10
Huir sin miedo
Mientras que Juan hablaba con su brazo derecho, Clarí había escuchado todo, la primera reacción que ella tuvo fue un tremendo susto. Ahora sí, ya estaba segura de que él no la iba a dejar ir fácil, eso significaba que a Juan no lo podía menospreciar tampoco ofenderlo y mucho peor burlarse de él, lo único que le quedaba era irse pero avisándole a él aunque sea de lejos o por intermedio de alguna carta para que él sepa que Clarí se ha ido.
Con esto sí es seguro que empieza a planificar su plan de huida pero tiene que planearlo bien, cosa que cuando él se entere Clarí ya esté bien lejos. Clarí se acerca más al lugar donde estaba hablando Juan y sin que nadie se dé cuenta se ubica detrás de una estatua cerca del salón principal.
―Y ahora patrón ¿Qué piensa hacer? ―Pregunta Jansí.
―No sé, tengo que pensarlo bien, de todas maneras Clarí si me quiere y es buena persona, además cómo puedo retirarme de esta vida si aquí soy alguien, estando fuera, soy nadie y aparte que no duraría ni dos días que enseguida me matan y tú lo sabes Jansí ¿Sí o no?
―Si patrón, usted tiene toda la razón, mejor ni lo piense.
―A propósito Jansí ¿Cuándo entregan la nueva mercancía?
―Mañana patrón, los aviones llegan por la pista del este antes del mediodía.
―Muy bien, entonces mañana partimos en la madrugada ―dijo Juan.
Clarí escondida escuchó lo suficiente que necesitaba, ya sabe que Juan del Todo se va en la madrugada por lo tanto, sabe que no lo va tener más en su vida, y como despedida le va a ofrecer la mejor noche de sexo y de amor de que él jamás haya tenido en su vida.
Por el momento empieza hacer una lista de las cosas que va a llevar y dice, “Para poder irme muy lejos necesito siquiera unos 20 pantalones jeans, unas 40 blusas de lino, 40 calzones, 40 sostenes, 10 pares de zapatos y todo el accesorio que necesite para poder estar cómoda, casi me olvido, unos 20 vestidos, uno nunca sabe quién me puede invitar a salir y… pero… que cojuda, para que mierda llevo tanta pendejada que siquiera se me hacen de 10 a 15 maletas, para tanto peso y bulto voy a necesitar un ayudante, que digo siquiera cinco y bien fuertes… De esta forma me voy a delatar solita, entonces ¿Qué hago? Además donde me podría esconder porque lo que dice Juan es verdad, el primer momento que vaya a una fiesta él se va a enterar, entonces estoy jodida ¡Ya se! Voy a llamar a mi madrina a pedirle un último favor”. Entonces Clarí va a su dormitorio antes de que se le ocurra entrar a Juan y quiera empezar el repertorio amatorio, en seguida coge el teléfono y llama su madrina.
―Aló, madrina.
―Sí, ¿Quién habla?
―Soy yo madrina, Clarí.
― ¡Clarí! que gusto me da de escuchar tu voz.
―A mí también me da gusto escuchar tu voz madrina ―la ansiedad era evidente y más de saber que su vida estaba en peligro―. Madrina, ¿Te puedo pedir un último favor?
―Dime lo que tú quieras pero menos que sea de matar a Juan, porque ahí siii…, eso es muchísimo problema de verdad ―bromeando le aceptaba el pedido.
―Ya hice bien mis cálculos y me voy mañana, a propósito no te preocupes por ti que ya arregle todo porque le dije a Juan, que las dos habíamos peleado y nos insultamos a más poder y que yo no quiero saber más de ti, además por culpa tuya es que lo conocí (a Juan) bueno y unas yerbitas más, pero el favor que quiero es que me ayudes.
―Escúchame mi niña, primero una cosa y después la otra, dices que hablaste con Juan y le dijiste que ya no somos amigas y que nos odiamos a muerte ¿Hasta ahí voy bien? ―Algo le anunciaba a la madrina de Clarí que empezó a rasgar el teléfono.
―Sí, así es.
―Bueno, yo te agradezco que me hayas llamado porque él estuvo aquí hace unas dos o tres horas en mi casa y conversamos, inclusive hablamos de ti y de lo feliz que se siente teniéndote a ti como su mujer, ahora, los papeles han cambiado y fijo que mañana al primer lugar que va a ir es aquí, fijo que me va a preguntar sobre la pelea entre tú y yo, a propósito, ¿A qué hora fue que hablaste con él?
―Recién no más, será una media hora.
―Eso es bueno porque cuando habló conmigo fue antes, entonces él me va a preguntar ¿Por qué yo no le dije nada? Y yo voy a ver qué le digo. Además de una cosa ¿A qué horas te vas a ir? Por si acaso, no me digas adonde te vas de esa forma no estoy involucrada en tu salida, porque la verdad yo no sé a dónde.
―Me voy apenas se vaya Juan, yo salgo atrás de él claro que con lo único que me voy de su vida es, una maleta “Jumbo” y una maleta pequeña de mano pero él no sabe qué me voy atrás de él, pero sí le voy a dejar una carta en su portafolio Samsonite explicándole las razones de mi decisión.
―Bueno que sea para bien ¿Cuál era el favor que querías?
―Quiero saber si tú conoces alguna amiga que trabaje en la putería y que tenga una casa donde me pueda recibir, porque quiero ocultarme un buen tiempo claro que no va a ser gratis, sabré compensar muy bien el favor de tu amiga.
―Sabes que sí tengo una amiga y pensándolo bien, ahí sería el último lugar en buscarte y creo que ni los guardaespaldas andan por ahí. Es muy bueno lo que has pensado Clarí pero hay un solo inconveniente, mi amiga tiene una agencia de diversión nocturna y anda viajando por todos los pueblos ofreciendo chicas a los burdeles, ahí se quedan mientras duren las fiestas y luego parten a otro pueblo, ese sería un buen escondite pero que conste que te advierto, ella se dedica a la putería en masa, es lo que dicen en volumen… Mejor te explico, si una chica va al pueblo y trabaja toda la noche va a ganar la décima parte de lo que nosotros ganamos aquí en una hora, y estoy hablando como mínimo de 20 a 30 personas por noche por cada chica, ahora si tú vas en ese grupo tendrás que hacer lo mismo, en pocas palabras tendrá que iniciarte ahora si de verdad en la profesión más antigua del mundo, que en este caso serías una puta barata ¿Si me escuchaste bien?
―Si… te escuché muy bien madrina pero no tengo otra opción, además, si ella es tu amiga creo que tendría algunas prebendas, sería que yo cogería un cliente pero si yo quiero, además si tengo que hacerle un favor a ella y ese favor sea acostarme con uno de sus clientes, no habría problema, igual nadie me conoce en ese pueblo y otra cosa, si yo no quiero ir de puta, iría como acompañante de ella y yo le pagaría bien por eso y para mí no hay problema ¿Podrías hablar con tu amiga y explicarle todo lo que te dije? Ahora sí es el último favor que te pido.
―Mira, mi amiga es buena gente pero también es negociante, yo creo que no habría problema al menos si le vas a pagar por ser amiga de ella, no sé, pero igual le voy a llamar para saber qué piensa, ¿Sabes a qué hora se va Juan mañana?
―Calculo que de cuatro a cinco de la mañana.
―Ya entonces, en este momento voy a llamarla y cualquier cosa te llamo a las seis de la mañana ¿Está bien?
―Bueno como tú digas, hasta mañana entonces.
El plan ya está en medio camino, todo está preparado sólo falta esperar el resultado de la conversación de Amantita y su amiga, igual que cualquier cosa que diga, Clarí tendrá que aceptar porque no tiene otra opción, además el plan de ella es de alejarse lo que más pueda y de esa forma empezar una nueva vida. Hasta que llegue el siguiente día tiene que pasar su última noche con el hombre que de una o de otra forma, le ha ayudado mucho, en la realidad sabe que de él con dificultad se va a olvidar, entonces se prepara, entra en la tina y se da un baño con fragancias, para después algo de maquillaje y para completar se pone bragas negras y listo a la cama se ha dicho, a esperar que entre su marido por última vez.
Juan ha entrado en el dormitorio, donde espera su amante y adorada mujer, ella lo mira con picardía insinuándole que se acerque, por eso sin perder el tiempo está a su lado y procede a quitarse la ropa, pero es interrumpido por Clarí que levantándose de la cama, deja ver todo su escultural cuerpo adornado con insuficientes bragas negras, ella le coge de la mano y le dice.
―Quédate quieto.
―Está bien ―responde Juan todo nervioso.
Enseguida ella empieza a desnudarlo con lentitud y… OH, se apagó la luz. Mientras tanto en casa de Amantita, ella hace lo posible por localizar a Nisoilá Astu, su amiga del alma. Amantita ya buscó en algunas direcciones con números de teléfonos, sólo le faltan dos y sigue marcando, y nada, le queda una más y marca el número 555-08602172.
―Aló, por favor ¿Me puede decir si se encuentra Nisoilá Astu?
―Sí, con la misma que viste y calza ―contestaba la misteriosa mujer.
―Hola amiga, a los tiempos que escucho tu voz ―saludaba con afecto Amantita.
― ¿Quién habla? Identifíquese ―preguntaba intrigada.
―Soy yo, Amantita tu amiga de juerga ¿Qué, ya no te acuerdas de mí? ―sorprendida estaba la madrina de Clarí porque no la reconocía.
―Amantita… Aman… ¡Ah ya! Amantita, condenada desgraciada, te estoy desconociendo ¿Será que ya estoy vieja? O ¿La vieja eres tú? jajajajaja, que te has hecho hermana ¿Seguir trabajando? O ya te jubilaste de la putería, dime.
―Gracias amiga yo me siento bien ¿Y tú?
― ¡Qué hice!… discúlpame amiga, lo que pasa es que desde que me dedique a ir de pueblo en pueblo, me acostumbré hablar así, por favor te pido que me disculpes ―en sus tiempos Nisoilá era otra de las reinas de los centros de diversiones para adultos y muy reconocida.
―Ya está bien, no hay problema, pero veo que tú has perdido la finura y el glamour.
―No amiga, tranquila que todavía soy la de antes, como te dije, desde que empecé en esta gira he tenido que aprender los modales de la gente del campo, porque si no aquí me roban, me violan, y de paso me mandan presa, por otro lado sigo siendo la misma ―decía―. Pero háblame de ti, que has hecho, ¿Necesitas mí ayuda? Dímelo no más que yo a ti te debo mucho y te guardo una gran estima.
―Pues fíjate que sí pero lo primero es lo primero, dime ¿Cómo te ha ido, que tal el negocio? Dime si es bueno para lanzarme al ruedo.
―A mí me va muy bien y diría que con excelencia y si me permites decirlo, he hecho una fortuna y eso aparte de que he comprado dos casas bien grandes, el Pullman en el que viajo con mis chicas lo compré al contado y lo acondicioné para qué todas tengan su dormitorio particular, una pequeña sala, una cocina y un baño completo, más claro está de lujo.
―Que bien, te felicito, tú siempre has sido arriesgada vuelta que yo, me quede aquí aunque no me quejo porque me va muy bien ―decía Amantita de los Santos.
―Bueno, creo que ya pasó lo primero, dime ¿Estás en algún problema? Que necesite que intervenga, dímelo sin problema.
―Mira… la verdad, si estoy metida en un problema aunque no en su totalidad pero sí mi ahijada, y lo terrible es con quien es el problema, ni te imaginas.
― ¿Con quién es? ¡Dímelo!
―Pues ni más ni menos que con Juan del Todo alias pavo real.
― ¡Qué! Con ese asesino, ¿Qué les dio por meterse con ese tipo de malas entrañas? El desgraciado es buena gente y yo diría excelente buena gente, pero cuando alguien le hace algo que a él le moleste, más vale que se esconda bajo tierra porque él no lo deja en paz hasta que lo mata ―dijo Nisoilá―. ¿Cómo sucedió el problema con Juan?
―Te voy a explicar lo más breve y claro que pueda ser, yo conocí a una niña muy bonita y con un cuerpo que enloquece a cualquier hombre, me cayó tan bien que nos hicimos amigas, ella es huérfana como yo, cuando la conocí no tenía brújula, andaba con una maleta y un maletín, si tenía sus medios como para sobrevivir sola pero ella quería tener a alguien que sea su amiga confidente, entonces aparecí yo, desde esa fecha hasta ahora la he llegado a querer y estimar como si fuera mi hija, resulta que un día me preguntó a qué me dedicaba por lo cual ella quería ser como yo, le expliqué que soy puta, ella no se inmutó por nada ya que estaba tan decidida a todo con tal de seguir adelante, con eso yo recordé el pasado de nosotras y sin querer hice empatía con ella, así que le enseñe el arte amatorio, le enseñe cultura general, expresión corporal, incluso le enseñe el arte de cómo hablar a un hombre, como yo no quería tirarla al ruedo de los lobos busqué que empiece por arriba, y me refería con la gente que anda con los grandes jefes pero resulta que la alumna salió mejor que la maestra, y en la primera prueba. Un día me contrató Juan del Todo, y yo dije, “Ésta es la prueba de fuego de mi alumna porque Juan tiene muchos guardaespaldas y uno de ellos, que espero que sea el jefe, que la coja para que le inicie en la putería” pero ¡Sorpresa! Apenas la vio Juan puso el grito en el cielo y nos llamó a las dos y ya te puedes imaginar el resto, votó a todo el mundo menos a contadas personas incluida yo por supuesto, igual que me imaginé que Juan iba a ser una orgía como siempre acostumbra él, pero ¿Qué crees? Juan quedó como un bobo delante de ella, hasta se le declaró para que sea su novia y ella ni tonta aceptó, en pocas palabras nunca ejerció la profesión. Ahora que han pasado cerca de cuatro meses, ella se quiere ir, ¿Puedes imaginarte? Teniendo todo a su mano pero todo, y no lo quiere por el simple hecho de que pasa sola mucho tiempo, ella sabe que él no va a cambiar así que ese es el problema, yo la quiero como que fuera mi hija pero a la vez estoy consciente de que es dueña de su propio destino, por lo tanto, ha pensado y yo no me aparto de eso que en el único lugar que no la va a buscar es en la putería, porque él sabe que mi ahijada se acostumbró a la buena vida, al lujo, y refinadas amistades, por lo tanto, piensa que ella no va a dejar eso nunca, y el primer momento que vaya a alguna fiesta o reunión, él se va a enterar y ahí es fijo que le pueda hacer daño, entonces mi ahijada ha pensado en el único lugar que no la va a buscar es en los burdeles, ¿Qué piensas ahora?
―Bueno… la verdad, me ha conmovido la situación de tu ahijada, a propósito ¿Cómo se llama?
―Mi ahijada se llama Clarí, pero su verdadero nombre es Zulema del Pasto.
―Aclárame una cosa Amantita, ¿De qué forma quieres que te ayude?
―Pues, quiero saber si tú tienes lugar para una más en tu gira.
―Claro que tengo lugar para una más y por ser tú la que me lo está pidiendo, pongo mi cuerpo para proteger a Clarí, pero hay una cosa, sabes a lo que me dedico ¿Clarí sabe lo que hago?
―Sí sabe, ya le conversé… es más, está dispuesta a tirarse al ruedo con tal de poder esconderse, al menos un buen tiempo hasta que todo se enfríe. Como te dije, ella está dispuesta a pagarte con tal de que la aceptes a su lado, ella me dijo que si tú tenías un cliente especial ella lo podía atender por ti, lo que sí no estaría dispuesta a hacer es acostarse con cualquier vulgar patán, de ahí por lo demás está bien.
―Bueno, por mí no hay problema más que todo porque parece ser buena chica.
―Sí, y no porque lo diga yo, es una chica que ha sufrido mucho desde antes de quedar huérfana, y vale la pena ayudarla, si ella toma su decisión de enfrentar a su destino y si no tiene capricho de cambiarlo ya es cuestión de ella, igual yo con mucho agrado la ayudo, ahora si no está por demás pedir que tú la ayudes en lo que más puedas.
―No hay problema hermana, es más no le voy a cobrar un centavo por andar conmigo además voy a ser como que fueras tú Amantita, le voy a brindar todas las comodidades que pueda darle pero, no quiero ser chaperona, si ella decide ganarse su dinero como lo hacemos nosotras, por mí no hay inconveniente, si es muy bonita como dices y con un gran cuerpo, capaz que hacemos una fortuna las dos ¿Qué te parece?
―Me parece muy bien… escucha Nisoilá, Clarí sale de la casa un poquito pasado de las seis de la mañana, dime ¿Dónde te encuentras en este momento? Para que ella vaya donde tú estás.
―Como tú sabes, nosotras vivimos en el Pullman y estamos estacionadas en una gasolinera que va hacia los pueblos del sur, partimos a las cinco de la mañana hacia el Piñero, ahí vamos a trabajar ocho días si ella decide ir, ahí la esperamos.
―Muy bien, yo te agradezco por todo lo que vas hacer y porque has sabido ser una buena amiga, desde que te conozco siempre has sido buena gente, espero que sigamos siendo iguales siempre, ahora te dejo descansar con tranquilidad para que duermas bien, yo voy a ser lo mismo, mañana a las 6:00 llamo a Clarí y le doy todos los datos para que ella llegue donde tú estás, calcula que en lo posible en la tarde o en la noche ella esté llegando a Piñero, entonces… hasta pronto.
―Bendiciones amiga y que tengas un bonito sueño, a propósito ¿Como la voy a reconocer?
―Es verdad, bueno, lo único que te digo es que es muy joven y bonita y viaja con una maleta bien grande de esas que le llaman “Jumbo” y una maleta de viaje de esas que se llevan en la mano.
―Me parece que es suficiente, bueno, adiós.
¿Qué aventuras le depara a Zulema alias Clarí en su nuevo camino hacia un nuevo destino? Muy resignada va a partir hacia un mundo nuevo, con gente nueva y costumbres nuevas, toda la operación lleva un riesgo en extremo, considerando quién es el enemigo pero una amistad con lealtad puede cruzar cualquier barrera y eso, es lo que nos está demostrando Amantita y Nisoilá, que a pesar que saben el riesgo que conlleva esa ayuda, ellas lo hacen sin miramientos de nada, un gran ejemplo para mucha gente.
La noche ha pasado, unos descansaban otros se juraban amor eterno complaciéndose entre ellos y quién sabe, algunos por ahí estén preocupados por otros, pero la vida sigue su recorrido difícil pero normal camino, sin saber qué cambio va a tener todo a partir de esta madrugada.
Va a ser las cuatro de la mañana, Jansí, es el primero en levantarse, da la señal para que los guardias de turno despierten a todo el cuerpo de guardaespaldas porque enseguida van a partir, se dirige al dormitorio de su patrón y golpea la puerta.
―Patrón buenos días, buenos días señora Clarí.
―Buenos días Jansí ―saludó Juan del Todo.
―Buenos días Jansí ―saludó Clarí.
―Jansí, pasa un momento.
―Sí señor, enseguida ―acatando la orden Jansí entra.
―Jansí, dile a los muchachos que se preparen que nos vamos.
―Ya lo hice patrón.
―Muy bien, espérame afuera que ya voy.
―Muy bien patrón.
― ¿Ya te vas? ―le preguntó Clarí.
―Sí, me voy a las cinco de la mañana en punto querida.
―Llévame contigo.
―Mi amorcito lindo, si yo pudiera llevarte te juro que lo hiciera pero ya te expliqué que es muy peligroso para los dos, yo te amo mucho y te quiero demasiado y sólo por eso, nos pueden matar a los dos no porque te amo y te quiero, al contrario, por tener estos sentimientos puros hacia ti voy a tener cuatro sentidos sobre ti y uno sobre la empresa, en pocas palabras, no estaría concentrado en el negocio, por lo tanto, no me daría cuenta en qué momento hacen un movimiento sucio, como te dije, nos podría costar la vida.
―Júrame que me amas y que me quieres mucho.
―Pero claro que te amo y te quiero mucho, si no ¿Por qué crees que estás aquí? Ninguna mujer ha llegado a mi dormitorio, apenas llegan hasta el salón principal pero nada más y tú mi amor estás metida entre las sábanas, ¿Aun así me preguntas si te amo y te quiero?
―Está bien mi amor pero dame un abrazo bien fuerte, quiero tenerte siempre presente en mi mente.
―Como tú digas mi amor, véngase para acá, para apretujarla bien fuerte.
De esa forma Juan le daba el último abrazo a Clarí, sin saber que es la despedida. Clarí con pena recibe el abrazo que está lleno de amor, ahora Juan se marcha y no sabe cuándo regresará igual no va a estar ahí. Por un momento siente incertidumbre Clarí, duda por el ¡Y si! Pero ella sabe que es demasiado tarde, ya los planes están hechos y lo único que le queda es dar marcha hacia adelante.
Mientras Juan se da un baño, Clarí esconde la carta que le tenía preparada en una de sus maletines y se vuelve acostar, cuando está preparado para salir se le acerca a Clarí.
―Me voy mi amor ―mirándole a los ojos.
―Está bien, que te vaya bien mi amor ―bajando la mirada se despide.
―Dame un beso mi amor, pero de esos bien fuerte y profundo ―acercándose a ella le pone las manos en las mejillas y levanta su cara.
―Bendiciones ―le dice Clarí dándole un beso en la boca con abrazo, apretones y punteadas.
Sin esperar nada de tiempo, Juan se aparta de Clarí que lo mira cómo se va, Juan regresa a ver la actitud de Clarí y se pone pensativo, regresa a dos pasos y la mira y le dice.
― ¿Qué te pasa Clarí? ―Mirándola de pies a cabeza.
― ¿Por qué?…Continuará capítulo 11
©Clarí una historia cuántica Todos los derechos reservados Roberto Sanahuano Escrita en el 2006 y registrada en el 2008 I E P I 030100