Clarí capítulo 17 La historia de Raquel

17

La historia de Raquel

―Seis y media de la mañana y este muchacho no se levanta, veterana dile a tu hijo que se levante ―le decía a su esposa don Saturnino que es padre de Tony.

―Ya voy viejo ―le dijo su esposa.

―Caramba…a esta mujercita la tengo en mis manos.

―La juventud de ahora sí que es vaga, yo estoy trabajando desde las cinco de la mañana y el niño bien dormido, ¿Veterana ya se levantó?

―Sí, ya está desayunando.

―Dile que vaya para la cerca del este y que la repare, ¿Escuchaste?

―Si ya le voy a decir.

―Muy bien porque me voy al pueblo y regreso en la tarde.

De esa forma don Saturnino parte hacia el pueblo caminando como buen ciudadano pensando en cosas de la vida, se extraña cómo su hijo no se ha levantado temprano, pero igual es buen muchacho. En el trayecto se encuentra con uno de sus compadres y como tenía mucho tiempo que no lo veía, se ponen a conversar mientras que caminaban rumbo al pueblo.

―Compadre satu al tiempo que lo veo ―le dijo feliz y contento el compadre Lauro.

―Compadre Lauro, ¿Qué pasó?… más respeto, pero igual estoy feliz de verlo ―le dijo medio en serio.

Novela de ficción

Clarí capítulo 17 La historia de Raquel

―Disculpe el compadre pero la emoción que me embarga de verlo a los tiempos, hace que acorte su nombre pero no por faltarle al respeto, sino por el cariño que le tengo.

―Qué pasa compadre, no se encariñe mucho porque ahí sí tiene que dar dos pasos atrás.

―Tranquilo no se incomode, a propósito ¿Ya se enteró de la última de la Vira vuerta?

―No tengo ni idea.

―Mire Compa, a mí me conversaron ayer que habían venido un grupo de chicas bonitas, y entre ellas hay una que parece una diosa, y como yo no como cuentos lo que hice fue saber por mis propios medios, en pocas palabras fui a comprobar si era tanta la maravilla de mujer, así que me fui ayer tempranito entré y me tomé dos cervezas, y me puse a buscar con estos dos ojos que Dios me ha dado, que algún día se han de comer la tierra y los gusanos, lo único que encontré fue los mismos bagres de siempre, entonces desilusionado y triste me dispuse a salir del bar, en esa se me ocurre preguntarle a un mesero.

 ― ¿Es cierto que han llegado unas chicas bonitas? ―Le preguntaba al mesero.

―Claro que sí,  están en ese lado ―contestó indicando el lugar.

―Ah, bueno si son bonitas pero no tanto.

―Y qué más quieres, comparadas con las que paran aquí todos los días, estas están mejores.

―Pero me dijeron que habían mejores inclusive me dijeron que había una que parece una diosa.

― ¿Sí tiene plata, dinero o joyas? ―Le preguntó con sarcasmo.

― ¿Qué te pasa a ti?  ¿Qué piensa que está tratando con uno de los tuyos? Otra más y te vuelo la cabeza ―le dijo en un tono amenazante.

―Tranquilo era una broma no más, no se moleste,  las chicas que usted busca están en el reservado.

― ¿Me puede llevar para allá? Que yo solo como lo bueno ―decía con mirada lujuriosa.

―Ya me imagino, porque acá están las de 20, 50, y la que usted dice que parece una Diosa cobra 100 dólares ―le dijo el mesero.

― ¡Que! ―Fue lo único que pudo decir.

― ¿Qué le pasó? Casi le da un ataque.

―Tranquilo que no me pasó nada, yo pensaba que cobraban más ―le dijo con ínfulas de ranchero.

De esa forma entramos los dos hacia el reservado, entrando en aquel lugar me dice.

―Espere aquí en esta salita, mire por esa ventana de vidrio y dígame cuál le gusta ―me dijo el mesero―. Eso es todo compadre.

 ―Entonces compadre Saturnino lo que hice yo fue mirar por ahí  por esa ventana, y sí que me dio una bonita impresión, acostumbrado a ver un montón de bagres y de pronto ver semejante belleza,  fue como si tuviera una luz en el camino, todas muy bonitas pero hay una compadre que es demasiado bonita y rete buena, pregunté cómo se llama y me dijeron que se llama Clarí, pero con mucha lástima no llevé mucho dinero, sino si le hago ―decía Lauro sin dejar de pensar en qué no más le puede hacer a esa linda mujer aunque todavía no sabe a quién de ellas.

― ¿De verdad  que es tanta la maravilla?

―Le juro por lo más sagrado compadre.

―Entonces yo no me la pierdo, hoy en la noche voy, porque hoy me pego un escape para ir a eso de las 11 de la noche, porque primero tengo que esperar que la veterana se duerma, ahora sí que quiere darse una vuelta por ahí compadre Lauro, lo espero allá sin falta.

―Si compadre porque ya es hora de que se tire una canita al aire.

―Entonces allá nos vemos.

―Ya entonces.

De esta forma quedó sellado un compromiso de cita originado por él sentimiento anhelado de juventud de don Saturnino, considerando que la compañera de su vida ya no estaba en sus años mozos y todo, motivado por la deslumbrante belleza de Clarí, ningún comentario sobre ella no le hacía verdadera justicia en lo que se refiere a su belleza, no se sabe a qué hora va a ir Martíno, porque sería bochornoso que se topara padre e hijo por  la misma mujer, pero como siempre la vida tiene que seguir. En las áreas de Naranja agria sigue la búsqueda, ahora se ha extendido hacia las fincas que están alrededor, hasta que alguien por ahí dijo.

―Las únicas personas nuevas que hay por éste sector, y ni siquiera por aquí si no por otro pueblo que está cerca, son las chicas que vienen a las fiestas de los pueblos ―decía el montubio.

― ¿Y qué pueblo es ese? ―Preguntó Jansí.

―Es un pueblo que está aquí cerca, se llama Poste partido.

― ¿Qué tan cerca está ese pueblo?

―Unas cuatro horas de aquí señor.

―A eso llamas  cerca montubio pendejo.

―Ahora si quieren ir más rápido pueden ir por la otra avenida ―sonriente le dijo el montubio.

― ¿Y cuál es esa otra avenida? ―Preguntó Peke.

―Siga por esta misma carretera, como unos 10 minutos vira a la derecha, sigue largo otros 10 minutos y vira a la izquierda y ahí sí, unas dos horas de camino y llega al pueblo ―contestó el montubio con una mirada brillante.

― ¿Escuchaste Peke? Ordena a los hombres para que se dirijan hacia allá.

―Sí señor, enseguida ―le dijo Peke―.Ya escucharon al señor Jansí, muévanse que nos vamos para Poste partido.

Jansí y sus hombres inician otra nueva aventura, dirigiéndose hacia otro nuevo pueblo desconocido por ellos y con la incertidumbre de qué van a encontrar ahí, sin tomar en cuenta, que el camino que van a tomar dicho por aquél humilde montubio, (que de tonto no tenía nada ya que lo presionaron) que los mandó a dar una vuelta bien larga. Jansí está bien creído que va a ahorrar una hora de tiempo pero cuando se dé cuenta de eso, ya estará tan lejos que no querrá regresar para desquitarse. Ya en camino muchas dudas ruedan por la cabeza de Jansí y Peke.

―Señor Jansí, algo no cuadra en este asunto ―le decía Peke.

― ¿En qué forma? ―Le pregunto Jansí.

―Se supone que estamos buscando a la señora Clarí y a su cómplice de fuga como es Patricia, ¿Por qué vamos a Poste partido?

―Yo también me hago la misma pregunta, pero algo me dice que ahí la vamos a encontrar.

― ¿Acaso la piensa encontrar  trabajando de puta?

―No digas eso ni de broma ―le decía preocupado Jansí.

― ¿Le puedo hacer una pregunta señor?

―Adelante sin miedo.

―Según tengo entendido, el patrón Juan conoció a la señora Clarí en una fiesta que organizó él, y por lo que sé, ella fue con la señora Amantita a la fiesta, y usted sabe a qué se dedica ella, ¿Verdad?

―Si… ya te entiendo.

―Entonces es más seguro que ella esté trabajando de eso.

―No creo, porque desde que la conozco siempre le gusta  lo mejor, y por estos lugares no lo va a encontrar nunca.

― ¿Ni así sea para salvar la vida? ―Mirándolo a los ojos―. ¿Usted no lo haría?

― ¡Qué! Eres loco, como me vas a decir que yo trabajaría de puta, ¿Acaso te apesta la vida?

―No… señor disculpe, usted no me entendió, me refiero a si usted haría algo contrario a lo que siempre hace, con tal de esconderse ―asustado le dijo.

―Ah, yo entendí mal, pero lo que tú dices tiene sentido, quién quita, que como ella sabe que la vamos a buscar en lugares de alta sociedad, y sabe que ahí no puede esconderse, entonces busca lugares donde nadie lo va hacer, en este caso sería en un burdel, ¡Cierto! Tienes toda la razón, tengo que consultar con el patrón ―dijo muy impresionado―. Ojalá no estés equivocado porque si no más vale que te vayas a la luna, porque mi patrón no tiene misericordia.

―Quién me mandó hablar ―lamentándose se rascaba la cabeza por su mala incumbencia.

Enseguida Jansí cogió el teléfono satelital y se comunicó con su patrón Juan.

―Aló patrón, ¿Puedo hablar con libertad con usted?

―Si claro, como no ―le contestó Juan del Todo.

―Mire patrón, tenemos una pequeña duda respecto a la búsqueda.

― ¿Y cuál es el problema?

―Como se nos ha hecho difícil encontrar a la señora Clarí, nos hemos puesto a pensar que a lo mejor estamos buscando en el lugar equivocado, por lo general la señora siempre se desenvolvía en un ambiente de lujo, y eso es lo que hemos estado buscando, que pasaría si buscamos en el lugar que menos nos imaginamos, ¿Qué dice usted patrón?

―Háblame claro pendejo, ¿A qué te refieres?

―Escúcheme con paciencia patrón, cuando buscamos por el satélite el mencionado equipo nos marcó el cuadrante 118, lo que indica que hemos peinado el sector, y por ningún lado nadie ha visto nada, al menos a una mujer con esa característica. Como podrá darse cuenta no tenemos nada, pero, alguien por ahí nos dijo que lo único nuevo en mujeres que ha llegado por el sector, son las chicas que trabajan en la noche, ahora quién quita que la señora Clarí se está escondiendo en un grupo de ellas, porque sabe que ahí nunca la vamos a buscar ―Jansí no tenía idea de lo que podría pasar con semejante hipótesis.

―A ver si te entendí, Clarí como sabe que la vamos a buscar en un medio, la necesidad le ha hecho buscar otro medio, en este caso en medio de la putería, porque eso es lo que te  entiendo, es así ¿Verdad? ―Juan cogía el teléfono como queriendo estrangularlo.

―Sí, justo eso es lo que dije.

― ¡Qué estás loco! ¡Cómo te atreves a decirle puta a mí mujer! ―Juan se encolerizó ya que su ego es tan grande que ese comentario es como si se lo ha dicho a él.

― ¡No patrón tranquilo no dije eso!

―Entonces, ¿Qué mierda quisiste decir?

―Solo dije que se ha escondido ahí, no dije que era puta, por favor discúlpeme el malentendido ―la preocupación de Jansí era tal porque sabe que su patrón es capaz de todo.

―Ya está bien, por esta te disculpo, lo único que quiero es que hagas bien tu trabajo, de todas maneras si no tienes otra pista, síguela, en cuanto tengas algo concreto me llamas.

―Está bien patrón y disculpe.

―Peke, ven acá ―llamaba a su hombre de confianza.

―Diga señor Jansí.

―Tu teoría resultó muy excelente, pero ese loco de mierda casi me mata por teléfono, se enfureció tanto que cualquiera puede ser puta menos la señora Clarí, pero igual al disimulo aceptó la idea.

―Qué alivio señor, por un momento pensé que usted… ―dijo nervioso.

― ¿Que usted qué?

―Discúlpeme señor Jansí, pero yo pensé que usted me iba a matar.

―Estás loco, yo nunca he pensado eso, además tú me caes bien.

―Entonces señor, ¿Qué hacemos?

―Por el momento hay que esperar a llegar al pueblo, ahí veo lo que hay que hacer, que calculo será apenas un par de horas.

Las conclusiones de Peke si han tenido resultados, pero lo único que no es el viaje, Jansí está bien creído que es un par de horas, eso significa que estaría llegando a Poste partido bien en la tarde. En Poste partido los movimientos del día eran muy normales, igual sucedía en la finca de Saturnino Pyma, Tony obedeciendo la orden de sus padres arreglaba la cerca del este, de pronto escucha un ruido de pisadas como que alguien se acerca, para su sorpresa, es su amigo Pepe.

―Hola Tony ―saludaba su amigo medio apenado por lo que le tocó vivir como experiencia.

―Hola Pepe, chuta, tú sí que eres  mal amigo ―decía Tony aun sabiendo lo que había hecho.

―No me hables así Tony que todavía me siento mal, créeme que fue lo más vergonzoso para mí ver a la chica que con tanta ilusión me enamoré de ella, y de pronto verla ahí en medio de putas baratas, me dio pánico y vergüenza, pero aun así me sigo ilusionando con ella, es tan linda que soy capaz de sacarle de ese vicio inmundo, Tony,  ¿Tú eres mi amigo verdad?

―Claro que soy tu amigo.

―Si es así entonces no tengo de qué preocuparme.

― ¿De qué hablas?

―De que tú no te atreverías a tocar a mi futura novia ―con mirada furtiva y triste en señal de que sabe de lo que es capaz su amigo.

Qué cosas de la vida, a pesar que Pepe ha pasado  por una bochornosa vergüenza delante de su amigo Tony, él no deja de sentir emoción sólo de pensar en ella, aun sabiendo a que se dedica y donde trabaja. Su amigo Tony está sorprendido con su actuación, a pesar que Pepe está consciente donde está la chica que marcó su corazón, y sabe muy bien que más de uno han pasado por encima de ella, pero su amigo no.

―Por supuesto que no, acaso no somos amigos ―le decía Tony con una cínica sinceridad.

― ¿Tú no me estás mintiendo?

― ¿Qué te pasa? Tranquilo… me sorprende que actúes así.

― ¿Por qué?

―Parece que tú no te has dado cuenta de lo que está pasando.

―No te entiendo ―extrañado le decía pero en el fondo sabía que Tony es muy astuto a pesar de ser buena gente.

―Ya déjate de pendejadas y sacúdete que pareces tonto hablando.

―No me hables así Tony que soy tu amigo.

―Escúchame una cosa Pepe, tú y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo y desde que andabas cagado, y siempre los dos hemos hecho muchas travesuras, siempre hemos estado juntos y siempre hemos resuelto los problemas sean tuyos o míos, además, tú siempre has sido el que me ha dado aliento, pero de pronto aparece por ahí una chica, muy linda por cierto, que de pronto te deja todo ilusionado y eso que no te ha dado un beso y peor un abrazo, ¿Eso hace que tú te comportes de una forma muy extraña y no dejas que te ayude? ―Como se nota que Tony sabe lo que debe decir y de paso como lo conoce bien el corazón que tiene.

―Pero si a mí no me pasa nada, estoy bien.

― ¿Te has puesto a pensar que no demora en que ella se va a ir?

―No, ni lo he pensado ―mirando al piso responde con nostalgia.

― ¿Y qué piensas hacer ahí?

―No sé.

―Sólo quiero que te des cuenta de una cosa, cuando ella termine su labor en estas fiestas, lo primero que va hacer es irse, igual que la novia que tuvimos el verano pasado, aunque juraron que nunca se iban a olvidar de nosotros, eso fue lo que hicieron al menos que yo me acuerde, dime ¿A ti te ha llamado por teléfono o te mando alguna carta  o algo?

―Sí… ya me di cuenta.

―Te diste cuenta, ¿De qué?

―Que no tiene sentido la forma como me estoy portando ―dijo Pepe―. Además no voy a perder un amigo por una mujer que ni siquiera conozco.

―Eres un peligro Pepe, no llegas ni a 15 años y ya estás pensando llevarte a una mujer. ¡Aprende a mí! Que cuando vi a esa chica, me quedé impresionado de lo linda que es, pero como tú eres mi amigo preferí mirar a otro lado y salir atrás tuyo, aunque nunca te encontré, igual hay muchas cosas por hacer.

―Si… tienes razón… mejor me voy a buscar un trabajo.

De esta forma en apariencia, las cosas quedaron en paz, Pepe con ingenuidad había quedado sometido bajo el hechizo de la belleza de una mujer, que sin voluntad lo había hecho. Tony utilizando toda su astucia, logra convencer a su amigo de la actitud tonta que estaba tomando, en buena hora que no le dijo la verdad, y con eso la amistad de los dos se hizo más fuerte. Pepe siente un gran aprecio por su amigo Tony, aunque sabe lo pícaro que es pero en el fondo sabe que es buena gente, y eso es lo que a Tony le va a ayudar en un nuevo presente (futuro para el resto de las personas) y de qué manera.

Mientras en el pueblo todo se desenvuelve con normalidad, en las afueras, las cosas empiezan a tomar movimiento, son 10 de la mañana y empieza el nuevo día en el bus de Nisoilá, pero el día de hoy no es igual a los anteriores porque algo ha tomado un nuevo giro, Nisoilá ignorante de todo es la primera que se levanta.

―Niñas levántense ―dijo Nisoilá―.Niñas, ya son las 10 de la mañana.

La primera en levantarse es Raquel, seguida de Malva, Enriqueta, Celestina, Ninfa, pero algo raro está pasando, Clarí no se ha levantado, una chica tan joven y tan activa acostumbrada a levantarse de madrugada, bueno por lo menos en esta nueva vida se levanta más tarde pero siempre entre las primeras, y eso le inquieta a Nisoilá.

―Clarí… Clarí ―llamaba Nisoilá―. Raquel anda y mira que le pasa a Clarí.

―Sí madrina, en seguida ―contestó Raquel.

Raquel como buena ahijada obedeció sin pensar ni mediar la orden de su madrina, contenta y feliz, Raquel se dirige hacia el dormitorio de Clarí, toca la puerta y no recibe respuesta, entonces abre la puerta y encuentra a Clarí, con mirada perdida en dirección hacia una ventana del vehículo, esto asusta a Raquel que llama a su madrina asustada porque no sabe qué hacer.

― ¡Madrina! ¡Madrina! ―llamaba Raquel.

― ¡¿Qué pasa Raquel?! ―asustada contestaba Nisoilá.

― ¡Venga que algo le pasa a Clarí!

Nisoilá se acerca de urgencia junto con las demás chicas y se dan cuenta que Clarí estaba como ida, enseguida Nisoilá le coge de la mano y enseguida Clarí reacciona.

― ¿Clarí que te pasa? ―le preguntó Nisoilá.

―Ah, Ah… ¿Qué pasa?

―No pasa nada, pero a ti te preguntamos, ¿Qué te pasa?

―Nada tía no me pasa nada.

―Entonces, ¿Por qué no escuchabas lo que te llamábamos ―le preguntó Raquel.

― ¿Me estaban llamando ustedes? ―preguntó Clarí.

―Sí, te llamamos algunas veces ―le dijo Enriqueta.

―Discúlpeme tía, lo que pasa es que estaba pensando y nada más.

― ¿Y en qué pensabas? ―Le preguntó Nisoilá.

―Ay tía, si supiera ―dijo Clarí.

―Ya me imagino lo que te pasa muchacha, lo único que te digo, es que tienes que tener mucho cuidado con los clientes ―le dijo Nisoilá con mucha seriedad.

―Ya tía, tranquila que no pasa nada.

―Bueno si todo está tranquilo, entonces pónganse hacer lo que tienen que hacer. A la que le toca hacer el desayuno que se apure que tenemos hambre.

Algo raro le pasa a Clarí, todas se dieron cuenta de la anomalía pero nadie se atrevía a preguntar, la única que se sentía con ánimos de confianza es Raquel, así que esperó unos cuantos minutos para acercársele a preguntar, hasta mientras todas desempeñaban algún tipo de trabajo como cualquier mujer de casa, lo bueno de ese grupo regido por la señora Nisoilá es que nadie podía tocar el tema de la noche anterior en lo que tenía que ver a la borrachera, clientes, festejos, y mucho peor algo que tenga que ver con el proceso amatorio. Ella considera su vehículo de transporte como su hogar, en el cual siempre decía que el hogar es sagrado y cualquier cosa que pase dentro del hogar se queda adentro, cualquier cosa que pase fuera del hogar, se queda fuera, y toda chica que llegaba a formar parte de su grupo le gustaba eso,  por lo tanto asumían una gran responsabilidad con aquello.

 Ha pasado más de una hora. Después de un buen desayuno y todo el ajetreo que tenían que hacer, ya estaba hecho, cada una se dedicó a hacer sus cosas personales, unas leía un libro otras veían  televisión y otras se ponía a conversar entre ellas, de pronto Clarí se perdió de nuevo y Raquel fue la encargada de buscarla, hasta que ella la encontró en su mismo  dormitorio, ese fue buen momento para hacerle preguntas.

―Ah, aquí estás ―le dijo Raquel.

―Sí aquí estoy, ¿Me buscabas? ―Preguntó Clarí.

―La verdad, sí, lo que pasa es que quería conversar contigo, no sé si tú estés con ese ánimo para que me ayudes.

―Bueno, si te puedo servir de algo.

―No sé ni cómo decirte amiga, mira Clarí,  yo ya llevo tres años con mi madrina, y una buena cantidad de dinero guardada, a veces pienso que ya es hora de retirarme pero no sé, ¿Qué me podrías decir tú Clarí? Quisiera que me des tu opinión.

― ¿Puedo hacerte una pregunta?

―Claro que sí, ¿Por qué no?

― ¿Qué planes tenías antes de conocer a mi tía?

―Mis planes… bueno yo quería estudiar, pero pensé que todo era fácil, mis padres son bien pobres y no tenían los medios para ello, así que decidí salirme de mi casa pensando que afuera iba a encontrar algo mejor, pero me encontré con un desgraciado que con falsos juramentos de amor, hizo que entrará en la prostitución, que por mucho que yo me resistí pero siempre terminaba dominada (¿De qué forma?) de la forma más tonta, siempre me invitaba alguna fiesta o reunión,  no sé cómo perdía el conocimiento y despertaba rodeada de un poco de hombres que abusaban de mí cuerpo, yo terminaba cediendo por cansancio porque forcejeaba mucho por no dejarme, después que todos se iban mi novio venía y me rogaba que le disculpe, ponía cualquier tipo de pretextos e inclusive llegó a decir que a él también lo drogaban y que por eso no podía ayudarme ―con nostalgia hablaba Raquel ya que la experiencia que ha vivido fue muy dolorosa.

― ¿Nunca lo denunciaste?

―Ese desgraciado era tan astuto, siempre se las ingeniaba para que yo terminara entre sus brazos, pero un día recordé la pobreza de mis padres y mis planes de estudiar, yo dije en ese momento «Hasta hoy me desgracia la vida» así que lo esperé en la casa y justo venía con unos amigos de él, era fijo que ya me había vendido, pero no sabía lo que tenía yo preparado, ni bien entraba en la casa, le rompí una botella de licor en la cabeza y a lo que cayó al suelo, le agregue un poco de gasolina al cuerpo de él, encendí un fósforo para tirárselo a él pero los amigos me lo impidieron, es más quisieron abusar de mí, pero no contaron con mi decisión y mi indignación que me zafé de ellos y enseguida cogí dos botellas de licor y las rompí, me abalancé sobre ellos con el fin de cortarlos a todos pero no pude… ―Raquel lloraba con sentimientos por recordar esa cruel verdad que había pasado.

―Cálmate, no llores que yo te entiendo, no necesitas contarme todo eso ―le dijo  Clarí con un gesto de solidaridad.

― ¡Tramposa! Vine para preguntarte que te pasó a ti ayer y con mucha astucia me hiciste que yo te cuente mi vida, y lo peor de todo que todavía no termino, así que no me interrumpas por favor ―le dijo muy seria y con lágrimas en los ojos.

―Bueno está bien, ahora dime ¿Por qué no pudiste cortarlos a esos desgraciados?

―No pude, porque todos salieron corriendo como alma que lleva el diablo, y como yo no tengo ni un pelo de tonta, fui a mi dormitorio, el mismo que fue testigo mudo de muchas atrocidades que me hizo ese desgraciado, empecé a revisar los cajones y saqué lo poco que pude de ropa y algo de dinero,  algo que me acuerdo también saqué dos botellas de licor y me fui a un parque y lloré lo que más pude acompañada solo de mis dos botellas de licor. Ahí empecé a vagar, le tenía miedo a todo inclusive a la gente que quería ayudarme hasta que conocí a mi madrina, que sin interés me ofreció cobijo, un lugar donde dormir y hasta dinero, pero yo sé que todo tiene que ser pagado porque nada viene gratis en la vida, pero ella se negaba diciéndome que lo hacía por agradecimiento a la vida, se ofreció para irme a dejar a mi casa, quiso llevarme a mi pueblo pero yo no acepté, porque yo sabía que la situación de mis padres no había cambiado y para qué iba yo a hacerle más bulto y de paso fracasada.  Mi madrina un día me preguntó, “¿Tienes idea de lo que nosotras hacemos?” Así parece, le dije pero ella me volvió a preguntar, “¿Estás segura de que sabes que hacemos nosotras cuando salimos en las noches?”, Así creo  le contesté. Sin esperar más me dijo: “Según tú, ¿Qué piensas que hacemos en la calle?” Bueno según lo que me he dado cuenta, salir a chupar sangre a sus víctimas no, porque no son vampiresas, si lo fueran el sol del día  las mataría y eso no ha sucedido hasta ahora, bueno eso creo yo, entonces ustedes salen…a…¿Pasear? Eso fue lo que le dije, entonces ¿Estás bromeando Raquel? Me  preguntó mi madrina y yo le dije,  No, ¿Por qué? Entonces mi madrina me dijo: “Bueno, según como me doy cuenta tú no tienes idea de lo que hacemos cuando salimos en la noche, por lo tanto tengo que explicarte, sin darte vuelta al asunto nosotras somos putas, eso es lo que hacemos todas las noches cuando salimos a la calle, pero no somos unas cualquieras o como putas vulgares, como te habrás dado cuenta que todas somos bonitas y nos jalamos buen cuerpo, inclusive yo que ya paso de los 40. “Nosotras vamos sólo a los mejores burdeles de cada pueblo. Me obligo a decirte esto puesto que tarde o temprano te ibas a enterar, además como veo el asunto, creo que ya es hora de que tomes una decisión, y tienes que elegir, antes que nada quiero que sepas que a mí no me pesa ayudar con dinero a tu situación, inclusive estoy dispuesta a llevarte a tu casa para qué ayudes a tus padres y a cambio yo pago todos los estudios hasta que culmines en la Universidad o, te unes a nosotras y trabajas para mí, puesto que ya no tienes nada que perder, aparte de eso en contra tuya fuiste puta sin paga que es lo peor puesto que otro se aprovechaba de ti. Te garantizo que en dos años ya tendrás dinero suficiente para ayudar a tus padres y dedicarte a estudiar, como también puede seguir de largo y hacer suficiente dinero y cambiar la vida a toda tu familia, así que elige”. Así es amiga, eso fue lo que me dijo mi madrina y desde esa fecha, siempre tengo en mi mente que un día una mujer bonita y muy buena gente me encontró en la calle y me dio la mano de ayuda.

―Y según tú, ¿Cómo ha sido tu vida? ─preguntó Clarí.

―Bueno, no me puedo quejar, siempre estoy mandando dinero a mi familia, aparte de eso tengo buena cantidad guardada.

―Sea lo que sea mi tía es una buena mujer aunque puta Y todo, igual es mi madrina Amantita, tú y yo tenemos algo parecido, a mí también me pasó una tragedia y mira que ni siquiera llego a los 15 años, y ya me han bautizado en casi todo, pero lo bueno de esto es que no me ha ido mal, si no fuera porque me quiere matar mi ex marido, yo estaría muy bien, pues fíjate ahora también le estoy haciendo a la putería, sin embargo me siento muy bien, a diferencia de ti, yo no tengo padres y los dos murieron a diferencia de dos o tres días, un desgraciado me engañó con vileza, abusó de mi tantas veces como pudo, y sabes que lo chistoso del caso es que yo se lo permití, al colmo que hasta me enamoré de él, pero todo se originó por una promesa de salvación hacia mis padres, promesa que nunca se cumplió y de paso tuvo el resultado que ya te dije, a veces recuerdo las palabras de mi padre que me dijo que Cándido, por si acaso es el nombre del desgraciado que hacía de médico en mi casa, mi padre me decía al menos cuando lo vio partir, que él no iba a regresar y yo le negué con necedad,  hice eso porque confíe mucho en Cándido, ¿Y sabes una cosa? Nunca regresó el desgraciado, hasta los últimos minutos de vida de mi padre me dijo, «Coge el dinero, las joyas, y vende la casa y con todo eso ándate muy lejos hacia la gran ciudad y empieza una nueva vida”. El tiempo pasó, salí de mi pueblo y el camino rumbo a la gran ciudad, admito que me sentía muy triste, muy sola y no tenía ánimos de seguir adelante, hasta que me encontré con una gran mujer, ella me brindó su amistad y su cariño a diferencia de ti, yo mismo busqué esta vida pero no así como la tengo ahora, sino de esas damas de alcurnia y que son requeridas en todos los eventos especiales, en especial los que pueden pagar bien y justo el día de mi bautizo, que no voy a negar, mi madrina si me entrenó bien, ya iba preparada a lo que venga como quien dice no me iba a asustar de nada, pero para mi sorpresa el jefe de la mafia puso el ojo en mí, y sin necesidad de pestañear pasé a ser la señora más influyente de la mafia, en tan poco tiempo que creo que pues como cerca de cuatro meses o tal vez menos, conocí de todo y a mucha gente influyente de mucho dinero, pero como te das cuenta que no duró mucho ahora estoy huyendo, y por recomendación de mi madrina vine hasta acá, e igual que en poco tiempo he hecho quehaceres domésticos, aprendí a disparar, y como tú, sabes que soy excelente tiradora, aparte de eso también me dedico a la putería como tú… ya te dije lo que querías saber.

―No chiquita, no quería saber eso pero gracias de todas maneras por tu confianza, lo que quiero saber es, ¿Qué pasó anoche que te dejó anonadada?

―Así no se vale, eso es privado, además tú sabes que a mi tía Nisoilá no le gusta que hablemos aquí de lo que hacemos afuera.

―No hay problema chiquita, salgamos del carro y alejémonos unos 20 m, y que sea rápido porque ya se acerca la hora de prepararnos para salir a trabajar.

―Ya está bien, como tú digas.

De esa forma las dos amigas salieron sin levantar sospechas, porque iban a conversar de algo que es prohibido en el mundo creado por Nisoilá, Clarí no se imaginaba que lo que iba a contar era el inicio de una aventura que iba a ser continuada algunos años después.

―Ya… ahora sí, ya estamos muy lejos para que nadie nos escuche ─dijo Raquel.

─Bueno, no me queda otra opción, resulta que cuando yo estaba esperando a que un trío de viejitos que se decidan por cuál iba primero, apareció este muchachito que te confieso que me gustó desde que lo vi, pero sí que es un poco fastidioso, pero tiene algo que hace que él consiga lo que él quiere. Y sabes una cosa, él es casi de mi misma edad, la verdad no sé cómo explicarlo pero parece como que ya lo estaba esperando, era como que  había encontrado algo que tenía perdido y que ansiaba mucho tenerlo, fue tal la emoción que me dejé hacer todo lo que él quería, claro que se imaginaba porque no sabía cómo hacerlo, a la final que terminé enseñándole. Fue tal mi emoción que cuando se quedó dormido del cansancio, derrame dos lágrimas, sólo de pensar que iba a salir por esa puerta y tal vez no lo vuelva a ver más, pero las razones por la que estaba anonadada en sí no fue por lo que hice con él en la noche, con decirte que yo misma no sé, es como que si yo lo viví antes y que solo es un recuerdo como un sueño, en espera de un mejor resultado.

─A ver, párale ahí, casi no te entiendo nada…Continuará capítulo 18

©Clarí una historia cuántica Todos los derechos reservados Roberto Sanahuano    Escrita en el 2006 y registrada en el 2008 I E P I   030100

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.