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Miedo al miedo. En el tiempo que llevo en este campo de la programación nunca había escuchado miedo al miedo, sí, como lo leyó. Un cliente-paciente me contaba su caso y como me lo planteó si es posible tener miedo al miedo. Ahora ¿Cómo es posible tener miedo al miedo? Pues se necesita ser demasiado perfeccionista y a la vez temático que todo lo que hace tiene que estar bien, con una pequeña diferencia.
Este cliente cada vez que hacía algo y sabiendo que está bien, lo volvía hacer y de ser posible lo hacía otra y otra vez, el caso es que cuando hace el triple lo hace con toda la tranquilidad del caso, entonces ¿Dónde está el problema? Porque si hace las cosas con pasión, al menos yo no le veía problema alguno pero, este señor miraba su entorno de otra forma, muy diferente a lo normal.
Cuando repetía una y otra vez lo que hacía, era porque no quería tener miedo de fracasar pero no era al fracaso que todos estamos pensando en este momento, o sea, al fracaso que él se refería era al tener miedo al miedo de hacer mal sus trabajos, por lo tanto ese era una razón por lo que siempre estaba silbando, al menos lo hace cuando trabaja y cuando piensa mucho en algo.
El tener esa tensión aunque él diga que lo hace con tranquilidad, lo ubicaba en una posición un poco irritable y era por eso que él venía a mi consulta. Un poco complicado el caso ya que en el lugar donde estaba supuestamente tranquilo, era ahí justamente donde cargaba el baúl del mal temperamento, para soltarlo en el lugar menos esperado y eso es en su casa.
Muchas de las veces los problemas más complicados tienen soluciones sencillas, ¿Cómo es eso? Se preguntarán, pues la mayor parte de nuestras vidas nos pasamos embarrándonos del problema y no vemos la solución aunque esté en frente de nuestras narices. La solución de mi cliente fue de lo más simple, él en su mente se veía armando un complicado rompecabezas en 3D y en tamaño pequeñito.
Ahora ese era su problema, siempre se veía con el mismo juguete que no podía armarlo bien, ahí está la razón de por qué repetía lo que hacía aunque sabía que está bien hecho. Muy simple, aunque admito al comienzo me paralicé porque no veía el problema, en pocas palabras me estaba contagiando su temor de tener temor de fallar en su caso. Por esa razón siempre mediten antes de hacer un trabajo y cuando lo dominen lo harán sin tener miedo al miedo.
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