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Por qué la mujer inteligente asusta al hombre. Este artículo parte de un comentario que leí en este blog, que dice que conoció a un chico y fue lindo en todo, pero no pasó de la segunda cita que él ya no responde a los mensajes de texto.
Ahora si lo llamo, no responde y la gran pregunta es, ¿Qué le pasó a este chico, si solo conversamos de todo, claro que la que hablaba era yo? Lo más seguro es que este chico no pudo seguir el ritmo del evento, o no supo como reaccionar al darse cuenta que para ella, a toda pregunta una respuesta.
No es raro esa reacción ya que muchos muchachos e incluso hombres adultos, nunca cederán su puesto de guía, líder o macho alfa por así decirlo, puesto que el hombre es que da la iniciativa en todo. Ahora cuando sale una mujer que toma esos roles, no les gusta y se alejan.
En todo caso es preferible informarse de qué es lo que está pasando por la cabeza de aquellos, que no soportan que una mujer sea la que lleve la iniciativa, denotando capacidad de inteligencia e introvertida.
¿Por qué la mujer inteligente asusta?
En un mundo que aún está influenciado por roles de género tradicionales, muchas veces la figura de una «mujer inteligente y extrovertida», puede causar inseguridad en algunos hombres.
Aunque en muchos aspectos la sociedad ha evolucionado, estas dinámicas persisten en las relaciones. El problema no es que las mujeres fuertes intimiden de forma intencionada, sino que algunos hombres pueden sentirse amenazados por su independencia y seguridad.
Ahora para entender mejor vamos a profundizar en las razones por las cuales una mujer de estas características puede asustar a los hombres, y cómo estas dinámicas pueden afectar las relaciones.
Durante siglos, los roles de género han moldeado cómo hombres y mujeres son percibidos en la sociedad y, en particular, en las relaciones. La idea de que los hombres deben ser los líderes, protectores y proveedores ha sido predominante, mientras que las mujeres han sido vistas como el apoyo, emocionalmente dependientes y menos ambiciosas.
Estas expectativas aún persisten de alguna manera en el estado emocional colectivo. Cuando una «mujer extrovertida e inteligente», entra en escena, desafía estas normas tradicionales. En lugar de buscar ser protegida o guiada, es ella quien toma la iniciativa, habla con confianza y muestra independencia.
Para algunos hombres que han sido criados o expuestos a estos modelos de roles de género tradicionales, esto puede ser desestabilizante. Su identidad, en parte, está construida sobre la base de ser el protector o el líder, y si una mujer no parece «necesitar» eso, pueden sentir que su rol en la relación está en peligro.
¿Por qué la mujer extrovertida es ¿Amenaza o igualdad?
En las relaciones, algunos hombres ven la inteligencia y el éxito de una mujer no como algo para admirar, sino como una competencia. Una «mujer inteligente y extrovertida» puede eclipsar fácilmente a alguien que no está seguro de su propio valor o capacidades.
La inseguridad surge cuando el hombre se compara y siente que no está a la altura o que su papel de líder se ve amenazado. Históricamente, el hombre se ha visto a sí mismo como el proveedor.
En una relación con una mujer altamente competente y segura de sí misma, puede que no vea una manera clara de «proteger» o «apoyar» a la mujer en la forma en que está acostumbrado. Esta incertidumbre lo lleva a cuestionar su lugar en la relación.
La sociedad también ha alimentado la idea de que el éxito y la inteligencia son símbolos de poder. Si el hombre siente que está siendo superado en estos aspectos, su ego puede verse herido, lo que puede manifestarse como rechazo hacia la mujer.
La inseguridad en los hombres es una de las principales razones por las que una «mujer extrovertida y exitosa» puede parecer intimidante. En una cultura donde el valor de un hombre a menudo se mide por sus logros y estatus, una mujer que desafía esta estructura puede hacer que algunos hombres se sientan inadecuados.
Muchos hombres aún se ven a sí mismos como responsables de la estabilidad financiera y emocional de una relación. Si una mujer es exitosa por su cuenta, es posible que sientan que no tienen nada que ofrecer.
Esta inseguridad se convierte en miedo, y el miedo genera resistencia o incluso rechazo hacia la mujer. A menudo, el miedo no proviene solo de la inseguridad personal, sino de la percepción externa.
El ego masculino o el desafío a la masculinidad
Algunos hombres pueden temer que los demás (familia, amigos, compañeros de trabajo) los vean como «menos masculinos» si están en una relación con una mujer que parece más competente o exitosa. Esto puede ser un reflejo de expectativas sociales profundamente arraigadas sobre lo que significa ser «el hombre» en una relación.
La independencia emocional y económica de una mujer puede, en algunos casos, poner en cuestión la idea tradicional de masculinidad. Para aquellos hombres que aún se aferran a la noción de que deben ser el soporte principal en una relación, una mujer que es completamente autosuficiente puede hacer que se sientan innecesarios.
Las mujeres que son extrovertidas e inteligentes suelen ser también emocionalmente autosuficientes. Esto significa que no dependen de otros para validar su autoestima o tomar decisiones importantes.
Para algunos hombres, esto puede ser visto como un rechazo implícito a los roles tradicionales, generando una sensación de desplazamiento. Algunos hombres pueden sentir que una mujer tan segura de sí misma es «incontrolable» en el sentido de que no la pueden moldear o influir como ellos querrían.
La falta de control en una relación puede ser vista como una amenaza, lo que lleva a la desconexión o el rechazo. La cultura popular y los medios de comunicación han reforzado durante años una imagen estereotipada de cómo deben ser las relaciones de pareja.
En muchas películas y programas de televisión, la mujer ideal sigue siendo sumisa, dependiente y emocionalmente menos fuerte que el hombre. Esto condiciona a muchos a buscar parejas que encajen en esos moldes.
Los medios tienden a mostrar relaciones en las que el hombre es el héroe y la mujer es quien necesita ser rescatada o guiada. En contraste, una mujer independiente que no se ajusta a este patrón puede no ser vista como «deseable».
¿Cómo superar el miedo y fomentar relaciones equitativas?
A pesar de estas barreras, es posible para los hombres y mujeres trabajar juntos para construir relaciones más equilibradas y basadas en la equidad. Superar el miedo requiere un enfoque proactivo, tanto individualmente como en pareja.
Es importante que los hombres reconozcan y trabajen en sus inseguridades. Entender que la fortaleza de una mujer no disminuye su valor como hombre es crucial para formar una relación saludable.
Una relación exitosa se basa en el respeto y la admiración mutua. En lugar de sentir intimidación, los hombres pueden aprender a valorar y celebrar la inteligencia y el éxito de sus parejas como algo que fortalece la relación.
El miedo que algunos hombres pueden sentir ante una «mujer inteligente y extrovertida» está profundamente enraizado en estereotipos de género y normas culturales desactualizadas.
Sin embargo, al desmantelar estos conceptos y trabajar en la seguridad personal, tanto hombres como mujeres pueden disfrutar de relaciones más equilibradas y enriquecedoras. La clave está en reconocer que la fortaleza en una pareja no es una amenaza, sino una oportunidad para crecer juntos.
¿Qué pasaría si el hombre decide «dar un pare»?
Cuando un hombre se siente superado por la «capacidad, inteligencia y extroversión» de una mujer, puede optar por dos caminos: aceptarlo como una oportunidad para crecer o intentar imponer un «pare» como mecanismo de defensa.
Este «pare» se manifiesta cuando el hombre, consciente de que está siendo superado, intenta restaurar una dinámica de poder en la relación, ya sea a través de la dominación o la disminución de la mujer.
Algunos hombres, al sentirse amenazados, pueden recurrir a comportamientos que buscan minimizar el éxito o la personalidad de la mujer, sea de manera directa o sutil. Esto puede incluir comentarios despectivos, el menosprecio de los logros de la mujer, o incluso la exclusión de ciertos círculos sociales donde ella destaca.
Sin embargo, este tipo de actitudes no solo dañan la relación, sino que refuerzan inseguridades masculinas. En lugar de intentar imponer límites, los hombres que enfrentan este desafío pueden aprovechar la oportunidad para cuestionar sus propias creencias y expectativas de género.
Ahora tomando estos datos, ¿Es realmente necesario ser «el más capaz» o «el líder» en la relación? Al dejar de lado las dinámicas de poder tradicionales, muchos hombres descubren que una relación basada en la «admiración mutua» y el respeto es mucho más gratificante.
Si el hombre logra ver más allá de sus inseguridades, puede empezar a valorar la inteligencia y extroversión de su pareja como fortalezas que contribuyen a la relación. En lugar de sentirse superado, puede encontrar formas de complementar las habilidades de su pareja, lo que lleva a una relación más equilibrada.
Ahora, intentar dar un «pare» a la mujer es una estrategia insostenible. A largo plazo, las relaciones donde una de las partes busca controlar o disminuir a la otra suelen erosionarse, mientras que aquellas basadas en el respeto y la equidad se fortalecen.
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