No puedo seguir viviendo con miedo

No puedo seguir viviendo con miedo, es clara señal de que en algo se ha dado cuenta que su vida no es normal que se diga, tomen en cuenta que muchas personas puede decir esto y mucho más pero sin embargo no hacen nada, ¿Por qué? Simple, solo lo dicen como un modismo.

Esto es igual cuando alguien tiene por costumbre ser pesimista y su frase favorita es: «Estoy salado, todo me sale mal» esto es escuchado con frecuencia por amigos y de hecho que pasa a ser parte de su léxico, desde luego que nadie se da cuenta ya que es parte del ser.

No puedo seguir viviendo con miedo
No puedo seguir viviendo

El darse cuenta de que tiene miedo es muy posible que algo hizo que se de cuenta, esto por lo general es por alguna mala experiencia que le tocó pasar ya que nadie se percata de algo negativo hasta que llega a sentir algo diferente, esto lo lleva hacia lo que ya tiene pero que no lo ha entendido.

Es decir, que una persona por muy inteligente que sea no quiere decir que todo lo entienda, entonces, al no entender tampoco quiere decir que se va asustar. Por lo general, cuando alguien se asusta por algo que no entiende y me refiero por algún evento fortuito, es porque ya tiene un programa mental.

Este programa muchas veces es instalado por los padres por darse de chistosos con sus hijos los hacen asustar, cuando son muy pequeños, en algunos casos por los mismos hermanos. Esto se convierte en un problema con el tiempo, ¿Por qué sucede así? Funciona de esta manera porque cuando se es niño, no hay responsabilidades.

¿No puedo seguir viviendo con miedo?

Las responsabilidades en si, no, lo que hace que de miedo y eso cuando se llega a una edad de adultos es porque, cuando se fue niño y al ser blanco de las bromas de susto de los demás (claro que sin mala intención) se crea una especie de temor a lo que podría venir.

Pero como se siente protegido por los adultos, pasa con algo de tranquilidad. Esto no sucede cuando se llega a mayor, al menos cuando empieza a tener familia, las responsabilidades empiezan a caer como avalancha, desde luego que al comienzo no pasa mayor cosa.

Al menos si esta persona ha sido combativa y siempre ha tratado de resolver sus problemas, todo se le hace más fácil. Lo que no sucede con aquel que siempre ha tenido la protección de los demás, que hace que en el momento en que tenga que enfrentar algo nuevo, se asusta.

Más si es desconocido para él, empieza su proceso de miedo que sentía cuando era niño, esto hace que vea una imagen de él pero en su mente, de que está solo en un lugar oscuro. Hay casos en que la persona se ve arrinconado en clara señal de que tiene mucho miedo.

Esto no necesariamente quiere decir que en persona va a estar así, esta representación mental es de cómo se siente su mente y por eso es el miedo que llega a sentir ante lo desconocido. Esto es terrible porque termina contagiando a sus hijos que al ser pequeños, sufren de algo que ni siquiera saben qué es.

¿Cómo se reconoce al miedo?

Esto no se debe confundir, al menos lo identifico así, temor y miedo que para mí no es lo mismo. Claro que se puede decir, que hay variedades como por ejemplo, el recelo, que es una especie de temor pero más pequeño y en este caso no tiene importancia.

El temor, es una sensación que la persona llega a sentir en momentos, en que tiene que hacer algo que ya conoce pero que no lo ha podido entender, qué es lo que hace que no lo quiera hacer, ejemplo: Un artista plástico que le gusta su arte, incluso exhibir sus obras pero en el momento en que se acerca mucha gente, tiene temor de que le pregunten algo.

El miedo, es el resultado de un evento sucedido de imprevisto y que no ha entendido, es decir, no sabe por qué ni de dónde viene aunque puede sospechar, ejemplo: Estoy en el trabajo y de pronto me dicen que están despidiendo al personal, por mal desempeño.

En este caso, nadie me ha dicho que es a mí al que han escogido pero sospecho que puedo ser, porque sé que mi trabajo no es gran cosa el que hago, es decir, sin que nadie me señale tengo miedo porque no sé cómo, cuando, quién me lo dirá y lo peor, cómo me lo dirán.

Con esto viene imágenes mentales de lo que podría suceder después, es decir, por esto y que no ha  pasado me he formado toda una historia trágica de mi vida. Hay un vídeo sobre algo parecido y que es de 50 cent  «21 questions» observen como reacciona cuando piensa que todo se le viene encima.

¿Tiene proceso el temor y el miedo?

Con esto para que aprenda a diferenciar, el temor tiene un proceso como de un pequeño hormigueo en el cuerpo, esto siempre tiene un inicio y un final, es decir, tiene un recorrido que en muchos casos nadie se da cuenta y por eso es que cada vez es mayor el temor que llegan a sentir.

El pequeño hormigueo suele empezar en algunos casos por los pies o por las manos, es raro que empiece por la cabeza. En el recorrido va hacia un lugar que si empieza  por los pies, se dirige hacia las manos y es una constante porque en el momento en que llega  a las manos, como que salta y regresa a los pies, solo que no en reversa.

En cambio, el miedo es el mismo recorrido pero a una velocidad que no da tiempo a pensar, en casos de fobia es más rápido, ¿Ahora entiende por qué un fóbico corre sin preguntar? Por esto se debe observar a qué le tiene miedo y cómo es su proceso, ya que solo de esa forma puede ayudarse a quitarse de raíz. Con esto, es difícil que siga diciendo  «No puedo seguir viviendo con miedo» porque ya sabe de qué se trata.

Diferencia entre temor y fobia

Aunque el temor y la fobia pueden parecer similares porque ambos implican miedo, son experiencias emocionales distintas, con diferencias clave en su intensidad, origen y efectos sobre la vida diaria.

El temor es una reacción natural y esencial que los seres humanos experimentan ante situaciones de peligro o amenaza. Es parte de nuestro instinto de supervivencia. El miedo nos prepara para reaccionar ante situaciones potencialmente peligrosas mediante la respuesta de «lucha o huida» (fight or flight).

Esta respuesta física y emocional puede ser beneficiosa, ya que nos ayuda a protegernos. El temor surge en respuesta a una amenaza real o percibida, como el temor a ser mordido por un perro agresivo o a perder el equilibrio en una escalera alta.

El miedo suele desaparecer cuando la amenaza ya no está presente. Las personas, en general, pueden gestionar y controlar sus temores, tomando decisiones racionales para enfrentar la situación que lo provoca. Nos permite evitar el peligro y tomar medidas preventivas, lo que lo convierte en una emoción útil para nuestra supervivencia.

La fobia un miedo irracional y debilitante

Una fobia, en cambio, es un miedo irracional, persistente e intenso ante un objeto, situación o actividad específica que generalmente no representa una amenaza real o inmediata. Las personas con fobias tienden a experimentar una ansiedad extrema, incluso ante la idea de enfrentarse a su fobia, lo que puede interferir significativamente en su vida diaria.

La fobia es desproporcionada en relación con el peligro real que representa el estímulo. Por ejemplo, una persona con fobia a las arañas (aracnofobia) podría experimentar pánico incluso ante una pequeña araña inofensiva.

La fobia no desaparece con facilidad y puede durar años o toda la vida si no se trata adecuadamente. Las personas con fobias pueden hacer todo lo posible por evitar la fuente de su miedo, lo que puede limitar su vida social, profesional o personal.

Por ejemplo, alguien con agorafobia podría evitar salir de casa. Las fobias pueden provocar respuestas físicas intensas, como sudoración, taquicardia, náuseas, dificultad para respirar y mareos, que pueden ser difíciles de controlar.

Sentir miedo al subir una montaña escarpada porque podrías caer. Es una respuesta normal y saludable ante un peligro real. La fobia es sentir un miedo paralizante a ver imágenes de montañas o simplemente pensar en subir una, aunque no haya riesgo inmediato. Esta reacción no tiene una causa racional y puede limitar gravemente la vida cotidiana de una persona.

Causas del temor y la fobia

Temor: El miedo puede desencadenarse por experiencias previas, aprendizaje social o situaciones reales de peligro. También es influenciado por el entorno y por la genética.

Fobia**: Las fobias a menudo tienen sus raíces en experiencias traumáticas o en asociaciones negativas formadas en la infancia. También pueden desarrollarse sin una causa evidente y, en muchos casos, pueden estar relacionadas con una predisposición genética o factores de aprendizaje observacional.

El temor, cuando te enfrentas a una situación temida y desensibilizarse gradualmente es una forma efectiva de superar el temor. Las técnicas de relajación y la exposición progresiva también pueden ayudar.

Las fobias suelen requerir intervención más estructurada, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), que ayuda a las personas a cambiar patrones de pensamiento y comportamiento. Otras técnicas incluyen la desensibilización sistemática y la terapia de exposición, en las que las personas enfrentan gradualmente su fobia en un entorno controlado.

Conclusión: El temor es una emoción humana normal que nos ayuda a lidiar con situaciones peligrosas, mientras que la fobia es un trastorno emocional que implica un miedo irracional e intenso que puede afectar gravemente la vida diaria de quien lo padece. Diferenciarlas es clave para abordar cada una de manera adecuada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.