No Te Quedes Callado

No te quedes callado. Si te pasa algo, no te quedes callado y más si no sabes que hacer. Muchas veces, las personas tienen cierto recelo de hablar ante los demás, en unas ocasiones es por vergüenza, en algunos casos por timidez o si no por miedo a una reacción de las personas.

La vergüenza, la timidez y el miedo son diferentes en todo sentido, porque esto depende mucho de las circunstancias y de en qué posición está la persona que ha padecido algún problema. Por lo general, la mayoría que se queda callado son niños a mucho adolescentes.

Esto no quiere decir que en adultos no hay casos, en que han preferido quedarse callados ante una situación de atentado personal, si lo hay pero estos casos se ven más en adultos, que han sido víctimas en su tiempo de niñez, puede ser maltrato infantil o bullying en la escuela.No te quedes callado

Si lograron pasar a la etapa de adultos debe ser porque alguien intervino, pero esta ayuda más es física que emocional porque el daño quedó. Todo niño que sufre los ataques de otros niños, es porque estos niños (los que atacan) son sometidos por los padres.

No te quedes sin decir lo que debes

No necesariamente tiene que ser abusado, basta con que lo traten al grito o con dureza sin darle la oportunidad, que pueda decir algo de lo que él piensa. Este niño crece con el temor de pararse recto y mirada al frente, lo peor que llega a pensar que está bien.

Muchos padres piensan que al tratarlos así, están consiguiendo respeto y es lo contrario, porque basta que alguien lo aconsejen pero de una forma, que no lo hacen los padres, ese niño si no se revela en ese momento, lo hará cuando se sienta grande y fuerte.

Cuando no sucede así es que pasa a ser víctima de los patanes que son sometidos, también de sus padres pero con la diferencia que los empujan a que sean igual que ellos, es decir, es una cadena que se pasa de padres a hijos hasta que alguien la rompa.

Cuando alguien se queda callado por vergüenza, en el mayor caso es por ataques físicos de tipo sexual, sea hombre o mujer. No hay que olvidar de aquellos que si tienen el coraje de hablar, por el hecho que si hay comunicación con sus familiares pero callan.

Ahora, ¿Por qué lo hacen? Es por temor o miedo porque después del abuso, fueron amenazados de muerte y no para ellos si no, hacia su familia. Por lo general el que amenaza es un cobarde y son muy pocos, los que se atreven a cumplir y lo hace cuando sabe que puede.

En estos casos si el amenazante sabe que la familia de la persona no es de cuidado, o no son de los que pueden reclamar, se lanza a cualquier visita pero basta que alguien se le pare al frente, aunque tenga miedo pero sin dar a notar, el cobarde se retira.

No te quedes callado

No te quedes callado cuando te suceda algo, lo que sea, siempre ten la confianza de hablar que nadie es tonto ni bruto al saber, que algo te está pasando y te vayan atacar también. Los padres aman a sus hijos y que no sepan como demostrarlo no es para que los dejen solos.

Por lo general, los niños son vulnerables porque carecen en su mayoría de conocimientos básicos, de cómo reconocer a una persona que tiene malos instintos. Cuando son atacados se asustan tanto porque en su cerebro, no hay palabras para ponerlas en orden y comprender lo que ha pasado.

Esto es aparte del miedo que sienten ante una amenaza, pero de igual todo gira alrededor que los padres, no dejan que el niño coja confianza ante las palabras, de paso como el padre no lee ellos tampoco lo hacen, a menos que lo obliguen pero eso no sirve.

La lectura es un arma secreta cuando están en peligro, toda persona tiene palabras en su interior cuando entró en su tiempo cuando leyó, cuando no tiene que decir es porque no las tiene, así de simple. Nadie sabe el arma que tiene hasta que lo prueba y yo lo hice hace un tiempo.

Hace unos 12 años fui víctima de un secuestro que no se cumplió, ¿Por qué? Me acorralaron tres o cuatro tipos de buena estatura, pero no pudieron llevarme, soy bajo de estatura y ellos podían meterme en el vehículo con mucha facilidad, pero no pudieron, ¿Por qué?

Lo mejor que hay de las palabras

Una buena pregunta que muchos no creen por eso les digo, que el arma perfecta es la lectura que no sabe que la tiene, hasta que la necesita. Eso fue que utilicé y no grité, no lloré, no utilicé fuerza física, solo fue lo que tenía guardado en mi cerebro, palabras.

Las palabras tienen fuerza cuando las sabe utilizar, por esto los padres deben dar ejemplo leyendo pero con interés, sus hijos al ver copian lo que hacen los padres y verán que sus hijos, llegan a tener una excelente capacidad y no callarán cuando deban hablar.

Por lo general, un niño que lee no es fácil que caiga en cualquier juego malicioso, de alguien que tenga malas intenciones. Un niño que lee no tiene miedo y ve más allá que una persona adulta que no lo hace. Tomen atención que leer no mata, ni engorda, te hace muy fuerte.

El poder de las palabras es un tema fascinante y profundo. Las palabras tienen una capacidad única para influir en pensamientos, emociones y comportamientos, tanto de quien las escucha como de quien las pronuncia.

Dependiendo del contexto, las palabras pueden ser herramientas de transformación, de inspiración o incluso de destrucción. Lo que decimos refleja cómo pensamos y sentimos. Cuando elegimos palabras positivas, cultivamos una mentalidad optimista.

Por el contrario, las palabras negativas pueden afianzar patrones de pensamiento pesimistas o dañinos. Algunas culturas y filosofías sostienen que las palabras tienen una vibración energética. Por ejemplo, en el esoterismo y la espiritualidad, se cree que las afirmaciones y los mantras generan una resonancia que influye en la realidad.

No te quedes sin palabras que construyen

Las palabras pueden ser herramientas de sanación o armas de daño emocional. Un cumplido puede elevar la autoestima, mientras que una crítica puede romper la confianza de alguien. De ahí que sea importante ser consciente de lo que decimos y cómo lo decimos.

En el ámbito artístico, literario y poético, las palabras tienen el poder de crear mundos enteros. Un poema, un relato o una obra literaria pueden provocar una gama completa de emociones en el lector, desde el amor hasta el miedo.

Las palabras en P.N.L. y su efecto en los demás.  En este campo, las palabras se usan estratégicamente para reprogramar la mente y cambiar patrones limitantes. Aquí las palabras se convierten en herramientas de cambio.

En las relaciones humanas, el lenguaje juega un papel crucial. Saber elegir las palabras correctas puede fortalecer lazos, mientras que el mal uso del lenguaje puede crear barreras o conflictos.

¿Qué es palabras como energía?

Las palabras como energía es una perspectiva profunda que reconoce cómo el lenguaje puede afectar tanto a quien lo escucha como a quien lo pronuncia. En muchas tradiciones espirituales, filosóficas y esotéricas, se considera que las palabras no son solo sonidos o símbolos, sino vibraciones que pueden influir en la realidad.

Vibración y resonancia: Las palabras, al ser sonidos, generan vibraciones que resuenan tanto en el cuerpo de quien las pronuncia como en el entorno. Según esta visión, cada palabra tiene una frecuencia energética, y el tipo de palabra que utilizamos (positiva o negativa) afecta el campo energético de las personas y los lugares. Por ejemplo, palabras de amor, gratitud y compasión tienen una vibración más alta que las de odio, miedo o crítica.

El poder de los mantras: En muchas tradiciones espirituales, como el hinduismo y el budismo, los mantras son palabras o frases repetidas con una intención espiritual. Se cree que los mantras no solo calman la mente, sino que también producen una vibración que armoniza al practicante con el universo. Este es un claro ejemplo de cómo las palabras son vistas como energía en movimiento, capaces de transformar al individuo y su entorno.

Afirmaciones positivas: En la práctica de la ley de atracción o el desarrollo personal, se utilizan afirmaciones como una forma de manifestar deseos o cambiar patrones mentales.

Las afirmaciones, al ser repetidas con frecuencia, se cree que influyen en la energía del practicante, ayudando a cambiar la realidad interna y externa. Aquí, la idea es que al decir palabras positivas sobre uno mismo y sobre la vida, se crea una vibración energética que atrae experiencias similares.

Palabras emocionales y físicas

El impacto en la salud física y emocional: Las palabras no solo afectan el estado mental y emocional, sino que también pueden influir en el bienestar físico. Existen estudios que sugieren que la autoconversación negativa o el uso de palabras duras pueden afectar los niveles de estrés, lo que, a su vez, repercute en el sistema inmunológico y en la salud en general. Las palabras amables, en cambio, promueven relajación y bienestar.

Palabras y emociones: Las emociones tienen una energía propia, y las palabras que elegimos pueden amplificarlas o reducirlas. Decir palabras agresivas o negativas aumenta la energía de emociones como el enojo o la tristeza, mientras que palabras amables y compasivas elevan la vibración emocional, creando un ambiente de paz y bienestar.

El lenguaje como creador de realidades: Desde un enfoque metafísico, las palabras no solo describen la realidad, sino que la crean. Por ejemplo, si constantemente afirmamos que somos incapaces o que la vida es difícil, esa energía impregna nuestra experiencia y empezamos a vivir en función de esas afirmaciones.

Por otro lado, si utilizamos palabras de poder como “yo puedo” o “la vida es abundante”, esa vibración energética se manifiesta en nuestras experiencias cotidianas. Muchas culturas antiguas creían en el poder mágico de las palabras.

Por ejemplo, en el antiguo Egipto, las palabras y los nombres tenían una energía sagrada, y se creía que pronunciar ciertos nombres o fórmulas verbales podía invocar poderes divinos o transformar la realidad. También en la Cábala judía, las palabras tienen un poder profundo y se cree que el universo fue creado mediante el lenguaje divino.

Palabras no dichas

El poder del silencio y la intención: El silencio también tiene su energía, ya que a veces, la ausencia de palabras puede ser más poderosa que su presencia. A menudo, lo que no decimos también tiene un impacto energético.

La intención detrás de las palabras que pronunciamos es igualmente crucial, ya que una palabra dicha sin sinceridad o sin intención clara no tiene el mismo impacto que una palabra pronunciada con una intención consciente y auténtica.

Las palabras, vistas como energía, se convierten en herramientas de creación y transformación. Con esta comprensión, podemos empezar a usar el lenguaje de manera más consciente, sabiendo que nuestras palabras tienen el poder de cambiar no solo nuestro mundo interno, sino también el mundo externo.

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