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Por qué el hombre hace un esfuerzo por ver a una mujer. Alguna persona del sutil género femenino se ha hecho esta pregunta, ¿Por qué el hombre hace un esfuerzo por ver a una mujer? Pienso que en esta parte hay algo que muchas creen por costumbre, que el esfuerzo es sinónimo de valoración y estima.
Hay una posibilidad que muchas personas crean que el «tener que hacer» es lo mismo que el «debo hacer», lo cual no es lo mismo porque el tener es una obligación que parte de un temor, lo que indica que si no lo hace, puede pasar esto o aquello.
En cambio, cuando se trata de un deber, nace de uno mismo porque está convencido que así es, lo que trae una acción sin temor, lo hace porque quiere hacerlo sin esperar nada a cambio, no tiene compromiso de ninguna clase.
¿Por qué el hombre hace esfuerzo?
En muchas partes de la red, hay miles de artículos que hablan del esfuerzo como algo grande, digno de seguir como ejemplo y de paso lo ponen como que si lo hacen así, el resultado tiene más significado y mucho valor.
En la unión entre un hombre y una mujer (que no necesariamente deben vivir juntos) que de paso, son personas que tienen suficiente conocimiento de las intenciones de cada uno hacia el otro, es de pensar que saben muy bien en dónde se meten.
Ahora, en este caso, si lo saben, se sobreentiende que cada uno toma sus decisiones sin temor ni presiones de ninguna clase, entonces, ninguno de los dos, tanto el hombre como la mujer, no tienen obligación de estar al lado, juntos o esforzarse por verse.
Al escribir que no hay obligación ni esfuerzo se da por sentado que lo hace porque le gusta, lo quiere hacer, al menos cuando es así el esfuerzo no tiene significado porque la voluntad nace del corazón y no de un compromiso.
Ahora, ¿Por qué el hombre hace un esfuerzo por ver a una mujer? Cuando sucede esto en una relación de pareja, es de darse cuenta con facilidad que la mujer está en segundo plano. Desde luego que aquí no entran los casos de trabajo y que por tal se dependa de eso para vivir.
Una mujer no puede poner a prueba a su hombre que le diga que la venga a ver, cuando él tiene un compromiso de trabajo (se entiende horas hábiles) desde luego que ahí no tiene ni que pensar que ella está en segundo plano, simplemente no puede.
¿Por qué el hombre se esfuerza por ver a una mujer?
Nace desde el primer momento en que ella ha perdido el encanto, la dulzura y en casos muy graves, es cuando ella cree que lo puede dominar a la fuerza, basada en que el hombre se muere por estar a su lado.
Esto pierde fuerza de ella hacia él cuando ese hombre ve ejemplos en otros lados, sea por conversaciones entre compañeros de trabajo, conoce a otras mujeres aunque sea por única ocasión ya que al conversar, se dará cuenta de las diferencias que hay.
Hay casos en que los compañeros o vecinos se dan cuenta del trato que recibe ese hombre, de parte de su compañera de vida, por lo tanto, sin que quieran, se meten a dar consejos que en el mayor de los casos, son de personas que tienen problemas parecidos y no resueltos.
La actitud de la mujer
Esta actitud de la mujer hace que el hombre que es su pareja, vea el lugar de encuentro como algo minado, áspero y de paso sombrío. Lo único que hace que vaya es porque sabe que algo puede sacar de ahí.
No voy a negar que hay casos que solo tiene que ver por la apariencia de la mujer, lo que se entiende que dejó de ser la chica brillante, bien arreglada y sexy para pasar a ser la ama de casa o simplemente no le da importancia porque se cree segura.
Cuando un hombre piensa en como ir a ver a una mujer cuando ya la conoce, téngalo por seguro que hace un esfuerzo por verla, ese es alguien que no está seguro de lo que tiene en especial, cuando aún no viven juntos.
La falta de seguridad va por muchas razones y si alguien le dice que ha hecho el esfuerzo por verla, empiece a buscar las razones de por qué es un esfuerzo, busque en sus recuerdos mentales, ¿Qué hizo que no le agradó? Tenga en cuenta que tiene que ver con comparación.
Esto es que posiblemente conoció alguien y sin querer inconscientemente, la comparó con usted, por lo tanto, al ver la diferencia se da cuenta que no le gusta y ahí ya se convierte en un esfuerzo el querer verla.
¿Qué se puede hacer?
En el caso que ya tenga mucho tiempo esa actitud de escuerzo y si puede tomar una decisión de pesar, retírese que está a tiempo para empezar. Ahora si cree que el esfuerzo es recién, puede optar por hablar o aprenda a observar.
Observe qué hace, qué le gusta, qué piensa, ¿Conoce sus intereses personales? en especial cuando toca un tema en una conversación. Un verdadero hombre admira a una mujer inteligente y capaz y nunca la dejará porque sabe que él se siente seguro con usted.
¿Por qué el hombre hace un esfuerzo por ver a una mujer? Simplemente y en pocas letras, siente miedo de la inseguridad que recibe de la mujer. El cambio de ser, mal genio, exigencias y cualquier estado emocional negativo es síntomas de miedo y nada más.
Según Jiddu Krishnamurti, la dinámica en la que un hombre se esfuerza para ver a una mujer, especialmente si lo hace sin auténtica voluntad, se puede entender desde varias perspectivas.
Krishnamurti valoraba la autenticidad y la libertad en las relaciones. Si alguien está haciendo un esfuerzo forzado para ver a otra persona, esto podría reflejar una falta de autenticidad en la relación.
Para él, una verdadera relación debe surgir del entendimiento y la conexión genuina, no del esfuerzo o la obligación. Si el esfuerzo para ver a una mujer no surge de una voluntad genuina, puede estar impulsado por expectativas sociales, presión externa o deseos personales.
Los deseos y expectativas
Krishnamurti creía que muchas veces nuestras acciones están condicionadas por deseos y expectativas externas en lugar de una verdadera comprensión y conexión. Este esfuerzo puede ser una manifestación de intentar cumplir con una imagen social o personal, en lugar de una expresión sincera de interés.
Krishnamurti hablaba sobre la división entre el «yo» y el «otro» como una fuente de conflicto y sufrimiento. Si alguien se esfuerza por ver a otra persona, podría estar actuando desde un lugar de separación, donde ve a la otra persona como un objeto de deseo o como una forma de satisfacer una necesidad personal.
Esta separación crea tensión y puede llevar a una relación superficial o conflictiva. Krishnamurti también abordaba la idea de que la verdadera relación no debería implicar un esfuerzo consciente.
En lugar de forzarse a hacer algo, lo ideal sería actuar desde un estado de comprensión y conexión natural. Si una relación requiere esfuerzo continuo para mantenerla, podría ser un signo de que hay problemas subyacentes en la forma en que se perciben a uno mismo y al otro.
Krishnamurti enfatizaba la importancia de ser pleno y completo en uno mismo antes de buscar una conexión con otros. El esfuerzo forzado para ver a alguien puede ser un indicio de inseguridades o carencias internas que se intentan llenar a través de la relación.
En su visión, el ser completo y consciente en uno mismo es fundamental para tener relaciones auténticas y significativas. En esencia, Krishnamurti creía que las relaciones deben surgir de una comprensión profunda y una conexión genuina, no del esfuerzo o la obligación.
La autenticidad y la libertad en las relaciones se logran cuando las personas actúan desde un lugar de verdad interior y no desde el condicionamiento externo o las expectativas.
Cómo saber si es amor o voluntad
La distinción entre amor y voluntad puede ser sutil, y en muchos casos, ambos pueden estar entrelazados. Sin embargo, hay algunas diferencias clave que pueden ayudarte a identificar cuál de los dos estás experimentando en una relación o en una situación particular.
El amor auténtico suele ser desinteresado y generoso. No busca satisfacer necesidades personales o expectativas; más bien, busca el bienestar del otro. Si te sientes impulsado a cuidar y apoyar a alguien sin esperar nada a cambio, eso puede ser una señal de amor verdadero.
Suele estar acompañado de una profunda conexión emocional. Esto incluye comprensión, empatía y un sentimiento de pertenencia mutua. Si experimentas una conexión emocional profunda con alguien, es probable que estés experimentando amor.
En el amor genuino, hay aceptación incondicional de la otra persona, con sus virtudes y defectos. No se trata de cambiar al otro, sino de aceptarlo tal como es. Experimentas felicidad y satisfacción en la presencia del otro.
El amor verdadero se caracteriza por el gozo y el bienestar que surge de compartir tiempo y experiencias juntos. La voluntad implica un esfuerzo consciente y una decisión para hacer algo.
Si te encuentras forzándote a hacer algo, especialmente en el contexto de una relación, podría ser una señal de que estás actuando por voluntad más que por amor. Cuando estás impulsado por la voluntad, a menudo tienes un objetivo o un resultado específico en mente.
Esto puede incluir la necesidad de cumplir con expectativas, alcanzar metas personales o resolver problemas. La voluntad puede estar motivada por presión interna (como inseguridades o deseos personales) o externa (como expectativas sociales o culturales).
Por qué el hombre pone en juego la voluntad?
Si sientes que debes hacer algo por razones que no están alineadas con tu deseo genuino, eso puede ser un indicio de que la voluntad está en juego. Puede implicar sacrificios personales y un sentido de obligación o deber.
Si sientes que estás sacrificando tu propio bienestar o deseos para cumplir con las demandas de otros, es posible que estés actuando más por voluntad que por amor. Reflexionar sobre tus motivaciones y sentimientos puede ayudar a clarificar si estás actuando desde el amor o la voluntad.
Pregúntate si tus acciones están impulsadas por un deseo genuino de bienestar para el otro o por un sentido de obligación o metas personales. Observa cómo te sientes internamente.
El amor suele estar acompañado de una sensación de plenitud y satisfacción, mientras que la voluntad puede generar sentimientos de esfuerzo, tensión o incluso resentimiento. A veces, las observaciones de amigos y familiares pueden ofrecer perspectivas adicionales sobre tus acciones y motivaciones, ayudándote a discernir si estás actuando desde el amor o la voluntad.
En última instancia, la diferencia puede ser sutil y el equilibrio entre amor y voluntad puede variar en diferentes contextos y relaciones. La autoobservación y la reflexión continua son clave para comprender mejor tus motivaciones y acciones.
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Roberto Sanahuano
Programador Neuro-Lingüista
Terapias cambios personales