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Mente positiva. En todas partes vas a ver o escuchar sobre mente positiva pero ¿Qué es mente positiva? Pues la verdad hay muchas formas de entender esta palabra cómo es el positivo, o sea la que entienden todos o al menos la gran mayoría. Según el modismo común, se entiende por ser positivo es a pensar que todo le va a salir bien y en eso se encierran.
Eso es lo que entienden pero la verdad es a medias, porque nadie se percata en que se basa dicha frase ¿Por qué tiene que ver eso? Pues porque la mente es muy amplia y práctica y necesita saber a qué clase de experiencia se está refiriendo. Para ser más claro el positivismo se basa en experiencias pasadas tomadas inconscientemente como estudios.
Claro que usted no está pensando en si guardó la información en el banco de su memoria, simplemente su mente lo hace así de sencillo. Entonces, cuando usted dice a alguien o se lo dice usted mismo, quiere decir que va a tomar mucha atención en lo que va hacer pero, basado en la experiencia que ya tuvo que si le fue mal, fue por algo que hizo mal.
Por lo tanto, si ya se dio cuenta de lo mal que hizo, en este caso ya no lo va hacer como lo hizo antes y el resultado tiene que ser positivo, que en este caso fue por la experiencia que ya tuvo. Ahora, es muy diferente a lo que hacen el común del pueblo, el pensar que ser positivo es pensar que le va ir bien, el caso es que ni siquiera creen en eso, porque están asustados.
Cómo tener mente positiva
En este caso lo que hay que decir cuando no se tiene la experiencia es «Hay que tener mente optimista» porque ahí si le cae. El ser optimista es pensar que le van a salir bien las cosas aunque no sabe por qué, pues no tiene bases para pensar en eso, que yo sepa son contadas las personas que utilizan el término «Optimista».
Ser optimista o tener una vida igual es cuando usted no está pensando en los posibles formas de cómo le puede caer un avión justamente en su casa. Me hace acuerdo cuando vi una película en la que un señor buscaba una casa, en un lugar por donde no haya una ruta de aviones, el caso es que el vendedor le dijo que por esa zona no pasaba aviones y en eso no estaba mintiendo.
Resulta que en el momento en que está firmando los papeles de compra viene una avioneta y se va contra la casa, todos sorprendidos y asustados miran cómo la avioneta se ladeaba de un lado para el otro ya que solo quedó incrustado la mitad en la pared de la casa, entonces el futuro comprador sorprendido pregunta, ¿No que por aquí no pasan aviones?
El vendedor le dice «Desde luego que no pero eso es una avioneta y no un avión, además ese piloto tiene que estar perdido, pero véalo de esta forma, para que vuelva a caer otro aparato de estos en su casa es una en un millón», cierto, contesta el comprador.
Con esa idea de que pasará un millón de días antes que caiga otra avioneta en su casa, hasta eso ya se ha envejecido y posiblemente muerto, veinte años después cayó una avioneta más grande matándolo de contado, ¿Las razones de que caiga tan pronto?
La realidad de la posibilidad de la mente
La verdad que este señor nunca se olvidó de la posibilidad y eso no es ser optimista pero si era positivo en que no se olvidaba de la probabilidad de que vuelva a caer un aparato de esos. Las razones de fondo es porque se acostumbran a hacer o decir lo que se pone de moda, es igual cuando se les pregunta ¿Cómo te va amigo? y la respuesta clásica es «Bien, muy bien gracias a dios» repiten igual en todas partes siempre el «Gracias a dios» entonces, está claro que es un modismo el decir que tiene mente positiva.
¿Ser positivo se nace o se puede aprender??
La positividad, entendida como la capacidad de ver el lado favorable de las situaciones y mantener una actitud constructiva frente a los retos, es una cualidad que muchas personas valoran y aspiran a cultivar.
Surge la pregunta, ¿ser positivo es algo con lo que se nace, o es una habilidad que puede aprenderse y desarrollarse? Además, ¿Cómo se puede saber si alguien realmente tiene una actitud positiva de forma natural? Aunque algunos parecen poseer un temperamento optimista desde la infancia, la positividad no es un rasgo fijo ni inmutable.
En realidad, es algo que, aunque pueda estar influido por aspectos innatos, puede ser fortalecido y desarrollado con el tiempo, independientemente de nuestra predisposición inicial. Para muchas personas, el optimismo o la positividad tienen un componente hereditario.
Estudios de psicología sugieren que ciertos rasgos de personalidad, incluyendo la inclinación hacia una mentalidad positiva, pueden estar en parte determinados genéticamente. Esto significa que algunas personas pueden tener una tendencia natural hacia el optimismo, la resiliencia y la motivación, lo cual se manifiesta en una disposición a ver las cosas de manera más favorable.
Sin embargo, la genética no es una sentencia definitiva. Los rasgos de personalidad pueden moldearse y adaptarse a lo largo de la vida, y aquí es donde entran en juego la educación, el ambiente y las experiencias personales.
Por otra parte, la positividad también puede ser aprendida. Las experiencias a lo largo de la vida, el entorno familiar, las relaciones personales y las circunstancias en las que nos desarrollamos juegan un papel importante en cómo aprendemos a responder a los desafíos y a las emociones negativas.
Cuando desarrolla mente positiva
Alguien que crece en un entorno alentador, rodeado de personas que manejan los problemas con calma y optimismo, tiene una mayor probabilidad de desarrollar una actitud positiva, aunque no sea algo «natural» en ellos.
Las prácticas de desarrollo personal, como el mindfulness, la auto-reflexión y la gratitud, ayudan a construir una mentalidad optimista y a mantener una perspectiva equilibrada en la vida. Estos son hábitos que no requieren una predisposición genética para ser efectivos y que pueden transformar gradualmente la forma en que una persona enfrenta la adversidad.
Ahora bien, ¿Cómo saber si alguien es positivo de manera auténtica y natural? La verdadera positividad no es una fachada o una simple negación de los problemas. Ser positivo de manera natural implica tener la habilidad de aceptar las circunstancias difíciles, reconocer los momentos de tristeza, de enojo o de frustración, pero ser capaz de buscar algo útil o constructivo en esas experiencias.
Una persona naturalmente positiva no es aquella que evita las emociones negativas a toda costa, sino la que, al experimentarlas, no permite que estas emociones definan sus pensamientos ni sus acciones a largo plazo.
En otras palabras, la positividad genuina permite la fluidez emocional, donde las personas se sienten cómodas experimentando una variedad de emociones sin quedarse atrapadas en aquellas que son desagradables o limitantes.
Otro indicador de una positividad auténtica es la capacidad de mostrar gratitud por lo que se tiene y de encontrar valor en lo cotidiano. Las personas que tienen un enfoque positivo suelen experimentar una gratitud sincera por los aspectos simples de la vida y encuentran alegría en las cosas pequeñas, como una conversación agradable, un momento de tranquilidad o una experiencia cotidiana.
La motivación de sentirse bien
Esta actitud no significa que ignoren los problemas, sino que encuentran en cada día un motivo para sentirse bien consigo mismos y con los demás. La gratitud es una habilidad que puede aprenderse y fortalecerse, y es uno de los elementos fundamentales para construir una vida más positiva.
El optimismo también se refleja en cómo una persona interpreta los eventos que le suceden. Las personas con una perspectiva positiva tienden a ver los problemas como temporales y específicos, en lugar de permanentes y abrumadores.
Por ejemplo, si un proyecto laboral no sale como esperaban, una persona con una mentalidad optimista puede pensar que fue una situación puntual y que pueden aprender de ella para mejorar en el futuro.
Por el contrario, alguien con una mentalidad más negativa podría percibir el problema como un fracaso personal y pensar que no tiene solución, lo cual puede llevar a la desmotivación. Esta forma de interpretar los desafíos es algo que también puede desarrollarse, ya que implica tomar conciencia de nuestros pensamientos automáticos y reemplazarlos con una forma de pensar más constructiva.
Otra cualidad importante en las personas naturalmente positivas es la resiliencia. Ser resiliente no significa que uno nunca se sienta abrumado o triste; significa que, aunque esas emociones surjan, se tiene la capacidad de sobreponerse y encontrar una forma de avanzar.
La resiliencia es una habilidad que puede ser aprendida y mejorada con la práctica. Las personas que trabajan en fortalecer su resiliencia descubren que, con el tiempo, son más capaces de enfrentar los problemas sin sentirse derrotadas. De hecho, una persona verdaderamente positiva entiende que los desafíos son una parte inevitable de la vida y que enfrentarlos es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal.
Una mente positiva
También es relevante mencionar que el auto-cuidado y la auto-compasión son componentes importantes para desarrollar una mentalidad positiva. Las personas que se cuidan a sí mismas, que reconocen sus limitaciones y que se dan permiso para descansar y recuperarse emocionalmente, suelen tener una actitud más saludable frente a la vida.
Estas prácticas ayudan a evitar el agotamiento emocional y mental, lo cual contribuye a mantener una perspectiva positiva y equilibrada. La auto-compasión permite que las personas enfrenten sus errores y dificultades sin juzgarse duramente, lo cual facilita la capacidad de recuperar el bienestar tras experiencias negativas.
Entonces, ¿Qué puede hacer una persona que desea ser más positiva? Aparte de fomentar la gratitud y de aprender a interpretar los eventos de manera constructiva, existen muchas herramientas prácticas que pueden ayudar.
La meditación y las prácticas de mindfulness, por ejemplo, permiten a las personas conectar con el momento presente, sin preocuparse tanto por el pasado o el futuro. Estas prácticas ayudan a reducir la ansiedad y el estrés, promoviendo una mentalidad más serena y optimista.
También, el establecimiento de metas personales y la creación de una rutina diaria que incluya momentos de auto-reflexión y descanso pueden mejorar considerablemente la actitud frente a la vida.
Además, rodearse de personas positivas y optimistas tiene un gran impacto en nuestra mentalidad. Las relaciones sociales influyen en cómo nos percibimos a nosotros mismos y a nuestras circunstancias.
Cuando estamos rodeados de personas que nos apoyan, nos inspiran y nos recuerdan que siempre hay una oportunidad de mejorar, es más fácil adoptar una visión positiva y constructiva. En cambio, las relaciones negativas pueden hacernos ver la vida de una manera más sombría, dificultando la construcción de una mentalidad positiva.
En conclusión
La positividad no es un rasgo inmutable, ni algo reservado para unos pocos. Aunque algunas personas pueden tener una predisposición genética hacia el optimismo, la positividad es una habilidad que puede desarrollarse y fortalecerse a lo largo del tiempo.
La verdadera positividad es una actitud natural y equilibrada que permite reconocer y enfrentar las emociones negativas sin dejarse dominar por ellas, encontrando siempre algo de valor en las experiencias y manteniendo una visión constructiva de la vida.
Con prácticas como la gratitud, la resiliencia, el auto-cuidado y la compañía de personas positivas, cualquier persona puede aprender a ver el lado favorable de las situaciones y vivir de manera más plena y optimista.
Hola Roberto:
La verdad es que de tantos artículos que he leído me sorprende este que no lo había leído … por qué ? Los que entienden saben … de paso les digo que cuando estén preparados les viene el artículo.
Bueno, con este artículo igual me acordé de una psicóloga que me dijo hace años que el positivimo no servía … y con eso me quedé metido pero obvio no me dijo el por qué o me lo dijo y ya ni me acuerdo. La cosa es que con esa información o sin ella igual no tenía la consciencia del porqué no sirve una «mente positiva» ( creo en que resultará pero … hay una posibilidad de fallar, creo en algo pero … es posible que no se cumpla … etc, resultará … si o no ? + todo tipo de dudas etc ) sino que una mente optimista es la que si crea lo que uno quiere ( creo que resulta si o si ).
Gracias.
Hola, ya te expliqué la diferencia entre el ser optimista y ser positivo. En el uno es cuando piensas y crees que todo va ir bien y en el otro, es cuando se usa la «experiencia» el cual son errores, para tratar de hacer bien algo que no pudo en otro momento, por desgracia esto está mal usado por los llamados gurús de la auto ayuda, que dicen que el ser positivo es cuando se piensa que todo va a estar bien, ¿Te das cuenta de la diferencia?