Piensa por ti mismo

Piensa por ti mismo. Es indudable que lo mejor que puedes hacer es pensar por ti mismo. El mundo está lleno de charlatanes, en especial aquellos que quieren imponer el temor a algo que ni siquiera ellos están seguros de qué es lo que es. En esto es fácil de que te des cuenta de quién es el que tiene algo que aportar para el bien de los demás.

Cómo primer punto hay que hacer varias preguntas para poder llegar a un dictamen, que en este caso es lo que va a poder darte un punto de apoyo como para que puedas decir con claridad si fulano-a es un charlatán, ¿Qué es lo que quiere al dar la información? ¿Qué es lo que va a ganar o qué es lo que quiere a cambio? ¿Acaso es una persona que con disimulo te incita a que le sigas en su doctrina? ¿Aplica una especie de temor en lo que dice? ¿Si al hacerle una pregunta sobre lo que habla, repite la respuesta cómo si la estuviera leyendo?

En el último punto o pregunta sucede cuando la respuesta la da de memoria, ¿Cómo podría darse cuenta? Simple, dígale que le dé una explicación y si titubea o la respuesta es confusa y por mucho que haga sigue siendo confusa es claro síntoma, de que lo que habla sólo es una fiel copia de algo que lo aprendió de memoria sin siquiera haber tenido el tino de atender lo que leyó.

Piensa por ti mismo
Piensa por ti mismo

No repitas lo que otros dicen

Eso sería en último caso un poco entendible ya que por lo menos hace el esfuerzo pero, ¿Qué pasa con las personas que repiten lo que otros dicen sin comprobar si hay algo de verdad en lo dicho? Pienso que por lo menos debería haber algo de lógica en las palabras escuchadas.

Todo ser es por naturaleza curiosa pero es felicitado cuando su curiosidad es por aprender algo bueno, ¿El chisme? Ni hablar.  Ahora con esto es propio decir «Piensa por ti mismo» ya que si repites lo que otros dicen sin haber comprobado o por lo menos que tenga sentido lógico, pasas a ser parte del conglomerado de mediocres que no piensan.

Este es el ejemplo en las personas que aun a pesar que el tiempo ha pasado, siguen metidas en las religiones, sectas, filosofías, caminos o como lo quieran llamar. Es increíble cómo personas siguen al catolicismo la cual es la madre de todas las demás, que con un sentido de culpa logran que gente en todo el mundo siguen metidas en una mentira. ¿Tienen idea de cuánto ha pagado la Iglesia Católica por pedofilia? Pues cerca de mil millones de dólares sólo en los Estados Unidos y eso es sólo el 10% de las denuncias.

Ahora, ¿Creen que un sacerdote duerme tranquilo después de haber cometido tal cosa? Pues claro que sí, ¿Por qué? Pues ellos saben que no hay castigo divino porque saben la verdadera historia de la Iglesia, ¿Los feligreses tienen miedo de cometer pecado alguno?

Las creencias basado en el miedo

Pues claro que sí ya que le tienen miedo a Dios y a su furia. Con esto, ¿Los sacerdotes no tienen miedo? Sí, sólo que se aguantan como machos ¿Creen eso? Hay una posibilidad de que exista uno que otro digno solo que hay que buscarlo.

Por si acaso yo no pertenezco a ninguna empresa religiosa ni tengo tendencia a crear una por considerar que me estaría engañando yo mismo, aunque si me atrae la idea por la cantidad de dinero que se gana, es el mejor negocio porque hasta la salita más chica gana buenos ingresos.

Una hermana evangélica me explicaba que eso está permitido porque son bendiciones que el señor les da, ¿Por qué? Pues porque ellos se encargaban de que las personas puedan encontrar el perdón y así poder entrar en el reino de los cielos.

Piensa por ti mismo

Piensa por ti mismo es lo mejor que puedes hacer para ti y los tuyos, sea tu familia o tus amigos que posiblemente estén necesitando de alguna palabra de aliento. Para que llegues a encontrarte no es fácil pero si se puede, lo único que tienes que hacer es investigar y no sólo de una fuente sino de varias. Ahora si lo que buscas encuentras en un sólo lado al menos si te das cuenta que no hay nada torcido en ello, adelante.

Cómo siempre he dicho, lo que escribo es sólo mis conclusiones personales basada en lectura, documentales y conversaciones con terceros, es decir, yo no soy dueño de la verdad ya que siempre habrá alguien que tenga sus propios pensamientos y puede ser, que lo que yo escribo puede ser simple para otros pero, mientras no haya esa persona yo estaré siempre adelante aunque le duela a muchos. El miedo al que dirán es lo que hace que no pueda decir lo que piensa y más porque no piensa por si mismo. No tengas miedo y piensa por ti mismo.

¿Cuándo una persona no puede tomar sus propias decisiones?

Tomar decisiones es una habilidad esencial en la vida cotidiana, pero hay circunstancias en las que una persona pierde la capacidad de decidir por sí misma. Esta falta de autonomía puede deberse a varios factores, como inseguridad, manipulación, dependencia emocional o influencias externas.

Al mismo tiempo, existe un tipo de individuo que sabe cómo aprovechar esta vulnerabilidad: el charlatán. Los charlatanes no aportan nada significativo, pero tienen la habilidad de inducir a otros con palabras vacías, lo que plantea la pregunta: ¿Se nace con el don de influir sobre los demás, o esta habilidad se aprende?

Una persona puede tener dificultades para tomar decisiones por sí misma debido a diferentes factores emocionales, cognitivos o sociales. Las personas inseguras temen equivocarse o decepcionar a otros.

Esta falta de confianza en su juicio las lleva a delegar decisiones importantes en otras personas. Aquellos que dependen emocionalmente de otros, como parejas, amigos o familiares, suelen sentir que sus decisiones no valen tanto como las de quienes admiran o de quienes necesitan aprobación.

Algunas personas evitan tomar decisiones para no generar desacuerdos o tensiones con los demás, especialmente en situaciones sociales o familiares. Este patrón de dependencia puede agravarse con el tiempo si la persona no encuentra las herramientas para recuperar su autonomía. La sensación de no tener control sobre su propia vida puede hacer que sea más susceptible a la influencia de terceros, incluyendo a los manipuladores y charlatanes.

El poder del charlatán: ¿Nace o se hace?

Un charlatán es una persona que aparenta tener conocimientos o habilidades especiales, pero cuyo discurso está lleno de falacias, exageraciones o engaños. A pesar de la falta de sustancia en lo que dicen, estas personas logran convencer a otros.

La pregunta es: ¿Se nace con esta habilidad de influir o es algo que se aprende con el tiempo? La realidad sugiere que esta capacidad no es innata, sino una combinación de varios factores aprendidos.

Los charlatanes son hábiles para comunicarse. Utilizan un tono persuasivo, lenguaje corporal atractivo y expresiones que generan confianza. Estas habilidades pueden perfeccionarse mediante la práctica.

Saben identificar las debilidades o necesidades emocionales de su audiencia y usan esa información para manipular. Por ejemplo, pueden prometer soluciones rápidas a problemas complejos.

Los charlatanes suelen vestirse o comportarse como figuras de autoridad para parecer más creíbles. Esta táctica es especialmente eficaz con personas que buscan desesperadamente respuestas o soluciones.

El carisma es una herramienta poderosa, pero no siempre es utilizada con fines positivos. Mientras que algunos lo emplean para motivar o liderar, los charlatanes lo usan para inducir a las personas a actuar en contra de sus propios intereses.

¿Por qué la gente sigue a los charlatanes?

A pesar de que el discurso de los charlatanes es, en muchos casos, vacío, logran atraer seguidores fieles. Esto se debe a una combinación de factores emocionales y sociales. Muchas personas buscan sentirse parte de un grupo o comunidad que les ofrezca respuestas claras.

Los charlatanes suelen crear un ambiente donde sus seguidores sienten que pertenecen a algo especial. Los charlatanes ofrecen atajos a problemas complejos. La gente, en su deseo de evitar esfuerzos o enfrentarse a la incertidumbre, puede caer fácilmente en estas trampas.

Cuestionar las creencias o promesas de un charlatán implica reconocer que se ha sido engañado, algo que no todos están dispuestos a aceptar. Por eso, muchas personas prefieren seguir creyendo aunque las evidencias sugieran lo contrario.

Este tipo de manipulación se vuelve más eficaz cuando la persona ya tiene dificultades para tomar decisiones por su cuenta. Al depender de las opiniones o promesas de los charlatanes, las víctimas refuerzan su falta de autonomía.

Recuperar la capacidad de decidir por uno mismo es posible, pero requiere un trabajo consciente y constante. Es importante que la persona aprenda a confiar en su juicio, incluso si se equivoca. Los errores forman parte del proceso de aprendizaje.

Aprender a decir «no» a las influencias externas, especialmente a personas que intentan manipular, es fundamental para recuperar el control. En lugar de aceptar ciegamente lo que alguien dice, es importante desarrollar una actitud crítica y buscar otras fuentes de información.

Rodearse de personas que respeten las decisiones individuales y que no ejerzan control sobre ellas ayuda a fortalecer la autonomía. El camino hacia la autonomía también implica reconocer cuándo se ha sido influenciado por un charlatán y tomar las medidas necesarias para romper con esa influencia.

Conclusión

La incapacidad para tomar decisiones no es una condición permanente ni algo con lo que se nace. Por lo general, es el resultado de inseguridades, dependencia emocional o miedo al error.

Estas circunstancias pueden hacer que una persona sea vulnerable a la influencia de charlatanes, quienes utilizan su carisma para inducir a los demás a actuar en contra de su mejor interés.

El carisma de un charlatán no es innato, sino una habilidad aprendida y refinada a lo largo del tiempo. Aunque estas personas no ofrecen contenido valioso, saben cómo explotar las necesidades emocionales y las inseguridades de su audiencia.

La clave para no caer en la trampa de estos manipuladores está en recuperar la confianza en uno mismo, desarrollar una actitud crítica y rodearse de personas que fomenten la autonomía.

Tomar decisiones es una habilidad que se puede fortalecer con el tiempo. Nadie está condenado a ser manipulado por charlatanes si trabaja en su propio desarrollo personal y aprende a valorar su capacidad para decidir por sí mismo.

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