuevo presente también ¿Acaso piensa que se va a sentir desgraciado viendo el excelente desarrollo de su hijo para con la vida?
Los buenos resultados de la educación
En mi caso me siento muy feliz con lo que está pasando con los míos y eso que me he portado mal de vez en cuando pero, nunca he dejado de dar un ejemplo para que ellos nunca me señalen diciendo tal vez «Pero si mi padre no pudo hacer nada, entonces ¿Qué me puede decir a mí?» ¿Me van a decir que no han escuchado esa frase?
Si las reglas no estuvieran la vida sería un completo relajo, nadie sabría hasta dónde puede llegar y en buena hora que están, los problemas se originan cuando la rigidez es tanto que tiende a romperse, ahora hay momentos en que cuando se rompen las cosas funcionan mejor pero son casos aislados, como quien dice que fue en momentos oportunos.
Claro que esto de romper las reglas no entran el romper las leyes porque eso es otra cosa, en todo caso se estaría dando un paso libre para que los delincuentes los cuales no tienen la culpa por que simplemente son productos del medio en que crecieron, hagan lo que ellos se imaginen que se puede hacer.
Eso es hacer variantes de las leyes en las cuales serían ellos los únicos beneficiados, entonces de esto no es lo que se refiere con romper las reglas. Pienso que una mejor forma de llevar bien las reglas rígidas de la vida, es con la comunicación porque si usted se comunica sus seguidores que en este caso son sus hijos lo van hacer, por lo tanto ellos sabrán los beneficios de las reglas rígidas de la vida.
¿Por qué la Psicología tiene derechos de regir sobre la educación de los hijos?
La relación entre padres e hijos ha sido objeto de un intenso debate a lo largo de los años, especialmente en lo que respecta a la educación y la disciplina. En el contexto actual, muchas personas, incluidos expertos en psicología y psiquiatría, han promovido la idea de que los métodos tradicionales de disciplina, como el castigo físico o emocional, deben ser reemplazados por enfoques más comprensivos y respetuosos.
Sin embargo, para algunos padres, esta nueva perspectiva parece haber llevado a una crisis en la crianza, donde los límites y la autoridad parental se han visto erosionados. La noción de que los padres deben ser amigos de sus hijos ha ganado popularidad en las últimas décadas.
Esta filosofía sugiere que, en lugar de imponer reglas y restricciones, los padres deben establecer una relación de igualdad con sus hijos, donde la comunicación abierta y el entendimiento mutuo prevalezcan.
Aunque la comunicación es vital en la crianza, es fundamental recordar que ser padre implica una responsabilidad que va más allá de la amistad. La crianza requiere establecer límites, enseñar normas y, a veces, tomar decisiones difíciles en beneficio del desarrollo del niño.
La crítica hacia los métodos de disciplina tradicionales, especialmente el castigo, proviene de estudios que sugieren que las formas de disciplina severas pueden tener efectos negativos en la autoestima y el comportamiento a largo plazo de los niños.
Los «expertos» han argumentado que el castigo físico puede llevar a una serie de problemas, incluidos trastornos emocionales, problemas de comportamiento y un deterioro en la relación padre-hijo. Sin embargo, esta perspectiva puede ser demasiado simplista.
Castigo de manera justa
No se puede negar que el castigo, cuando se aplica de manera justa y proporcionada, puede ser una herramienta efectiva para enseñar consecuencias y fomentar el respeto. La idea de que los padres deben evitar cualquier forma de castigo ha llevado a un aumento en la rebeldía entre algunos jóvenes.
Al no experimentar consecuencias claras por sus acciones, los hijos pueden llegar a sentir que pueden actuar sin límites, lo que puede resultar en comportamientos desafiantes y una falta de respeto hacia la autoridad.
Esta situación puede ser frustrante para los padres que buscan guiar a sus hijos hacia un camino de responsabilidad y respeto. La influencia de la psicología y la psiquiatría en la crianza de los hijos ha crecido con el tiempo, y esto ha generado preocupaciones entre algunos padres.
Las teorías psicológicas sobre el desarrollo infantil, la autoestima y la salud mental han sido fundamentales para formar enfoques modernos de crianza. Sin embargo, hay quienes argumentan que estos enfoques han sobrepasado su ámbito y han influido negativamente en la forma en que se percibe la disciplina.
Muchos sienten que la psicología ha asumido un papel excesivo en la crianza, promoviendo ideas que pueden no ser prácticas o adecuadas para todos los contextos familiares. Una de las críticas más comunes es que las políticas y leyes contemporáneas han favorecido un enfoque que considera el castigo como abuso.
Las leyes que penalizan a los padres por ejercer disciplina física pueden llevar a una confusión sobre lo que se considera una crianza adecuada y lo que se califica como maltrato. Esto crea un ambiente en el que muchos padres pueden sentirse inseguros o temerosos de tomar decisiones disciplinarias, lo que puede llevar a una falta de autoridad y estructura en el hogar.
Cada hijo es diferente
En este sentido, es vital considerar que la educación de los hijos no puede ser un enfoque único. Cada niño es diferente, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Los padres deben tener la libertad de adaptar sus métodos de crianza a las necesidades y circunstancias específicas de sus hijos.
La clave está en encontrar un equilibrio que permita a los padres mantener su autoridad mientras fomentan un ambiente amoroso y comprensivo. Es esencial que los padres se sientan empoderados para establecer límites y hacer cumplir las reglas.
Un enfoque equilibrado puede incluir la implementación de consecuencias justas por comportamientos inadecuados, al tiempo que se brinda un espacio para la comunicación y la expresión emocional.
Esto no significa que los padres deban recurrir a métodos de disciplina extremos, sino que deben reconocer que el castigo, cuando se aplica de manera adecuada y razonable, puede ser parte de un enfoque efectivo de crianza.
La falta de autoridad en la crianza no solo afecta la relación entre padres e hijos, sino que también tiene implicaciones más amplias para la sociedad. Los jóvenes que carecen de límites claros pueden enfrentarse a desafíos en su desarrollo social y emocional.
Esto puede resultar en problemas de comportamiento en la escuela y dificultades en la interacción con sus compañeros y figuras de autoridad. Por lo tanto, es fundamental que los padres retomen su papel como guías y educadores, en lugar de asumir el papel de amigos en todo momento.
En resumen
La discusión sobre la crianza de los hijos y la disciplina es compleja y multifacética. La influencia de la psicología y la psiquiatría en la crianza ha cambiado la forma en que se aborda la disciplina, pero esto no debe llevar a los padres a renunciar a su papel fundamental en la educación de sus hijos.
Mantener un equilibrio entre la autoridad y la empatía es crucial para el desarrollo saludable de los niños. En última instancia, los padres deben ser los responsables de su enfoque de crianza, basándose en su conocimiento y experiencia en lugar de depender exclusivamente de las tendencias impuestas por expertos o la sociedad. La crianza efectiva implica establecer límites claros, enseñar responsabilidad y, cuando sea necesario, aplicar consecuencias justas.