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No seas esclavo de tu trabajo. Hace mucho tiempo mi padre me dijo una vez: «No seas esclavo de tu trabajo, ¿Por qué? El tiempo lo dirá» Cuando uno es muchacho siempre cree que sabe más que los mayores pero no es así, ellos por la edad que tienen siempre sabrán más. Desde luego que ellos no sabrán sobre Ingeniería, Física o medicina pero sí sobre la vida y eso vale mucho más que todo lo que aprendan como estudio.
Al comienzo nunca le di importancia sobre ese comentario que lo tomé como consejo, ya que todo consejo rara vez se escucha (fatal error) pienso que es más por el ego. En el fondo si lo escuchamos pero no lo entendemos y esa es la razón de por qué no le tomamos atención. El caso es que en ese tiempo no es importante.
Con tiempo no siente pena por nadie y lo único que hace es caer e irse sin avisar, los únicos que sienten el peso del tiempo son aquellos que no entendieron que los mensajes, consejos o frases que te dicen los adultos, mayores o padres siempre son para entender que te lo dicen es por algo, ese algo es tan importante que cuando se ejecuta las razones de lo que te dijeron se cumple.
Mi trabajo esclavo
Al comienzo y por juventud no le di importancia en ningún momento pero, cuando me di cuenta ya estaba metido como un verdadero esclavo, por mucho que quería salir de ese entorno se me hacía difícil porque siempre había un «Algo» de por qué no lo hacía. Me hice tan esclavo que mi trabajo era de lunes a lunes y de siete de la mañana hasta la una del otro día y en tres turnos.
Ahora que recuerdo me doy cuenta que fue un verdadero trabajo de esclavos, en buena hora que se terminó y no pasaría nada si es que la persona entiende lo que estaba haciendo, toma en cuenta que hay personas que están detrás tuyo y ellos aunque tú no lo quieras, también están en la misma labor por el hecho de que tú no estás con ellos.
Esto lo entendí casi a media vida y para muchos no es entendible, porque ellos como tú están en frecuencia de trabajo y cuando no son muy cómodos por no decir vagos, al menos lo que tenga que ver con trabajo lo hacen o no que a ellos le da lo mismo. Cómo dije que esto lo entendí a media vida ya que no tengo la energía que la tenía a los 20 años, por tal me da el tiempo de pensar en qué me equivoqué.
Aunque parezca raro, pero en el momento en que me doy cuenta de esto he empezado a ver las cosas de una manera diferente, entonces ahí fue cuando me arrepentí haber trabajado como un simple esclavo. No seas esclavo de tu trabajo porque solo tú decides hasta que hora trabajar, es decir, tú impones al cliente y claro que esto es cuando tienes trabajo propio o negocio.
Educa al cliente
Por lo tanto, tú decides hasta que hora trabajar pero para que funcione es necesario educar al cliente, muchos por el temor de perder una venta trabajan hasta altas horas es decir, dejan que el cliente decida a qué hora acercarse al local para hacer cualquier compra, porque ellos saben que tú estás necesitado de la venta, jamás lo ven como que es una atención óptima al cliente.
Lamentablemente el cliente es mal llevado pero si tú lo educas el responderá de la mejor forma. Para que esto funcione de la educación tiene que tener sus complementos y eso es que tu trabajo tiene que ser de lo mejor, o por lo menos que sea bueno que eso sería una pauta de por qué tener que buscarte como proveedor de algún producto o servicio.
Nunca trates de cambiar a los clientes si no has cambiado tú primero, es decir, tienes que ser disciplinado en este caso, si dices que cierras a las seis de la tarde, trata de que sea a esa hora para que cuando alguien vaya después de cinco minutos ya esté cerrado. Sí no cumples con esto corres el riesgo de que quedes como un fantoche digno de no ser creído.
Cuando ya estés con ese horario y lo hayas cumplido como debe ser, tu plan es seguir bajando el horario pues porque tienes cosas que hacer fuera de ese trabajo, tranquilamente le quitas otra media hora y así puedes continuar hasta que llegues a dónde quieres.
El resultado de esto es que tienes más tiempo para otras cosas y no has perdido clientes, aunque la envidia va a salir a flote porque trabajas menos tiempo que otros y tienes dinero pero, en esto lo importante es que no seas esclavo de tu trabajo.
¿Por qué un trabajo se hace esclavizante?
La relación que tenemos con nuestro trabajo puede tener un impacto profundo en nuestra calidad de vida y bienestar emocional. A menudo, muchas personas sienten que su trabajo se ha vuelto esclavizante, convirtiéndose en una fuente de estrés y frustración en lugar de satisfacción y realización.
Este fenómeno puede atribuirse a varios factores, incluyendo la falta de pasión, la presión laboral y la desconexión entre el trabajo y los valores personales. Uno de los principales motivos por los que un trabajo se vuelve esclavizante es la falta de conexión con el propósito personal.
Cuando las personas eligen trabajos que no les apasionan o que no están alineados con sus valores, pueden experimentar una sensación de vacío y desmotivación. Este sentimiento puede intensificarse con el tiempo, llevando a la frustración y a la percepción de que el trabajo es una carga.
La frase «Trabaja en lo que te gusta y nunca en lo que no te gusta» resuena aquí, ya que refleja la importancia de encontrar satisfacción en la ocupación diaria. Cuando alguien trabaja en lo que ama, es más probable que sienta que su labor tiene un significado y un impacto positivo.
En muchos entornos laborales, la presión para rendir a un alto nivel puede ser abrumadora. Las demandas excesivas, los plazos ajustados y la falta de recursos pueden llevar al agotamiento, haciendo que el trabajo se sienta como una carga.
Este tipo de presión puede hacer que los empleados sientan que son esclavos de su trabajo, obligados a cumplir con expectativas que superan su capacidad. La cultura del «siempre disponible» en la era digital también contribuye a este fenómeno, ya que las personas a menudo se sienten incapaces de desconectarse, incluso fuera del horario laboral.
La falta de control y autonomía
La falta de control sobre el propio trabajo es otro factor que puede convertir una ocupación en una experiencia esclavizante. Cuando las personas no tienen voz en las decisiones que afectan su trabajo o cuando sienten que sus habilidades no son valoradas, pueden experimentar una pérdida de autonomía que afecta su motivación.
La sensación de estar atrapado en un trabajo sin opciones puede ser desalentadora y desgastante. En contraste, cuando las personas tienen la oportunidad de tomar decisiones y participar activamente en su trabajo, es más probable que sientan un mayor sentido de pertenencia y satisfacción.
La monotonía de realizar tareas repetitivas también puede contribuir a que un trabajo se sienta esclavizante. La falta de variedad y desafío puede llevar a un estado de estancamiento, donde el trabajo se convierte en un mero medio para ganarse la vida, en lugar de una oportunidad para crecer y desarrollarse.
Cuando los empleados sienten que están atrapados en una rutina sin posibilidad de avance, es más probable que experimenten desmotivación y frustración. La exploración de nuevos proyectos y la búsqueda de desafíos son esenciales para mantener viva la pasión por el trabajo.
Las relaciones que se forman en el entorno laboral también juegan un papel significativo en la percepción del trabajo. Un ambiente de trabajo tóxico, donde hay competencia desleal, falta de apoyo o comunicación deficiente, puede hacer que el trabajo se sienta como una carga pesada.
La ausencia de camaradería y apoyo emocional puede contribuir al estrés y a la sensación de aislamiento. Por otro lado, un entorno laboral positivo y colaborativo puede transformar la experiencia de trabajo en algo gratificante y enriquecedor.
La importancia de la satisfacción personal
Al final del día, es fundamental reconocer que cada individuo tiene diferentes necesidades y aspiraciones. Lo que puede ser satisfactorio para una persona puede ser esclavizante para otra.
La clave está en conocer tus propias pasiones y valores, y buscar un trabajo que esté alineado con ellos. La frase «Trabaja en lo que te gusta y nunca en lo que no te gusta» sirve como recordatorio de que, al seguir nuestras pasiones y talentos, es más probable que disfrutemos de nuestra vida laboral.
Para evitar que el trabajo se convierta en una experiencia esclavizante, es esencial encontrar un equilibrio entre la vida personal y profesional. Establecer límites claros, priorizar el autocuidado y buscar actividades que te llenen de energía fuera del trabajo pueden ayudar a mitigar la sensación de agotamiento.
La vida es demasiado corta para pasarla en un trabajo que no te satisface, y tomar decisiones que prioricen tu bienestar es un paso fundamental hacia una vida más equilibrada y plena.
La esclavitud laboral no es un destino inevitable. Conectar con nuestras pasiones, establecer relaciones saludables y buscar un propósito en el trabajo son pasos importantes para evitar que la ocupación se convierta en una carga.
Trabajar en lo que amamos puede transformar nuestra experiencia laboral y permitirnos vivir una vida más significativa y gratificante. Al final, cada uno de nosotros tiene la capacidad de elegir, de reinventar nuestra relación con el trabajo y de encontrar un camino que nos lleve hacia una mayor satisfacción y felicidad.