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Los beneficios de saber leer son inmensos y los que saben la realidad de la lectura son pocos. Las personas en el mundo leen incluso los más jóvenes y me refiero a los niños cuando ya están en edad de aprender a leer, ¿alguien por ahí pensó que una cosa es leer y otra saber leer? Creo que muchos pero, ¿Han hecho algo por apreciar los beneficios de saber leer?
La mayoría de las personas cuando leen lo que hacen es deletrear sea con su boca o su mente pero lo hacen, incluso tienen que leer varias veces para poder captar algo de la idea del mensaje, ahora por lo general lo que sí captan es lo que le llama la atención por decir la crónica roja y son capaces de repetir con pelos y señales todo lo que leyeron una sola vez.
Esa es una de las razones por la que la mayoría no lee, en los libros por lo general no tienen imágenes que causan emoción pero si tienen las palabras escritas de una forma en que la persona que lee no necesita de imágenes, ya que tiene el mejor software que ha creado la naturaleza con el cual puede crear en su mente los mejores efectos especiales que se pueda imaginar.
Muchos piensan que saber leer es coger un libro y prácticamente comérselo y así se la pasan los días y años, por lo tanto cuando alguien le pregunta algo de lo que el supuestamente sabe, lo que dice es una copia del original o sea repite como máquina lo que leyó, en pocas palabras no ha entendido lo que es los beneficios de saber leer.
Los beneficios de saber leer
Conozco personas que se la dan de coach y se dedican o por lo menos aparentan que se dedican al coaching (pienso que si está bien escrito) ¿A que no saben en que en especial? Pues justamente en desarrollo personal, negocios en Internet, incluso como hacer fortunas y ellos están dispuestos a todo con tal de que tú aprendas de ellos.
Hasta ahí no le veo problema porque cada quien tiene el derecho de ganarse su dinero como sea, sin que para ello estafe a otra persona aunque incluso ahí ya depende de cada quien, o sea quien se deja convencer. Es muy diferente cuando alguien que se la da de querer ser tu coach en algo que él ni siquiera está convencido.
De ahí es que viene que la persona que lee con entusiasmo llega a comprender lo que es tener un beneficio de lo que ha leído y eso quiere decir que lo pone en práctica o por lo menos no comete errores que tienen que ver con lo que él quiere enseñar. Ese es un fatal error no entender el fondo de lo que se lee.
Por poner un ejemplo; Si usted que se ha leído por decir 50 libros sobre desarrollo personal y autoestima, por lo tanto, se la sabe de la «A» hasta la «Z» sobre los ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿De qué manera? Para hacer de un candidato de sus enseñanzas un ciudadano ejemplar incluso un gran emprendedor y posible candidato a un millonario.
Al menos en eso no le veo problema pero, resulta que cuando alguien le dice o hace algo que en la verdad del asunto, no es grave y que se puede solucionar con una comunicación eficaz, él «Coach» de así por así pierde con facilidad el control y termina «Descoachandose™» y actúa de la forma por demás estúpida, que de esa manera tira a la basura todo lo que ha leído.
La pregunta es, ¿Qué le pasó a dicho «Coach»? Pues nada, ya que él hizo lo que en verdad es que en este caso, es un simple copista de información, porque si en verdad fuera un verdadero entrenador de actitudes, él pensaría antes de actuar.
Para enseñar antes hay que entender
Tomando lo aprendido como respaldo, no lo hace por la sencilla razón de que no ha entendido, lo que es los beneficios de saber leer. Pienso que más de uno ha pensado el asunto, ahora ¿Creen ustedes que yo voy a recomendar, a una persona que ha dado clara muestra de ser una persona, totalmente contraria a lo que dice que es? Por nada del mundo.
Para que alguien quiera enseñar algo primero tiene que entender lo que significa lo que él aprendió, si no llega a eso mejor debe intentar en escribir novelas de ficción porque ahí no va a causar daño a nadie, a menos que entienda por fin los beneficios de saber leer.
Saber leer tiene muchos factores, ya que no se trata solo de leer si no de aprender, entender y por así decirlo ponerlo mentalmente en como sería si… ¿Acaso se puede notar cuando una persona de verdad lee?
Saber leer es una habilidad fundamental que trasciende la simple decodificación de letras y palabras. Es un proceso complejo que involucra la comprensión, la interpretación y la integración de la información leída en el propio conocimiento y experiencias del lector.
No se trata solo de pronunciar las palabras correctamente, sino de captar el significado detrás de ellas, de contextualizarlas y de reflexionar sobre su contenido. La lectura efectiva implica una serie de competencias que van más allá del acto de leer, incluyendo la capacidad de aprender, entender y visualizar situaciones hipotéticas.
La capacidad de leer implica habilidades cognitivas que son fundamentales para el desarrollo personal y académico. Cuando una persona realmente lee, hay una serie de indicadores que pueden delatar su nivel de comprensión y su compromiso con el texto.
Las palabras y las conexiones
Un lector activo no solo se detiene en el significado literal de las palabras, sino que hace conexiones, plantea preguntas y busca profundizar en lo que está leyendo. Esto puede observarse a través de su capacidad para resumir, analizar y criticar el contenido de un texto, así como su habilidad para relacionar conceptos nuevos con conocimientos previos.
Uno de los aspectos más destacados de una lectura efectiva es la capacidad de hacer inferencias y visualizaciones. Un lector que está verdaderamente comprometido con el texto tiende a imaginar escenas, personajes y emociones, creando una especie de película mental a partir de las palabras escritas.
Esta habilidad de “visualizar” lo que se lee es un signo claro de que la persona no solo está consumiendo información, sino que la está integrando en su propia percepción del mundo. La lectura se convierte así en una experiencia activa y dinámica, donde el lector se sumerge en la narrativa y experimenta la historia de manera casi personal.
Además, un lector que realmente lee es capaz de reflexionar sobre el texto y de extraer lecciones o moralejas que pueden aplicarse a su vida. Esta capacidad de análisis crítico es crucial, ya que permite al lector cuestionar las ideas presentadas y desarrollar su propio punto de vista.
Por ejemplo, una persona que lee una novela no solo se preocupa por el desenlace de la historia, sino que también puede considerar las motivaciones de los personajes, las implicaciones de sus acciones y cómo esos elementos pueden relacionarse con su propia vida o la sociedad en general.
El ambiente en el que una persona lee también puede ser un indicador de su nivel de compromiso. Las personas que realmente leen suelen buscar espacios propicios para la lectura, donde puedan concentrarse y sumergirse en el texto sin distracciones.
Desarrollar la habilidad de lectura
Puede ser un lugar tranquilo en casa, una biblioteca o incluso un café donde se sientan cómodos. Este deseo de encontrar un espacio adecuado para la lectura sugiere una relación positiva con el acto de leer y un deseo de aprovechar al máximo esa actividad.
Por otro lado, hay factores que pueden influir en la capacidad de una persona para leer y comprender efectivamente. Uno de los más significativos es la educación. Aquellos que han sido expuestos a una variedad de textos y géneros desde una edad temprana tienden a desarrollar habilidades de lectura más fuertes.
La lectura en voz alta, la discusión de libros y la participación en actividades literarias en el aula pueden contribuir al desarrollo de habilidades críticas de lectura. Además, la exposición a diferentes estilos de escritura y narrativas enriquece el repertorio de un lector y mejora su capacidad para comprender diversos tipos de textos.
El interés personal también juega un papel crucial en el proceso de lectura. Las personas que tienen una curiosidad innata y una pasión por el conocimiento son más propensas a involucrarse con los textos de manera significativa.
Cuando un lector está genuinamente interesado en un tema, su nivel de atención y comprensión aumenta considerablemente. Por el contrario, si una persona se siente obligada a leer un texto que no le interesa, es probable que no pueda captar plenamente su contenido, lo que limita su capacidad de aprender y reflexionar sobre lo leído.
Otra dimensión importante a considerar es la relación entre la lectura y el desarrollo emocional. Leer no solo se trata de adquirir información; también puede ser un medio para explorar emociones, comprender experiencias humanas y desarrollar empatía.
La lectura y la imaginación
A través de la lectura de ficción, por ejemplo, los lectores pueden sumergirse en las vidas de personajes diversos, lo que les permite experimentar situaciones desde diferentes perspectivas. Esta capacidad para empatizar con otros es esencial en la construcción de relaciones interpersonales y en la comprensión de la condición humana.
También es interesante destacar cómo se puede notar cuando una persona realmente lee a través de sus interacciones con otros. Un lector ávido a menudo comparte ideas, discute sobre libros o autores, y se involucra en conversaciones que giran en torno a temas literarios.
Estas interacciones pueden revelar no solo el nivel de comprensión del lector, sino también su capacidad para comunicar ideas y reflexiones de manera efectiva. Un lector que ha internalizado lo que ha leído está mejor preparado para contribuir a debates y discusiones, enriqueciendo así su círculo social y cultural.
Finalmente, la lectura tiene un impacto significativo en la formación de la identidad personal. A medida que las personas leen y reflexionan sobre diferentes perspectivas, construyen su propia visión del mundo.
Los libros ofrecen una ventana a nuevas ideas, experiencias y culturas, lo que puede influir en la forma en que una persona se ve a sí misma y su lugar en el mundo. Esta construcción de identidad es un proceso continuo que se nutre de la diversidad de experiencias que se encuentran en las páginas de los libros.
En resumen, saber leer es un proceso que abarca mucho más que la simple decodificación de palabras. Implica una comprensión profunda, la capacidad de reflexionar y aprender, y la habilidad de integrar esa información en la propia vida. Un lector comprometido se nota no solo por su capacidad para entender el texto, sino también por su deseo de explorarlo, analizarlo y compartirlo.