Qué es pensar bien vivir bien

Pensar bien vivir bien es una máxima que es poco creíble, pero en medios dónde se acostumbra a ver siempre la parte mala de las cosas, es característico de personas que les gusta criticar, les gusta envidiar lo que otros tienen y peor si lo considera un amigo, también es parte de la vagancia.

Ya que muchos perdedores piensan que las cosas llegarán a sus manos sólo por el hecho de esperar sentados o a veces parados en las esquinas. En vista de que no han hecho nada por cambiar piensan que todo es así, por lo tanto se sorprenden cuando alguien les dice que todo puede cambiar sólo con el hecho de cambiar la forma de pensar.

Tus pensamientos marcan tu camino

Pensar bien vivir bien es una actitud que se aprende porque nadie nace con la idea de poder manejar su destino, es más, si le dicen es posible que no lo crea porque crecimos en un medio en el que predomina el miedo cómo base del vivir, ¿De qué forma? Pues de la más simple, como es cuando nos inculcan  que nosotros no podemos hacer nada solos si es que el de arriba no nos da el permiso. Qué es pensar bien

Si usted de pronto dice o decía en esos tiempos, al menos yo me acuerdo del miedo que me decía mi mamá que debía tener hacia el de arriba, el caso es que si de pronto dice, «No necesito de nada ni de nadie porque yo voy a dirigir mi destino» o algo parecido en ese momento era candidato a recibir una reprimenda.

Fijo que era castigado por el hecho de querer sobrepasar la autoridad del de arriba o sea Dios, en buena hora que hoy en día hay científicos que están dando visto bueno en lo que respecta a el poder de la mente, me refiero a los científicos especialistas en física cuántica lamentablemente no es algo que se puede comprobar como la física tradicional pero funciona.

Al menos lo he comprobado que si usted piensa bien sobre su vida aunque le haya pasado mal, su entorno termina cambiando y empieza a pasarle buenas cosas pero, si usted se lamenta de un día malo y lo siente en su ser, tenga por seguro que el día siguiente le irá igual porque esa es la frecuencia en la que usted se desenvuelve.

El apego innecesario

Muchas personas siguen con la tradición de creer en algo que ni siquiera han comprobado que es bueno, aunque inconscientemente han comprobado que si es malo por el miedo que se siente si no se sigue sus «Caminos», conozco mucha gente que en apariencia sigue sus caminos pero llevan una vida por demás calamitosa.

Cómo ejemplo pongo dos casos, en el uno un señor y su esposa tienen un solo hijo de 46 años, van a misa todos los días  a rogar a Dios por su hijo, el cual es drogadicto, borracho y de paso vago, ellos o sea los padres leen la biblia todos los días, escuchan misa por la radio dos veces en el día, pregunto ¿Para qué le sirve tanto apego a algo que no le ha dado resultados?

Otro caso igual es casi copia en blanco y negro porque el  hijo de los señores anteriores es blanco en cambio el otro hijo de la otra pareja es medio morado, el caso es que hacen lo mismo y de qué le sirve y esto no es cuestión de suerte, porque hay que ver qué es lo que piensan porque si esperan que Dios los saquen del vicio tendrán que sentarse porque eso no va a pasar.

He atendido estos casos y sólo con cambiarles la forma de pensar han cambiado dando un giro de 180 grados, claro que no es tan fácil pero si la persona me da su confianza esto se convierte en algo fácil. Por si acaso no estoy en contra de ninguna religión,  secta o cómo les llamen pero lo que si no comparto es el medio en que los encierran por temor, lo más fácil es pensar bien vivir bien.

El cambio de pensamiento

El cambio de pensamiento es un proceso interno mediante el cual una persona modifica su forma de interpretar la realidad, reconfigurando creencias, actitudes y patrones mentales que guían su comportamiento.

Este cambio implica una transformación profunda, ya que no se trata simplemente de pensar en algo distinto, sino de adoptar una perspectiva nueva que reemplace la antigua manera de ver el mundo y de actuar en él.

Sin embargo, aunque suene sencillo, lograr un cambio de pensamiento puede ser un proceso desafiante. Muchas personas se encuentran atrapadas en patrones mentales rígidos o en hábitos emocionales que dificultan el camino hacia una transformación significativa.

Cambiar de pensamiento va más allá de modificar ideas sueltas; implica revisar las creencias centrales que una persona ha adoptado como ciertas a lo largo de su vida. Estas creencias constituyen la base de sus juicios, decisiones y emociones.

Por ejemplo, alguien que ha crecido con la idea de que “no es suficiente” podría ver el mundo de una forma que lo haga sentir inseguro o incapaz de asumir retos importantes. Para esa persona, cambiar de pensamiento no significa simplemente repetir afirmaciones positivas, sino desmontar la creencia de fondo y reemplazarla por una visión más realista y constructiva.

Este tipo de transformación incluye:

Revisar las creencias: Identificar cuáles son las ideas limitantes que obstaculizan el bienestar o el progreso.
Modificar patrones mentales: Cambiar las reacciones automáticas, los pensamientos negativos recurrentes o los hábitos emocionales asociados.
Desarrollar nuevas perspectivas: Adoptar formas de pensar más flexibles que permitan afrontar la vida con mayor apertura y creatividad.

Cambiar de pensamiento significa integrar nuevos puntos de vista, aprender a cuestionar lo que antes se daba por sentado y permitir que emerja una manera distinta de interpretar los eventos cotidianos.

Obstáculos comunes en el cambio de pensamiento

Creencias arraigadas en la infancia: Las creencias más difíciles de modificar suelen ser las que se formaron durante la infancia. Estas ideas se graban profundamente en el inconsciente y moldean la manera en que una persona entiende el mundo. Si alguien aprendió desde pequeño que “el mundo es un lugar peligroso”, podría desarrollar miedo constante ante situaciones nuevas, incluso cuando ya no exista una amenaza real.

Zona de confort y resistencia al cambio: El cambio de pensamiento implica salir de la zona de confort, lo que genera resistencia. La mente humana tiende a preferir lo conocido, incluso si no es beneficioso, porque ofrece una sensación de seguridad. Abandonar patrones mentales antiguos puede causar temor, ya que obliga a enfrentarse a la incertidumbre.

Conflictos entre el consciente y el inconsciente: Una de las razones más comunes por las que las personas encuentran difícil cambiar su forma de pensar es que existen conflictos entre su mente consciente y su mente inconsciente. La mente consciente puede desear con fuerza un cambio, pero si el inconsciente sigue apegado a creencias negativas, se producirá un conflicto interno.

Falta de claridad sobre el nuevo camino: Otro obstáculo frecuente es la falta de claridad sobre hacia dónde se quiere dirigir el cambio. Muchas veces, la persona siente insatisfacción con su manera de pensar o de vivir, pero no sabe qué pensamiento o actitud adoptar en su lugar.

¿Por qué algunas personas no logran encontrar el camino?

Falta de apoyo emocional y guía adecuada: Cambiar de pensamiento puede ser un proceso solitario y, en ocasiones, doloroso. Sin el apoyo adecuado, la persona puede perder la motivación rápidamente. Muchas veces, se necesita una guía que ayude a ver las cosas desde una nueva perspectiva.

Dependencia de patrones antiguos: La mente, por naturaleza, busca patrones familiares porque ahorran energía. Incluso si se ha dado cuenta de que esos patrones le hacen daño, puede seguir repitiéndolos porque abandonarlos genera una sensación de vacío o desorientación.

Miedo al fracaso o al juicio de los demás: El miedo es uno de los mayores bloqueos para el cambio. Muchas personas temen fracasar en su intento de pensar de manera diferente o ser juzgadas por los demás. Cambiar de pensamiento puede implicar cuestionar ideas que antes se compartían con familiares o amigos.

Cómo facilitar el cambio de pensamiento

Aceptar el proceso como parte del crecimiento: El primer paso para cambiar de pensamiento es aceptar que este proceso lleva tiempo. No se trata de una transformación instantánea, sino de un camino que requiere paciencia y autocompasión.

Trabajar en la conexión con el inconsciente: Para lograr un cambio profundo, es esencial conectar con el inconsciente. Prácticas como la meditación, la visualización o la programación neurolingüística pueden ayudar a deshacer los bloqueos emocionales.

Buscar una nueva perspectiva: Es útil rodearse de personas con formas de pensar distintas y abiertas. Conversar con personas que ya han transitado por cambios similares puede ofrecer una perspectiva fresca e inspiradora.

Aceptar la incertidumbre como parte del cambio: El cambio de pensamiento implica abrazar la incertidumbre. Aceptar que no se tiene todo resuelto y que es normal sentir miedo o inseguridad permite avanzar sin sentirse paralizado por lo desconocido.

Conclusión: El cambio como un proceso integral

Cambiar de pensamiento es un reto significativo, pero no imposible. Requiere compromiso, paciencia y trabajo consciente e inconsciente. No basta con querer cambiar; es necesario identificar los bloqueos, redefinir creencias y encontrar el rumbo hacia una nueva forma de interpretar la realidad. Aceptar que el cambio es un proceso, y no un evento puntual, ayuda a avanzar con mayor tranquilidad y confianza.

Al final, encontrar el camino es posible para quienes están dispuestos a cuestionar sus viejas creencias y abrirse a nuevas posibilidades. Aunque el camino pueda parecer difícil, cada paso es una oportunidad para crecer y transformarse de manera auténtica.

Datos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.