Clarí capítulo 11 «Hacia una nueva vida»

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Hacia una nueva vida

— ¿Qué te pasa Clarí? —Mirándola de pies a cabeza.

 —¿Por qué?

―Mira pelada, te noto muy rara, como que te veo muy triste, ¿Por qué? ―intrigado le decía Juan.

―No te preocupes que estoy  muy bien, lo que pasa es que te veo partir y no sé cuándo volverás, por eso me pongo así.

―No te pongas así mi amor que a mi lado está Jansí y él maneja a 30 guardaespaldas y todos nos cuidan, así que descuida ―poniéndole una mano en el hombro le da algo de confianza para que se quede tranquila, luego da media vuelta y se sale del lujoso dormitorio.

Novela de ficción

Clarí capítulo 11 «Hacia una nueva vida»

En resumidas cuentas, el sentimiento de Clarí en algo era cierto, si estaba triste de saber que deja un hombre que en verdad la quiere, pero como dije en otro momento, que no podía dar vuelta atrás, así que Juan se fue y lo primero que hizo fue sacar todo su dinero que tenía guardado, y era mucho, llenaba una maleta jumbo y aparte llevaba un maletín de viaje que contenía todas las joyas que le había obsequiado. Todo eso era el fruto de haber convivido con un hombre cerca de cuatro meses. Después de preparar todo, se metió en la ducha abriendo las llaves dejó que el agua caiga sobre su cabeza, un poco de jabón y empezó a pasarse por todo el cuerpo recordando todo lo que aconteció en la noche.  Ya lista cogió un pantalón vaquero, una blusa de lino, una gorra y un par de zapatos deportivos y esperó hasta que su madrina la llame por teléfono, apenas eran las cinco de la mañana y ya la servidumbre estaba en función, Clarí no salía de su dormitorio porque todos pensaban que está dormida, nadie se atreve a despertar a la señora de la casa, son las 5:15 de la mañana y Clarí no sabe qué hacer, el tiempo pasa muy lento y está tentada a llamar a su madrina Amantita, pero sabe que le ha pedido un favor y no puede presionar ahí, entonces tendrá que esperar, los segundos se hacen minutos, empieza sudor frío y está muy nerviosa, sabe lo peligroso que es que Juan si llega a pescarla  en el proceso de huida, porque es tan loco, que es capaz de matar a todos los que se encuentren alrededor de ella por considerarlos cómplices y desleales, por eso ella está muy alterada. Son 5:30 de la mañana y alguien se acerca a la puerta y golpea.

―Buenos días… atención, buenos días ―era la mucama que venía a verificar si la señora se había despertado.

―Sí… ¿Quién es? ―Preguntaba Clarí muy nerviosa.

―Soy yo señora, venía a ver si estaba usted aquí ―decía la mucama.

― ¿Cómo es eso mujer? Se supone que aquí vivo y en este dormitorio duermo ―sin abrir la puerta Clarí le hacía esa aclaración en un tono alterado sospechando que algo está pasando,  sin esperar, se saca los zapatos, se pone un camisón de dormir, se quita la gorra  se despeina  abre la puerta y pregunta.

―A ver mujer, en primer lugar ¿Cómo te llamas? ―como la gran señora no le era permitido hacer algo que tenga que ver con arreglos de casa y peor mezclarse con la servidumbre, por eso no conocía a todo el personal que trabajaba en esa gran casa.

―Me llamo Patricia señora ―le contestó la mucama.

―A ver  Patricia, yo no te conozco  ¿Dónde está Helena? ―intrigada y nerviosa por la sospecha de algo turbio y malicioso de parte de Juan.

―Señora, Helena está del otro lado de la casa.

―Por favor, dile que venga.

―No puedo señora, verá le voy a explicar, el señor Juan antes de salir de la casa  me ordenó que yo me hiciera cargo de usted ―explicaba con toda naturalidad sin pensar nada malo.

―A ver Patricia explícame, que significa para ti que te hicieras cargo de mi ―controlando los nervios Clarí seguía al frente.

―Bueno señora, me va a disculpar pero me dijo que la siguiera, que controle todos sus movimientos, y cualquier cosa que pase hoy, que le avise sin perder el tiempo ―más claro que el agua no podía haber hablado Patricia.

―Ah, era eso  ¿Por qué tanta precaución?

―Mire señora, yo tengo aquí trabajando más de 15 días, yo a usted la conozco muy bien aunque usted a mí no me conoce, yo entiendo eso, como esta casa es muy grande y aquí trabaja mucha gente, es difícil que me haya visto más de dos veces, mire señora le digo esto porque todos los que trabajamos aquí sabemos que usted es muy buena persona, pero también sabemos que el señor Juan le va a hacer daño, yo se eso porque me levanté más temprano de lo normal y escuché que le dijo a Jansí que se hiciera cargo de usted, al menos de lo que se sabe aquí, el trabajo de Jansí es matar a todos los que le estorban a su patrón, ¡Mire señora, ahí viene Helena, pregúntele!

― ¡Señora Clarí! ¡Señora Clarí! Tiene que irse lo más rápido, viene en camino Jansí y la viene a ver a usted, y le aseguro que no es para saludarla ―otra advertencia de parte de Helena.

― ¿Cómo sabes tú eso Helena?  ―Preguntaba en actitud temblorosa.

― ¡Señora váyase rápido! Él patrón Juan me acaba de llamar a mi teléfono y me ordenó que hiciera salir a todo el personal de la casa, la orden fue que sólo salga el personal completo que trabajen en la casa y que yo como ama de llaves espere en la entrada a Jansí que viene en camino,  que sólo él va a entrar ¿Sí entendió señora el mensaje? ―le explicó.

―Y yo ¿Que dijo de mí? ―Preguntaba con temor porque en su mente se iba formando una mala idea de por qué no la nombre entre los que salen.

―De eso se trata señora, todos salen menos usted, entra  Jansí y sólo sale él, en pocas palabras la van a matar a usted señora y otra cosa, ¡Tú Patricia desaparece! Porque si no encuentran a la señora a ti te van a matar ya que tú eres la encargada de ella ―sentenció a las dos mujeres Helena.

―Entonces me voy en este momento y ¿Ahora ustedes? ―Clarí muy preocupada se sacó el camisón se puso los zapatos y la gorra, abrió la maleta jumbo y sacó dos paquetes de dinero.

― ¿Yo, por qué?  yo qué culpa tengo (no te preocupes Patricia, toma este dinero y tú también Helena, hay más de $ 10.000 en cada uno, cómo veo el asunto la que está en peligro de muerte es Patricia, tú  Helena por ser fiel y leal, aparte del dinero te entregó esta joya tómala y guárdala muy bien que sólo cuando llegaras a necesitar dinero la vendes, esta joya cuesta $ 15.000 así es que cuídala muy bien, y tu Patricia… vente conmigo que yo te puedo ayudar a que huyas más lejos, el dinero que te entrego te puede servir para empezar una nueva vida, no de lujos pero si con sencillez, como también para poner un negocio pequeño) Clarí interrumpió a Patricia porque no había tiempo que perder.

―Señora ya se fueron todos los empleados, ya es muy tarde para salir por el frente, salga por el tercer patio que está atrás de la piscina ¡Anda Patricia muévete! Que Dios me las bendiga a las dos ¡Corran! ―Ya dicho esto Helena dio media vuelta y se dirigió a la entrada de la casa, porque faltaba poco tiempo para que llegue Jansí.

―Vamos Patricia sígueme ―ordenó Clarí.

―Si señora lo que usted diga ―dijo Patricia.

5:45 de la mañana, Clarí y Patricia que sin querer compañeras de fuga la una por sentencia y la otra por inercia, igual tenían que ir por el mismo rumbo, las dos salieron en veloces carreras cruzando de patio en patio, llegaron a una puerta trasera que la encontraron cerrada, improvisando un pequeño andamio lograron subir y tirarse al otro lado, de esa forma salieron a una calle transversal y cogieron un vehículo saliendo del lugar a un lugar más seguro.

6:00 de la mañana, a unos cuantos kilómetros de distancia de él lugar fatídico, que en otros momentos fuera su morada de ensueño amoroso hoy un lugar prohibido. Suena el teléfono, es su madrina la primera noticia de tantas malas en tan temprana hora.

―Hola mi niña ¿Cómo amaneciste hoy? ―Contenta y feliz por la buena noticia que le va a dar a Clarí.

― ¡Hola madrina! Cambio de planes.

― ¿Que pasó mi niña? ―alterada le hablaba Amantita.

―Madrina estoy huyendo, el loco de Juan me mandó a matar.

―No me digas que se enteró de todo.

―No sé madrina, hasta el último minuto de hoy que salió de mi ensoñador dormitorio, estuvo muy amante y cariñoso de mí, no sé qué le pasó, es más voy con una compañera de fuga que sin pensar fue inevitable.

―Algo tienes que haber hecho que te delató, yo te dije que Juan es muy malo y como malo también  es astuto, algo le dijiste o hiciste y de paso llevas una cola (Patricia).

―Te juro que no sé, yo no… espera…ah… Ya sé, ya sé lo que pasó, pero que cojuda… pero claro, mí actitud melancólica de saber que lo iba a dejar fue lo que me delató, y él me dijo, “te noto rara como que te veo triste” ¡Si eso fue! Con suerte tengo verdaderos amigos, si algún día mí ama de llaves te pide un favor, hazlo de mil agrados, porque en la verdad ella me está salvando la vida, y Patricia que está conmigo era la encargada de informar a Juan todos mis movimientos, pero ha preferido huir aunque sin voluntad, igual le estoy agradecida ―ya analizado el error se tranquiliza un poco.

―Mi niña  ¿Dónde estás en este momento?

―No sé, le preguntaré al chofer, discúlpeme puede decir por donde estamos, (señora,  estamos por el parque central), madrina estamos por el parque central.

―Entonces, escúchame bien lo que vas hacer, bájate de ese vehículo y coge otro y regresa en la misma dirección por donde viniste, avanza unas tres a cuatro cuadras más allá de tu casa te bajas y coges otro vehículo y con ese, lo contratas para que te lleve al pueblo de Piñero, ahí vas a encontrar un vehículo de transporte muy grande de esos que le dicen Pullman, preguntas por Nisoilá Astu, ella es la dueña de ese transporte y mi amiga, es con la que tenía que hablar y ya está todo arreglado, no te preocupes de nada que ella va a cuidar de ti.

―Gracias madrina, no sé cómo agradecértelo, un día estaremos juntas y conversaremos sobre este episodio de nuestras vidas, y nos vamos a reír a carcajadas, gracias y muchas gracias, de ahí para adelante ya depende de mí hasta un próximo encuentro ―muy agradecida.

―No es nada mi niña, que lo hago con mucho gusto, a propósito ¿Patricia se va a quedar contigo?

―No, Patricia tiene su propio destino, me va a acompañar hasta dónde está tu amiga y yo mismo le embarco en otro vehículo para que se aleje lo que más pueda, ella mismo sabrá coger su camino, además no tiene pinta para puta a lo mejor terminé como carne de perro y no quiero cargar eso en mi conciencia, hablando de conciencia  ¿Ya fue Juan hablar contigo en tu casa?

―Todavía no y eso me está dando mala espina, en buen momento a Juan lo conozco de cabo a rabo y ya sabré lo que le digo, de todas maneras te agradezco por tu preocupación, que te vaya bien y muchas bendiciones de mi parte.

―Adiós madrina, yo también te deseo muchas bendiciones, hasta la vista.

Así empezó el plan huida 2, hicieron como le dijo su madrina, cambiaron de vehículo dos veces más y con el último se fueron hacia el pueblo señalado, en el camino conversaban las dos.

―Señora… no sé en qué lío me he metido, pero de todas maneras le agradezco por el dinero que me dio y por la ayuda que me está dando para irme lejos ―le decía Patricia.

―No te preocupes, de todas maneras tú también me ayudas a mí ¿Te puedo preguntar algo?

―Sí claro, lo que usted quiera ―se puso predispuesta.

― ¿Si tenías confianza con Helena?

―Sí.

― ¿Alguna vez escuchaste si hubo otra señora antes que yo?

―Claro que sí hubo, una noche que estábamos reunidos todos estábamos comentando justo de ese tema, y fue justo la noche que usted llegó con el señor Juan, comentaban en especial los empleados más antiguos, que con usted ya era la tercera señora que llegaba a esta casa ―comentaba con disimulo Patricia.

― ¿Y qué pasó con las otras dos señoras?

―Bueno, a mí no me consta porque yo soy nueva, perdón era nueva, pero contaban que en la primera vez de lo que se acuerda Helena, puesto que ella es la más vieja de todas me refiero en empleo, en esa época habían otros empleados, cierto día, Helena recibió una llamada, era del patrón ordenando que todos salgan y así lo hicieron, después llegó Jansí, entró, luego salió y después entramos todos, nunca volvimos a ver más a la primera señora, eso fue lo que dijo Helena, como la mayoría de las veces siempre llevaban cargas en cajas bien grandes, asimismo se las llevaban, suponen que tal vez la mataron y se la llevaron en una de esas cajas, lo mismo pasó con la segunda señora, y quién sabe qué tal vez quisieron hacerlo con usted ―se escuchó muy convincente lo que decía Patricia.

― ¿Y nadie ha dicho nada?

―Y quién va a decir, nadie quiere amanecer con hormigas en la boca porque se necesita un pequeño rumor pero muy pequeñísimo, como para que ese loco nos mande matar a todos, como quien dice es un secreto a voces.

― ¿Acaso tú sospechaste algo, cuando Juan te dio la orden de que me vigiles? ­­la intriga la mataba a Clarí.

― ¿La verdad señora?

―Sí, quiero la verdad.

―Yo nunca me imaginé que la quería matar, yo pensé que el señor Juan sospechaba que usted lo estaba traicionando, y por lo tanto me mandaba a mí para cuidarla, en cierto modo yo lo vi gracioso de que yo le esté siguiendo, porque pensé que usted iba a salir y yo tenía que ir atrás suyo, si no fuera que yo le comenté a Helena puesto que es mi jefa, perdón era mi jefa, y ella se asustó y me dijo a mí que le diga a usted para que se vaya, pero como yo sé que ese hombre es loco, yo dije a lo mejor se va desquitar conmigo, más claro me asusté mucho, en buena hora que se acercó Helena y dijo todo claro, sino que tal vez yo ya esté muerta en vista que no la encontraban a usted.

―Me parece que hiciste muy bien, solo el tiempo lo dirá ―dijo Clarí.

7:00 de la mañana, circulaba por una carretera un vehículo con tres ocupantes, el chófer que conducía el vehículo y dos mujeres, van muy asustadas, se trata de Clarí y Patricia que muy pensativas cada una en sus problemas, problemas que relacionado momento, las unían, el tiempo pasaba y cada una meditaba, Patricia en sus adentros decía: “Dios mío qué hago aquí, ¿Qué hice para merecer esto? En buena hora que nadie de mi familia sabe que estoy aquí, ¿Ahora qué le digo a mi novio? Él me va a ir a buscar el fin de semana y no me va a encontrar ¡Tengo que avisarle! ¿Qué hubiera pasado si me hubiera quedado callada? En lo posible la señora Clarí ya estuviera muerta en este momento, ¿Qué hubiera pasado si la señora se iba sin que yo me dé cuenta? Ahí la muerte hubiera sido yo, que  dilema.  Yo que pensé trabajar algunos años en esa casa, se vivía bien  ahí”.

Los pensamientos de Patricia la ponen muy triste pero sin embargo sabe que si las cosas no hubieran pasado así, otro sería el resultado. Clarí, también tenía sus pensamientos: “Que cosas de la vida, apenas soy una adolescente y estoy viviendo la vida como que fuera una adulta, ni siquiera me acerco a los 15 años y ya he tenido un amante y un amante marido, todo eso en apenas menos de un año, sin tomar en cuenta que pensé tomar una vida de puta pero el destino, hizo que conociera a una mujer muy buena y sin darme cuenta, mi destino cambió, ahora tengo que volver por necesidad a mi destino anterior y voy decidida a todo. Tengo mucho miedo de Juan, nunca pensé que después de darme un beso me iba a mandar a matar, he conocido dos hombres en mi poca vida y estoy asustada, ahora a dónde me voy no sé cuántos conoceré por día “Dios mío has que las cosas pasen con más suavidad”, es lo único que le puedo pedir a Dios, ¿Qué hubiera sido de mi vida si no me dicen nada? Fijo que ya estuviera muerta,  ¿Y sí, salía sin que nadie me vea? Fijo que mataban a Patricia y yo sin saber, ¿Y si, salía por la parte de enfrente? Hubiera sido peor, capaz que mataban algunos por cómplices, ¿Y si, llamo a Juan y le pido perdón? Quién me garantiza que me vaya a hacer caso, es muy astuto, es capaz de engañarme hasta que me confíe y después me mata, si ya lo ha hecho con dos mujeres anteriores, ¿Va a dejarme ir a mí así porque si? Además con tanto dinero que tiene, ¿Cuánta mujer tendrá por ahí escondidas? A lo mejor era por eso que no venía todos los días a dormir conmigo, mejor dicho lo hecho está que más se puede hacer”.

Y así iban las dos mujeres, cada una pensando en sus propias probabilidades, de pronto Clarí se acordó de su madrina, se acuerda de la primera vez que la encontró y como con gentileza le brindó amistad, por mucho que trate de olvidarse de ella no lo va hacer porque es la única persona, que le ha brindado amistad de verdad y más aún que es su madrina, ¿Qué hubiera pasado si Juan no se fijaba en ella? Tal vez hubiera sido una verdadera mujerzuela presta para cualquier orgía, porque eso es justo lo que hace Amantita, organiza orgías para gente muy poderosa, al menos para cualquiera que le pueda pagar, en una noche gana tanto dinero que puede descansar un mes, sin hacer nada, pero es tan bonita y experta en lo que hace que más de los días la contratan, y para eso estaba preparada  Clarí, esa es una razón fuerte por lo que a ella no le causa mella ir de puta con tal de esconderse. En otro lugar, en la casa de Amantita, ella está impaciente de saber el resultado de la huida de Clarí, además no sabe qué ha pasado con Juan porque no la ha ido a ver.

Son 7:30 de la mañana y todavía no pasa nada grave, Amantita llama a su mucama y le ordena que arregle el dormitorio, llama a su ama de llaves y le ordena que prepare su desayuno, hasta eso ella empieza su aseo personal para luego vestirse con elegancia y glamour.

8:15 de la mañana, Amantita está lista rumbo al comedor principal de su gran casa, en eso se escucha un timbre y unos golpes. Amantita no sabe qué está pasando por lo tanto ordena a la ama de llaves que vaya a ver qué pasa, mientras ella se acomoda en su silla predilecta dispuesta a servirse su desayuno. De pronto aparece el ama de llaves y asustada le dice:

―Señora Amantita… Señora Amantita  ―hablaba Gertrudis, la ama de llaves.

― ¿Qué pasa Gertrudis?

― ¡Señora, está el señor Juan en la puerta que da al jardín principal y está muy bravo! Y viene con un montón de hombres mal encarados.

─No te preocupes Gertrudis, hazlo pasar.

―Muy bien señora.

En el momento que la ama de llaves va abrir la puerta, escucha unos golpes fuertes en ella, asustada abre y se topa con Juan del Todo que enfurecido la empuja.

―Qué te has creído pendeja que me dejas esperando en la puerta como cojudo, ¿Acaso no sabes quién soy?

―Disculpe señor, sí sé quién es usted pero la señora tiene que enterarse primero  para que me autorice abrir la puerta, si no hago eso me bota del trabajo.

―Más te vale, por menos que eso se han muerto…Continuará capítulo 12

©Clarí una historia cuántica Todos los derechos reservados Roberto Sanahuano    Escrita en el 2006 y registrada en el 2008 I E P I   030100

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